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General: El día en fotos con Madiva presente
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De: Ruben1919  (Missatge original) Enviat: 07/03/2014 14:24

El día en fotos, con Madiba presente

9 diciembre 2013 2 Comentarios
Una niña sudafricana besa la estatua del presidente Nelson Mandela en Johannesburgo (Sudáfrica). Foto: MUHAMMED MUHEISEN (AP)

Una niña sudafricana besa la estatua del presidente Nelson Mandela en Johannesburgo (Sudáfrica). Foto: MUHAMMED MUHEISEN (AP)

El resumen fotográfico del día, según la selección del diario español El País, pasa por la veneración al recién fallecido líder africano y mundial Nelson Mandela, los disturbios acontecidos en diversas geografías, la belleza de los paisajes naturales, la policromía de un festival de luces y la reunión de un grupo de judíos ultraortodoxos.

Las montañas de Afganistán vistas a través de la ventana de un avión militar camino a la base aérea de Kandahar, capital de la provincia de Kandajar. Foto: MARK WILSON (AP)

Las montañas de Afganistán vistas a través de la ventana de un avión militar camino a la base aérea de Kandahar, capital de la provincia de Kandajar. Foto: MARK WILSON (AP)

Bob Carey salta con un tutú rosa delante de la Puerta de Brandemburgo, en Berlín, Alemania. Bob y Linda Carey son los fundadores del "Tutu Project", una iniciativa destinada a tomar conciencia sobre el cáncer de mama mediante retratos en los que posan con esta prenda de ballet. Foto: BERND VON JUTRCZENKA (EFE)

Bob Carey salta con un tutú rosa delante de la Puerta de Brandemburgo, en Berlín, Alemania. Bob y Linda Carey son los fundadores del “Tutu Project”, una iniciativa destinada a tomar conciencia sobre el cáncer de mama mediante retratos en los que posan con esta prenda de ballet. Foto: BERND VON JUTRCZENKA (EFE)

Aficionados del Vasco da Gama golpean a un hincha del Atlético Paranaense durante un partido en Brasil. Foto: CARLOS MORAES/AGENCIA O DIA (REUTERS)

Aficionados del Vasco da Gama golpean a un hincha del Atlético Paranaense durante un partido en Brasil. Foto: CARLOS MORAES/AGENCIA O DIA (REUTERS)

Un cristiano amenaza a un miembro de los Séléka en una calle de Bangui cerca del aeropuerto (República Centroafricana), 9 de diciembre de 2013. Foto: JEROME DELAY (AP)

Un cristiano amenaza a un miembro de los Séléka en una calle de Bangui cerca del aeropuerto (República Centroafricana), 9 de diciembre de 2013. Foto: JEROME DELAY (AP)

Vista general del "Festival de las luces" en Lyon, Francia. Foto: BRUNO VIGNERON (GETTY IMAGES)

Vista general del “Festival de las luces” en Lyon, Francia. Foto: BRUNO VIGNERON (GETTY IMAGES)

Un arcoiris encima de los edificios de la ciudad de Gaza, 9 de diciembre de 2013. Foto: HATEM MOUSSA (AP)

Un arcoiris encima de los edificios de la ciudad de Gaza, 9 de diciembre de 2013. Foto: HATEM MOUSSA (AP)

Un grupo de judíos ultraortodoxos se reúnen tras la detención de un joven que se negó a servir en el ejército israelí, en el exterior de la prisión militar de Atlit, cerca de Haifa (Israel). Foto: JACK GUEZ (AFP)

Un grupo de judíos ultraortodoxos se reúnen tras la detención de un joven que se negó a servir en el ejército israelí, en el exterior de la prisión militar de Atlit, cerca de Haifa (Israel). Foto: JACK GUEZ (AFP)

Un niño camina junto a un cartel con la imagen de Nelson Mandela en Qunu (Sudáfrica), cerca de la granja donde el líder sudafricano paso su infancia. Foto: CARL DE SOUZA (AFP)

Un niño camina junto a un cartel con la imagen de Nelson Mandela en Qunu (Sudáfrica), cerca de la granja donde el líder sudafricano paso su infancia. Foto: CARL DE SOUZA (AFP)

 


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De: Ruben1919 Enviat: 07/03/2014 14:36

Las horas finales de Mandela

9 diciembre 2013 1 Comentario
Foto: Adrees Latif/Reuters.

Foto: Adrees Latif/Reuters.

Por John Carlin

Fue 48 horas antes de que Nelson Mandela muriera, cuando el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, recibió una llamada. Era el doctor de Mandela. Le informó de que la situación médica de Mandela se había deteriorado gravemente.

Zuma había recibido varios informes médicos desde que Mandela fue ingresado en un hospital de la capital sudafricana, Pretoria, en junio y devuelto casi tres meses después a su casa en Johanesburgo, donde había indicado que prefería pasar los últimos días de su vida. Pero este informe fue más alarmante que cualquiera de los anteriores. Zuma entendió que Mandela había entrado en la fase final de su larga agonía.

Mandela tenía un exceso de líquido en los pulmones, su punto débil desde los años en la cárcel, y había sucumbido a una infección: la circunstancia que los médicos más habían temido.

La mañana siguiente, el miércoles de esta semana, la esposa de Mandela, Graça Machel, empezó a llamar a miembros de la familia Mandela, distribuidos por toda Sudáfrica y en el exterior, para avisarles de que la hora había llegado y debían venir rápidamente a visitarle.

Machel, su tercera esposa y con la que fue más feliz, estuvo a su lado durante los 181 días que Mandela permaneció en la cama entre su ingreso en el hospital y su muerte. Le leía libros, sin tener muy claro si Mandela seguía lo que le estaba contando, y le cogía de la mano. Machel, una exministra de Educación de Mozambique, donde nació, y una mujer habitualmente muy participativa en foros internacionales relacionados con la salud pública en África, suspendió todas sus actividades oficiales durante el periodo de la enfermedad de su marido.

Ese mismo día, Maki Mandela, la hija mayor del expresidente, anunció que su padre estaba “en el lecho de la muerte”. Ya se sabía, pero el hecho de que pronunciara las palabras hizo saltar las alarmas entre la población sudafricana.

El jueves por la mañana empezaron a desfilar miembros de la familia de Mandela —hijas, nietos, bisnietos— por la casa del primer presidente negro de la historia sudafricana. Entraban en su habitación de dos en dos y en casi todos los casos salían llorando.

Mandela había estado conectado a aparatos que le ayudaban a respirar durante la mayor parte de su enfermedad. Pero ya ni la ciencia podía ayudarle. Los médicos explicaron a los familiares que ya no había nada más que hacer. Mandela se iba. Este era su último adiós.

Ministros del Gobierno llegaron al atardecer y también miembros de la tribu ancestral de Mandela, los Thembu, para llevar a cabo una antigua ceremonia que concluye cerrando los ojos de la persona cuya alma se va. A las 20.50 del jueves, Mandela, que había cumplido 95 años en junio, murió.

La sorpresa fue que hubiese aguantado tanto. Durante su último viaje al extranjero en 2008, para asistir a unos festejos en Londres para celebrar su 90 cumpleaños, ya se veía que le costaba andar y que no estaba en plena posesión de sus facultades mentales. La memoria ya le había empezado a fallar. La última vez que se le vio en público fue antes de la final de la Copa del Mundo de Fútbol en julio de 2010 en Johanesburgo, cuando apareció en el estadio en una silla de ruedas. De ahí en adelante pasó la mayor parte de sus días sin levantarse de la cama.

Durante los últimos meses apenas había podido decir una palabra. Personas cercanas a él cuentan que respondía a presión con presión, por ejemplo cuando se le tocaba la mano, y a veces seguía los movimientos de la gente que le rodeaba con los ojos. Pero poco más.

Murió en su cama, rodeado de su familia. Poca gente, sin excluirle a él, se lo hubiera imaginado en 1961 cuando fundó el movimiento armado del Congreso Nacional Africano, cuyo primer líder fue él mismo. En el juicio que le hicieron en 1964, el fiscal del Estado pidió la pena de muerte. Sospechando que este sería el veredicto final del juez, Mandela dio su famoso discurso ante el tribunal en el que declaró que “si fuera necesario” estaba dispuesto a morir por la causa a la que había dedicado su vida, la democracia y la libertad para su pueblo.

Al final fue condenado a cadena perpetua, pero durante los 27 años que estuvo en la cárcel, otros importantes dirigentes políticos negros fueron asesinados por el aparato de seguridad del apartheid, y cuando Mandela emergió de prisión en 1990 la pesadilla siempre fue que algún fanático de la extrema derecha lo asesinara, lo cual hubiera acabado con el sueño de remplazar el apartheid con una democracia estable y condenado al país al caos perpetuo.

Hoy Sudáfrica está lejos de la utopía, pero se evitó la guerra racial que muchos —con mucha razón— temían, y ahora, por más carencias que exhiba el Gobierno del presidente Zuma, el pueblo vive en democracia y en paz. Este domingo, en todo el país, creyentes y no creyentes participarán en servicios religiosos para conmemorar la figura de Mandela y para dar las gracias por la existencia en la tierra de un hombre sin el cual la democracia y la paz en Sudáfrica —en su día el país más dividido del planeta— sencillamente no hubieran sido posibles.

(Tomado de El País)


Resposta  Missatge 3 de 3 del tema 
De: Ruben1919 Enviat: 07/03/2014 14:49

Funerales de Mandela serán de una magnitud sin precedentes

9 diciembre 2013 7 Comentarios
En este artículo: Funerales, Nelson Mandela, Sudáfrica

mandela sidaLas ceremonias fúnebres del expresidente Nelson Mandela son de una magnitud sin precedentes, indicaron fuentes del gobierno sudafricano, que esperan la visita esta semana de medio centenar de delegaciones extranjeras.

Portavoces de la sede ejecutiva en Union Buildings precisaron que han tenido que emplearse a fondo para coordinar los diferentes programas de seguridad, suministros de logística, y la planificación de una operación masiva que involucra a múltiples departamentos.

Con la atención del mundo en Sudáfrica, el gobierno tiene que garantizar el buen funcionamiento de eventos en los que miles de personas, dignatarios extranjeros y medios de comunicación estarán presentes, subrayó un comunicado estatal.

Las principales jornadas ceremoniales son el funeral de Estado en Qunu, tres días de exhibición pública de los restos de Madiba en Pretoria, y un acto homenaje masivo en el Estadio FNB de Johannesburgo, mañana martes.

Se calcula que unos dos mil 500 periodistas locales y extranjeros buscarán acreditación para cubrir las diversas actividades.

El ministro de la Presidencia, Collins Chabane, explicó que debido al gran volumen de actos y programas se convocaron brigadas adicionales del Servicio de la Policía de Sudáfrica, de la Fuerza de Defensa Nacional y de la Policía Metropolitana para supervisar el orden público.

Chabane aseguró que el gobierno liderado por el presidente Jacob Zuma se mantiene en estrecho contacto con la viuda e hijas de Mandela para garantizar que todos los eventos se ajusten a los deseos de la familia y sean culturalmente aceptables, dijo.

El Ministro aclaró que no podía estimar cuántas personas asistirían a la ceremonia conmemorativa en el estadio FNB, pero dijo que esa instalación solo puede albergar a unos 70 mil individuos.

Un total de 53 jefes de Estado han confirmado su asistencia a la monumental despedida oficial de Nelson Mandela, dijo el domingo la ministra de Relaciones Internacionales, Maite Nkoana-Mashabane.

No hemos enviado ninguna invitación, a cada cual le debe corresponder la opción de acudir o no al ceremonial, comentó Nkoana-Mashabane.

El hecho de que tantos líderes estatales estén dispuestos a viajar hasta Sudáfrica en un plazo tan corto de tiempo refleja que Madiba ocupa un lugar especial en los corazones de muchas personas en el mundo, dijo la funcionaria. Un Día Nacional de Oración y Reflexión enlazó la víspera a todos los sudafricanos, y a miles de ciudadanos extranjeros en este país, en recordación del legendario líder antirracista Nelson Mandela, fallecido la semana anterior.

La jornada dominical fue dedicada a asistir a iglesias, templos o sinagogas para celebrar la vida de Madiba y, a través de él, la de los demás sudafricanos que sacrificaron mucho por la dignidad de la nación austral, explicaron ciudadanos.

Dirigentes del Congreso Nacional Africano (CNA) recordaron que tres gigantes del activismo antiapartheid -Oliver Tambo, Walter Sisulu, y Mandela- murieron exactamente con un intervalo de 10 años de diferencia.

El expresidente del CNA Tambo, quien pasó más de 30 años en el exilio, falleció en 1993.

Y en 2003, murió en Johannesburgo en los brazos de su esposa Albertina, Walter Sisulu, quien había nacido en el mismo año de fundación del partido panafricanista: 1912.

El presidente Jacob Zuma, miembros del ejecutivo y altos representantes del CNA participaron en un servicio religioso en evocación a Nelson Mandela en la Iglesia Metodista Bryanston, de Johannesburgo.

Distintas confesiones religiosas y diversas formaciones cívicas de la sociedad facilitaron la realización de actividades de reflexión y espiritualidad durante este período de luto en las nueve provincias de Sudáfrica.

(Con información de Prensa Latina)



 
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