Hace alrededor de tres semanas se publicaron noticias e imágenes de ciudadanos haitianos lanzando piedras y protestando indignados contra las fuerzas de la MINUSTAH, acusándola de haber transmitido el cólera a ese país a través de un soldado nepalés.
La primera impresión, si no se recibe información adicional, es que se trataba de un rumor nacido de la antipatía que toda fuerza de ocupación provoca