Construir comunidades de interés sobre la base de expandir una convergencia de intereses entre los diferentes países. Es el espíritu del encuentro que han mantenido antiguos jefes de Estado, altos ejecutivos, empresarios, académicos e intelectuales de diferentes países entre el 1 y el 3 de noviembre en Pekín para debatir sobre un amplio abanico de cuestiones relacionadas con China, desde su auge económico a su política de Defensa, la visión china del mundo o su papel en la gobernanza global.
La reunión del centro de pensamiento global 21st Century Council (Consejo del Siglo XXI), bajo el nombre 'Comprender a China', ha sido organizada por el Instituto Berggruen sobre la Gobernanza (BIG en sus siglas en inglés), el Instituto para Estrategia de Innovación y Desarrollo de China (CIIDS en sus siglas en inglés) y el Instituto de Asuntos Exteriores del Pueblo Chino. Por parte del Consejo del Siglo XXI —un comité organizado por el BIG—, han asistido 24 de sus 42 miembros, que han podido intercambiar ideas y escuchar las intervenciones, entre otros, del presidente chino, Xi Jinping; el primer ministro, Li Keqiang; el Consejero de Estado y exministro de Exteriores Yang Jiechi, y gobernadores y secretarios del Partido Comunista Chino (PCCh) provinciales.
“Algo que pasa muy a menudo es que los observadores sobre China quieren mirar China a través del cristal al que estamos acostumbrados en Occidente, con nuestros propios valores y experiencias”, ha asegurado el expresidente mexicano y presidente del Consejo del Siglo XXI, Ernesto Zedillo, en rueda de prensa tras la clausura del foro, que se ha celebrado a puerta cerrada.
“Una de las cosas que nos ha impresionado, incluido en el encuentro con el presidente, es el gran énfasis (de los líderes) en las reformas, el cambio y la autocrítica sobre cómo pueden ser mejores para los ciudadanos. Este no es el tipo de cosas que oímos mucho en Occidente”, ha afirmado Nicolas Berggruen, presidente del Instituto Berggruen sobre la Gobernanza.
“Lo que ha hecho realmente el éxito de China en las últimas décadas es el cambio. Ha sido capaz de cambiar y adaptarse. Si puede seguir haciendo esto, continuará creciendo”, ha señalado Berggruen, un inversor internacional que tiene una destacada participación en PRISA, grupo editor de EL PAÍS.
Preguntado por qué puede aprender Occidente de China, ha resumido: la capacidad de pensar a largo plazo, que el objetivo del Gobierno es estar al servicio de los ciudadanos, que el ascenso hacia la responsabilidad y el poder está basado en logros y mérito mientras que en Occidente se basa más en la popularidad, y la búsqueda de soluciones basadas en el consenso en lugar de construirlas mediante pura competencia como en Occidente. “¿Hay potencial para la corrupción en el sistema?, por supuesto”, ha añadido. “No digo que sea un buen sistema, pero la pregunta fue qué puede aprender Occidente de China”.
Wu Jianmin, vicepresidente del CIIDS, ha coincidido en la importancia de incrementar el conocimiento mutuo. “Una comprensión mejor de China ayudará mejor a avanzar el progreso del mundo”, ha afirmado en la rueda de prensa.
Entre los miembros del Consejo del Siglo XXI que han asistido al foro, figuran, además de Zedillo y Berggruen, los expresidentes de Chile Ricardo Lagos y de España Felipe González, los exprimeros ministros británico Gordon Brown y paquistaní Shaukat Aziz, Juan Luis Cebrián (presidente de PRISA), Arianna Huffington (fundadora de The Huffington Post), Alain Minc (fundador de A.M. Conseil), Eric Schmidt (presidente ejecutivo de Google), Pierre Omidyar (fundador de eBay) y Zheng Bijian (presidente del CIIDS).
Los encuentros con los altos líderes chinos se han producido en un momento de especial relevancia: días antes de la celebración de un importante Pleno del Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) —9 al 12 de noviembre—, que se prevé que apruebe medidas cruciales para profundizar las reformas económicas chinas.
Xi recibió al grupo de reflexión el sábado, y quiso trasladar un mensaje de confianza. Aseguró que China continuará su proceso de apertura y reforma, al mismo tiempo que busca un desarrollo pacífico, según informa la agencia oficial Xinhua. Insistió en que la prioridad máxima del Gobierno sigue siendo el desarrollo de la economía y mejorar la vida de la gente, y enfatizó que China asumirá mayor responsabilidad en los asuntos internacionales, buscará “relaciones armoniosas” con otras naciones y nunca perseguirá la hegemonía. El viernes, en la apertura del foro, el primer ministro, Li Keqiang, se manifestó en la misma línea.
Según la declaración final de la conferencia, en sus intercambios con los dirigentes chinos estos insistieron en que las próximas reformas, “centradas en la gente”, del Pleno serán “amplias” e incluirán reformas económicas, políticas, sociales y medioambientales.
El Consejo del Siglo XXI es un centro de pensamiento no gubernamental, compuesto por antiguos jefes de Estado, intelectuales y empresarios globales. Fue fundado en 2011, como centro de diálogo y acción dedicado a abordar los desafíos claves de la gobernanza global.
El Consejo del Siglo XXI ha elegido celebrar en esta ocasión la conferencia en Pekín porque cree que "debido a su creciente fortaleza, China está jugando un papel cada vez más importante en la reestructuración del orden político y económico internacional" y "una mejor comprensión entre China y el resto del mundo no es una elección sino una necesidad".