Una yuca (mandioca) de 1,30 metros de largo y más de 15 kilos de peso, cosechada por una campesina en el patio de su casa, cerca de la ciudad de Matanzas (oeste), se sumó hoy a la lista de vegetales gigantes cultivados en Cuba.
A pesar de su amplia biodiversidad, en el archipiélago cubano no existen fieras en estado salvaje ni tampoco megafauna, pero sí hay una tendencia a la aparición de vegetales de grandes dimensiones.
En esta ocasión, el colosal tubérculo fue encontrado por María Isabel Aguilar en un sembrado en el patio de su vivienda, donde notó que también había otras yucas grandes, de más de 4, 6 y 10 kilos cada una, respectivamente.
Atraídos por la curiosidad, agrónomos consideraron que ello se debe a la gran fertilidad del terreno de ese lugar, donde antes existió un establo y cuyos desechos orgánicos son una importante fuente de abono natural y también a que los suelos ferralíticos del lugar al parecer estimulan el desarrollo de “megafrutos”.
La propia Aguilar dijo a la Agencia de Información Nacional que allí ha cosechado racimos con más de 100 plátanos, así como grandes aguacates y limones.
A principios de 2010, el campesino Manuel Ceara, de la localidad de El Sopapo, en el Escambray, provincia de Cienfuegos, también cosechó una yuca de casi dos metros de largo y más de 8 kilos de peso, y en septiembre de 2013 el agricultor Eddy Palmero, de Camagüey, cosechó otra mandioca de más de 9 kilogramos y 131 centímetros de largo. De igual modo, han aparecido tomates, coles, aguacates y calabazas gigantes que no dejan de sorprender a los cubanos.
Esta vianda es muy popular en Cuba desde antes de la colonización española, pues los aborígenes hacían con ella el casabe, un pan redondo, seco y plano en forma de galleta, que formaba parte indispensable de su dieta y que aún hoy en día se come en la región oriental del país, donde lo doblan y rellenan con carne de cerdo.
La yuca constituye el alimento básico de 500 millones de personas en el mundo, y aunque algunos pueblos también consumen las hojas cocidas, la parte comestible es la raíz, que resulta muy alimenticia y saludable.
Combate la acidez estomacal, laúlcera gástrica y también la hipertensión, fibromialgia, artritis y el colesterol dañino.
Asimismo, aporta de forma moderada vitamina C y B, así como potasio, magnesio, calcio, hierro y fósforo. Posee, además, propiedades antinflamatorias, al tiempo que favorece la circulación sanguínea y es apta para los celiacos, porque no contiene gluten.
La yuca es un arbusto perenne con miles de variedades, y en Cuba se consume de diversas formas, pero nunca cruda, ya que es rica en ácido cianhídrico y podría provocar vómito, diarreas e incluso la muerte, pero al cocinarla el tóxico desaparece.
Asimismo, debe acompañarse de legumbres o alguna carne, para que las proteínas eliminen posibles restos de toxinas. Como postre, se prepara con ella exquisitos buñuelos.
En Cuba es muy demandada y no puede faltar en los días festivos, cuando al puerco asado se le añade la yuca con mojo, es decir, con un adobo de ajos fritos en manteca de puerco y con zumo de naranja agria. Se acompaña de arroz moro (congrí), un arroz que se cocina mezclado con frijoles negros o colorados y bastante sazón.
De la mandioca se extrae también un almidón que durante muchos años las cubanas utilizaron para darle una consistencia endurecida a las guayaberas y a los gruesos pantalones de los hombres, a fin de que quedaran mejor planchados.
La mandioca gigante o de talla normal ha estado presente durante siglos en las tradiciones y la cultura culinaria de Cuba.
(Con información de Xinhua)