Panamá, 20 feb (PL) Grupo Unidos por el Canal S.A. (GUPC), lidereado por la italiana Impregilo y la española Sacyr reiniciaron hoy los trabajos de ampliación de la vía tras un preacuerdo con la administración luego de 15 días de suspensión total de las obras.

El preacuerdo prevé que la autoridad del Canal (ACP) entregue a GUPC 36,8 millones de dólares correspondientes a trabajos facturados de diciembre pasado, con el objetivo de que los trabajadores cobren su quincena pendiente.

Las negociaciones continúan hoy para acordar fechas de entregas de las compuertas, cronograma de ejecución, calendario de repago de moratoria y otros aspectos claves del proyecto.

La crisis del Canal se complicó cuando el GUPC anunció que el 20 de enero suspendería los trabajos si ACP se negaba a pagar mil 600 millones de dólares por sobrecostos sin los cuales no podrían continuar el trabajo por déficit en el flujo de caja.

GUPC licitó en 2009 el diseño y construcción del tercer juego de esclusas en tres mil 118 millones de dólares que pasó a tres mil 300 millones por sobrecostos, y se comprometió a concluirlas en octubre de 2014, pero en 2012 hubo retrasos y el plazo se alargó a junio de 2015, pero ya esa fecha no es válida.

El tema central de los últimos día ha estado relacionado con los términos y formas para el reembolso de 784 millones de dólares adelantados por ACP al GUPC, cuyo plazo de devolución o repago se prolongará ahora, y el cumplimiento de hitos y entrega de las 12 compuertas restantes.

No se han dado detalles del cofinanciamiento pero se debe basar en la propuesta inicial de ACP de una inyección de 100 millones de dólares por cada parte, alargamiento del repago y apoyo de la aseguradora Zurich de unos 400 millones de dólares.

por Roberto Morejón
Radio Habana Cuba

La demora por tiempo indeterminado de la ampliación del Canal de Panamá parece inevitable al cesar las negociaciones sobre el
financiamiento de sobrecostos de las obras entre la Autoridad de la ruta y el consorcio constructor, encabezado por la empresa española
SACYR.

 El presidente panameño, Ricardo Martinelli, parece decidido a recurrir al apoyo popular frente a las posiciones de las transnacionales, a sabiendas de que el Canal, bajo el control de Estados Unidos hasta 1999, siempre ha sido considerado un asunto de honor nacional.

Después de agitadas negociaciones, la Autoridad del Canal de Panamá y las compañías constructoras, reunidas en el Grupo Unidos por el
Canal, rompieron el diálogo sobre el financimiento de cerca de 1 600 millones de dólares adicionales para proseguir los trabajos.

Sorpresivamente, las empresas a cargo de las complejas faenas destinadas a trazar un tercer juego de esclusas alegaron carecer de
fondos para sufragar los sobrecostos y trataron de pasar a la Autoridad del Canal la responsabilidad por el pago.

Expertos destacaron que la raíz del problema reside en que las entidades que asumieron la construcción del proyecto en 2009
subestimaron los costos.

 SACYR tampoco informó a tiempo al consejo regulador español de sus graves problemas financieros.

La empresa española y sus asociados son responsables igualmente del atraso en los trabajos porque si bien el proyecto avanzó hasta el
65%, fue evidente su ritmo lento.

Sin dudas, es mucho lo que se juega Panamá en medio de esta controversia porque en la conclusión de las nuevas esclusas están
fijados los ojos de los políticos y funcionarios por el cobro de peajes a partir del 2015, fecha inicialmente prevista para el fin de la modernización.

Las esclusas permiten nivelar las aguas y ayudar a buques de gran porte, denominados post panamax, a cruzar el canal de 80 kilómetros
entre los Océanos Pacífico y Atlántico, con más de 12 000 contenedores en su cubierta, dos veces más que la carga de las naves tradicionales.

No por casualidad, Estados Unidos y otros países acometen el dragado y ampliación de sus puertos en preparación de la llegada de los buques de más calado que cruzarían la vía interoceánica istmeña en el futuro.

 Si hasta ahora el 5% del comercio marítimo mundial depende del actual Canal con sus limitaciones, es fácil prever el
aumento de ese porcentaje al incrementarse la botadura de buques más modernos.

No es posible que los panameños puedan habituarse a la idea de una mayor demora en los trabajos en la ruta interoceánica, la que se
agregaría a los atrasos de nueve meses derivados de la actuación de la empresa SACYR y sus socios.

Nuevamente, el Canal de Panamá es escenario de controversias, acentuadas desde que Estados Unidos sustituyó a Francia en la
construcción entre 1904 y 1914.

Su posterior control perpetuo de la vía, a despecho de las legítimas aspiraciones del pueblo y las autoridades panameñas, generó décadas de manifestaciones populares y conductas nacionalistas intrépidas, como las del general Omar Torrijos.

No es inusual que los panameños reaccionen con vehemencia ante lo que consideran una irresponsabilidad del constructor de la ampliación.

El experimentado administrador del Canal, Jorge Quijano, un ingeniero civil  que ha trabajado toda su vida allí, proclamó que la
ruta acuática no se va a someter a chantajes.

Panamá, 20 feb (PL) Grupo Unidos por el Canal S.A. (GUPC), lidereado por la italiana Impregilo y la española Sacyr reiniciaron hoy los trabajos de ampliación de la vía tras un preacuerdo con la administración luego de 15 días de suspensión total de las obras.

El preacuerdo prevé que la autoridad del Canal (ACP) entregue a GUPC 36,8 millones de dólares correspondientes a trabajos facturados de diciembre pasado, con el objetivo de que los trabajadores cobren su quincena pendiente.

Las negociaciones continúan hoy para acordar fechas de entregas de las compuertas, cronograma de ejecución, calendario de repago de moratoria y otros aspectos claves del proyecto.

La crisis del Canal se complicó cuando el GUPC anunció que el 20 de enero suspendería los trabajos si ACP se negaba a pagar mil 600 millones de dólares por sobrecostos sin los cuales no podrían continuar el trabajo por déficit en el flujo de caja.

GUPC licitó en 2009 el diseño y construcción del tercer juego de esclusas en tres mil 118 millones de dólares que pasó a tres mil 300 millones por sobrecostos, y se comprometió a concluirlas en octubre de 2014, pero en 2012 hubo retrasos y el plazo se alargó a junio de 2015, pero ya esa fecha no es válida.

El tema central de los últimos día ha estado relacionado con los términos y formas para el reembolso de 784 millones de dólares adelantados por ACP al GUPC, cuyo plazo de devolución o repago se prolongará ahora, y el cumplimiento de hitos y entrega de las 12 compuertas restantes.

No se han dado detalles del cofinanciamiento pero se debe basar en la propuesta inicial de ACP de una inyección de 100 millones de dólares por cada parte, alargamiento del repago y apoyo de la aseguradora Zurich de unos 400 millones de dólares.

Panamá, 31 mar (RHC) Saúl Méndez, secretario general de Suntracs, Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares, de Panamá, reiteró que irá a una huelga de advertencia este martes, a causa del estancamiento de las negociaciones de un convenio colectivo.

En declaraciones a la televisión nacional, Méndez responsabilizó de la actual situación al gobierno del presidente Ricardo Martinelli y a su política antiobrera, y adviritió que si el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, no deroga la resolución ilegal y arbitraria que dictaron en relación con el pliego de peticiones presentado por ellos, tomarán otras medidas adicionales.

A las decisiones tomadas por Suntracs se suman los trabajadores de la ampliación del Canal de Panamá y coincide con otras protestas que realizan en estos momentos los gremios de educación, salud y del transporte público, también en demanda de mejoras laborales y salariales y de una mejor redistribución de la riqueza.

Los trabajadores de la ampliación del Canal de Panamá anunciaron que se suman a las decisiones tomadas por el Suntracs por lo cual si se llega a concretar la huelga nacional el 7 de abril anunciada por Méndez, la construcción del tercer juego de esclusas será afectada.

La movilización de protesta de los constructores coincide con otras que realizan en estos momentos los gremios de educación, salud y del transporte público, también en demanda de mejoras laborales y salariales y en demanda de una mejor redistribución de la riqueza.

Se divulgó que un grupo de dirigentes políticos de la oposición panameña apoyó los llamados formulados por diversos sectores para concretar el "voto útil" a fin de impedir la elección de José Domingo Arias como presidente del país.

El llamado se sustenta en que Arias es el candidato de Martinelli a cuyo lado colocó como aspirante a la vicepresidencia a la primera dama Marta Linares de Martinelli, lo cual califican como una reelección disfrazada del mandatario.

Sólo falta poco más de un mes para las elecciones del 4 de mayo en las que se elegirá, además, a todos los alcaldes del país, los diputados y corregidores, y hasta ahora se prevé un resultado cerrado entre los tres principales candidatos.

A la cabeza de las encuestas se mantiene Arias con 39 a 33 por ciento según la encuestadora, y pisándole los talones el candidato del Partido Revolucionario Democrático, Juan Carlos Navarro con 32, y más alejado el del Panameñista, Juan Carlos Varela, con 26.

El voto útil consiste en que, independientemente del partido de la oposición que se sea, se vote por el candidato que polarice con Arias y tenga más posibilidad de vencerlo, sea Navarro o Varela, o incluso Genaro López, del Frente Amplio por la Democracia.

Un panel de políticos compuesto por Luis Eduardo Quirós, diputado Panameñista, Olimpo Sáez, de Fuerza por Panamá, y Aurelio Barría por el Movimiento Nueva República, debatió el tema y consideró que el voto útil es razonable en una campaña atípica en la que hay que evitar la reelección disfrazada de Martinelli.

Sáez dijo que la idea surge de las encuestas, las cuales señalan que 60 por ciento de la población quiere votar contra el gobierno y a favor de la oposición, y como los dos partidos principales no pueden ganar ni van a unirse, el voto útil juega un papel básico.