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General: LAS LINEAS DE CHÁVEZ ... toda una vida al servicio del pueblo ...fotos
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 13/02/2014 12:33

En fotos, Chávez, una vida dedicada a la lucha por el pueblo

5 marzo 2013 248 Comentarios

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, líder indiscutible de la Revolución Bolivariana, acumuló en su andar un camino que lo llevó desde Sabaneta, en estado Barinas, a la historia por el profundo cambio que impulsó en el país.

Nacido el 28 de Julio de 1954 en esa localidad de los llanos de Barinas y fallecido este martes en Caracas, fue el segundo de los seis hijos de Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías, ambos maestros de educación primaria.

Reconocido por una singular personalidad capaz de captar los más diversos sentimientos populares, recibió en su formación la influencia militar y al ingresar en una escuela de ese tipo en 1971.

Tras cuatro años de estudio, se graduó como subteniente y licenciado en Ciencias y Artes Militares e inició una carrera en la entonces Fuerza Armada Nacional, en la que alcanzó, en 1990, el grado de Teniente Coronel.

De manera adicional, este proceso le facilitó el conocimiento de los más recónditos sitios del país y la crítica situación en que sobrevivían millones de venezolanos.

Seguidor del pensamiento y la obra del Libertador, Simón Bolívar, Chávez realizó también estudios de postgrado en Ciencias Políticas, que estructuraron y sistematizaron sus tempranas inquietudes políticas y sociales.

Fueron precisamente esas inquietudes el origen de la fundación en 1982, junto con otros oficiales del cuerpo castrense, del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR200), en el entorno de una deteriorada situación sociopolítica en el país, que condujo, en 1989, a la explosión popular conocida como El Caracazo.

La Venezuela de los años 80 y 90 del pasado siglo se caracterizó por el agotamiento del modelo neoliberal instruido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y entronizado por gobernantes venales y corruptos, que llenó el país de millones de pobres a pesar de las inmensas riquezas generadas por la explotación petrolera.

Es en ese escenario en el que lidera, el 4 de febrero de 1992, una rebelión cívico-militar contra el presidente de turno, Carlos Andrés Pérez, que terminó en un fracaso, pero con el “por ahora” pronunciado por Chávez al asumir públicamente la responsabilidad por esa acción, se convirtió en el punto de partida de un proceso político que cambiaría al país.

Por esos hechos, Chávez estuvo dos años en prisión, de donde salió fortalecido ideológica y políticamente, y entonces fundó el Movimiento V República.

Tras su liberación, comenzó un peregrinar social y político por todo el país, además de sumar a sus filas a estudiantes,

profesionales, pequeños y medianos empresarios, campesinos, cultores, pescadores, mineros, indígenas, obreros, mujeres, jóvenes, militares, dirigentes locales y a la casi totalidad de la dirigencia de la izquierda venezolana.

Todo ello bajo las banderas del rescate del pensamiento bolivariano y de la convocatoria a una Asamblea Constituyente para refundar el Estado, recuperar la soberanía popular y nacional, así como transformar la estructura de exclusión social de las grandes mayorías.

De esa forma, intervino en las elecciones presidenciales del 6 de diciembre de 1998, apoyado por los partidos Comunista (PCV), Patria Para Todos (PPT) y otros que mantenían entonces posiciones de izquierda.

En esos comicios, Hugo Chávez fue electo por el 56,2 por ciento de los votos válidos y se convirtió en el 47 presidente de Venezuela, apoyado por el voto popular con el entonces segundo más alto porcentaje alcanzado por un candidato presidencial en cuatro décadas.

Tras la toma de posesión, el 2 de febrero de 1999, los acontecimientos se sucedieron con inusitada rapidez.

Un referendo constituyente, la elaboración de una nueva Carta Magna en sustitución de la de 1961 y su aprobación por el Parlamento el 15 de diciembre, marcaron el primer año de gobierno y crearon las bases de un profundo proceso de reformas políticas, económicas y sociales que continúa en la actualidad.

En virtud de lo establecido por la nueva Constitución Bolivariana, fueron convocadas elecciones generales para el año siguiente, a fin de ratificar a todos los cargos de elección popular, incluyendo la Presidencia, y en esa cita Chávez fue ratificado al obtener el 59,76 por ciento de los sufragios.

Sin embargo, la batalla política era intensa, pues las medidas ejecutadas por el gobierno para afianzar la soberanía y consolidar la independencia, entre ellas la Ley de Hidrocarburos de 2001, dirigida a recuperar los recursos derivados del petróleo, soliviantaron en su contra a los sectores más acomodados del país, que contaron entonces -y ahora- con el respaldo de Estados Unidos.

El efímero golpe de Estado de abril de 2002 y el paro petrolero de finales de 2003 y principios de 2004, fueron los intentos más graves de la oligarquía venezolana, asociada a intereses foráneos, de tratar de librarse de Chávez y de recuperar el control del país, frustrados por la resistencia popular y de la mayor parte de los militares.

Al mismo tiempo, comenzaron a ejecutarse las misiones sociales, entre ellas, Barrio Adentro, para la atención médica gratuita de la población de menos recursos, y Mercal, surgida tras las carencias provocadas por el paro petrolero y dirigida a proveer alimentos a bajos precios a los venezolanos.

Tras superar el referendo revocatorio promovido por la oposición en 2004 y ser reelegido en los comicios presidenciales del 3 de diciembre de 2006, Chávez emprendió el período de gobierno 2007-2012 con un creciente apoyo de la mayor parte de la población, que lo ve como el líder que les sacó de la sempiterna exclusión y les cambió la vida.

Los comicios del 7 de octubre del 2012 llevaron a la reelección del mandatario para un nuevo periodo 2013-2019, con el respaldo del 55,07 por ciento de los electores al acumular ocho millones 191 mil 132 votos, en un proceso donde la participación llegó al 80,4 por ciento.

 8 de agosto de 1998. El comandante Hugo Chávez Frías acompañado por su esposa, Marisabel, durante una gran marcha al inicio de la campaña electoral de los comicios presidenciales del 6 de diciembre de aquel año. © AFP Bertrand Parres

8 de agosto de 1998. El comandante Hugo Chávez Frías acompañado por su esposa, Marisabel, durante una gran marcha al inicio de la campaña electoral de los comicios presidenciales del 6 de diciembre de aquel año.
© AFP Bertrand Parres

 2 de febrero 1999. El recién investido presidente de Venezuela por vez primera, se dirige al Congreso de Venezuela tras ganar las elecciones presidenciales del 6 de diciembre con un 56% de los votos. © AFP Rodrigo Arangua

2 de febrero 1999. El recién investido presidente de Venezuela por vez primera, se dirige al Congreso de Venezuela tras ganar las elecciones presidenciales del 6 de diciembre con un 56% de los votos.
© AFP Rodrigo Arangua

 12 de octubre de 2001. El presidente de Venezuela le entrega un obsequio al Papa Juan Pablo II tras culminar la audiencia que mantuvieron en privado en el Vaticano. © AFP Presidencia

12 de octubre de 2001. El presidente de Venezuela le entrega un obsequio al Papa Juan Pablo II tras culminar la audiencia que mantuvieron en privado en el Vaticano.
© AFP Presidencia

 14 de abril de 2002. Hugo Chávez regresa al palacio presidencial para reasumir la presidencia tras ser expulsado del país. El 11 de abril de 2002, en medio de protestas en contra del sistema socialista, su puesto fue ocupado por Pedro Carmona Estanga, titular de Fedecámaras, el principal gremio empresarial de Venezuela. © AFP Rodrigo Arangua

14 de abril de 2002. Hugo Chávez regresa al palacio presidencial para reasumir la presidencia tras ser expulsado del país. El 11 de abril de 2002, en medio de protestas en contra del sistema socialista, su puesto fue ocupado por Pedro Carmona Estanga, titular de Fedecámaras, el principal gremio empresarial de Venezuela.
© AFP Rodrigo Arangua

 11 de abril de 2004. Hugo Chávez con los miembros del Ejército en Maracaibo, a 500 kilómetros de Caracas. © AFP Presidencia

11 de abril de 2004. Hugo Chávez con los miembros del Ejército en Maracaibo, a 500 kilómetros de Caracas.
© AFP Presidencia

 15 de agosto de 2004. Chávez celebra la victoria del referendo revocatorio de su mandato con un 59% de los votos. © AFP Luis Acosta

15 de agosto de 2004. Chávez celebra la victoria del referendo revocatorio de su mandato con un 59% de los votos.
© AFP Luis Acosta

 4 de diciembre de 2005. Elecciones legislativas. El oficialismo gana todos los cargos de la Asamblea Nacional (Parlamento). © AFP Andrew Alvarez

4 de diciembre de 2005. Elecciones legislativas. El oficialismo gana todos los cargos de la Asamblea Nacional (Parlamento).
© AFP Andrew Alvarez

 03 de diciembre de 2006. Chávez vota durante las elecciones presidenciales, donde fue reelegido para su segundo mandato con un 62% de los votos. © AFP Juan Barreto

03 de diciembre de 2006. Chávez vota durante las elecciones presidenciales, donde fue reelegido para su segundo mandato con un 62% de los votos.
© AFP Juan Barreto

 21 de diciembre de 2006. Hugo Chávez firma acuerdos bilaterales con el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas. © AFP Presidencia

21 de diciembre de 2006. Hugo Chávez firma acuerdos bilaterales con el presidente electo de Ecuador, Rafael Correa, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
© AFP Presidencia

 19 de agosto de 2007. Hugo Chávez graba una edición de su programa de televisión 'Aló Presidente'. © AFP Servicio de Prensa Presidencial / HO

19 de agosto de 2007. Hugo Chávez graba una edición de su programa de televisión ‘Aló Presidente’.
© AFP Servicio de Prensa Presidencial / HO

 31 de octubre de 2007. Hugo Chávez habla con su huésped, la modelo británica Naomi Campbell, antes de una ceremonia en el teatro Teresa Carreño de Caracas. © AFP Juan Barreto

31 de octubre de 2007. Hugo Chávez habla con su huésped, la modelo británica Naomi Campbell, antes de una ceremonia en el teatro Teresa Carreño de Caracas.
© AFP Juan Barreto

 18 de noviembre de 2007. Chávez con su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadineyad, durante la ceremonia de clausura de la cumbre de la OPEP en Riad. © AFP Hassan Amar

18 de noviembre de 2007. Chávez con su homólogo iraní, Mahmoud Ahmadineyad, durante la ceremonia de clausura de la cumbre de la OPEP en Riad.
© AFP Hassan Amar

 30 de noviembre de 2007. Hugo Chávez besa la mano de una proponente suya durante una concentración en apoyo a las reformas constitucionales promovidas por su Gobierno. © AFP Juan Barreto

30 de noviembre de 2007. Hugo Chávez besa la mano de una proponente suya durante una concentración en apoyo a las reformas constitucionales promovidas por su Gobierno.
© AFP Juan Barreto

8 de diciembre de 2007. El presidente venezolano, Hugo Chávez con su homólogo bielorruso, Aleksandr Lukashenko, examinando una muestra de crudo pesado en la Faja del Orinoco, en el sureño estado de Anzoátegui, a 310 kilómetros de Caracas.

8 de diciembre de 2007. El presidente venezolano, Hugo Chávez con su homólogo bielorruso, Aleksandr Lukashenko, examinando una muestra de crudo pesado en la Faja del Orinoco, en el sureño estado de Anzoátegui, a 310 kilómetros de Caracas.

 18 de diciembre de 2007. El presidente venezolano abraza a su homólogo boliviano, Evo Morales, durante la XXXIV Cumbre del Mercosur en Montevideo. © AFP Pablo Porciuncula

18 de diciembre de 2007. El presidente venezolano abraza a su homólogo boliviano, Evo Morales, durante la XXXIV Cumbre del Mercosur en Montevideo.
© AFP Pablo Porciuncula

 6 de marzo de 2008. Chávez saluda afectuosamente a su homóloga argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas. © AFP Juan Barreto

6 de marzo de 2008. Chávez saluda afectuosamente a su homóloga argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en el palacio presidencial de Miraflores, en Caracas.
© AFP Juan Barreto

 25 de septiembre de 2008. Hugo Chávez con una réplica de un Tupolev TU-160 junto al entonces primer ministro y actual presidente ruso, Vladímir Putin, durante su reunión en Moscú. © AFP Presidencia

25 de septiembre de 2008. Hugo Chávez con una réplica de un Tupolev TU-160 junto al entonces primer ministro y actual presidente ruso, Vladímir Putin, durante su reunión en Moscú.
© AFP Presidencia

 18 de abril de 2009. Hugo Chávez entrega a su homólogo estadounidense, Barack Obama, el libro 'Las venas abiertas de América Latina' durante una reunión multilateral de la Cumbre de las Américas en Puerto España, Trinidad y Tobago. © AFP Jim Watson

18 de abril de 2009. Hugo Chávez entrega a su homólogo estadounidense, Barack Obama, el libro ‘Las venas abiertas de América Latina’ durante una reunión multilateral de la Cumbre de las Américas en Puerto España, Trinidad y Tobago.
© AFP Jim Watson

 11 de febrero de 2010. Hugo Chávez se prepara para lanzar una pelota durante un partido de softball con jugadores profesionales venezolanos en Caracas. © AFP Juan Barreto

11 de febrero de 2010. Hugo Chávez se prepara para lanzar una pelota durante un partido de softball con jugadores profesionales venezolanos en Caracas.
© AFP Juan Barreto

 21 de septiembre de 2010. Hugo Chávez y los candidatos a la Asamblea Nacional del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la víspera de las legislativas, donde el oficialismo logró la mayoría de los escaños. © AFP

21 de septiembre de 2010. Hugo Chávez y los candidatos a la Asamblea Nacional del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en la víspera de las legislativas, donde el oficialismo logró la mayoría de los escaños.
© AFP

 15 de octubre de 2010. Hugo Chávez entrega unos regalos a Dmitri Medvédev, ex presidente de Rusia (2008-2012) y actual primer ministro, durante una conferencia de prensa celebrada en el Kremlin. © RIA Novosti Mikhail Klimentyev

15 de octubre de 2010. Hugo Chávez entrega unos regalos a Dmitri Medvédev, ex presidente de Rusia (2008-2012) y actual primer ministro, durante una conferencia de prensa celebrada en el Kremlin.
© RIA Novosti Mikhail Klimentyev

 31 de marzo de 2011. Hugo Chávez junto con su homólogo boliviano, Evo Morales, saluda a la gente durante su visita al país andino. © AFP Aizar Raldes

31 de marzo de 2011. Hugo Chávez junto con su homólogo boliviano, Evo Morales, saluda a la gente durante su visita al país andino.
© AFP Aizar Raldes

 6 de junio de 2011. Hugo Chávez y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante una reunión en el Palacio de Planalto, en Brasil. © AFP Evaristo SA

6 de junio de 2011. Hugo Chávez y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, durante una reunión en el Palacio de Planalto, en Brasil.
© AFP Evaristo SA

23 de julio de 2011. Maradona, Fidel y Chávez. Foto: Estudios Revolución

23 de julio de 2011. Maradona, Fidel y Chávez. Foto: Estudios Revolución

 21 de julio de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios durante un acto de campaña electoral para las presidenciales del 7 de octubre, en las que fue reelegido. © AFP

21 de julio de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios durante un acto de campaña electoral para las presidenciales del 7 de octubre, en las que fue reelegido.
© AFP

 27 de agosto de 2012. Chávez visita el Hospital de Paraguaná, donde están ingresadas las personas heridas en la explosión de la refinería de petróleo Amuay. © AFP Presidencia

27 de agosto de 2012. Chávez visita el Hospital de Paraguaná, donde están ingresadas las personas heridas en la explosión de la refinería de petróleo Amuay.
© AFP Presidencia

2012. Conclusión de visita a Cuba de Chávez, sostuvo encuentros con Fidel y Raúl

2012. Conclusión de visita a Cuba de Chávez, sostuvo encuentros con Fidel y Raúl

 20 de septiembre de 2012. Hugo Chávez toca la guitarra durante un Consejo de Ministros en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas. © AFP Presidencia

20 de septiembre de 2012. Hugo Chávez toca la guitarra durante un Consejo de Ministros en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas.
© AFP Presidencia

 3 de octubre de 2012. Hugo Chávez baila durante un acto de campaña electoral en Maracay. © AFP Juan Barreto

3 de octubre de 2012. Hugo Chávez baila durante un acto de campaña electoral en Maracay.
© AFP Juan Barreto

 7 de octubre de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios tras recibir la noticia de su reelección con el 54,42% de los votos, derrotando así al principal candidato opositor, Henrique Capriles, que obtuvo el 44,47%. © AFP Juan Barreto

7 de octubre de 2012. Hugo Chávez saluda a sus partidarios tras recibir la noticia de su reelección con el 54,42% de los votos, derrotando así al principal candidato opositor, Henrique Capriles, que obtuvo el 44,47%.
© AFP Juan Barreto



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De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 15:43

Las Líneas de Chávez: Confieso que he vivido

31 enero 2010 5 Comentarios

Un 31 de enero de 1815 fue perpetrado uno de los crímenes más horrendos de nuestra historia. Hoy conmemoramos el 195  aniversario del asesinato del general en jefe José Félix Ribas: héroe y mártir de nuestra gesta emancipadora.

Recordemos que a finales del año 1814 la Segunda República había entrado en agonía. Nada podía detener la avalancha popular liderada por José Tomás Boves: la independencia no había encarnado, por aquel entonces, como causa social.

La adversidad se había cebado sobre Ribas desde la fatal encrucijada de Urica (5 de diciembre de 1814) y el heroico pero inútil intento de resistir en Maturín (11 de diciembre de 1814).

El vencedor en La Victoria”, como lo bautizó el mismo Bolívar, con su salud menguada, huyó hacia las selvas del Alto Llano: fue delatado, capturado por los realistas y conducido a Tucupido. Allí fue ejecutado con extrema crueldad. Ya Ribas, impertérrito, había soportado toda clase de vejámenes.

Su cuerpo fue literalmente desmembrado. En la Puerta de Caracas su cabeza, frita en aceite, estuvo colgada mucho tiempo, para escarmiento de los patriotas. Llevaba el gorro frigio que siempre usó como símbolo de su condición de revolucionario radical.

Pero la Revolución Bolivariana se ha encargado de demostrar que este adalid no murió el 31 de enero de 1815: ¡Ribas vive! Vivo está en la misión social educativa que lleva su nombre: vivo está en la memoria y en el amor de nuestro pueblo. ¡Vivo en la vanguardia va el vencedor de Niquitao, Los Horcones, Vigirima y La Victoria! Vivo y comandando la batalla cotidiana por nuestra independencia definitiva.

II

En muestra fehaciente de una carencia palmaria de agenda política, la irracional “oposición” venezolana vuelve a cabalgar sobre la supuesta ausencia de libertad de expresión en el país con el afán de crear un clima de desestabilización y violencia. Esto amerita cierta reflexión.

El argumento que más se escucha en la menguada protesta es que el Gobierno impide o coarta la libre expresión del pensamiento. El problema no está allí, lo sabemos todos y todas.

Pregúntese cualquiera de ustedes, compatriotas, hombre o mujer, joven que me lees: ¿Qué hacer cuando un canal de televisión no quiere cumplir las leyes? ¿Cuándo no se pone en consonancia con la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión?

¿Qué hacer cuando un canal pretende pasar por internacional, con un 94% de producción nacional, burlándose de la legalidad vigente?

¿Por qué este canal no toma el ejemplo de infinidad de señales internacionales que salen a diario sin problema alguno? ¿Por qué sus directivos no comparecen ante los entes correspondientes y consignan los documentos requeridos?

El cuerpo legal del país no puede funcionar de acuerdo a los caprichos de la patronal mediática. No podemos ser complacientes con la ilegalidad, ni con la violencia desestabilizadora.

Por eso le digo al pueblo venezolano que no caiga en provocaciones: no le hagamos el juego a un grupo empresarial de la comunicación y a sus aliados que están buscando un pretexto para soliviantar la tranquilidad nacional.

El problema de fondo radica en que la oligarquía quiere entender la libertad, única y exclusivamente como el principio que garantice sus propios designios: a la medida de sus particulares intereses y privilegios. Así quedó demostrado el 12 de abril de 2002 cuando pateó a la Constitución y arrasó hasta con el más mínimo vestigio de legalidad. No señores, entiéndanlo de una buena vez, aquí hay un Estado social y democrático, de derecho y de justicia, que legítimamente el pueblo venezolano se ha dado en pleno ejercicio de su soberanía. Y Pueblo, Gobierno y Fuerza Armada Bolivariana, en unidad indivisible, estamos dispuestos a hacerlo respetar. ¡No podrán con nosotros y nosotras!

Nuestra Constitución y nuestras leyes forman el cauce de un destino que nos involucra a todas y todos por igual: aquí nadie está por encima de la ley y el Estado ya no está al servicio, como lo estuvo durante cien años, de los intereses y privilegios de los poderosos.

En realidad y en verdad, los jefes de la contrarrevolución no están haciendo otra cosa que reeditar un formato que ya conocemos. Se trata, una vez más, de embaucar a ciertos grupos para que les hagan el mandado: usándolos, como carne de cañón, en protestas que no se atreven a encarar.

Duele e indigna tener que recordarlo: ya la irresponsabilidad criminal de sectores apátridas le ha costado a Venezuela estos últimos días la muerte de dos jóvenes en Mérida. Dos asesinatos perpetrados por bandas en las que la presencia del paramilitarismo y del fascismo es evidente. Igualmente, fueron heridos a balazos dos guardias nacionales bolivarianos, así como agredidos y heridos numerosos policías en varias ciudades del país.

En el fondo, el pretexto es lo de menos: hoy es por un canal de televisión, mañana por la inseguridad y pasado por vaya usted a saber qué. Se trata de la misma tentativa desestabilizadora de siempre: de la misma conspiración mediática. Es el mismo golpe interminable desde abril de 2002, ahora enmarcado en el contraataque imperial.

Lo repito: ante esta situación, necesario es que nuestro pueblo se despliegue en batalla, con el partido, los estudiantes, la clase obrera, los movimientos campesinos, las mujeres, todas y todos en la vanguardia, con el fin de preservar la paz y la tranquilidad de todos los venezolanos y venezolanas: todos, esto es, incluidos quienes nos adversan, porque nada está por encima de la Patria. La presencia viva y activa de los estudiantes revolucionarios en las calles debe convertirse en un muro de contención que disuada y neutralice a quienes pretenden incendiar nuestras ciudades.

Y no menos necesario es que la Revolución no pierda la iniciativa y lleve el ritmo del combate en todos los terrenos. Especialmente, en el terreno comunicacional debemos tomar la ofensiva con todo el poder crítico y creador de la artillería del pensamiento.

III

La agenda política, económica y social de la Revolución Bolivariana ha tenido un gran dinamismo en esta semana. Haré un esfuerzo de síntesis para tratar de abarcarla.

Lo primero que quiero mencionar es el conjunto de nombramientos en el alto Gobierno que anuncié al país el martes pasado: Elías Jaua es el nuevo vicepresidente de la República y continúa en el cargo de ministro del Poder Popular para la Agricultura y Tierras. El general en jefe Carlos Mata Figueroa recibe el Ministerio del Poder Popular para la Defensa y sigue al frente del Comando Estratégico Operacional. Igualmente, Alejandro Hitcher pasa a desempeñar el cargo de ministro del Poder Popular para el Ambiente.

El jueves 28 de enero juramenté al ministro del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias, Ricardo Menéndez, como vicepresidente para la Economía Productiva. El mismo día designé a Tania Díaz como presidenta de Venezolana de Televisión.

Son cinco compatriotas que han demostrado vocación de servicio, capacidad de trabajo y compromiso a toda prueba con la Revolución Bolivariana.

El 26 de enero la prestigiosa empresa italiana ENI y nuestra Pdvsa firmaron el acuerdo de constitución de la empresa mixta que desarrollará el Bloque Junín 5 de la Faja Petrolífera del Orinoco, la más grande reserva petrolera del mundo. En contra de tanta patraña mediática queda demostrado, una vez más, que es mentira que no haya condiciones ni seguridad para invertir en Venezuela.

De la mayor relevancia fue el I Encuentro Productivo Socialista del Fondo Bicentenario, realizado el jueves 28 de enero. Con la instalación y activación de las mesas productivas estamos dando un paso cierto hacia un trascendente objetivo de la vía venezolana al socialismo: superar nuestra condición de país rentista; ser, en realidad y en verdad, un país cada vez menos dependiente del petróleo. Para ello, estamos convocando a todos los venezolanos y venezolanas de buena voluntad: la plena realización de la Venezuela productiva no admite la menor demora. Ahora mismo, cuando escribo, recibo mensaje del ministro Ricardo Menéndez: “Comandante, desbordadas las mesas productivas en la región Central. En Maracay debimos prorrogar hasta mañana. 443 proyectos hoy. En total de la región van 911′. Le respondo: “Rumbo al socialismo, todo eso rumbo al socialismo”.

Quiero destacar el hermoso acto de graduación de la primera promoción de ingenieros e ingenieras mención gas que se realizó en Lagunillas, estado Zulia, el viernes 29 de enero: son 161 compatriotas que conforman una verdadera vanguardia de profesionales revolucionarios. Ellos son una nueva y poderosa razón para reafirmar que nuestra Patria tiene el camino abierto para convertirse en una potencia gasífera.

Finalmente, felicito al equipo Leones del Caracas: se han coronado campeones del béisbol venezolano, temporada 2009-2010, tras una reñidísima final en la que batallaron durante siete juegos con los Navegantes del Magallanes. No pudo, esta vez, el Magallanes: cosa que lamentamos las magallaneras y magallaneros. Pero ahora los Leones son Venezuela: vamos todos y todas a ligar para que se lleven el título en la Serie del Caribe que arranca el próximo martes en nuestra bella Isla de Margarita.

De mi parte les digo: he comprobado que a pesar de los cuarenta años transcurridos desde aquellos días inolvidables de la Barinas de 1969, el Liceo O´Leary, las partidas de pelota en La Carolina o en el parque La Federación, las tertulias en los bloques de la Rodríguez Domínguez y todo aquel tiempo mágico que se convirtió en recuerdos, la pasión magallanera está aquí, intacta, chisporroteando en cada jugada, en cada lanzamiento, en cada batazo…

Gracias doy a los Leones del Caracas, gracias doy a los Navegantes del Magallanes, gracias…

Porque entre tanto ajetreo revolucionario y contrarrevolucionario, a cuyo epicentro me trajo esta vida, me hicieron revivir aquellas tempranas pasiones, que luego vinieron a convertirse en este fuego patrio en el que me “consumo gustosamente”, como dijo el profeta.

Y, con una sonrisa, digo ahora con el gran Pablo Neruda: “Confieso que he vivido”.

¡De verdad, vivido…!

Patria socialista o muerte,
¡Venceremos!
Hugo Chávez

Jose Felix Rivas. Prensa Miraflores

Jose Felix Rivas. Prensa Miraflores

El presidente Chávez con un grupo de jóvenes recién graduados. Prensa Miraflores

El presidente Chávez con un grupo de jóvenes recién graduados. Prensa Miraflores


Respuesta  Mensaje 72 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 15:46

Las Líneas de Chávez: ¡Contraataque Bolivariano!

24 enero 2010 5 Comentarios

Al cumplirse 52 años de aquella gesta del pueblo de Venezuela, y muy en especial de su capital, para honrar una vez más la letra de nuestro canto magno: ¡Seguid el ejemplo que Caracas dio! 23 de enero con sabor, ritmo y alma popular, 23 de enero que mucho nos dice de toda una nación dispuesta al sacrificio por su dignidad y libertad. Pero lo que estaba llamado a ser una época, aún más, una era de felicidad y estabilidad política para nuestra nación, fue traicionado en su espíritu: a la luz de lo que han sido los herederos políticos de aquella jornada que hoy conmemoramos, podemos asegurar que el esfuerzo popular fue defraudado para privilegiar los viles intereses de una clase política, que pronto mostraría lo que verdaderamente era: lacaya del imperialismo. Hoy, haciendo un balance, podemos decir que da lástima ver cómo tanto empeño patrio fue desvirtuado y traicionado en función del reparto de serviles cuotas de poder.

Bástenos recordar lo que escribiera uno de los verdaderos héroes de aquellos días de enero de 1958. En su carta de renuncia al Congreso, del 30 de junio de 1962, Fabricio Ojeda -héroe y mártir del Pueblo venezolano- hizo uno de los mejores balances críticos sobre el 23 de enero de 1958 y sobre sus consecuencias: “El 23 de enero, lo confieso a manera de autocrítica creadora, nada ocurrió en Venezuela, a no ser el simple cambio de unos hombres por otros al frente de los destinos públicos. Nada se hizo para erradicar los privilegios ni las injusticias. Quienes ocuparon el Poder, con excepciones honrosas, claro está, nada hicieron para liberarnos de las coyundas imperialistas, de la dominación feudal, de la opresión oligárquica. Por el contrario, sirvieron como instrumento a aquellos intereses que gravitan en forma negativa sobre el cuerpo desfalleciente de la Patria”.

Patria, Patria, qué grande le quedó en la boca a aquellos que terminaron por entregar nuestra soberanía al mejor postor; Patria, qué grande le sigue resultando a los enanos de siete suelas encarnados hoy en las viudas y los viudos del puntofijismo. Hoy como nunca debemos ser vigilantes en aniquilar todas las perversas cualidades que alimentaron a un Estado al servicio de las prebendas y privilegios de una minoría a costa de los sacrificios de la mayoría. Tal debe ser nuestro homenaje vivo y diario, real, a ese 23 de enero, que hasta la historia oficial quiso arrebatarnos para siempre. Con nuestra Revolución Bolivariana asistimos al parto del Estado Socialista, que se levanta sobre los restos de aquel Estado Burgués, aún moribundo. Este es el tránsito que hoy experimentamos, el mismo tránsito que estamos obligados a seguir profundizando, si queremos erradicar verdaderamente los signos de la vieja política, centrada en el despilfarro, la corrupción, la burocracia, el ventajismo y la ineficiencia que aún perviven infiltrados en las prácticas actuales.

II

Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia, dignidad a todos los hombres, cantaba ese gran poeta francés Arthur Rimbaud. Y vaya que nuestra Revolución ha sabido armarse de paciencia, pero sin perder el fuego sagrado purificador: la llama que, dentro de cada uno de nosotros y nosotras, nos impulsa a hacer justicia y a dignificar a todos los hombres y mujeres de Venezuela; para que nuestro pueblo alcance la mayor suma de felicidad que se merece.

Fue esa misma llama la que inflamó de vergüenza patria a la gran mayoría de trabajadores y trabajadoras de la cadena de hipermercados Éxito, obligándonos a tomar medidas con la prontitud que exigían los hechos.

Lo he dicho infinidad de veces: no vacilaremos a la hora de castigar a quienes se burlan de nuestras leyes; a quienes creen que pueden jugar impunemente con las necesidades más elementales de nuestro pueblo; a quienes delinquen a través de la especulación, el acaparamiento y el desabastecimiento.

Los alimentos no son mercancía, lo reitero, y tampoco lo son aquellos productos de los cuales depende en mucho la vida diaria de la población.

Quiero, por tanto, hacer un llamado a todos los trabajadores y trabajadoras, para que nos ayuden en esta guerra que le hemos declarado a esta variante de la delincuencia de cuello blanco: a estos pillos que pretenden pasar por comerciantes o industriales.

A los verdaderos comerciantes e industriales del país quiero invitarlos, también, a unirse a esta batalla patria: se trata del beneficio de todos, más allá de los tintes políticos y las diferencias ideológicas que podamos tener.

III

Fue en el gran acto de firma de la Convención Colectiva Petrolera 2009-2011 de PDVSA donde, igualmente, rubriqué el decreto que ordena la expropiación de los hipermercados Éxito. Dos buenas nuevas para la clase trabajadora de Venezuela y para nuestro pueblo como totalidad, incluyendo a los compatriotas que nos adversan, como consecuencia de la campaña a la que son sometidos, día y noche, por la mayoría de los medios de comunicación privados.

La Convención Colectiva de PDVSA tiene como propósito fundamental otorgar beneficios integrales al trabajador petrolero, más allá de la perspectiva economicista intrínseca al capitalismo, a través de un esquema de retribuciones por el trabajo, centrado en la satisfacción de las necesidades espirituales y materiales de los trabajadores.

Daremos el todo por el todo por la tranquilidad de la colectividad y la dignificación de todos los ciudadanos y ciudadanas y, por supuesto, de nuestras ciudades. En este sentido, esta semana inauguramos una obra extraordinaria y sin antecedentes en Venezuela: el Metrocable de San Agustín. Una obra que es viva demostración de la Caracas que está cambiando en realidad y en verdad.

Por primera vez, un gran porcentaje de las riquezas provenientes de nuestros hidrocarburos son invertidas en grandes obras para nuestro pueblo, en atención a esa línea de fuerza que tanto pregonaran hombres de buena voluntad en el siglo pasado: la siembra del petróleo. Y vaya que la cosecha ya comienza a mostrársenos en San Agustín, y en tantas otras partes, porque como decía el Che: “cuando lo extraordinario se hace cotidiano es porque estamos en Revolución”.

IV

No existe ningún fatalismo histórico que condene, a perpetuidad, al valiente y tenaz pueblo haitiano. No existe tal maldición, salvo en la mente enferma del archiconocido predicador Pat Robertson. Su reflexión cavernaria, pueril y rebosante de ignorancia no es más que otro eslabón en la estrategia de “poder inteligente” (smart power), a través del cual el Imperio está realizando la más infame de sus invasiones militares.

Es verdaderamente indignante el perfil noticioso de las grandes agencias de información en el doloroso caso de Haití. Hablan, con cínico asombro, de una Haití devastada, cuando la devastación no reviste novedad alguna para el sufrido pueblo haitiano, cuando la devastación ha sido producida precisamente por la intervención imperialista y la imposición del capitalismo más depredador sobre ese hermano país del Caribe. Además, como parte integral de la estrategia intervencionista, tratan de vendernos la imagen de una muy “humanitaria” misión estadounidense. Tan “humanitaria” es que lleva un muy pesado cargamento de marines, no precisamente preparados en operaciones de rescate. ¡Son tropas entrenadas para invadir, para matar!

La realidad es que las tropas gringas controlan hoy el territorio haitiano. Han tomado el Palacio de Gobierno, el Palacio Legislativo y controlan el aeropuerto internacional a su antojo.

Y mientras un grupo de naciones soberanas luchamos por incrementar la ayuda humanitaria, el empeño del Comando Sur se afinca en el incremento de la presencia militar del Imperio.

Estamos ante una manifestación del contraataque imperial sobre América Latina y El Caribe. Una triangulación fatal se gesta entre Colombia, Honduras y la ocupada Haití. Tres versiones de la nueva estrategia de intervención yanqui en suelo nuestroamericano.

La patria de Toussaint L’Ouverture sufre un nuevo capítulo de dolor, miseria y abandono. Pero en esta hora aciaga, el pueblo haitiano está demostrando su coraje y su dignidad: allí está el luminoso ejemplo de los batallones de rescatistas, que se han constituido espontáneamente y que han protagonizado ya muchas operaciones de rescate y salvamento; allí está el no menos luminoso ejemplo de abnegación de los médicos haitianos formados en Cuba.

Nuestro hermano Álvaro García Linera, vicepresidente de la indetenible Bolivia, que hoy celebra un segundo mandato del gran Evo Morales, puso los puntos sobre las íes al denunciar a la fuerza invasora gringa “que no salva vidas, que no lleva alimentos, que no levanta los escombros, que no recoge cadáveres, sino que simplemente está ahí para hacer una presencia militar, y nuestro temor es que esa presencia militar quiera convertirse en permanente”.

Ésta es, cómo dudarlo, otra agresión contra nuestra América, contra la soberanía de El Caribe, contra la Alianza Bolivariana y sobre todo contra el pueblo haitiano: un pueblo en búsqueda de su dignidad secuestrada, humillada y violada por la ambición imperial, colonialista y neocolonialista, que no perdona -y que jamás lo hará- el muy objetivo hecho de que el pueblo negro, africano y caribeño de Haití fue el primero en sacudirse las viles cadenas de la esclavitud. El mismo pueblo que se convirtió en el más decidido impulsor de la causa independentista de Nuestra América, cuando el inmenso Alejandro Petión le dio todo el apoyo material y moral, sin ninguna clase de condiciones, a un Bolívar desterrado y con la caída de la Segunda República a cuestas.

Dice un hermoso graffiti en las calles de Caracas: “Ayudemos al pueblo que ayudó a Bolívar”. Sigamos ayudándolo de corazón y con generosidad: sigamos encarnando el espíritu bolivariano.

No en vano Haití fue, como bien dijera nuestro Orlando Araujo, “el Alma Mater de nuestra Independencia”. Tengo plena confianza en la fuerza histórica del Pueblo haitiano: la fuerza que lo hará levantarse a pesar de tanta adversidad.

A los patriotas y las patriotas de nuestra América no nos queda otra vía que recurrir a la estrategia perfecta: ¡Contraataque popular a todo lo largo del frente de batalla!

El 22 de enero, allá en las alturas de Bolivia, con un Evo Morales iniciando un nuevo periodo de Gobierno Socialista y con un pueblo desbordando aquellos espacios, donde nuestro padre Bolívar sintió el “amor más desenfrenado de libertad”, iniciamos la contraofensiva internacional de este año 2010, Bicentenario del inicio de esta revolución de Independencia.

Y ayer, 23 de enero, con la gran marcha patriota, verdadera marea roja, se desató el Huracán Bolivariano, que recorrerá Venezuela todo este año bendito.

¡Comenzó el contraataque Bolivariano!
¡Oligarcas temblad!
¡Venceremos!

Hugo Chávez Frías


Respuesta  Mensaje 73 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 15:47

Las Líneas de Chávez: ¡Haití, Haití!

17 enero 2010 7 Comentarios

La historia nos está llamando a Haití en esta hora tan difícil y dolorosa. Haití: la primera República negra del mundo y la primera República de Nuestra América en fecha tan temprana como el 1° de enero de 1804, tras vencer a las tropas napoleónicas luego de 12 años de lucha (1791-1803). Haití: la de los jacobinos negros, la de Toussaint L’Ouverture y Alejandro Petión. Haití: la de Miranda; allá llegó con su sueño de liberar a todo un continente y como ocurriría con Bolívar, diez años más tarde, recibiría toda la solidaridad y el apoyo de los jacobinos negros; allá izó el Precursor por primera vez nuestra bandera, en el mástil del buque Leander el 12 de marzo de 1806.

Haití: la de Bolívar, la de la Expedición de los Cayos (1816) que contó con el respaldo sin condiciones del ilustre Petión, quien sólo le pidió la libertad de los esclavos. No en vano nuestro Libertador lo llamó “el autor de nuestra libertad”. Allí, en contacto con la realidad de la “República más democrática del mundo” -son sus palabras-, Bolívar terminó de forjar el temple de su espíritu revolucionario.

Haití es, entonces, tierra santa para nosotros y nosotras.

Llevo inscrito en mi alma al heroico y sufrido pueblo haitiano con su infinito amor y su grandísima esperanza. En marzo de 2007 la fuerza de su amor y su esperanza me hizo correr, junto a él, por las calles de Puerto Príncipe, sintiéndome entre hermanos y hermanas.

Este devastador sismo se agrega a la tragedia infinita que padece el pueblo haitiano desde hace tantos años.

Por Petión y por Bolívar, nos toca saldar una deuda histórica. Por eso mismo, Venezuela se ha puesto a la orden de Haití. Ya están dos brigadas humanitarias en la Patria de Petión y pronto partirán otras. Igualmente, lanzamos la Campaña de Solidaridad con Haití y el pueblo venezolano está respondiendo como sabe hacerlo.

Por Petión y por Bolívar: ¡Venceremos!

II

Las medidas económicas que hemos tomado responden a la necesidad de salirle al paso a una situación que se enmarca en un proceso de transición dinámico y complejo.

No hay varitas mágicas que todo lo resuelvan en materia económica. Sobre todo cuando se trata de garantizar la soberanía económica del país.

Desde que asumimos el control de cambio a esta parte, hemos ido evaluando de cerca el comportamiento coyuntural de la economía nacional y esto nos ha permitido paliar los efectos internos de la crisis mundial del capitalismo, que terminó desestabilizando a todas las economías regionales.

Hoy nos vemos en la urgencia inexorable de aplicar correctivos de naturaleza económica. Cierto que las decisiones tomadas puedan causar zozobras e inquietudes, ya que todo cambio las propicia.

Tengo plena confianza en la conciencia del pueblo y sé que no va a caer en las falsas alarmas que los medios de comunicación pitiyanquis adelantan: pretenden hacer creer que se abrieron las puertas del infierno y que el Gobierno desde ahora arderá en su propio fuego. Como ha sido hasta ahora, se quedarán esperando el descalabro total que tanto ansían.

No hay más atinada decisión que la que se toma a tiempo y respondiendo a las particularidades del momento histórico: lo otro es estirar la arruga o esconder la cabeza y eso no estamos dispuestos a permitírnoslo.

Cada paso que damos en Revolución implica no sólo riesgos sino sobre todo nuevos retos: hemos demostrado nuestra disposición a enfrentarlos, con responsabilidad y compromiso, teniendo en el centro del corazón las más sentidas necesidades del pueblo venezolano.

Modificar el valor de nuestra moneda en relación al dólar es tan solo la instancia más superficial de lo que nos proponemos en el fondo. En realidad y en verdad, estamos revaluando el bolívar al proponernos nuevos retos.

En primera instancia, tendremos más fortaleza para enfrentar las groseras prácticas especulativas que no hacían otra cosa que distorsionar financieramente el valor real de los bienes y los servicios.

El Estado, en este sentido, no podía seguir cediendo beneficios cambiarios a quienes decidían a su antojo lo que importaban como bienes necesarios, siendo en realidad artículos suntuarios que vendían a precios incontrolables.

Por eso se creó esta semana el Plan Nacional Contra la Especulación. Estamos creando condiciones para generar un verdadero fortalecimiento de la industria interna que satisfaga los más genuinos intereses nacionales.

No podemos seguir importando sin medida aquello que ya estamos en la posibilidad de comenzar a producir en el país. De allí el llamado a la buena voluntad de los pequeños y medianos empresarios e inversionistas que deseen acompañarnos en este empeño de forjar un nuevo modelo económico.

En este sentido, el miércoles pasado creamos el Fondo Bicentenario de Producción Socialista, que viene a constituirse en un primer paso en la consolidación de una política de apoyo hacia la soberanía productiva nacional.

Esto nos permitirá no sólo diversificar y aumentar la producción de bienes y servicios para responder a nuestras más sentidas necesidades internas sino, además, adquirir una nueva fortaleza con la exportación de nuestros productos.

Sirva, pues, esta coyuntura para, con honestidad y responsabilidad, emprender con firmeza la construcción de un país que deje de ser rentista y corte el nudo gordiano de la dependencia petrolera.

Un problema central y trascendente de la vía venezolana al socialismo reside en la metamorfosis global del modelo rentista: en el cambio estructural del modelo de acumulación capitalista que tenemos; cambio que depende de la diversificación productiva hacia la que nos orientamos para superar definitivamente al rentismo.

III

Quiero reiterar un lineamiento estratégico que enuncié el pasado viernes en mi intervención en la Asamblea Nacional con motivo de la presentación de la Memoria y Cuenta del año 2009: debemos seguir desmontando el viejo Estado burgués y acelerar el proceso de construcción del nuevo Estado social y democrático, de derecho y de justicia, que manda nuestra Constitución. Es una necesidad histórica y un imperativo categórico para la continuidad y profundización de la Revolución Bolivariana, rumbo al socialismo.

No debemos darle oxígeno al Estado burgués. Por el contrario, quitárselo es un imperativo para que se extinga definitivamente.

El Estado burgués todavía tiene espacios dentro del Estado que está surgiendo: desde esos espacios entrampa, sabotea, obstaculiza el proceso de creación de la nueva institucionalidad.

Nos falta un trecho largo para que el nuevo Estado se consolide: estamos en transición hacia él. Su consolidación depende y dependerá de cuán capaces seamos de materializar el protagonismo del poder comunal: del poder popular en todas sus expresiones.

El poder popular es el alma y la llama de otra manera de ser Estado y Gobierno. Debemos hacer realidad lo que lúcidamente visualizara Kléber Ramírez hace muchos años: “… llegó la hora para que las comunidades asuman poderes de Estado, lo que conllevará administrativamente la transformación global del Estado venezolano y socialmente el ejercicio real de la soberanía por parte de la sociedad a través de los poderes comunales”.

¡Patria, socialismo o muerte!

¡Venceremos!


Respuesta  Mensaje 74 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 15:47

Las Líneas de Chávez: ¡Haití, Haití!

17 enero 2010 7 Comentarios

La historia nos está llamando a Haití en esta hora tan difícil y dolorosa. Haití: la primera República negra del mundo y la primera República de Nuestra América en fecha tan temprana como el 1° de enero de 1804, tras vencer a las tropas napoleónicas luego de 12 años de lucha (1791-1803). Haití: la de los jacobinos negros, la de Toussaint L’Ouverture y Alejandro Petión. Haití: la de Miranda; allá llegó con su sueño de liberar a todo un continente y como ocurriría con Bolívar, diez años más tarde, recibiría toda la solidaridad y el apoyo de los jacobinos negros; allá izó el Precursor por primera vez nuestra bandera, en el mástil del buque Leander el 12 de marzo de 1806.

Haití: la de Bolívar, la de la Expedición de los Cayos (1816) que contó con el respaldo sin condiciones del ilustre Petión, quien sólo le pidió la libertad de los esclavos. No en vano nuestro Libertador lo llamó “el autor de nuestra libertad”. Allí, en contacto con la realidad de la “República más democrática del mundo” -son sus palabras-, Bolívar terminó de forjar el temple de su espíritu revolucionario.

Haití es, entonces, tierra santa para nosotros y nosotras.

Llevo inscrito en mi alma al heroico y sufrido pueblo haitiano con su infinito amor y su grandísima esperanza. En marzo de 2007 la fuerza de su amor y su esperanza me hizo correr, junto a él, por las calles de Puerto Príncipe, sintiéndome entre hermanos y hermanas.

Este devastador sismo se agrega a la tragedia infinita que padece el pueblo haitiano desde hace tantos años.

Por Petión y por Bolívar, nos toca saldar una deuda histórica. Por eso mismo, Venezuela se ha puesto a la orden de Haití. Ya están dos brigadas humanitarias en la Patria de Petión y pronto partirán otras. Igualmente, lanzamos la Campaña de Solidaridad con Haití y el pueblo venezolano está respondiendo como sabe hacerlo.

Por Petión y por Bolívar: ¡Venceremos!

II

Las medidas económicas que hemos tomado responden a la necesidad de salirle al paso a una situación que se enmarca en un proceso de transición dinámico y complejo.

No hay varitas mágicas que todo lo resuelvan en materia económica. Sobre todo cuando se trata de garantizar la soberanía económica del país.

Desde que asumimos el control de cambio a esta parte, hemos ido evaluando de cerca el comportamiento coyuntural de la economía nacional y esto nos ha permitido paliar los efectos internos de la crisis mundial del capitalismo, que terminó desestabilizando a todas las economías regionales.

Hoy nos vemos en la urgencia inexorable de aplicar correctivos de naturaleza económica. Cierto que las decisiones tomadas puedan causar zozobras e inquietudes, ya que todo cambio las propicia.

Tengo plena confianza en la conciencia del pueblo y sé que no va a caer en las falsas alarmas que los medios de comunicación pitiyanquis adelantan: pretenden hacer creer que se abrieron las puertas del infierno y que el Gobierno desde ahora arderá en su propio fuego. Como ha sido hasta ahora, se quedarán esperando el descalabro total que tanto ansían.

No hay más atinada decisión que la que se toma a tiempo y respondiendo a las particularidades del momento histórico: lo otro es estirar la arruga o esconder la cabeza y eso no estamos dispuestos a permitírnoslo.

Cada paso que damos en Revolución implica no sólo riesgos sino sobre todo nuevos retos: hemos demostrado nuestra disposición a enfrentarlos, con responsabilidad y compromiso, teniendo en el centro del corazón las más sentidas necesidades del pueblo venezolano.

Modificar el valor de nuestra moneda en relación al dólar es tan solo la instancia más superficial de lo que nos proponemos en el fondo. En realidad y en verdad, estamos revaluando el bolívar al proponernos nuevos retos.

En primera instancia, tendremos más fortaleza para enfrentar las groseras prácticas especulativas que no hacían otra cosa que distorsionar financieramente el valor real de los bienes y los servicios.

El Estado, en este sentido, no podía seguir cediendo beneficios cambiarios a quienes decidían a su antojo lo que importaban como bienes necesarios, siendo en realidad artículos suntuarios que vendían a precios incontrolables.

Por eso se creó esta semana el Plan Nacional Contra la Especulación. Estamos creando condiciones para generar un verdadero fortalecimiento de la industria interna que satisfaga los más genuinos intereses nacionales.

No podemos seguir importando sin medida aquello que ya estamos en la posibilidad de comenzar a producir en el país. De allí el llamado a la buena voluntad de los pequeños y medianos empresarios e inversionistas que deseen acompañarnos en este empeño de forjar un nuevo modelo económico.

En este sentido, el miércoles pasado creamos el Fondo Bicentenario de Producción Socialista, que viene a constituirse en un primer paso en la consolidación de una política de apoyo hacia la soberanía productiva nacional.

Esto nos permitirá no sólo diversificar y aumentar la producción de bienes y servicios para responder a nuestras más sentidas necesidades internas sino, además, adquirir una nueva fortaleza con la exportación de nuestros productos.

Sirva, pues, esta coyuntura para, con honestidad y responsabilidad, emprender con firmeza la construcción de un país que deje de ser rentista y corte el nudo gordiano de la dependencia petrolera.

Un problema central y trascendente de la vía venezolana al socialismo reside en la metamorfosis global del modelo rentista: en el cambio estructural del modelo de acumulación capitalista que tenemos; cambio que depende de la diversificación productiva hacia la que nos orientamos para superar definitivamente al rentismo.

III

Quiero reiterar un lineamiento estratégico que enuncié el pasado viernes en mi intervención en la Asamblea Nacional con motivo de la presentación de la Memoria y Cuenta del año 2009: debemos seguir desmontando el viejo Estado burgués y acelerar el proceso de construcción del nuevo Estado social y democrático, de derecho y de justicia, que manda nuestra Constitución. Es una necesidad histórica y un imperativo categórico para la continuidad y profundización de la Revolución Bolivariana, rumbo al socialismo.

No debemos darle oxígeno al Estado burgués. Por el contrario, quitárselo es un imperativo para que se extinga definitivamente.

El Estado burgués todavía tiene espacios dentro del Estado que está surgiendo: desde esos espacios entrampa, sabotea, obstaculiza el proceso de creación de la nueva institucionalidad.

Nos falta un trecho largo para que el nuevo Estado se consolide: estamos en transición hacia él. Su consolidación depende y dependerá de cuán capaces seamos de materializar el protagonismo del poder comunal: del poder popular en todas sus expresiones.

El poder popular es el alma y la llama de otra manera de ser Estado y Gobierno. Debemos hacer realidad lo que lúcidamente visualizara Kléber Ramírez hace muchos años: “… llegó la hora para que las comunidades asuman poderes de Estado, lo que conllevará administrativamente la transformación global del Estado venezolano y socialmente el ejercicio real de la soberanía por parte de la sociedad a través de los poderes comunales”.

¡Patria, socialismo o muerte!

¡Venceremos!


Respuesta  Mensaje 75 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:01

Las Líneas de Chávez: ¡Preparémonos para defender nuestra soberanía en el 2010!

27 diciembre 2009 9 Comentarios

Navidad: tiempo de alegría, tiempo de esperanza. Decía ese gran pensador nuestro llamado Ludovico Silva: “No hay peor infierno que la falta de esperanza (…) Perder la esperanza es no tener futuro; el porvenir se nutre de ella”.

Y vaya que ahora en Venezuela podemos decir, sin temor a exagerar, que estamos saliendo del infierno en el que nos habían sumido quienes tan mal uso hicieron del mandato de nuestro Pueblo durante cuarenta largos años.

Por el contrario, hoy el porvenir se está nutriendo de la esperanza: esperanza concreta y tangible que se encarna en la vía venezolana hacia el socialismo.

Buena nueva socialista, alumbramiento del porvenir, constituye la inauguración de la primera Arepera Socialista en esta semana: estamos dándole vida a una visión y a una práctica comercial que son radicalmente inéditas en Venezuela. Estamos haciendo realidad un principio socialista: los alimentos no son una mercancía; la satisfacción de las necesidades básicas -en este caso, la alimentación- no puede ser entendida como un negocio.

La nueva Corporación de Mercados Socialistas (COMERSO) es un eslabón fundamental del nuevo sistema de producción, distribución y consumo que estamos creando: el Pueblo va a contar con un conjunto de tiendas, con productos de calidad, a precios incomparables con respecto al mercado capitalista.

Nuestro propósito es quebrarle el espinazo a la especulación salvaje que ha estado reinando impunemente.

En el mismo orden de ideas, este miércoles adjudicamos los primeros automóviles de la filial automotriz de COMERSO. No solamente aplicamos el principio cristiano y socialista de a cada quien según su capacidad, para cada quien según su necesidad, sino que estamos haciéndoles justicia a los compatriotas que han sido victimas del fraude, o que hayan perdido el vehículo en accidente o robo.

II

Quiero tomar prestadas unas palabras del Che: “Persiguiendo la quimera de realizar el socialismo con la ayuda de las armas melladas que nos legara el capitalismo (la mercancía como célula económica, la rentabilidad, el interés material individual como palanca, etcétera), se puede llegar a un callejón sin salida”.

Hago un llamado a todos y todas ustedes, compatriotas, para estar vigilantes en función de salvaguardar el propósito fundamental de nuestra Revolución Bolivariana: la mayor suma de felicidad posible para todos los venezolanos y venezolanas.

En este mismo sentido, tenemos fe que el recién creado Banco Bicentenario, contribuirá sobremanera para alcanzar el cambio de espíritu necesario para el logro de la emancipación que aspiramos.

Erradicar el uso de las armas melladas que el capitalismo ha inoculado desde tiempos inmemoriales, no es tarea fácil, lo reconozco. Es por ello que pido, a todos y a todas, un esfuerzo heroico para que comience el cambio de mentalidad en cada uno y cada una. He allí la primera y más grande liberación: la que obra por dentro de nosotros y nosotras.

III

Recordemos, una vez más, como en la voz de la Virgen María suena el más poderoso mensaje de liberación para los pobres de la tierra:

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide con las manos vacías.

Si la Madre de Dios ha sido capaz de pronunciar tales palabras, es porque el reino de su Hijo no puede ser otro que cada barrio, cada campo, cada lugar, donde todos los días ella sigue pariendo, amamantando y cargando con la esperanza humana.

María, es cada madre venezolana. Por todas y cada una de ellas, las dadoras de amor, nació la Misión Niño Jesús esta semana: para defender, contra todo peligro, el germen del hombre nuevo y la mujer nueva de la Patria Bonita.

IV

Estas son las últimas Líneas del año. Con esta última entrega, cerramos el 2009 y volveremos arrancando el 2010.

Este año que finaliza abre las puertas al epicentro temporal de la Era Bicentenaria. En el 2010 se inicia, como pensaba el Maestro Augusto Mijares, la conmemoración de nuestro primer ciclo de liberación republicana. Es el torrente histórico que hoy pervive en nuestra memoria como pueblo: nuestra herencia bolivariana. Herencia que hoy más que nunca necesita definición: hacerse cuerpo efectivo en nuestra práctica política. Se trata de merecernos esta herencia, como dice Luis Britto García.

No será un año fácil: los agentes de la reacción internacional preparan su guión para revertir el proceso emancipador que vive Nuestra América. Véase la amenaza imperial en ciernes contra Venezuela desde Colombia: la Colombia hermana convertida en el Israel de la América del Sur.

La dictadura militar hondureña continúa en el poder. La reacción, en todos nuestros países, cuenta ahora con un modelo de golpe de Estado para el siglo XXI: golpes con fachada legal que llevan el sello made in USA.

No hay que llamarse a engaños: se acabó la ilusión Obama y el descarado intervencionismo de la nueva administración gringa así lo demuestra. Preparémonos, entonces, para defender nuestra soberanía en todos los terrenos.

En materia ecológica, ha quedado clara la posición de los países industrializados, toda vez que relativizan y ponen en entredicho el funcionamiento de la ONU como organización mundial efectiva en función de la defensa del principio de igualdad entre las naciones. Quienes nos están colocando al borde de un ecocidio inimaginable, los causantes del cambio climático, deben ser obligados a asumir sus responsabilidades.

A lo interno, el 2010 va a estar marcado por las elecciones legislativas: su valor es trascendental para la continuidad y profundización socialista de la Revolución Bolivariana; va a ser, en síntesis, un gran momento de definición política.

El ejercicio de las 3R debe ser nuestra bandera de lucha y nuestra cartilla de dirección: se trata de lograr el destrabamiento burocrático y de avanzar en la solución inmediata y revolucionaria de los problemas más álgidos de la Nación.

La Asamblea Nacional está obligada a reimpulsarse cada día. La lucha abierta contra el burocratismo, la corrupción, la ineficiencia, la inseguridad, exige y exigirá mucho más de las diputadas y los diputados revolucionarios.

“El desarrollo moral del hombre es la primera intención del Legislador”, dice nuestro Padre Libertador en su Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia el 25 de mayo de 1826. El desarrollo de la moral revolucionaria del hombre y la mujer, agregaríamos nosotros aquí y ahora.

Este 2010, pensando junto a José Martí, iremos hacia la raíz, profundizaremos al máximo la radicalización del proceso revolucionario: “A la raíz va el hombre verdadero.

Radical no es más que eso: el que va a las raíces. No se llame radical quien no vea las cosas en su fondo. Ni hombre, quien no ayude a la seguridad y dicha de los demás hombres”.

Mujer, hombre, joven, niña o niño, compatriota que me lees, te invito a terminar el año con el Padre Bolívar, cuando nos dejó, cual Fidel del Siglo XIX, aquella sabia reflexión con la cual colocó al tiempo del lado de nosotros, los revolucionarios y revolucionarias:

“Yo espero mucho del tiempo. Su inmenso vientre contiene más esperanzas de sucesos pasados y los acontecimientos futuros han de ser muy superiores a los pretéritos”.

El tiempo, decía Marx, lo es todo: Es el sinónimo de la vida.

Se va un año, el 2009. Y llega el 2010, último de esta primera década del siglo XXI…

¡¡Feliz y venturoso año nuevo a toda la gran familia venezolana!!

¡¡En el 2010, también venceremos!!


Respuesta  Mensaje 76 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:02

Las Líneas de Chávez: La Batalla de Copenhague

20 diciembre 2009 9 Comentarios

I
Copenhague fue el escenario de una batalla histórica en el marco de la XV Conferencia del Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Mejor dicho: en la bella y nevada capital de Dinamarca, comenzó una batalla que no concluyó el viernes 18 de diciembre de 2009. Quiero reiterarlo: Copenhague fue apenas el comienzo de la batalla decisiva por la salvación del planeta. Batalla en el terreno de las ideas y en el de la praxis.

El brasileño Leonardo Boff, gran teólogo de la liberación y una de las voces más autorizadas en materia ecológica, en un artículo medular, titulado Lo que está en juego en Copenhague, dejó escritas estas palabras plenas de lucidez y valentía: ¿Qué podríamos esperar de Copenhague? Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar. Y un propósito simple: Vamos a cambiar de rumbo.
A eso fuimos, precisamente, a Copenhague: a batallar por un cambio de rumbo en nombre de Venezuela y en nombre de la Alianza Bolivariana. Y más aún: en defensa de la causa de la humanidad y, para decirlo con el Presidente Evo Morales, en defensa de los derechos de la Pachamama, de la Madre Tierra.

Sabiamente lo dijo el mismo Evo, quien junto a este servidor, le tocó asumir la vocería de la Alianza Bolivariana: Aquí está en debate, si vamos a vivir o vamos a morir.

Todas las miradas del mundo se concentraron en Copenhague: la XV Conferencia sobre el Cambio Climático nos permitió calibrar de qué fibra estamos hechos, dónde habita la esperanza y qué podemos hacer para fundar lo que el Libertador Simón Bolívar definiera como el equilibrio del universo; un equilibrio que nunca podrá alcanzarse dentro del sistema-mundo capitalista.

II
Antes de nuestra llegada a Copenhague, el bloque africano, respaldado por el Grupo de los 77, se había encargado de denunciar que los países ricos estaban desentendiéndose del Protocolo de Kyoto, esto es, del único instrumento internacional que existe para luchar contra el calentamiento global: el único que impone sanciones a los Estados industrializados y protege a los países en desarrollo.
Necesario es reconocer que la batalla ya se había iniciado en las calles de Copenhague, con la juventud en la vanguardia protestando y proponiendo: pude ver y sentir, desde mi arribo a la capital danesa el 16 de diciembre, la fuerza histórica de otro mundo que, para la juventud, ya no sólo es posible sino que es absolutamente necesario.

III
En Copenhague, desde un principio, las cartas quedaron sobre la mesa a la vista de todos. De un lado, las cartas de la mezquindad y la insensatez brutal del capitalismo que no da su brazo a torcer en defensa de su lógica: la lógica del capital, que sólo deja muerte y destrucción a su paso cada vez más acelerado.

Del otro lado, las cartas del reclamo de los Pueblos por la dignidad humana, la salvación del planeta y por un cambio radical, no del clima, sino del sistema-mundo que nos ha colocado al borde de una catástrofe ecológica y social sin precedentes.

De un lado, los triunfadores de una civilización mercantil y utilitaria, esto es, los “civilizados” que desde hace mucho tiempo se olvidaron del ser, para apostar ciegamente a un tener, cada vez más insaciable.

Del otro lado, los “bárbaros” que seguimos empeñados en creer, y en luchar por ello, que, cambiando radicalmente de lógica, se puede maximizar el bienestar humano, minimizando los impactos ambientales y ecológicos; que sostenemos la imposibilidad de defender los derechos humanos, como lo planteara el compañero Evo Morales, si no se defienden antes los derechos de la Madre Tierra; que actuamos con el firme propósito de dejarles planeta y porvenir a nuestras descendencias.

No me cansaré de  repetirlo a los cuatro vientos: la única alternativa posible y viable es el socialismo. Lo dije en cada una de mis intervenciones ante todos los representantes del mundo congregados en Copenhague, la cita mundial más importante en los últimos doscientos años: no hay otro camino, si queremos detener esta carrera desalmada y envilecida que sólo nos promete la aniquilación total.

¿Por qué le temen tanto los civilizados a un proyecto que aspira la construcción de la felicidad compartida? Le temen, hablemos claro, porque la felicidad compartida no genera ganancia. De allí la lucidez meridiana de aquella gran consigna de la protesta callejera de Copenhague que hoy habla por millones: “Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado”.

Los “civilizados” no toman las medidas que deben tomar, porque eso, sencillamente, los obligaría a cambiar radicalmente su voraz modelo de vida, signado por el confort egoísta y eso no habita en sus fríos corazones, que sólo palpitan al ritmo del dinero.

Por eso, el imperio llegó a última hora, el 18 de diciembre, a ofrecer migajas a manera de chantaje y así lavar la culpabilidad marcada en su rostro. Frente a esta estrategia del bolsillo lleno, se escuchó por Dinamarca la voz clara y valiente de la pensadora hindú Vandana Shiva diciendo una gran verdad: “Creo que es hora de que Estados Unidos deje de verse a sí mismo como donante y comience a reconocerse como contaminador: un contaminador debe pagar una compensación por los daños y debe pagar su deuda ecológica. No se trata de caridad. Se trata de justicia”.
Debo decirlo: en Copenhague se acabó definitivamente la ilusión Obama. Quedó confirmado en su condición de jefe del imperio y “Premio Nóbel de la Guerra”. El enigma de los dos Obama ha quedado resuelto.

El viernes 18 llegaba a su fin sin un acuerdo democráticamente consensuado: Obama montaba tinglado aparte, en una nueva violación de los procedimientos de la ONU, por lo que nos vimos obligados a impugnar cualquiera resolución que no pase por el respeto a la vigencia del Protocolo de Kyoto. Respetar y potenciar Kyoto es nuestra divisa.

No fue posible un acuerdo en Copenhague por la falta de voluntad política de los países ricos: los poderosos del mundo, los hiperdesarrollados, que no quieren ceder en sus patrones de producción y consumo tan insensatos como suicidas. “El mundo a la mierda, si se atreven a amenazar mis privilegios y mi estilo de vida”, es lo que parecen reiterar con su conducta: ésta es la dura verdad que no quieren oír de quienes sí actuamos bajo el imperativo histórico y categórico de cambiar de rumbo.

Copenhague no es un fin, lo reitero, sino un comienzo: se han abierto las puertas para un debate universal sobre cómo salvar al planeta, a la vida en el planeta. La batalla continúa.

IV
Nos tocó conmemorar el 179 aniversario de la desaparición física de nuestro Libertador en un acto del más hondo contenido revolucionario: me refiero al Encuentro de la Alianza Bolivariana con los movimientos sociales de Dinamarca el 17 diciembre. Allí pude sentir, una vez más, que Bolívar ya no sólo es bandera venezolana y nuestroamericana, sino que es cada vez más, líder universal.

Es su herencia viva y combatiente, encarnada hoy en la Alianza Bolivariana, que se está haciendo mundo: la herencia que nos llevó a Copenhague a dar la batalla por la Patria Grande, que es, al mismo tiempo, darla por la causa de la humanidad.

En realidad y en verdad: ¡Bolívar vive! En Copenhague confirmé que está más vivo que nunca.
Y ahora sí Vencerá.
¡Ahora sí Venceremos!


Respuesta  Mensaje 77 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:04

El Imperio llega a media noche y cocina un documento que no aceptaremos (+ Video)

18 diciembre 2009 3 Comentarios
Foto Prensa Miraflores

Foto Prensa Miraflores

Intervención de Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 18 de diciembre de 2009.

Buenas tardes.

Señora Presidenta:

Ha dicho usted una gran verdad, hay que almorzar.

Napoleón Bonaparte decía que los ejércitos caminan sobre los estómagos.  Agradezco mucho que nos hayan dado la palabra al presidente Morales y a este servidor, la habíamos solicitado desde temprano en la mañana, porque tenemos aquí varios días ya.

Obama vino, habló y salió por la puertita esta (Risas), esa puertita, una puerta camuflada ahí, me imagino que para el servicio, para la logística, las coordinaciones de la presidencia, y por ahí se fue, por la puerta de atrás, ¡es el imperio!, el imperio que llega a medianoche, y en la oscuridad, ¿eh?, a espaldas de la mayoría, de manera antidemocrática pretenden cocinar un documento que nosotros no aceptamos ni aceptaremos, ¡jamás lo aceptaremos! (Aplausos.)

Yo estoy absolutamente seguro de que por la dignidad que aquí defendemos nosotros, el gobierno anfitrión, el Reino de Dinamarca, a quien agradecemos la amabilidad, las atenciones:  he cargado un chofer muy atento que se llama Thomas, los amigos que nos han dado la seguridad, la señora del hotel, los trabajadores del hotel; anoche nos reuníamos aquí en un gimnasio con miles, de movimientos sociales que han estado por las calles bajo la nieve, con pancartas; movimientos que luchan por la justicia social, partidos políticos; conseguimos aquí en Copenhague compatriotas de América Latina, del Caribe, de todos los países.  Así que hemos estado muy contentos.  Anoche apostamos una carrera; a pesar de que Evo es mucho más joven que yo, le he ganado una carrera de 100 metros planos sobre la nieve, y corre duro Evo.  Así que estoy seguro de que el gobierno anfitrión comparte estos criterios de nosotros, la inmensa mayoría; los que no la comparten:  el que sale por la puerta de atrás.  Y así va a salir el impero yanki de este mundo, por la puerta de atrás, ¡va a salir por la puerta de atrás, de manera indigna! (Aplausos.)

Ahora, nosotros estuvimos muy preocupados porque nos enteramos de que había unas reuniones, un pequeño grupo de países amigos de la presidencia de la Conferencia.  Nosotros no somos enemigos, ¿verdad?, nosotros somos amigos también de todos.  No nos invitaron a participar para nada, ni siquiera una consulta para oír nuestra opinión, y nosotros queremos dejar bien firme que todos los países somos iguales y nosotros los presidentes, jefes de Estado y de Gobierno tenemos el mismo nivel, aquí no hay presidentes de primera y presidentes de segunda, ni hay pueblos de primera y pueblos de segunda, todos somos iguales, y eso queremos dejarlo bien claro aquí (Aplausos).

Creo que ha sido un manejo no transparente, por decirlo de manera elegante, ¿saben?, para tratar de abortar aquí una solución que -como dijo Lula- solo un milagro salvaría, y como para esto no creemos en milagros, nosotros tenemos que partir, yo hablo a nombre no solo de Venezuela, he sido autorizado por los representantes aquí presentes de los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, es decir, el gobierno y pueblo de Bolivia, el gobierno y pueblo de Cuba, el gobierno y pueblo de Ecuador, el gobierno y pueblo de Nicaragua, los gobiernos y pueblos del Caribe:  los países Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, y Venezuela, no vaya a ser que de la puerta de atrás, por donde salió Obama, salga esta tarde, por debajo, un papelito en secreto, top secret, y se pretenda presentarlo al mundo como la solución.  ¡Desde ya lo impugnamos!, porque nosotros no conocemos ningún documento tampoco.  Han estado circulando por ahí versiones y documentos poco transparentes, eso hay que reclamarlo.

Estamos seguros de que no se intentará ningún tipo de fraude, porque sería un fraude a los pueblos del mundo.  Si algo debe implantarse en el mundo, recuperarse en el mundo es la confianza entre nosotros.  Ya basta de que algunos se crean superiores a nosotros los indios del Sur, a nosotros los negros africanos, indígenas, los pueblos del Sur, todos somos iguales.

Pues bien, dejamos sentada esa protesta, esa violación a los procedimientos de Naciones Unidas.

Teníamos el temor, incluso, de que no nos dieran la palabra, nos habían dicho por aquí, por Secretaría, que ellos no lo garantizaban, y nos explicaban desde esta mañana que solo iba a hablar un grupo de presidentes, muy dignos jefes de Estado que estaban en una lista que alguien hizo, no se sabe quién la hizo, ¿no?  Por eso agradecemos mucho a la Presidenta que nos haya dado la palabra al presidente Morales y a mí, hubiera sido algo lamentable que nos hubiesen pretendido vetar en esta reunión.  No quiero ni pensarlo, ¿no?, ni sospecharlo.

El Protocolo de Kyoto -ya lo dijo Lula- no puede ser declarado muerto o extinguido, que es lo que pretende Estados Unidos.  Por eso dice Evo una gran verdad:  Si Obama, el Premio Nobel de la Guerra dijo aquí mismo -por cierto, ¡huele azufre aquí!, ¡huele a azufre!, ¡sigue oliendo a azufre en este mundo!-, que él a lo que vino fue a actuar.  Bueno, demuéstrelo señor, no se vaya por la puerta de atrás, ¿eh?, haga todo lo que tiene que hacer para que Estados Unidos se adhiera al Protocolo de Kyoto, y vamos a respetar Kyoto, y a potenciar Kyoto y a responderle al mundo de manera transparente (Aplausos).

Por otra parte, todos coincidimos en que las reducciones a las emisiones de carbono para el año 2050 no deben ser inferiores de un 80%, un 90%, la mayoría coincidimos en esto.

Nosotros creemos, señora Presidenta, que Copenhague no termina hoy, para la dignidad de este pueblo.  No queremos irnos con el amargo sabor de la frustración, no; queremos irnos con el recuerdo de un pueblo alegre, de un pueblo al que no conocíamos, una ciudad, un país, Dinamarca; queremos llevarnos a Copenhague en el corazón, no como una frustración sino como una esperanza.

Anoche lo decíamos, Copenhague no termina hoy, Copenhague abrió las puertas para que sigamos dando un gran debate mundial sobre cómo salvar el planeta, cómo salvar la vida en el planeta.  Copenhague no es un fin, Copenhague es un inicio, para que logremos los acuerdos que haya que lograr -y ya lo decía Evo-, lograr el equilibrio de la Madre Tierra, la Pachamama.

Esto que dice Obama es algo verdaderamente ridículo.  Estados Unidos, que tiene la máquina de hacer dólares; Estados Unidos, que creo que asignó 700 000 millones de dólares para salvar los bancos -con razón dicen allí en las calles que si el clima fuera un banco ya lo hubieran salvado, ¿eh?-, ahora viene a decir que va a aportar 10 000 millones de dólares al año, una cifra irrisoria.  Es algo así como un chiste lo que ha expresado el Presidente de Estados Unidos.

El gasto militar de Estados Unidos es de 700 000 millones de dólares al año; solo bajando el gasto militar a la mitad, por lo menos, habría.  Estados Unidos que es el gran emisor, es el gran contaminante y es el gran culpable el imperio yanki de haberle impuesto a punta de invasiones, de guerras y de amenazas, de asesinatos y hasta de genocidios el capitalismo a este mundo, Estados Unidos y sus aliados.  ¡He ahí el gran culpable!, debería asumirlo con dignidad.  Sabemos que no lo va a asumir en verdad este gobierno de Estados Unidos, porque no es sino la continuación del gobierno anterior.  Obama quedará ante la historia como una de las más grandes frustraciones para mucha gente que creyó en él en Estados Unidos y en otras partes del mundo; ahí está demostrándolo, una gran frustración.  Pero qué importa, ¡qué importa!, lo más importante es que los pueblos del mundo y los gobiernos dignos del mundo, la gran mayoría, nos pongamos de acuerdo e impulsemos soluciones verdaderas.

Nosotros no venimos aquí a pedir limosnas, venimos en condiciones de igualdad a aportar modestas ideas para buscar fórmulas de solución.  Que nadie lo olvide, ¡que nadie lo olvide!:  la culpa es del capitalismo y hay que atacar las causas.

Desde Venezuela, modestamente lo decimos:  la única manera de conseguir el equilibrio de las sociedades, de salvar la vida, de obtener niveles superiores de vida, de llevar el ser humano a condiciones dignas de existencia es a través del socialismo.  Ese es un debate eminentemente político, eminentemente moral, eminentemente necesario, absolutamente necesario.  El capitalismo es el camino a la destrucción del planeta.

Señora Presidenta, queremos que quede claro:  Nosotros nos vamos, no podemos esperar más, nos vamos, pero los países del ALBA dejamos claro que impugnamos desde ya cualquier documento que saque Obama por debajo de la puerta, o que salga por allí de la nada, como ayer decían algunos de ustedes, tratando de presentar esto como una solución salvadora.  ¡No hay soluciones salvadoras!

Sencillamente nos vamos a sabiendas de que fue posible un acuerdo aquí en Copenhague, y no fue posible por lo que ayer decíamos:  la falta de voluntad política de los países más desarrollados de la Tierra, comenzando por Estados Unidos, y esto es una verdadera vergüenza.  Es el egoísmo de los más responsables, sobre todo por los patrones irracionales de producción y de consumo de su capitalismo hiperdesarrollado.

Fidel Castro escribió -y con esto termino, para no interrumpir el almuerzo, la foto y las sesiones que vienen- una reflexión anoche, por ahí anda, pendiente, como está, desde La Habana, de esta reunión, con esperanzas de que se tomen decisiones para salvar a la humanidad, y hablaba de una ingloriosa clausura, una clausura sin gloria.  Estoy de acuerdo, será una clausura sin gloria.

Pero también quiero decir, señora Presidenta, en honor a todos los que han participado, porque aquí hay gente que no ha dormido en no sé cuántos días, un reconocimiento especial para ustedes, los negociadores, los ministros, los delegados, los jefes de delegación, los expertos, cuánto han trabajado, hay que darles un reconocimiento a todos (Aplausos), y tengamos fe en que el trabajo intenso de ustedes no se va a perder, es un aporte, es un aporte, nosotros nos vamos más conscientes del problema y más comprometidos a crear conciencia en nuestros pueblos por el tema del clima y por el tema del desequilibrio ambiental.

Ahora, así como Fidel dice que es una clausura la que va a ocurrir sin gloria, no quiero decir que sea con pena; no, no es con pena, no es una penosa clausura la que va a ocurrir esta tarde, es una clausura que deja al mismo tiempo abiertas esas esperanzas, esas esperanzas de que nosotros logremos tomar decisiones para salvar a la humanidad, y solo lo lograremos dejando de lado los intereses egoístas, especialmente de los países más desarrollados.

Quiero rendir tributo a Copenhague y a su espíritu, a su pueblo y a los pueblos del mundo, y comprometernos con la vida, comprometernos con el futuro.

Ingloriosa clausura, pero bonita clausura, llena de esperanzas.  Así nos llevamos a Copenhague en el corazón.

Señora Presidenta, muchas gracias.

Buenas tardes, señores (Aplausos).


Respuesta  Mensaje 78 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:05

Discurso en Copenhague: No cambien el clima, cambien el sistema

17 diciembre 2009 14 Comentarios

Foto Prensa Miraflores

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Discurso pronunciado por Hugo Chávez Frías, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas, en Copenhague, Dinamarca, el 16 de diciembre de 2009

Señor Presidente; Señores, señoras; Excelencias; amigas y amigos:

Les prometo que no voy a hablar más que el que más ha hablado esta tarde aquí.

Permítanme un comentario inicial, que hubiera querido hacer como parte del punto previo que fue ejercido por la delegación de Brasil, de China, de India, de Bolivia -nosotros estábamos allá pidiendo la palabra, pero no fue posible tomarla.

Dijo la representante de Bolivia -saludo, por cierto, al compañero presidente Evo Morales, quien está por allí (Aplausos), presidente de la República de Bolivia-, entre otras cosas, lo siguiente -tomé nota por aquí-:  “El texto presentado no es democrático, no es inclusivo.”

Yo venía llegando apenas y estábamos sentándonos cuando oímos a la Presidenta de la sesión anterior, la Ministra, decir que venía un documento por ahí, pero que nadie conoce. Yo he preguntado por el documento, aún no lo tenemos; creo que nadie sabe de ese documento, top secret. Ahora, ciertamente la camarada boliviana lo dijo: “No es democrático, no es inclusivo.”

Ahora, señoras, señores, ¿acaso no es esa precisamente la realidad de este mundo? ¿Acaso estamos en un mundo democrático? ¿Acaso el sistema mundial es inclusivo? ¿Podemos esperar algo democrático, inclusivo del sistema mundial actual? Lo que vivimos en este planeta es una dictadura imperial y desde aquí la seguimos denunciando: ¡Abajo la dictadura imperial y que vivan los pueblos, la democracia y la igualdad en este planeta! (Aplausos.)

Esto que aquí vemos es reflejo de ello: exclusión. Hay un grupo de países que se creen superiores a nosotros los del Sur, a nosotros el Tercer Mundo, a nosotros los subdesarrollados, o como dice el gran amigo Eduardo Galeano, nosotros los países arrollados como por un tren que nos arrolló en la historia.

Así que no nos extrañemos pues de esto, no nos extrañemos: No hay democracia en el mundo, y aquí estamos, una vez más, ante una poderosa evidencia de la dictadura imperial mundial.

Aquí subieron dos jóvenes; afortunadamente, los agentes del orden han sido decentes, algún empujón por ahí, y ellos colaboraron, ¿no?

Allá afuera hay mucha gente, ¿saben?; claro, no caben en este salón. He leído por la prensa que hubo algunos detenidos, algunas protestas intensas ahí en las calles de Copenhague, y quiero saludar a toda esa gente que está allá afuera, la mayor parte de ella jóvenes (Aplausos). Claro, son jóvenes preocupados, creo que con razón, mucho más que nosotros, por el futuro del mundo. La mayoría de los que estamos aquí tenemos el Sol a la espalda; ellos tienen el Sol al frente y están muy preocupados.

Uno pudiera decir, señor Presidente, que un fantasma recorre Copenhague, parafraseando a Carlos Marx, el gran Carlos Marx. Un fantasma recorre las calles de Copenhague, y creo que ese fantasma anda en silencio por esta sala, por ahí anda entre nosotros, se mete por los pasillos, sale por debajo, sube. Ese fantasma es un fantasma espantoso, casi nadie quiere nombrarlo. ¡El capitalismo es el fantasma! (Aplausos); casi nadie quiere nombrarlo, es el capitalismo. Ahí rugen los pueblos, ahí afuera se oyen.

Yo venía leyendo algunas consignas que hay en las calles pintadas, y creo que esas consignas de estos jóvenes algunas de ellas las oí cuando iban el joven y la joven allá. Hay dos de las que tomé nota, se oyen, entre otras, dos poderosas consignas: Una: “No cambien el clima, cambien el sistema” (Aplausos), y yo la tomo para nosotros: No cambiemos el clima, cambiemos el sistema y, en consecuencia, comenzaremos a salvar el planeta. El capitalismo, el modelo de desarrollo destructivo está acabando con la vida, amenaza con acabar definitivamente con la especie humana.

El otro lema llama a la reflexión, muy a tono con la crisis bancaria que recorrió al mundo y todavía lo golpea, y la forma como los países del Norte rico auxiliaron a los banqueros y a los grandes bancos; solo Estados Unidos…, bueno, se perdió la cifra, es astronómica, para salvar bancos. Dicen en las calles lo siguiente:  “Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado”, y creo que es verdad (Aplausos). Si el clima fuera un banco capitalista, de los más grandes, ya lo habrían salvado los gobiernos ricos.

Creo que Obama no ha llegado, recibió el Premio Nobel de la Paz casi el mismo día que mandaba 30 000 soldados más a matar inocentes en Afganistán, y viene ahora a presentarse aquí con el Premio Nobel de la Paz el Presidente de Estados Unidos.

Estados Unidos tiene la maquinita de hacer billetes, de hacer dólares y ha salvado…, bueno, creen haber salvado los bancos y el sistema capitalista.

Bien, esto, comentario al margen, que yo quería hacerlo allá, porque estábamos levantando la mano para acompañar a Brasil, a India, a Bolivia, a China en su interesante posición, que Venezuela y los países de la Alianza Bolivariana comparten con firmeza; pero, bueno, no nos dieron la palabra, así que no me cuente estos minutos, por favor, Presidente, eran para eso (Aplausos).

Bueno, fíjense, por ahí tuve el gusto de conocer a este escritor francés, Hervé Kempf. Recomiendo este libro, lo recomiendo, se consigue en español -por ahí está Hervé-, también en francés, en inglés seguramente, Cómo los ricos destruyen el planeta, de Hervé Kempf. Por eso fue que Cristo lo dijo: “Más fácil será que un camello entre por el ojo de una aguja, a que un rico entre al reino de los cielos.” Eso lo dijo Cristo nuestro Señor (Aplausos).

Los ricos están destruyendo el planeta. ¿Será que piensan irse para otro cuando destruyan este, tendrán planes para irse a otro planeta?; hasta ahora no se ve ninguno en el horizonte de la galaxia.

Apenas este libro me ha llegado -me lo ha regalado Ignacio Ramonet, que está por ahí también en esta sala-, y terminando el prólogo o el preámbulo esta frase es muy importante. Dice Kempf lo siguiente: “No podremos reducir el consumo material a nivel global si no hacemos que los poderosos bajen varios escalones, y si no combatimos la desigualdad; es necesario que al principio ecologista, tan útil a la hora de tomar conciencia: pensar globalmente y actuar localmente, le sumemos el principio que impone la situación:  consumir menos y repartir mejor.” Creo que es un buen consejo que nos da este escritor francés Hervé Kempf.

Bien, señor Presidente, el cambio climático es, sin duda, el problema ambiental más devastador del presente siglo: inundaciones, sequías, tormentas severas, huracanes, deshielos, ascenso del nivel medio del mar, acidificación de los océanos y olas de calor, todo eso agudiza el impacto de las crisis globales que nos azotan.

La actual actividad humana supera los umbrales de la sostenibilidad, poniendo en peligro la vida en el planeta; pero también en ello somos profundamente desiguales, quiero recordarlo. Los 500 millones de personas más ricas, ¡quinientos millones!, esto es el 7%, ¡siete por ciento!, seven por ciento de la población mundial. Ese 7% es responsable, esos 500 millones de personas más ricas son responsables del 50% de las emisiones contaminantes, mientras que el 50% más pobre es responsable de solo 7% de las emisiones contaminantes. Por eso a mí me llama la atención, es un poco extraño llamar aquí a Estados Unidos y a China al mismo nivel. Estados Unidos llegará si acaso a 300 millones de habitantes; China tiene casi cinco veces más población que Estados Unidos. Estados Unidos consume más de 20 millones de barriles diarios de petróleo; China llega apenas a 5 o 6 millones de barriles diarios. No se puede pedir lo mismo a Estados Unidos y a China. He allí temas que hay que discutir. Ojalá pudiéramos los jefes de Estado y de Gobierno sentarnos a discutir de verdad, verdad, sobre estos temas.

Luego, señor Presidente, el 60% de los ecosistemas del planeta están dañados, el 20% de la corteza terrestre está degradada. Hemos sido testigos impasibles de la deforestación, la conversión de tierras, la desertificación, las alteraciones de los sistemas de agua dulce, la sobreexplotación de los recursos marinos, la contaminación y la pérdida de la diversidad biológica. La utilización exacerbada de la tierra sobrepasa en un 30% la capacidad para regenerarla. El planeta está perdiendo la capacidad para autorregularse, eso lo está perdiendo el planeta; cada día se liberan más desechos de los que pueden ser procesados. La supervivencia de nuestra especie martilla en la conciencia de la humanidad.

A pesar de la urgencia, han transcurrido dos años de negociaciones para concluir un segundo período de compromisos bajo el Protocolo de Kyoto y asistimos a esta cita sin un acuerdo real y significativo.

Y, por cierto, acerca del texto que viene de la nada -como algunos lo calificaron, el representante chino-, Venezuela dice y los países del ALBA decimos, la Alianza Bolivariana, que nosotros no aceptamos, desde ya lo decimos, ningún otro texto que no sea el que venga de los grupos de trabajo, del Protocolo de Kyoto y de la Convención, son los textos legítimos que se han estado discutiendo con tanta intensidad en estos años y en estas últimas horas. Creo que ustedes no han dormido; además de que no han almorzado, no han dormido, ¿eh?, no me parece lógico que salga un documento de la nada, como dicen ustedes.

El objetivo científicamente sustentado de reducir la emisión de gases contaminantes y lograr un convenio de cooperación a largo plazo, a todas luces, hoy, a esta hora, parece haber fracasado, por ahora. ¿La razón cuál es? No tenemos duda, la razón es la actitud irresponsable y la falta de voluntad política de las naciones más poderosas del planeta. Nadie se sienta ofendido, recurro al gran José Gervasio Artigas cuando dijo: “Con la verdad ni ofendo ni temo”; pero, en verdad es una actitud irresponsable, de marchas de contramarchas, de exclusión, de un manejo elitesco de un problema que es de todos y que solo podremos resolver todos.

El conservadurismo político y el egoísmo de los grandes consumidores, de los países más ricos denotan una alta insensibilidad y falta de solidaridad con los más pobres, con los hambrientos, con los más vulnerables a las enfermedades, a los desastres naturales.

Señor Presidente, es imprescindible un nuevo y único acuerdo aplicable a partes absolutamente desiguales, por la magnitud de sus contribuciones y capacidades económicas, financieras y tecnológicas y que esté basado en el respeto irrestricto a los principios contenidos en la Convención.

Los países desarrollados deberían establecer compromisos vinculantes, claros y concretos en la disminución sustancial de sus emisiones y asumir obligaciones de asistencia financiera y tecnológica a los países pobres, para hacer frente a los peligros destructivos del cambio climático. En tal sentido, la singularidad de los estados insulares y de los países menos desarrollados debería ser plenamente reconocida.

Señor Presidente, el cambio climático no es el único problema que afecta hoy a la humanidad; otros flagelos e injusticias nos acechan, la brecha que separa a los países ricos y pobres no ha dejado de crecer, a pesar de todos los Objetivos del Milenio, la Cumbre de Monterrey sobre financiamiento, todas esas cumbres -como decía aquí el Presidente de Senegal, denunciando una gran verdad, promesas y promesas y promesas incumplidas, y el mundo sigue su marcha destructiva.

El ingreso total de los 500 individuos más ricos del mundo es superior al ingreso de los 416 millones de personas más pobres. Los 2 800 millones de personas que viven en la pobreza, con menos de dos dólares al día, y que representan el 40% de la población global, ¡ese cuarenta por ciento de la población global!, obtiene solo el 5% del ingreso mundial.

Hoy mueren al año unos 9,2 millones de niños antes de alcanzar el quinto año de vida, y el 99,9% de estas muertes ocurren en los países más pobres. La mortalidad infantil es de 47 muertes por 1 000 nacidos vivos; pero es de solo 5 por cada 1 000 en los países ricos. La esperanza de vida en el planeta es de 67 años, en los países ricos es de 79, mientras en algunas naciones pobres es de solo 40 años.

Adicionalmente existen 1 100 millones de habitantes sin acceso al agua potable; 2 600 millones sin servicio de saneamiento; más de 800 millones de analfabetos y 1 020 millones de personas hambrientas. Ese es el escenario del mundo.

Ahora, la causa, ¿cuál es la causa? Hablemos de la causa, no evadamos responsabilidades, no evadamos la profundidad de este problema. La causa, sin duda -vuelvo al tema-, de todo este desastroso panorama es el sistema metabólico, destructivo del capital y su modelo encarnado: el capitalismo.

Aquí hay una cita que quiero leerles, brevemente, de ese gran teólogo de la Liberación, Leonardo Boff, como sabemos, brasileño, nuestroamericano.

Leonardo Boff dice, sobre este tema, lo siguiente: “¿Cuál es la causa? ¡Ah!, la causa es el sueño de buscar la felicidad a través de la acumulación material y del progreso sin fin, usando para eso la ciencia y la técnica, con las cuales se pueden explotar de forma ilimitada todos los recursos de la Tierra”, y cita por aquí a Charles Darwin y su selección natural, la sobrevivencia de los más fuertes; pero sabemos que los más fuertes sobreviven sobre las cenizas de los más débiles.

Juan Jacobo Rousseau -siempre hay que recordarlo- decía aquello: “Entre el fuerte y el débil la libertad oprime.” Por eso es que el imperio habla de libertad, es la libertad para oprimir, para invadir, para asesinar, para aniquilar, para explotar, esa es su libertad. Y Rousseau agrega la frase salvadora: “Solo la ley libera.”

Hay algunos países que están jugando a que aquí no haya documento, porque precisamente no quieren una ley, no quieren una norma, porque la inexistencia de esa norma les permite jugar su libertad explotadora, su libertad arrolladora.

¡Hagamos un esfuerzo y presionemos, aquí y en las calles, para que aquí salga un compromiso, salga un documento que comprometa a los países más poderosos de la Tierra! (Aplausos.)

Se pregunta, Presidente, Leonardo Boff -¿usted le ha conocido, a Boff? No sé si pudo venir Leonardo, yo lo conocí hace poco en Paraguay; siempre lo hemos leído-: “¿Puede una Tierra finita soportar un proyecto infinito?” La tesis del capitalismo: el desarrollismo infinito, es un modelo destructivo, aceptémoslo.

Luego nos pregunta Boff: “¿Qué podríamos esperar de Copenhague?” Apenas esta sencilla confesión: así como estamos no podemos continuar, y un propósito simple: ¿Vamos a cambiar de rumbo? Hagámoslo, pero sin cinismo, sin mentiras, sin dobles agendas, sin documentos salidos de la nada, con la verdad por delante.

¿Hasta cuándo, nos preguntamos desde Venezuela, señor Presidente, señoras, señores, hasta cuándo vamos a permitir tales injusticias y desigualdades? ¿Hasta cuándo vamos a tolerar el actual orden económico internacional y los mecanismos de mercado vigentes? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que grandes epidemias como el VIH/SIDA arracen con poblaciones enteras? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que los hambrientos no puedan alimentarse ni alimentar a sus propios hijos? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que sigan muriendo millones de niños por enfermedades curables? ¿Hasta cuándo vamos a permitir conflictos armados que masacran a millones de seres humanos inocentes, con el fin de apropiarse los poderosos de los recursos de otros pueblos?

¡Cesen las agresiones y las guerras, pedimos los pueblos del mundo a los imperios, a los que pretenden seguir dominando el mundo y explotándonos! ¡No más bases militares imperiales ni golpes de Estado! Construyamos un orden económico y social más justo y equitativo. Erradiquemos la pobreza. Detengamos de inmediato los altos niveles de emisión, frenemos el deterioro ambiental y evitemos la gran catástrofe del cambio climático. ¡Integrémonos en el noble objetivo de ser todos más libres y solidarios!

Señor Presidente, hace casi dos siglos un venezolano universal, libertador de naciones y precursor de conciencia, dejó para la posteridad un apotegma pleno de voluntad: “Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca.” Era Simón Bolívar, El Libertador.

Desde la Venezuela bolivariana, donde un día como hoy, por cierto, hace 10 años exactos vivimos la tragedia climática más grande de nuestra historia, la tragedia de Vargas, así llamada; desde esa Venezuela cuya revolución intenta conquistar la justicia para todo su pueblo, solo posible por el camino del socialismo… El socialismo, el otro fantasma del que hablaba Carlos Marx, ese anda por ahí también; más bien es como un contrafantasma. El socialismo, ese es el rumbo, ese es el rumbo para la salvación del planeta, no tengo yo la menor duda. Y el capitalismo es el camino al infierno, a la destrucción del mundo.

El socialismo, desde esa Venezuela que enfrenta por ello las amenazas del imperio norteamericano, desde los países que conformamos el ALBA, la Alianza Bolivariana, exhortamos, yo quiero, con respeto, pero desde mi alma exhortar, a nombre de muchos en este planeta, a los gobiernos y a los pueblos de la Tierra, parafraseando a Simón Bolívar, El Libertador: si la naturaleza destructiva del capitalismo se opone, pues luchemos contra ella y hagamos que nos obedezca, no esperemos de brazos cruzados la muerte de la humanidad.

La historia nos llama a la unión y a la lucha. Si el capitalismo se resiste, nosotros estamos obligados a dar la batalla contra el capitalismo y a abrir los caminos de la salvación de la especie humana. Nos toca a nosotros, levantando las banderas de Cristo, de Mahoma, de la igualdad, del amor, de la justicia, del humanismo, del verdadero y más profundo humanismo. Si no lo hiciéramos, la más maravillosa creación del universo, el ser humano, desaparecerá, ¡desaparecerá!

Este planeta tiene miles de millones de años, y vivió este planeta miles de millones de años sin nosotros, la especie humana; es decir, no le hacemos falta nosotros para que él exista. Ahora, nosotros sin la Tierra no vivimos, y estamos destrozando la Pachamama, como dice Evo, como dicen nuestros hermanos aborígenes de Suramérica.

Finalmente, señor Presidente, ya para terminar, oigamos a Fidel Castro cuando dijo: “Una especie está en peligro de extinción:  el hombre.” Oigamos a Rosa Luxemburgo cuando dijo: “Socialismo o barbarie.” Oigamos a Cristo, el Redentor, cuando dijo: “Bienaventurados los pobres, porque de ellos será el reino de los cielos.”

Señor Presidente, señoras y señores, seamos capaces de hacer de esta Tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta Tierra un cielo, un cielo de vida, de paz y de hermandad para toda la humanidad, para la especie humana.

Señor Presidente, señoras y señores, muchísimas gracias y buen provecho (Aplausos


Respuesta  Mensaje 79 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:07

7 .-

Las Líneas de Chávez: Del Mercorsur al Alba

13 diciembre 2009 2 Comentarios

I

“Un buen ciudadano debe siempre pensar con respecto a sí mismo, lo que calcularía con respecto a los demás, poniéndose siempre fuera de la esfera de sus intereses personales y de sus propias inclinaciones”, decía nuestro Libertador Simón Bolívar el 22 de septiembre de 1817.

He allí la regla de oro, el fundamento principal, el barro originario de donde deben formarse la mujer nueva y el hombre nuevo que hagan posible la real democracia revolucionaria que soñamos; para que, por igual, exista una Sociedad Republicana, “…la que se compone de hombres ÍNTIMAMENTE unidos por un común sentir de lo que conviene a todos-viendo cada uno en lo que hace por conveniencia propia, una parte de la conveniencia GENERAL”, como bien decía Simón Rodríguez, nuestro primer bolivariano, en Sociedades Americanas de 1828, al formular la base de nuestro pensamiento emancipador, raíz de nuestro real y verdadero socialismo.

Es esta la gran batalla que tenemos que seguir dando, y la más difícil de todas, para evitar que “el robo, la traición y la intriga, triunfen del patriotismo y de la rectitud”, como solía decir nuestro Bolívar.

Cuando nuestros esfuerzos han rendido frutos excelentes contra el crimen organizado y las mafias de la banca, la corrupción que impera en ciertos juzgados ha pretendido quitarnos la esperanza de seguir mejorando. A Dios gracias pareciera tratarse de un caso aislado: el de una jueza complaciente y corrupta.

Hago un llamado de Exhorto al Poder Judicial, representado por el Tribunal Supremo de Justicia, a mantenerse vigilante y evitar que así se pierdan tantos esfuerzos que desde el Ejecutivo, el Ministerio Público y la Asamblea Nacional hemos venido desplegando para la salvaguarda de los intereses de nuestro Pueblo: los únicos intereses que deben importarnos.

Es una gran verdad innegable la que anda por las calles y en la voz de nuestros compatriotas: ¡Aquí ahora sí hay Gobierno! Pero ello no basta si queremos tener República: el tiempo es propicio para que todos los poderes, liberados del lastre de su división -como consecuencia de una nefasta herencia que debemos superar más temprano que tarde- trabajen coordinadamente como lo exige el constitucionalismo popular que toma forma en Venezuela y en Nuestra América. Debe llegar el día en que la voz del pueblo pueda decir con plena certeza: ¡Ahora sí tenemos Estado!

II

No hay tiempo revolucionario que, en tanto que tal, no se desenvuelva de acontecimiento en acontecimiento, más allá de las simples sucesiones que caracterizan los momentos evolutivos. Y es ésta una de las razones que nos convencen de que en Venezuela y en toda Nuestra América estamos en Revolución.

Tantos han sido los acontecimientos de esta semana que sería imposible abarcarlos todos en estas breves líneas. Intentaré una apretada síntesis.

Quiero resaltar, en primer término, nuestra asistencia a la Cumbre de Mercosur, en Montevideo, Uruguay.

Una vez más voy a reiterarlo: Venezuela quiere ser miembro pleno de Mercosur. Pero en nuestra actual condición de miembro asociado, seguiremos jugando fuerte por la integración y, aún más, por la unión. “Unidos o dominados”, como decía mi general Perón; y decir Perón es decir Bolívar, San Martín y tantos otros y tantas otras. Como reza el viejo dicho popular, la unión hace la fuerza: la unión plena.

El Banco del Sur, Petrosur, Telesur son instrumentos para fortalecer a un nuevo Mercosur: a un Mercosur que responda al cambio de época.

Luego estuvimos en Buenos Aires, el 9 de diciembre, para honrar los compromisos que junto a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estamos empeñados en cristalizar, superando las dilaciones y los obstáculos creados por ese peligroso enemigo contrarrevolucionario: la burocracia.

No podía ser más propicia la fecha para efectuar nuestra reunión trimestral de trabajo: aniversario de la batalla de Ayacucho; de “la cumbre de la gloria americana”, como decía nuestro Libertador.

Vale la pena destacar que 13 grandes barcos cargados de cientos de contenedores vienen por aguas del Atlántico hacia Venezuela, para traernos productos argentinos.

Igualmente, Aerolíneas Argentinas y Conviasa aumentarán su número de vuelos entre Caracas y Buenos Aires, para ampliar nuestro eje turístico y estratégico comercial. En fin, son 63 proyectos, la gran mayoría en ejecución, que reafirman la fuerza histórica de la unidad.

III

El 10 de diciembre hemos celebrado 150 años de la gesta de Santa Inés. Celebración viva y en batalla por la dignificación de nuestros campesinos y campesinas.

El verbo de César Rengifo se ha hecho carne en este nuevo tiempo histórico: “¡Porque ya Ezequiel Zamora va con el pueblo y hay una tempestad por los caminos!”.

El espíritu zamorano está, una vez más, al frente de la batalla por la tierra, por la liberación de las tierras comunes: la guerra a muerte contra el latifundio, ese anacronismo tan feudal como improductivo, debe reimpulsarse permanentemente.

¡Ni una traición más para la causa agraria y para los campesinos y campesinas de Venezuela! Estamos dispuestos a hacer respetar sus derechos: allí está la Fuerza Armada Bolivariana, como un todo, para corroborarlo frente a quien sea y contra quien sea. Igualmente, la sangre de tantos dirigentes campesinos asesinados clama por el cese de la impunidad y por el sí definitivo a la justicia.

IV

“Una sola debe ser la Patria de todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad”, le escribe nuestro Padre Libertador a Juan Martín Pueyrredón, supremo director de las Provincias del Río de La Plata en 1818. El imperativo que se desprende de estas palabras sigue siendo nuestra meta suprema, el rumbo de nuestros pueblos, la vía hacia nuestra regeneración como Patria unida y grande.

El 14 de diciembre de 2004 nació, en La Habana, el instrumento unitario y antiimperialista por excelencia con Cuba y Venezuela en la vanguardia. Hoy, cinco años después, la presencia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América es la cartilla de dirección por la que asumimos el sueño bolivariano: el mandato histórico de nuestros pueblos cuya unidad espiritual trasciende las fronteras.

Hoy quiero insistir en un punto de honor: el golpe contra Honduras fue un golpe contra la Alianza Bolivariana. Pero, igualmente, el carácter irreversible de este proceso unitario y revolucionario se mantiene vivo en la resistencia del pueblo hondureño: en su ejercicio de conciencia y en su dignidad reconquistada.

Nunca como ahora han retumbado con tanta fuerza las palabras de José Martí, apóstol de Nuestra América: “¿A dónde va la América, y quién la junta y guía? Sola, y como un solo pueblo, se levanta. Sola pelea. Vencerá, sola”. Nuestra América va hacia su definitiva Independencia. Hoy la Alianza Bolivariana la junta y la guía.

¡¡ Patria socialista o muerte !!

¡Venceremos!


Respuesta  Mensaje 80 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:08

Las Líneas de Chávez: 6D, once años después

6 diciembre 2009 3 Comentarios

I

La publicación de esta nueva entrega de Las líneas de Chávez -la número 50: no es poca cosa- coincide con el décimo primer aniversario de la gran victoria popular del 6 de diciembre de 1998. En esta luminosa y trascendente fecha, la voluntad soberana de las mayorías liquidó definitivamente al modelo político puntofijista que desgobernó y saqueó a Venezuela durante cuarenta largos años, abriendo de par en par los grandes portones de un nuevo tiempo histórico: el tiempo de la Revolución hecha Gobierno.

La Revolución que se inició con la rebelión popular del 27 de febrero de 1989, y prosiguió con las rebeliones militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992, desencadenó un largo y complejo proceso de organización y acumulación de fuerzas que hizo posible la espléndida y hermosa síntesis del 6 de diciembre de 1998.

Aquel memorable 6 de diciembre el pueblo tomó la decisión irrevocable de convertirse en protagonista de su propia historia y conductor de su propio destino. No se trataba de una jornada electoral más ni de cambiar a un presidente por otro: el pueblo quería ser y se hizo el alfarero de una nueva República y el constructor de una Venezuela real y verdaderamente libre, real y verdaderamente soberana, real y verdaderamente independiente.

Compatriotas: A la luz de este gran día de aniversario quiero volver a expresar, con el más fiel y acendrado sentimiento de amor, la infinita admiración y la no menos infinita gratitud que siento hacia ustedes, el gran pueblo del Padre Simón Bolívar. A ustedes me debo: a ustedes le pertenece mi vida.

II

¡Bancos para el Pueblo!

Necesario es insistir en la profunda diferencia existente entre la lógica del Estado revolucionario que estamos creando, que hace del pueblo su razón de ser, y la lógica del Estado burgués.

Dentro de la lógica del Estado burgués el capital se paga y se da el vuelto: lo único que importa es el fortalecimiento permanente del propio capital para sostener una estructura económica que no sólo vela por los privilegios abusivos de unos pocos, sino que está diseñada para la reproducción de un modelo de sociedad signado por la desigualdad y la exclusión de las mayorías.

Hagamos memoria: cuando la crisis financiera sacudió a Estados Unidos, vimos cómo el poder del Estado salió presto a auxiliar a los banqueros corruptos dejando en el olvido a los ahorristas.

En nuestro caso, la intervención estatal de -hasta ahora- siete bancos se orienta, sin ambigüedades, hacia la protección de los y las ahorristas, garantizándoles lo que les pertenece por derecho. En este caso concreto, se trata de la cantidad de 713.200 depositantes que confiaron en esos siete bancos. Pero, además, tomamos la decisión de pasar al sistema financiero público a dos de estos bancos con la soberana intención de fortalecer y ampliar el apoyo a los sectores socialmente más necesitados.

¡Vaya diferencia! Allá los banqueros son protegidos para que continúen con sus marramucias; aquí los delincuentes de cuello blanco van a parar a la cárcel.

Indigna que las voces apátridas y desestabilizadoras que se dan cita en los medios privados pretendan crear zozobra a partir de falsedades: son las mismas voces que no dijeron nada en relación con la crisis financiera del país del Norte al que tanto veneran. ¡No se saldrán con la suya: no podrán con nosotros!

Tengamos presente que “uno de los graves problemas que hoy deben enfrentarse son las derivaciones que ha generado un sistema y, en este caso, un sistema financiero propio del capitalismo, que ha provocado a lo largo de la historia innumerables crisis”, tal como lo señaló, con toda precisión, nuestro ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, el pasado 30 de noviembre.

Estamos sentando un precedente histórico. Si echamos la mirada hacia atrás, nos encontramos con una sucesión de gobiernos que sólo privilegiaban a los dueños de la banca, premiándoles sus fechorías, tal y como sucedió con el último Gobierno de la 4ta República, al que nunca le importó la suerte de los miles y miles de compatriotas que se convirtieron en víctimas de la crisis bancaria de 1994. Todo lo contrario: procedió a auxiliar financieramente a los causantes de aquella terrible crisis, quienes no conformes con robar flagrantemente a sus ahorristas, procedieron a volarse con la plata del Estado, esto es, con el dinero de todos los venezolanos. Ni uno solo de los llamados banqueros prófugos pagó por sus delitos.

Razón tenía José Martí: “Importa que el dinero sea abundante, importa más que lo den manos honradas”. No permitiremos, pues, que la deshonra nos contamine y deshumanice: hay que hacer imperar la justicia si queremos seguir avanzando en el proyecto bolivariano. Dejar que los banqueros delincuentes se salgan con la suya equivaldría a defraudar la confianza del pueblo y, más aún, a herir gravemente al alma nacional.

Estamos obligados a llamar al pan, pan, y al vino, vino, fuera de todo eufemismo cómplice y justificador de lo injustificable: ésta debe ser la base de nuestro discurso ante una arremetida mediática que, todos los días, lanza a los cuatro vientos que Chávez “quiebra bancos para hacerse de ellos”. No basta decir que “hemos liquidado dos bancos”: necesario es explicar, detalladamente, el porqué de su liquidación, cuáles son las causas que llevaron a tal decisión, con las pruebas en la mano, para que tales banqueros queden ante la opinión pública como lo que real y verdaderamente son: vulgares ladrones, rateros encorbatados, carteristas y cleptómanos empedernidos que, al menor descuido, te vacían los bolsillos y todo lo que tengas en tu casa.

Cierto que hemos derrotado, en gran medida, la campaña terrorista de los medios privados, pero necesario es pulverizarla completamente, a sabiendas de que un sector no desdeñable de nuestra población continúa bajo su desquiciante influencia.

III

¡Evo Bolivia!

En el día de hoy nuestra hermana Bolivia, la hija predilecta del Libertador, va a consolidar el proyecto transformador que lidera nuestro camarada Evo Morales.

Resuenan ya los cantos de victoria que bajan del nevado Sajana, de las serenas aguas del Titicaca, del Altiplano, de las salinas de Uyuní.

Se preguntaba nuestro Libertador: “¿Qué quiere decir Bolivia?”. Y se respondía con absoluta convicción: “Un amor desenfrenado de libertad”. Un amor que volverá a imponerse en este día.

Bolivia avanza hacia su definitiva descolonización: hoy se reconoce, con renovado orgullo, en la fuerza y la densidad de la milenaria memoria aborigen. Los olvidados y excluidos de siempre han dejado de ser las víctimas seculares del racismo y la segregación: hoy ejercen el poder y son legítimos dueños de su destino y su dignidad.

Todo ello ha sido posible porque en la Presidencia está uno de los suyos que, cada día, cumple fielmente con el sagrado mandato de gobernar obedeciendo. Un mandato que, desde siempre, lleva en la conciencia y en el corazón.

Son las tradiciones originarias las que están en el poder con Evo: es el modo comunitario de producción y de vida el que está en el poder con Evo. Evo es un jefe indio que no va a traicionar ni a traicionarse porque es fiel a un legado ancestral que está más vivo que nunca.

Hoy los bolivianos y bolivianas se lanzarán a las calles, campos y serranías a respaldar a un hombre que se las está jugado junto a ellos y ellas: a Evo Pueblo, Evo Bolivia.

¡¡ Patria socialista o muerte !!

¡¡Venceremos para siempre!!


Respuesta  Mensaje 81 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:09

Las Líneas de Chávez: ¡¡Campeones Bolivarianos!!

29 noviembre 2009 1 Comentario

I

Creo que hasta los pronósticos más atrevidos se quedaron cortos ante el rotundo éxito que nuestros atletas, el maravilloso colectivo que conforman entre todas y todos, han obtenido en los XVI Juegos Bolivarianos. Venezuela se alzó con su décimo tercer título bolivariano, superando su propio récord en medallas de oro que era de 189 (en Ecuador 2001): 205 preseas doradas, 166 de plata, 96 de bronce, para un total de 467. Y ello no es más que un preludio de lo que nuestras muchachas y muchachos pueden hacer, rumbo al gran compromiso de Londres 2012.

“Ciertamente, el oro y la plata son objetos preciosos; pero la existencia de la República y la vida de los ciudadanos son más preciosos aún”, decía nuestro Bolívar en 1820. Y si he querido recordar esta hermosa frase es para que reflexionemos sobre el significado y sentido del hecho innegable de que, por primera vez, no sólo podemos afirmar la existencia de una real y verdadera República, sino que por primera vez tenemos Patria donde la vida de cada uno de sus ciudadanos y ciudadanas constituye el más precioso de nuestros fines. La cosecha de oro, plata y bronce obtenida en Bolivia es luminoso testimonio de la dignificación personal y colectiva que nuestro pueblo todo viene alcanzando.
¡¡Felicitaciones, campeones bolivarianos!!

II
Quiero destacar, con gran satisfacción y orgullo, la visita que este miércoles nos dispensó el presidente de la República Islámica de Irán, Mahmud Ahmadinejad: ese gladiador de las luchas antiimperialistas, así lo he llamado, ejemplo de firmeza, de constancia, de batalla, por la libertad de su pueblo.

La Revolución Iraní y la Revolución Bolivariana son hijas de una misma Historia, la de las luchas de nuestros pueblos por su liberación.

En compañía de Ahmadinejad no sólo hemos firmado un grupo de nuevos convenios, sino que mostramos además los grandes avances en la ejecución de los numerosos proyectos que ambos países hemos puesto en marcha.

Vamos unidos con Irán en una dinámica internacional que cada día crece más y más, orientada por aquello que nuestro Libertador Bolívar denominaba el equilibrio del universo. Bien lo dijo Ahmadinejad: “Hoy ya no sirven el armamento o las municiones, nadie puede imponer su opinión mediante armas a los pueblos, esa es una lógica ya derrotada”.

Es a través de la liberación de los pueblos como podremos alcanzar la grandeza de la humanidad como un todo. Y es a través de la unión de nuestros pueblos como lograremos la ansiada liberación.

III
Hoy domingo 29 de noviembre, se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Solidaridad con el Pueblo Palestino.

Recordemos el verbo fundador de Mahmud Darwish, que sigue haciéndose carne, día a día, en los palestinos y palestinas heroicos por medio de su resistencia: “Nuestra patria resplandece a lo lejos / E ilumina su entorno… / Pero nosotros en ella / Nos ahogamos sin cesar”.

La Patria palestina, desde siempre ha latido, a pesar de la lejanía geográfica, en el corazón de todos los venezolanos y venezolanas: ha resplandecido en nuestro espíritu y sentimiento libertario, antiimperialista y anticolonial, fundado en nuestra profunda herencia bolivariana.

Por todo ello recibimos la visita, esta semana, del presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, para renovar y reafirmar nuestra solidaridad inquebrantable con la causa del pueblo palestino.

Exigimos y seguiremos exigiendo al Estado de Israel que no siga perturbando, obstaculizando y desestabilizando la existencia libre, soberana e independiente de Palestina.

A quienes hace días, el 9 de noviembre, “celebraban” -entre comillas, porque ya ni saben qué es lo que celebran- los 20 años de la caída del muro de Berlín, hay que recordarles la existencia de un muro que simboliza toda la ignominia de este mundo, un muro que debería caer definitivamente en la actualidad: el muro construido por Israel a lo largo de Cisjordania. El muro del apartheid contra el pueblo palestino.

IV
Al escribir estas líneas no tenemos noticia cierta de lo que sucederá en la farsa electoral que se realizará en Honduras. No puede tener otro nombre que farsa, lo que a todas luces es la segunda etapa de un golpe de Estado. Este es el flamante modelo hondureño: la nueva técnica del imperio, el “golpe legal”.
El rostro del imperialismo se reveló, una vez más, con la traición al presidente Zelaya y al enteramente criticable Acuerdo de San José-Tegucigalpa. Estados Unidos e Israel, lamentablemente junto a un pequeño grupo de gobiernos de la región, se aprestarán a reconocer al “gobierno” que surja de la farsa.

El Imperio está en decadencia pero, por eso mismo, es más agresivo. Cuando el presidente Obama señala que estas “elecciones” son un “comenzar desde cero”, debemos entender no sólo el gesto de hipocresía: es la confirmación del modo en que Estados Unidos busca conservar su poderío en la región.

Tenemos que salirle al paso a esta vuelta de tuerca en la nueva estrategia imperial. La voluntad popular de los pueblos de Nuestra América ha podido revertir situaciones de este calibre. Lo demostró la unidad del pueblo y la Fuerza Armada en la gloriosa jornada del 13 de abril de 2002 en Venezuela. Lo está demostrando el pueblo hondureño en cinco meses de resistencia y el presidente Zelaya con su valiente y dignísimo proceder. Venezuela no reconocerá a otro presidente hasta tanto no se haga justicia.

¡¡¡El pueblo hondureño vencerá!!!

V

Proceso real y verdaderamente democrático es el que este domingo protagoniza el hermano pueblo del Uruguay: 2,5 millones de uruguayos y uruguayas irán a las urnas electorales para decidir el destino del país durante los próximos cinco años. Nada pueden esperar los uruguayos sino de ellos mismos -para decirlo con el infinito oriental José Gervasio Artigas- y tengo la más segura de las certidumbres de que, con el ejercicio de la soberanía popular, reafirmarán su camino. Hoy más que nunca, parafraseando a Benedetti, el Uruguay existe y, aún más, sabe que existe. ¡Salud al gran pueblo uruguayo!

VI
Ayer sábado continuaron las jornadas del Congreso Extraordinario del Psuv. Una comisión de delegados asistió al homenaje que le hicimos a nuestros Campeones Bolivarianos. Y luego, instalados en plenaria, los 772 delegados de las patrullas socialistas, iniciaron junto al gobierno el abordaje de un conjunto de temas de alto interés para nuestro pueblo. El primero de ellos fue el de la seguridad ciudadana y la lucha contra la delincuencia. Con la presencia de un conjunto de expertos y de los más de mil compatriotas que están en fase de rigurosa capacitación para conformar las primeras unidades de la Policía Nacional Bolivariana, dimos un intenso y constructivo debate. De allí salieron varias líneas de acción para la gran estrategia y las tácticas correspondientes que nos permitirán derrotar este flagelo.
¡El Gobierno, El Psuv, la Policía Nacional, la Fuerza Armada Bolivariana y el pueblo haremos un solo frente contra el delito! ¡Y venceremos!
Y el congreso del Psuv se va convirtiendo en un gran escenario de debate, de análisis y de soluciones revolucionarias.

¡¡Rumbo al Socialismo!!


Respuesta  Mensaje 82 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:10

Las Líneas de Chávez: La Batalla Patria

22 noviembre 2009 4 Comentarios

I

El miércoles pasado, 18 de noviembre, se cumplió el quinto aniversario del criminal atentado terrorista que le quitó la vida a Danilo Anderson, el Fiscal Valiente.

Nada ni nadie puede ni podrá arrancar del sentimiento popular su luminoso ejemplo. ¡Honor y gloria a Danilo Anderson: adalid de la justicia!

Y por Danilo y por todos los mártires de este tiempo de Revolución, no puedo sino unir mi voz a la de todo el pueblo: ¡Castigo a los culpables! ¡Basta de impunidad!

II

De la mayor importancia fue el Encuentro Internacional de Partidos de Izquierda que se ha celebrado esta semana. Durante dos días, 20 y 21 de noviembre, 53 organizaciones revolucionarias de cinco continentes se dieron cita en Caracas. Felicito al PSUV porque cumplió a cabalidad su rol como organizador.

Las vías hacia el socialismo han vuelto a abrirse: la izquierda está obligada a repensarse en profundidad. El debate de ideas es decisivo para no repetir los errores que distorsionaron y debilitaron la causa socialista en el siglo XX, para que en el siglo XXI el socialismo se convierta, como avizoraba Mariátegui, no en calco o copia, sino en creación heroica y soberana de cada pueblo y, por supuesto, en unidad popular universal para darle vida a un nuevo internacionalismo.

Quiero llamar la atención de mis compatriotas sobre la unanimidad que reinó en este Encuentro con respecto a la instalación de las bases militares yanquis en Colombia. Hay un estado de conciencia común sobre la gravísima amenaza que representan para Venezuela, en primer término, y por extensión para la región suramericana y para toda Nuestra América.

Este Encuentro fue una nueva ratificación de que la Venezuela bolivariana no está sola, hoy está más acompañada que nunca.

III

En las elecciones del pasado domingo 15 de noviembre escogimos, entre nuestra militancia, a los delegados y delegadas al Congreso Extraordinario del PSUV: fue una muestra más del espíritu transformador y de la fortaleza revolucionaria que nos anima.

Cumplimos nuevamente con el rigor que la historia nos exige. Obedeciendo al designio popular al que nos debemos, llamamos a consulta para consolidar la organización política de nuevo tipo que necesita la Revolución Bolivariana, y con la orientación firme de hacer grande y digna a la Patria. ¡Vaya manera de fortalecernos!

Tengo plena certeza de que a través de este ejercicio soberano y participativo, elegimos a hombres y mujeres de espíritu bolivariano y revolucionariamente acendrado, y con el compromiso de servir con pasión y desinterés al pueblo. Al pueblo que se ha puesto en marcha hacia su destino anhelado: el socialismo.

No podemos dar reposo a nuestros brazos ni descanso a nuestras almas hasta que, como quería nuestro Libertador, la igualdad establecida y practicada y la mayor suma de felicidad posible sean realidad viva y tangible para todos y todas.

Cada día debemos ser más y más bolivarianos y bolivarianas. Cada día debemos sacar el Bolívar que llevamos por dentro.

Lo dicho hasta aquí me permite, ahora, enfatizar la trascendencia del Congreso que se inició ayer sábado 21 de noviembre, y se extenderá hasta el mes de marzo de 2010, como un espacio crucial de reflexiones, debates y definiciones. De allí deben surgir no sólo las orientaciones ideológicas, las concepciones revolucionarias y las críticas inexorables que el partido debe hacerse sin complejos, sino además de allí debe emerger un sentido claro que podamos convertir en praxis transformadora, para allanar el camino que nos conduzca a cumplir en profundidad el proyecto bolivariano y socialista que nos hemos trazado y que estamos ganados a convertir en encarnación histórica.

Se trata de definir colectivamente, con lucidez y audacia, la táctica y la estrategia de la transición hacia el socialismo, rumbo a la Independencia definitiva de Venezuela.

Queremos ser, en realidad y en verdad, un partido de nuevo tipo: estamos en pleno proceso de construcción. Por eso mismo, éste no va a ser un Congreso encerrado sobre sí mismo durante cada fin de semana. Si algo debe caracterizarlo es su profunda carga dialéctica: una dialéctica fecunda y viva generada por la interacción permanente entre los delegados y delegadas con la base militante y con el pueblo todo. No está demás recordarlo: ser delegado o delegada no es un privilegio sino una responsabilidad; ser delegado o delegada no significa ser representante, sino vocero o vocera, conexión vibrante y potenciadora con las patrullas, con las comunidades, con el pueblo.

Compatriotas que me leen: No perdamos de vista lo siguiente: todo cuanto hagamos desde ya tiene como horizonte, por ahora, el 2019. Más allá de las luchas y de las conquistas parciales que no debemos menospreciar nunca, el rigor con el que nos estamos calibrando tiene un fin de mayor alcance y una exigencia de más elevado vuelo en el tiempo.

Si grande es lo que deseamos, pues, grande e indeclinable tendrá que ser nuestro empeño militante, porque en el Congreso no sólo nos jugamos nuestro particular destino como partido, sino sobre todo nos jugamos el destino pleno de la Patria. Tengamos presente, además, que la irreversibilidad del cambio de época en la América del Sur, en toda Nuestra América, está íntimamente ligada a la Revolución Bolivariana: ¡Por Venezuela y por la Patria Grande debemos vencer!

Recordemos, en esta hora de confirmación revolucionaria, al gran José Martí: el secreto del éxito es dedicarse entero a un fin. Aquí no podemos andar con medias tintas ni quebrantos morales; entereza y fidelidad suprema reclama la suerte de Venezuela: sagrado fin de nuestros desvelos.

Desde ya, como lo manifesté el pasado miércoles en el Teatro Municipal, exhorto a todas y a todos a consolidarnos y crecer en espíritu de unidad: consolidarnos en el fervor socialista nos resulta indispensable, así como fundamental es crecer en las ambiciones más puras que nos deben mover como revolucionarios.

IV

En ejercicio incuestionable de su soberanía, Venezuela ha demolido dos pasos ilegales en la frontera con Colombia. No son ningunos puentes internacionales como ha pretendido hacerle creer al mundo el Gobierno de Uribe Vélez: eran dos pasos ilegales, lo reitero, para garantizar la penetración del narcotráfico y el contrabando en nuestro territorio.

La denuncia del Gobierno colombiano no tiene ningún fundamento y se cae por su propio peso: es una provocación más de Uribe, quien no contento con despojar a Colombia de su soberanía, pretende que Venezuela no la ejerza.

Y lo más repugnante de todo esto, es la canalla mediática que aquí se levanta cual quinta columna, poniéndose como siempre al lado de los enemigos de la patria. O para decirlo mucho más exactamente: arrastrándose al servicio de los intereses imperialistas.

V

Venezuela pasó ya del centenar de preseas doradas en los XVI Juegos Bolivarianos allá en nuestra hermana Bolivia: nos hemos despegado en el primer lugar del medallero. Tenemos una amplia ventaja que, a estas alturas, ya parece inalcanzable. La Generación de Oro, esa valiente y combativa muchachada, ha vuelto a demostrar que nació para darle glorias a Venezuela.

Con el mismo orgullo patrio, quiero resaltar la extraordinaria hazaña de nuestras muchachas en el I Campeonato Panamericano de Béisbol Femenino, que se celebró en nuestra Valencia: clasificamos el día de ayer al Campeonato Mundial de Béisbol Femenino 2010 —su sede está aún por definir—, tras vencer a Cuba 14 carreras a 13 en un reñidísimo partido semifinal, que se fue a extraining. Y unas horas después, para plenarnos de felicidad colectiva, nuestras aguerridas y esforzadas heroínas se titularon en el partido final: otro juego repleto de emociones que culminó 8 a 7 frente a Puerto Rico. ¡Felicitaciones campeonas!

¡Así es como se batalla por la patria, muchachas y muchachos!

¡Venceremos!


Respuesta  Mensaje 83 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:11

Las Líneas de Chávez: “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”

15 noviembre 2009 4 Comentarios

“La paz será mi puerto, mi gloria, mi recompensa, mi esperanza, mi dicha y cuanto me es precioso en este mundo”, escribía nuestro padre Bolívar a Santander el 23 de junio de 1820.

Y precisamente porque amamos y valoramos la paz, no nos apartaremos, menos ahora cuando toda la saña criminal imperialista nos amenaza por los cuatro costados, de aquel sabio principio: “Si queremos la paz, debemos prepararnos para la guerra”.

Quiero hacer mías las palabras de José Manuel Briceño Guerrero, esa gran conciencia venezolana y nuestroamericana, a quien se le rinde justo homenaje en la V Feria Internacional del Libro de Venezuela, cuando nos habla de la necesidad de “emprender un largo viaje hacia nosotros mismos”. El viaje que iniciamos el 27 de febrero de 1989 y que ha proseguido su curso durante estos diez años de Revolución: el más necesario de los viajes.

Este miércoles pasado, por ejemplo, abanderamos a los 555 atletas que nos están representando en los XVI Juegos Bolivarianos en Sucre, allá en la amada Bolivia. Estoy más que convencido de que seguirán colocando en alto y dignificando el nombre de Venezuela. Es una nueva fuerza moral, fuego sagrado, el que late en todos estos hijos e hijas de la Patria. En ellos continúa y se renueva el viaje hacia nosotros mismos.

Allá entonces la canalla apátrida que quiso hacer fiesta con una orden que yo diera el pasado domingo a los honorables soldados de nuestra Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Quiero reiterarlo tal y como lo dije este viernes en el acto por la paz y contra las bases militares de Estados Unidos en suelo colombiano: estoy en la obligación de llamarlos a todos y a todas a prepararnos para defender la Patria de Bolívar y la Patria de nuestros hijos. Si no lo hiciera, estaría cometiendo un acto de alta traición con nuestra amadísima Venezuela, mas aún manejando las informaciones que manejo.

Nuestra Patria hoy es libre y la defenderemos con la vida. Venezuela nunca más volverá a ser colonia de nadie: nunca más estará de rodillas frente a invasor o imperio alguno. Y nuestra Fuerza Armada Bolivariana, el pueblo en armas como un todo, es y tiene que seguir siendo el garante por excelencia de la paz bolivariana: la paz verdadera.

En el denso y contundente artículo que lleva por título La anexión de Colombia a Estados Unidos -recomiendo su lectura y relectura- del pasado 6 de noviembre, el comandante Fidel Castro se encarga de alertarnos, con la urgencia del caso, sobre el peligro mortal que se nos viene encima.

En especial dirige unas palabras, necesariamente conminatorias, a quienes ejercemos responsabilidades políticas y nos emplaza: “Los políticos de América Latina tienen ahora ante sí un delicado problema: el deber elemental de explicar sus puntos de vista sobre el documento de anexión. Comprendo que lo que ocurre en este instante decisivo de Honduras ocupe la atención de los medios de divulgación y los ministros de Relaciones Exteriores de este hemisferio, pero el gravísimo y trascendente problema que tiene lugar en Colombia no puede pasar inadvertido por los gobiernos latinoamericanos”.

Me valgo de estas palabras de Fidel para apuntar una idea: es necesario demoler la falacia uribista de que este infame acuerdo es un asunto de soberanía colombiana. ¿Un asunto de soberanía cuando todo el arsenal bélico gringo, contemplado en el mismo, responde al concepto de operaciones extraterritoriales? ¿Cómo se puede hablar con un Gobierno completamente subordinado a la estrategia global de dominación del Imperio? ¿De qué se puede hablar con un Gobierno que convierte al territorio colombiano en un gigantesco enclave militar yanqui, esto es, en la mayor amenaza contra la paz y la seguridad de la región suramericana y de toda Nuestra América? Uribe puede ir por todas partes ofreciendo toda clase de seguridades, pero el acuerdo, de hecho, impide que Colombia pueda ofrecerle garantías de seguridad y respeto a nadie: ni siquiera a los colombianos y colombianas. No puede ofrecerlas un país que ha dejado de ser soberano y que es instrumento del “nuevo coloniaje” que avizorara nuestro Libertador.

Soberanía. He ahí una palabra que siempre debemos someter a discusión, renovarla, fortalecerla, vigorizarla en la acción y en el pensamiento: en la reflexión socializada. Se hace necesario pues, un mínimo repaso para saber de dónde nos viene esa palabra para darle su justo lugar. Sobre todo cuando su uso y su significado están en juego.

Como la gran mayoría de las categorías políticas tradicionales de la democracia representativa que heredamos de la Europa de finales del siglo XVIII, la de soberanía es herencia del pensamiento de la Ilustración y de la Revolución Francesa.

Soberanía refiere a la libertad enelejerciciodepoderqueunpueblo y un gobierno tienen dentro de un territorio determinado, con una identidad histórica específica, moldeando a un Estado-Nación y su esqueleto legal. Es decir: es la libertad de un pueblo para determinar el hecho político de una nación.Esenestaúltimasignificación en la que nuestro Libertador se apoya para profundizarla en el tiempo. Y la profundiza a niveles que ni el mismo Rousseau -a quien le debemos el concepto “soberanía popular”- imaginara, porque la soberanía en el pensamiento de Bolívar alcanza el más hondo contenido popular.

Así se refiere nuestro Padre Libertador en su Mensaje al Congreso Constituyente de Bolivia (1826): ‘La Soberanía del Pueblo, única autoridad legítima de las Naciones’. Bolívar deja claro cuál es el rostro soberano de las naciones de Nuestra América.

Siempre es importante recordar que una cosa es lo que significa el concepto de soberanía desde una visión eurocentrista y otra radicalmente diferente desde una visión nuestroamericana: con rostro de pueblo descalzo.

Nos remitimos otra vez al pensar bolivariano: “Nadie, sino la mayoría, es soberana. Es un tirano el que se pone en lugar del pueblo; y su potestad, usurpación”.

Es a esta línea reflexiva a la que nos debemos en nuestro ejercicio como nación: como país de NuestraAmérica.Sonyacasionceaños en el esfuerzo de hacer y construir soberanía a todos los niveles. Y es aquí donde debemos recalcar que soberanía y dignidad son palabras hermanas. Lo hemos demostrado con acciones, con convicciones y con un sueño en construcción: la soberanía socialista que se constituye de abajo hacia arriba; este es el camino para erigir una soberanía construida desde el Poder Popular como núcleo.

Ahora, frente al nuevo embate imperial, viene una hora de prueba para nuestra soberanía.

Hora de prueba que afrontaremos con la misma vocación pacifista que nos ha caracterizado.

Pero debemos dejar claro que paz no es, y nunca será, equivalente a sumisión.

Construir soberanía socialista, de abajo hacia arriba, es y debe ser el propósito principal del proceso electoral que celebra hoy domingo el PSUV con la finalidad de elegir, desde las bases, a los delegados al Congreso Extraordinario que se realizará a finales de año. A un total de 2 millones 450 mil 377 militantes, inscritos en nuestras patrullas, les corresponde el honor histórico de consolidar al partido como una poderosa estructura de masas en movimiento consciente, acelerando el parto de la nueva historia. Un partido que sea capaz de generar una multitud de nuevos cuadros políticos dentro de la masa popular. Un partido que se ponga a la vanguardia en la construcción del socialismo.

¡¡ Patrulleros y patrulleras: a la batalla!! ¡Vamos rumbo al nosotros mismos! Para terminar estas líneas, parafraseando a Bolívar, os digo: la paz es nuestro puerto, la paz será nuestra gloria.

¡¡Venceremos!!


Respuesta  Mensaje 84 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:13

Las Líneas de Chávez: ¡Maisanta, que son bastantes!

8 noviembre 2009 4 Comentarios

Hoy es domingo 8 de noviembre y se cumplen ochenta y cinco años de la muerte en prisión del general Pedro Pérez Delgado, a quien los pueblos de la inmensa sabana llamaron “El último hombre a caballo”. Por allí se me van los recuerdos en estas líneas de hoy. Pero los recuerdos se entrelazan con la historia real, la historia viva, la que palpita en el corazón de la tierra Patria. Hoy, casi medio siglo después, recuerdo haberlo oído clarito, mientras jugábamos en el patio trasero que daba con la selva por donde cruzaba un camino bordeado de grandes matas de mango y por el cual se podía llegar, allá a lo lejos, a la carretera negra. Era aquella la casa grande de la bisabuela Marta, allá en las riberas del Caño e´ Raya, donde comienzan las antiguas selvas de Mijagual que se entregan luego en brazos del impetuoso Río Apure. Sí. Lo oímos clarito. Éramos un grupo de niños de entre 6 y 10 años, Adrián, Guillermo, Chiche, Adán, Nacho… Y yo que era de los más pequeños, con el cabello amarillo y hecho todo un amasijo de chicharrones, por lo que todos me decían “bachaco”. En verdad era un bachaquito más, en medio de aquellos campos llaneros donde se mezclaron todas las razas; la india, la blanca, la negra, todas.

Lo oímos clarito y salió de la cocina donde hacían la comida, tomaban café y conversaban hombres y mujeres de la familia, entre ellos mi padre y mi madre. Fue como un rayo. “Ese era un asesino” dijo alguien. Hablaban de Pedro, el abuelo de Elena, mi madre. Pedro Pérez o Maisanta. Pedro Pérez Delgado, pues.

Me traje por muchos años aquella especie de condena, “ese era un asesino”, y nunca supe por qué, pero siempre la sentía como un peso grande sobre mis hombros, como una espina clavada en mi corazón de niño.

Me aliviaba mucho oírle a mi padrino Eligio Piña sus cuentos de cosas viejas. Así los llamaba él, desde su inolvidable silleta en la esquina de la calle “El Llanero”. Mi padrino contaba de un guerrero que vivió en Sabaneta, allí mismo a pocas cuadras de la “Madre Vieja”. Que montaba un caballo negro llamado “Bala” y que sobre su lomo se fue, por los rumbos del Apure, con un fusil al hombro, alzado contra Gómez, el General que mandaba en Caracas. Le decían Maisanta o el Americano. Un día me dijo, mientras yo me iba apurado a seguir vendiendo arañas hacia la Calle Real: “Epa bachaquito, tú llevas la sangre de Maisanta por dentro. Tu mamá es hija de Rafael Infante, uno de los hijos del Guerrero del Caballo Negro. ¡Ese era un revolucionario!”.

Salí como disparado por la Calle Real y cuando le pregunté a la mamá Rosa si sería un asesino o sería un guerrero revolucionario, la abuela me dijo que se oían muchas cosas, muchos cuentos y que al final no se sabía la verdad.

Pues bien, han pasado casi cincuenta años y la vida me permitió conseguir la verdad:

¡Ese era un guerrero revolucionario!

Y hoy podemos decir con Fidel: ¡Maisanta, la historia te absolverá!

……………………..

Hombre, mujer, joven, niño, niña, compatriota que me lees. Quiero invitarte, reflexivo como estoy ahora mismo, bajo esta fuerte lluvia que cae esta tarde en la que escribo, a colocarnos en la perspectiva del tiempo. Con ello estoy recordando a Meszáros y su obra “El desafío y la carga del tiempo histórico”.

El desafío que hoy tenemos frente a nosotros es realmente grande, para decirlo a lo Meszáros, pues se trata de lograr la articulación, desde lo teórico pero sobre todo en lo práctico concreto de la vida del pueblo como colectivo conformado por hombres y mujeres individuales, entre “el tiempo limitado de los individuos y el tiempo radicalmente ilimitado de la humanidad”.

En verdad está comprobado mil veces: el individuo o grupo de individuos poseídos por la llamada lógica del capital, son incapaces de elevarse sobre la perspectiva del corto plazo y por sobre la visión egoísta que coloca al yo y al ahora por sobre el nosotros y el futuro en construcción.

Sólo la conciencia (y la conciencia, como lo dice Víctor Hugo “es el acumulado de ciencia que tenemos en nosotros mismos”), libera al ser humano de la tiranía del “tiempo sin futuro”.

Puede decirse algo más: Hay una fuerza tan poderosa como la conciencia y esa es el amor. Para decirlo con Cristo, cuando ama al prójimo como a sí mismo, entonces el ser humano es capaz de empinarse por sobre las miserias del egoísmo y las cadenas del cortoplacismo.

Hoy, ya entrado el mes de noviembre de 2009, preciso es tener conciencia de que estamos llegando a la mera mitad de este período constitucional de gobierno.

Dentro de apenas un mes se cumplirán tres años de aquella resonante victoria en las elecciones presidenciales de 2006. Y en enero de 2010 se iniciará entonces la segunda mitad del período. Los años 2010, 2011 y 2012 serán de una poderosa ofensiva que nos permitirá continuar solucionando los numerosos problemas que aún aquejan a Venezuela.

Serán tres años de dura batalla, para continuar elevando el nivel de vida de todo el pueblo, satisfaciendo sus más sentidas necesidades.

Ello sólo será posible, en verdad os vuelvo a repetirlo, por el camino del Socialismo.

En esa perspectiva del tiempo histórico y su desafío, este tu gobierno, nuestro gobierno, seguirá desplegado junto a ustedes, al calor del alma popular, con el combustible inigualable del amor del pueblo, enfrentando todas las tareas y dificultades que se atreviesen en el camino.

Y es que la revolución socialista tiene como fin esencial precisamente ese, el de darle a todos y todas la mayor suma de felicidad posible, para decirlo con Bolívar.

Hoy domingo, por ejemplo, estaremos en Portuguesa, entregando un importante número de viviendas al pueblo de aquel Estado llanero. Forman parte de un gran lote de más de 80.000 nuevas viviendas que actualmente está construyendo la revolución.

¡Viviendas dignas para nuestro pueblo!

Espaciosos apartamentos de 70 mts. cuadrados, de 80 mts. cuadrados, con todos los servicios y un muy humano urbanismo, y cuyo precio no supera los 180 mil Bsf, menos de la mitad de lo que cobra el mercado capitalista. Además, el gobierno subsidia parte de ese precio, cobra tasas de interés del 4,5 %, a 30 años de plazo…

¡Ah, que le entregaron vivienda a mis vecinos y a mí todavía no… la respuesta está allí en la conciencia y en el desafío que enfrentamos como la carga de nuestro tiempo histórico!

Y la respuesta la tiene también el gobierno, con la aceleración de los programas de vivienda y el incremento de la eficiencia y la calidad revolucionaria.

¡¡Maisanta, que son bastantes!!

¡Maisanta, que venceremos!


Respuesta  Mensaje 85 de 145 en el tema 
De: Ruben1919 Enviado: 13/02/2014 20:14

Las Líneas de Chávez: Nuestra independencia, el satélite y la soya

1 noviembre 2009 3 Comentarios

Decimos hoy una vez más con nuestro Comandante Infinito: “A la luz de la verdad y del tiempo nada se esconde, el mérito brilla y la maldad se descubre”.
Hace un año ya que el nombre de Simón Bolívar orbita sobre nuestro espacio, vigilante y tributario de los grandes e innumerables beneficios que nuestros pueblos ya disfrutan en aras de la independencia tecnológica y fortaleciendo la unidad nuestra americana.
Qué mentiras no ha lanzado la canalla mediática antes y para el momento del lanzamiento del Venesat-1 aquel 29 de octubre de 2008. Cuánta porquería no sigue saliendo hoy de esos albañales mal llamados medios de comunicación: “El satélite nunca llegó a despegar de territorio chino porque lo que se vio por televisión fueron imágenes virtuales”, “Está apagado”, “Cayó a tierra”. Estas y otras especies fueron y siguen siendo lanzadas con el ánimo criminal de generar aquello que Hobbs y Phillips en ese excelente trabajo titulado Censored 2010, denominan “hiperrealismo mediático”, esto es, incapacidad para distinguir lo real de lo que no lo es.
Lo único cierto, verdadero, “en serio y en real”, como decía el maestro García Bacca, es que a un año del lanzamiento y gracias a la ayuda del pueblo de Mao, estamos comenzando a caminar con nuestros propios pies: se han instalado mil 549 antenas, de las cuales mil 220 están en el sector educativo para materializar programas de formación a distancia. Además 193 infocentros cuentan con la conexión satelital, con servicios de calidad y totalmente gratis para nuestro pueblo.

Hay que decirlo, debemos repetirlo: ¡¡Esto sólo es posible en Socialismo!! Gracias al Satélite Simón Bolívar hemos logrado traspasar las fronteras como consecuencia de la ejecución de un proyecto con la República Federativa del Brasil para conectar las zonas limítrofes e incluir, muy en especial, a las comunidades indígenas, por siglos aisladas.
Y gracias al Satélite Simón Bolívar nos hemos informado, en tiempo real, de la decisión tomada por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado brasileño de dar su visto bueno al protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur, tres años después de la aprobación por parte de los Presidentes de cada uno de los países que conforman este gran bloque regional.

Es una gran victoria para la unidad nuestra americana, la que hemos celebrado con Lula este viernes visitando el Centro de Formación Agrario Socialista “Abreu e Lima”, en la Mesa de Guanipa, estado Anzoátegui: vamos a producir 70 mil toneladas de soya, una vez completadas las tres fases del proyecto en 2011, lo que permitirá la transformación del producto en carne, aceites, leche, así como alimentos para el consumo animal. Pero no sólo eso: Venezuela va a ser, en un mediano plazo, un país exportador de soya.
Hay que decirlo: ¡Esto es sólo posible en una Venezuela que echó abajo las cadenas de la dependencia capital- imperialista! Es a esto a lo que le tienen miedo en el Norte, lo que aterra a los capitalistas: el hecho innegable de que nos estamos convirtiendo en un paradigma que bien puede extenderse a los mismísimos Estados Unidos. Razón tienen entonces Hobbs y Phillips cuando lanzan una pregunta que bien pudieran estar haciéndose ya muchos estadounidenses: “Si un país como Venezuela puede ofrecer al pueblo programas y servicios de cierta calidad, ¿por qué no puede hacerlo Estados Unidos, dada su mayor capacidad de recursos, y repetir el éxito aquí?”

II

“Las lecciones de la Historia los ejemplos del Viejo y el Nuevo Mundo, la experiencia de veinte años de revolución han de serviros, como otros tantos fanales colocados en medio de las tinieblas de lo futuro”, nos dice Bolívar en su Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia (la Grande) el 20 de enero, a once meses del diciembre de su muerte, en 1830.
Mensaje más que pertinente hoy por hoy, ante el irreflexivo y cuestionable comportamiento del Gobierno colombiano tras la detención de dos agentes del DAS acusados de estar en labores de espionaje en Maracaibo.
Igual que ciego e irreflexivo ha sido el papel del mismo sector de siempre, de los medios de comunicación privados: siguen fortaleciendo la misma espuria matriz y pretenden hacer ver a Venezuela como la responsable del conflicto histórico colombiano. Sencillamente, la ceguera política no les da para ver qué es lo mejor para la Patria y para la América del Sur. Han quedado, una vez más, en evidencia.
Más aún si nos atenemos a las investigaciones que adelanta el Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia.
En este pequeño espacio impreso debemos dejar claras dos cosas: primero, que el pueblo y el Gobierno venezolano han sido de abierta y declarada vocación pacifista –la misma vocación de la inmensa mayoría del pueblo colombiano, y segundo, que la matriz que buscan erigir en contra de Venezuela no resiste un análisis serio.
Peligrosa pamplina la de un muy específico y poderoso sector mediático y político: peligrosa pamplina la de los más recientes discursos del DAS. Peligrosa y patética la matriz que sostiene la plataforma mediática y que refleja una pauta común: allanar el camino para la criminalización de Venezuela al estilo yanqui. Con variaciones, es la misma criminalización que contra Iraq, contra Irán, contra Afganistán, contra Corea del Norte, contra Cuba, contra Bolivia, contra Ecuador: un eje del mal hecho a la medida de los Estados Unidos.
El avieso espíritu de las ficciones legales de Santander es el mismo de las actuales tesis mediáticas, si es que fuera posible llamar tesis a un puñado de acusaciones irresponsables que revientan, como caja de resonancia, en los medios privados, con el fin de que éstos confeccionen la noticia de acuerdo a su mínima clientela: el minúsculo grupo de potentados pitiyanquis.
Muy a pesar de quienes pretenden dividir a Colombia y Venezuela, nuestra geografía espiritual y la historia común de nuestros pueblos están allí como una fuerza viva. Fueron Colombia y Venezuela las grandes protagonistas de la Independencia fundacional; lo serán, también, de la Independencia definitiva: he allí el único destino manifiesto que admiten Colombia y Venezuela. Y Ecuador, ¡Colombia la Grande! Lo sé yo, lo sabes tú, compatriota: detrás de un grupo de gente con mucho poder que le tiene secuestrada la vida a Colombia, existe un pueblo, el mismo nuestro, que sí conoce las consecuencias de un conflicto demencial y fratricida. Ambos pueblos hacen suya, hoy más que nunca, esta premisa de nuestro Padre Libertador: “Yo sé que cada República americana tiene pendiente su suerte del bien de las demás y que el que sirve a una sirve a muchas”.
Y aquel su postrer aliento: “Mis últimos votos son por la felicidad de la patria…” ¡Viva Bolívar! ¡¡Venceremos!!



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