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General: PCCH ....Dónde radica la fuerza del partido comunista de China
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 06/05/2014 13:21 |
¿Dónde radica la fuerza del Partido Comunista de China?
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Por Ye Xiaowen
¿Qué elementos han permitido al Partido Comunista de China (PCCh) liderar a su pueblo hasta conseguir la liberación y la independencia nacionales? ¿Qué determina el apoyo sincero del pueblo chino a su partido, el PCCh?
La respuesta es simple y clara: el PCCh ha persistido en sus más caros ideales y credo, que responden a presupuestos realistas y científicos, y han sido fundamentales para despertar y sostener la unidad del pueblo chino. Éste, a su vez, confía firmemente en el PCCh, un gran partido marxista-leninista que ha librado una lucha a brazo partido por mantenerse fiel a su más noble principio político: servir de todo corazón al pueblo y trabajar por la nación china.
El credo popular ha sido la fuerza motriz que ha impulsado el desarrollo de la nación china y su civilización, así como la fuente de vitalidad que ha alimentado la prosperidad nacional. Ha sido asimismo la base que ha permitido al PCCh ganar la confianza de su pueblo y el respeto del mundo, en 90 años de lucha.
¿Qué significa credo popular? como dice el famoso erudito Kang Youwei, una nación puede independizarse solo cuando sus ciudadanos y líderes están unidos en un mismo credo. Otro erudito, Qian Mu también subraya la importancia de fomentar el espíritu de sacrificarse por el credo justo y persistir en él para dirigir a las masas populares. Todo país, nación y partido necesitan de un credo e ideal que los sustente. De no hacerlo, quedarán expuestos a la atomización social y a la falta de cohesión, perderán la capacidad de liderazgo y el sostén espiritual. Su lucha resultará vana, pues no alcanzarán las metas propuestas.
Desde su fundación, el PCCh ha definido como su ideal y meta de lucha la construcción del socialismo y el comunismo en China, atenido a la guía de la concepción marxista del mundo, empeño en el cual los comunistas chinos han perseverado durante generaciones, adhiriéndose con firmeza a su credo.
En la época de la guerra revolucionaria, los héroes y mártires revolucionarios persistieron invariablemente en su sublime ideal y no vacilaron en desafiar toda clase de peligros. Igualmente, en la etapa de construcción y de reforma y apertura, numerosos militantes del partido, también imbuidos del mismo noble credo e ideal, han hecho aportes extraordinarios en sus puestos de labor cotidiana.
En la actualidad, los avances en la comunicación de la Red de redes, la constante renovación de los elementos informáticos, los numerosos programas de televisión y las películas, han complejizado y enriquecido la vida social. El nivel de vida se eleva cada día que pasa, aunque a la par aumentan sin cesar las desigualdades sociales; el progreso científico ha contribuido a alargar la expectativa de vida, pero de modo paralelo se incrementan las posibilidades de sufrir contratiempos y padecimientos. Los seres humanos cargan hoy con una multiplicidad de adminículos que les permiten desplazarse más rápidamente, emitir su voz a mayores distancias y alargar su radio de alcance. La avaricia devora los ideales y el cambiante entorno neutraliza en cierta medida el peso de las convicciones. En su evolución de “moderna” a “postmoderna”, la actual sociedad occidental se siente remecida por el estado de escepticismo y la ansiedad psicológica que derivan de la denominada “muerte de Dios”. En el proceso de modernización de la China actual, también aparecen fenomenos espirituales nocivos, tales como el “alejamiento del credo” y la “falta de convicciones”. Si la sociedad en pleno cae en un estado de carencia de ideales y credo supremos, perdiendo la orientación y la búsqueda de progreso constante que la debe caratacterizar, será harto difícil mantener la estabilidad y armonía sociales, por no hablar ya de del desarrollo sostenible y coordinado, sin importar cuánto se alcance en el plano del progreso económico.
Estos 90 años han demostrado que en el fomento constante de su credo, en procura de la liberación e independencia del pueblo, estriba la más sólida base de la que extrae su fuerza el Partido Comunista de China. (Pueblo en Línea)
10/05/2011
(El autor es comentarista especial del Diario del Pueblo y secretario del Comité del PCCh y primer subdirector del Instituto Central del Socialismo de China)
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por pedrocasca el Vie Sep 23, 2011 6:51 pm
¿Cómo ha logrado el Partido Comunista de China la unidad de los religiosos? artículo de Ye Xiaowenpublicado por Pueblo en línea (versión en español) – junio de 2011
El Partido Comunista no cree en Dios, pues adopta como guía ideológica el materialismo dialéctico e histórico (incluido el ateísmo) y es contrario al idealismo. Entonces ¿cómo ha logrado el PCCh unir la voluntad y fuerza de los religiosos con los sectores no creyentes, para promover el desarrollo y construcción del país?. Esto se debe a que el Partido aplica sincera, total y acertadamente la política de libertad de credo. Puede persuadir con razonamientos a otros y a sí mismo de su sinceridad al aplicar medidas.
Primero, pone en práctica los puntos de vista fundamentales del Partido. A la vez que sostiene su plena convicción sobre los fundamentos de la realidad objetiva, la materia y el ser, también cree firmemente en las leyes internas que rigen el desarrollo y transformación de las cosas, desechando lo que las niegue. Fuera de la propia ideología, todo es objetivo, incluida la existencia misma de la religión, que tiene su origen en un hecho social derivado del fenómeno de la conciencia y sus leyes objetivas, independientes todas de la voluntad del hombre. La religión existirá durante largo tiempo en la sociedad socialista y su extinción podría tomar más tiempo ue el fin de las clases y el Estado. Como materialistas, debemos admitir y respetar esta realidad objetiva, y actuar a largo plazo y de acuerdo con la ley objetiva al tratar el tema religioso ...
Segundo, es requisito fundamental del Partido servir al pueblo de todo corazón, o sea, en bien de la abrumadora mayoría de las masas populares, uniéndolas y apoyándose en ellas. Todos los esfuerzos del Partido están destinados a hacer realidad y a salvagurdar los derechos fundamentales de las amplias masas populares, incluido el derecho fundamental de libertad religiosa. Las masas populares, incluidos los creyentes, son creadores de riquezas materiales, y sus actividades prácticas constituyen la fuente y fuerza motriz del desarrollo de la civilización espiritual social. La coincidencia de los conceptos marxistas sobre religión y trabajo con las masas supone poner en práctica un trato correcto a los creyentes religiosos, creer en la [justify]capacidad autoliberadora de las masas populares y hacer todo lo posible por nuclearlas alrededor del Partido, para que luchen por sus propios intereses.
Tercero, se procura conducir la religión para que desempeñe un rol activo en nuestra sociedad. Como la religión existirá por un largo periodo de tiempo, e independientemente de la voluntad del hombre, es preciso ganarse el apoyo de los numerosos creyentes religiosos, que son parte de las masas populares, a la vez que nos apoyamos en ellos, esforzándonos por conjurar los posibles efectos negativos. Los ateos y los creyentes religiosos comparten idénticos intereses, y sus diferencias en lo ideológico y religioso pasan a un segundo lugar. Al persistir en la unidad y cooperación políticas y en el respeto mutuo a las creencias, se puede conseguir que la religión promueva la armonía social.
Y cuarto, se toma en cuenta la tradición cultural histórica de China, donde no hubo ningún régimen teocrático a escala nacional, ni guerras religiosas, como las ocurridas en Europa. China es un país que da importancia a la armonia y que aboga por la paz, otorgando especial importancia al legado cultural que favorece la multiplicación de la vida humana, según propugnan diversas doctrinas, escuelas éticas y artes religiosas, además de ser patrimonio de nuestra filosofía y civilización espiritual. La política de libertad de credo es resultado de nuestra tradición cultural histórica, además de avenirse con las aspiraciones de las masas populares no creyentes, que representan a la mayoría de la población china.
Los creyentes y los no creyentes viven en unidad y armonía, por lo que es posible afirmar que la religión está desempeñando un papel activo en la práctica. En contraste con el mundo actual, donde son comunes los “extremismos religiosos” y los “conflictos entre diferentes civilizaciones”, China se encuentra en una situación excelente, lo que constituye otro milagro que se suma a su extraordinario éxito económico.
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"Un nuevo día, un nuevo comienzo"
Por nuestro reportero WU XINYI
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Zhou Yupeng ( derecha ) y el doctor Berit, primer consejero delegado de Intel, colocando una placa con la inscripción “Made in China” |
El 14 de enero del 2003, Pudong publicó los siguientes datos en su sitio web : “En el 2002, el Nuevo Distrito de Pudong fue testigo de las máximas inversiones en activos fijos, de la más ambiciosa renovación de la vieja ciudad y del mayor porcentaje de materialización de inversiones foráneas. Apoyándose en estos tres superlativos, el año pasado (2002) el PIB de Pudong fue de 125.100 millones de yuanes, cifra que supuso un incremento del 16,7 por ciento en relacion con el año precedente, proporción que a su vez sobrepasó la tasa media municipal en 5,8 puntos porcentuales. Hasta la fecha, Pudong ha mantenido una tasa de crecimiento de dos dígitos a lo largo de 12 años consecutivos”.
Estas cifras son un reflejo de los éxitos logrados por los habitantes de Pudong durante la pasada década. Desde el 18 de abril de 1990, fecha en la que el Primer Ministro anunció la iniciación del proyecto de Pudong, en este trozo de lo que otrora fueron tierras de cultivo se han producido grandes cambios. Hay quienes afirman que durante la pasada década Pudong ha logrado lo que Nueva York y Tokio tardaron respectivamente 100 y 50 años en conseguir. Al pasear por las calles de Pudong, con sus rascacielos propios de la era espacial, cuesta imaginar su aspecto original: una extensión de cultivos de verduras habitada únicamente por ranas. Tras recorrer el distrito, este reportero visitió a Zhou Yupeng, miembro del comité permanente del Comité del PCCh del municipio de Shanghai, vicealcalde del mismo y secretario del Comité del PCCh del Nuevo Distrito de Pudong.
Nacido en 1949, Zhou pasó 13 años de su juventud trabajando en la negra tierra de la provincia de Heilongjiang. Esa experiencia le ayudó a formar su fuerte constitución física y su tenaz carácter. Zhou lleva siete años trabajando en Pudong. “Por favor, escriba sobre el pueblo”, me rogó. “Pudong ha sido creado mediante los esfuerzos de varios grupos de constructores. Yo solamente soy uno más de los que trabajan en este proyecto. Mi función y la de mis compañeros consiste en materializar, bajo la dirección del gobierno municipal, el borrador del proyecto diseñado a partir de la estrategia elaborada por Deng Xiaoping, el Comité Central del PCCh y el Consejo de Estado”.
Zhou ha participado en el XV y el XVI Congreso Nacional del PCCh. En ambas ocasiones, el Secretario General del PCCh, Jiang Zeming, se refirió al desarrollo de Pudong, señalando que este flamante distrito tipifica la modernización de Shanghai y simboliza la reforma de China, así como su apertura al mundo exterior. Esta valoración motivó enormemente a Zhou: “En el XVI Congreso Nacional del PCCh, celebrado recientemente, el Secretario General Jiang Zemin impuso nuevas exigencias a Pudong. Ahora siento aun más presión y responsabilidad”.
La elevación de la posición política de China y su fortalecimiento económico exigen un escaparate a través del cual el mundo pueda observar nuestro país. Zhou cree que Pudong es ese escaparate. Zhou se graduó en la Escuela Secundaria de Shanghai Anexa a la Universidad Normal del Este de China, una prestigiosa escuela secundaria bajo la jurisdicción directa del Ministerio de Educación. En septiembre del 2002, se invirtieron 200 millones yuanes en su traslado de Puxi a Pudong, no por el simple hecho de que fuera el alma máter del jefe del distrito. “El establecimiento de escuelas de primera categoría en Pudong es una maniobra estratégica del gobierno distrital”, afirma He Xiaowen, director de la escuela.
El desarrollo de Pudong está más enfocado al progreso social en su conjunto que a la ejecución de proyectos individuales. El gobierno distrital destina una cuarta parte de sus ingresos anuales al desarrollo de la educación, con miras a mejorar el entorno educativo y cultural del distrito, y transformarlo en un centro de recursos humanos no sólo para el propio Pudong, sino también para Shanghai y el resto de China. Pudong ha establecido una serie de excelentes escuelas y ha creado un número considerable de complejos de viviendas para instituciones de enseñanza superior. Según el anteproyecto, en el 2005 el nivel educativo general del nuevo distrito se desarrollará a un ritmo superior al de su crecimiento económico, lo que a grandes rasgos le permitirá alcanzar el estándar educativo de los países desarrollados de nivel medio e igualar en ciertas áreas el de los países desarrollados.
A los ojos de la gente común de Pudong, Zhou Yupeng es su representante. Cuando hace 20 años llegó a Shanghai procedente de la negra tierra de Heilongjiang, no encontró trabajo en esta populosa ciudad y se vió obligado a ganarse la vida con empleos eventuales. Pero su tenacidad lo empujó hacia adelante y, siguiendo su propio camino paso a paso, finalmente llegó a dirigente gubernamental. Sobre su mesa de trabajo hay un adorno de cristal que lleva esta inscripción: “Cada día es un nuevo comienzo”. |
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La responsabilidad histórica del nuevo liderazgo chino
Actualizado a las 18/03/2013 - 16:06
China, una súper economía de 1.300 millones de habitantes, ha gozado de un periodo de rápido y continuo desarrollo económico, pero también ha ingresado en un momento clave en el que las contradicciones se multiplican constantemente. En este periodo de las “dos Asambleas”, la nueva lectura del “sueño chino” del presidente Xi Jinping, y las explicaciones del primer ministro Li Keqiang, dan cuenta de las nuevas esperanzas de la nueva generación de líderes de China.
Palabras clave:liderazgo
Por Ye Xiaowen
18/03/2013(Pueblo en Línea)- China, una súper economía de 1.300 millones de habitantes, ha gozado de un periodo de rápido y continuo desarrollo económico, pero también ha ingresado en un momento clave en el que las contradicciones se multiplican constantemente. En este periodo de las “dos Asambleas”, la nueva lectura del “sueño chino” del presidente Xi Jinping, y las explicaciones del primer ministro Li Keqiang, dan cuenta de las nuevas esperanzas de la nueva generación de líderes de China.
Durante una ronda de preguntas con la prensa nacional y extranjera, el primer ministro hizo referencia a problemáticas importantes del país y dijo: “Hay que superponer los dividendos de las reformas, el potencial de la demanda interna y la vitalidad de la innovación, para formar un nuevo motor y mejorar la calidad y la eficiencia, el empleo y los ingresos, la protección ambiental y el ahorro de los recursos, y así construir una versión mejorada de la economía china”.
Después de los últimos más de 100 años de sufrimiento en la historia del pueblo chino, sólo quedan “unos pocos pasos” de distancia hasta el gran renacimiento nacional. Nuestra responsabilidad es enorme. Debemos seguir adelante y tener el coraje de intentarlo. No actuar previene los errores, pero si no actuáramos, tendríamos que asumir una responsabilidad histórica.
Decimos “unos pocos pasos” porque nuestro objetivo está a la vuelta de la esquina y ya casi podemos vislumbrarlo.
En su peor momento, la economía china sólo representaba 1/15 de la estadounidense, y ahora se acerca a la mitad. El año pasado China ya superó a los Estados Unidos en cuanto al valor de importación y exportación de mercancías, convirtiéndose en el país con mayor comercio del mundo. El informe de Tendencias Globales del 2030 elaborado por el Consejo Nacional de Inteligencia de Estados Unidos señala que China probablemente superará a ese país antes del 2030, para convertirse en la mayor economía del mundo.
Ahora bien tenemos que pensar en las personas que han luchado por el bien común, para marchar desde la pobreza y la debilidad hacia el renacimiento del país. ¡Cuántas penurias y sufrimientos debió pasar la nación china!
Cada uno de esos “pocos pasos” es un salto peligroso para poder aprovechar las oportunidades y emprender el cambio de lo cuantitativo a lo cualitativo. La historia está llena de lecciones en las que un error puede conducir a una gran pérdida.
Hace cientos de años China tuvo su época dorada en la que se perdieron oportunidades históricas, sólo por conservar el sistema tradicional.
La experiencia internacional demuestra que el periodo del PIB de entre 3.000 y 10.000 dólares es la oportunidad en que un país de ingresos medios se convierte en un país desarrollado de nivel medio, y también es el momento en el que se manifiestan los problemas. En este periodo, es fácil que haya un desajuste de la economía, que se pierda el orden social y que se desequilibren los ánimos. En resumen, es fácil tomar un paso en falso y perder una gran oportunidad.
Las lecciones no se pueden olvidar. Aunque sólo sean “unos pocos pasos”, se trata de pasos muy difíciles. Sería una lástima dar los pasos equivocados, pues marchar en el camino correcto nos llevará a realizar el tan anhelado sueño del gran renacimiento de la nación china.
Los sueños emocionan a la gente, por lo que el paso debe ser firme. Para que el sueño chino se haga realidad, debemos marchar por nuestro camino, fortalecer la confianza en el camino, la teoría y el sistema del socialismo con características chinas. Para que el sueño chino se haga realidad, debemos levantar el espíritu chino, fortalecer la unidad del pueblo y el motor espiritual de la perseverancia incansable. Para que el sueño chino se haga realidad, debemos aunar la fuerza invencible y la sabiduría de los 1.300 millones de chinos, apoyarnos en el pueblo y trabajar continuamente en pos del beneficio de la gente.
(Ye Xiaowen es comentarista de Diario del Pueblo y primer vicepresidente de la Academia Central del Socialismo)
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