El Teatro Bolívar, reinaugurado el viernes con la subida del telón del Festival de Teatro de Caracas, cuenta con una moderna sala con tecnología de punta y un aforo para 456 personas. Después de unas cinco décadas en el olvido, el inmueble luce como nuevo y prestó sus tablas para que Rajatabla se luciera con su remontaje de El Coronel no tiene que le escriba y dar luz verde a la presentación de las 150 agrupaciones que actuarán en la cita capitalina de las artes escénicas.
La edificación, en el extremo oeste de la plaza Bolívar, fue rehabilitada por el Gobierno del Distrito Capital (GDC) con una inversión de 365 millones de bolívares, informó al Correo del Orinoco Siboney Tineo, secretaria general del GDC.
La servidora pública define al Teatro Bolívar como una “mezcla” de lo moderno con elementos restaurados del antiguo Cine Rialto.“Mantuvimos algunas cosas originales, pero no necesariamente en el mismo sitio”, comentó.
Una de las modificaciones más notorias es la de la boca del escenario, que fue adecuada a las necesidades actuales: “Había que ampliarla”.
Tineo detalló que los elementos que formaban el marco del escenario fueron “musealizados” para su exhibición en la planta baja, junto a la marquesina del Cine Rialto de 1943. Al visitar el teatro también se puede ver una gigantografía de la edificación en el pasado así como un proyector de cine de 35 milímetros de 1943.
Para lograr la acústica que se requería, en la sala principal se instalaron dispositivos de aluminio en el techo (nubes) y en las paredes (banderas), que permiten que el sonido viaje por el teatro de forma armónica.
Por otra parte, agregó, se matuvo original el hermoso piso de granito de los pasillos y en las escaleras. En las paredes también se muestran los ladrillos originales.
La historia viviente del teatro también permanece. El local de la señora Carmen Deus de Negrín, la famosa vendedora de cotufas desde hace 46 años en el lugar, tiene ahora más espacio y cuenta con una larga barra que da al pasillo principal de la planta baja. La dama ahora ofrece además postres, bombones y chucherías. Asimismo, en el primer piso se instaló un cafetín para esperar en los intermedios.
Toda la recuperación del inmueble estuvo a cargo de un equipo de arquitectos formado por Marcos Troconis, Jari Núñez y Elicet Briceño.
POR EL LIBERTADOR
Tineo contó que la remodelación se inició a mediados de 2012, como una propuesta de la jefa del GDC, Jacqueline Faria, al presidente Hugo Chávez, para rescatar el antiguo Cine Rialto y rebautizarlo con el nombre del Libertador, ya que no había una teatro con el nombre del prócer. Con la aprobación del Mandatario se comenzó la elaboración del proyecto y la ejecución de la obra.
En sus últimas declaraciones, el alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, ha presumido del Teatro Bolívar y ha afirmado que se trata de la sala más moderna de Venezuela. Siboney Tineo está de acuerdo con el burgomaestre: “Nos hemos empeñado, en que si lleva el nombre de Bolívar, que sea de los más bonitos, el mejor equipado, el más moderno”.
La servidora pública destacó los sistemas de sonido y de iluminación, así como la tramoya con 20 barras que se instalaron. “En la marquesina tenemos una pantalla led, creo que es el único teatro con ese tipo de pantalla no solo para anunciar los espectáculos sino también para poder mostrar otras cosas al público”, acotó.
En el segundo piso del Teatro Bolívar se dispusieron dos cómodas salas de ensayo y una sala para practicar ballet. Estos espacios estarán abiertos a las agrupaciones de teatro y de artes escénicas de la capital. “Todavía no tenemos definido qué grupos exactamente estarían ahí, qué comunidad o consejos comunales, vendrán quienes requieran los espacios para los ensayos”, aclaró Tineo.
Además de las 456 butacas de la sala de teatro, se sumarán 80 asientos en la sala de cine, que abrirá sus puertas en agosto. Igualmente, próximamente, en el tercer piso y la azotea, estará un restaurante, adelantó la secretaria del GDC.
DESDE EL SIGLO XIX
Según un folleto distribuido durante la inauguración del teatro, se señala que donde se ubica la edificación, se estableció a finales del siglo XIX el estudio de fotografía Tovar y Salas, de los pintores Martín Tovar y Tovar y José Antonio Salas. Años más tarde, funcionaron en el lugar los comercios La Mejor y La Glaciére, el primero de venta de víveres y el segundo era una fábrica de hielo, ambos pertenecieron a Carlos Zuloaga.
El 3 de noviembre de 1917 se inauguró allí el Teatro Princesa, que servía para la presentación de obras de teatro y la proyección de filmes. Dos años más tarde, el inmueble pasó a llamarse Teatro Rialto. Después de 1930, a esta sala se le colocaron equipos para el cine sonoro. Una década después, el inmueble fue demolido para levantar el Cine Rialto, de tres pisos, diseñado por Rafael Bergamín, que abrió sus puertas el 29 de abril de 1943, con la proyección de Casablanca.
En el primer piso del edificio funcionó el diario Últimas Noticias y el semanario El Morrocoy Azul, en el resto de los pisos se instalaron locales comerciales u oficinas. A partir de los años sesenta, el teatro pasó al olvido hasta que la Revolución Bolivariana adelantó el proyecto para su rehabilitación y puesto en funcionamiento en el siglo XXI.
El Teatro Bolívar fue reinaugurado la noche del viernes por el presidente Nicolás Maduro, acompañado por la primera combatiente, Cilia Flores; la jefa Jacqueline Faria y el alcalde Rodríguez. En la actividad se dieron cita destacadas personalidades de las artes y cuerpos diplomáticos.
La sala renovada será el escenario de un total de 15 funciones del Festival del Teatro de Caracas, que finalizará el 27 de abril.
Avn