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General: EL PUEBLO ESPAÑOL PIDE REFERENDO POR LA llll república
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 03/06/2014 01:38 |
Las plazas de las principales ciudades de España se han llenado pidiendo el fin de la monarquía y el comienzo de un nuevo régimen. Ha sido un día marcado por un ambiente festivo y de ilusión, con presencia tanto de jóvenes como de abuelos, en el que no han habido incidencias policiales.
MARIO RUIZ-AYÚCAR DORADO Madrid 02/06/2014 22:40 Actualizado: 03/06/2014 00:01
La Puerta del Sol abarrotada por la concentración en favor a una república.EFE
Las principales plazas de las ciudades del país, y también del extranjero, se han llenado de ciudadanos demandando un referéndum por la III República en España. El 2 de junio de 2014 será recordado, además de por la abdicación del rey Juan Carlos, por el día en el que en las calles se abarrotaron para pedir un cambio de régimen y acabar con la monarquía en el país. [Ver el directo]
Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao o Valencia han teñido sus centros neurálgicos de rojo, amarillo y morado. Banderas, gorras y camisetas han valido para expresar su apoyo a una nueva república en medio de un ambiente festivo y cargado de ilusión. [Ver la fotogalería]
La concentración, convocada por partidos de izquierda como Izquierda Unida, EQUO, ERC, Podemos y colectivos sociales como el 25-S, ha comenzado mucho antes de las ocho de la tarde.
En la Puerta del Sol a las siete media ya había mucha afluencia. Con el paso de los minutos la plaza se ha asemejado a una noche de fin año, en la cual no entraba ni un alfiler. La policía ha cifrado en 10.000 personas la asistencia. Seguramente se quede corto.
Ha habido un ambiente festivo, sin incidencias policiales, entre cánticos a favor de la república, "¡España, mañana, será republicana!", y en contra de monarquía ("¡Los Borbones, a las elecciones!").
De igual forma ha sucedido en Barcelona. En este caso se han reunido en la Plaza Catalunya más de 5.000 personas -según la Guardia Urbana- en un océano de banderas tricolores e independentistas.
En el suelo del centro de la plaza catalana se ha desplegado una gran estelada junto con un cartel que rezaba "Queremos votar 9N 2014", ambas rodeadas de banderas repúblicanas.
Estas convocatorias se han repetido en Tarragona, Girona o Lleida, así como en el País Vasco, donde se ha reclamado también la independencia con la presencia de unas 2.000 personas en la plaza Arriaga de Bilbao.
Tanto la Plaza Nueva de Sevilla como la plaza del Ayuntamiento de Valencia han sido otros de los puntos del mapa de España donde los ciudadanos han demandado un nuevo régimen y un referéndum por la III República.
Casi todas las capitales de provincia han vivido esta tarde concentraciones convocadas a través de las redes sociales para pedir que la bandera tricolor sustituya a la actual. Alicante, Burgos, Salamanca, Palma de Mallorca, Badajoz, Vigo, Zaragoza, Granada, Santander o Murcia han sido algunas de las muchas ciudades que han vivido manifestaciones en favor a un referéndum.
Concentraciones también en el extranjero
Muchas ciudades fuera de España han vivido una tarde de concentraciones para pedir un referéndum y una nueva república en el país. En Bruselas unas 300 personas se han reunido para pedir un cambio de régimen, al igual que en Berlín, donde cientos de jóvenes se citaron en la Puerta de Branderburgo a favor de "una España republicana".
París ha visto como unas 200 personas se manifestaban en la Plaza de la República, donde los organizadores dieron discursos y se exhibieron pancartas contra la monarquía.
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Mañana será republicana
Se remueve el Parlamento pensando acerca de si SÍ o si NO a las 28 palabras que constituyen la abdicación del Rey y la proclamación del príncipe como nuevo monarca. Proclamación y no coronación ya que éste es un término que desprende un tufillo rancio a evitar si se pretende mantener la ciudadanía a raya. Decir “No” es el Rey que se queda, decir “Sí” es el nuevo Rey que viene y también se queda.
¿Y nosotros? Desgañitándonos contra la pared que bien protegen las fuerzas de seguridad. Me recuerda, a pesar de la imposibilidad temporal de que tal recuerdo sea, a la proclamacion como rey del propio Juan Carlos: o lo aceptas y sigue el fascismo (lo juró) o no lo aceptas y sigue el fascismo; la diferencia evidente es que por aquel entonces ni siquiera se podía imaginar una consulta popular, era empezar a nacer la idea y responder una bala cruzándote el cráneo. Ahora vivimos en democracia, es distinto...
Uno de mis primeros recuerdos es acompañar a mis padres, mirar alrededor una escuela desconocida, “la fiesta de la democracia”, salir a tomarnos una cocacola en el mesón y jugar con mi hermana en el parque. Ellos votaban y yo después bebía cocacola: democracia y consumismo felizmente saltando juntos a la comba. Ahora siguen con el mismo fondo: que todo cambie para que nada se altere. El Rey, cascado físicamente y aterrado, abdica justo ahora imponiendo los tiempos a los ciudadanos, a la ilusionada ciudadanía que ha demostrado su capacidad de empoderamiento en las últimas elecciones y la valentía aletargada durante décadas. Don Juan Carlos no quiere tener que hacer las maletas como le ocurrió a su abuelo, así que prefiere irse por la puerta de atrás y pasarle el fardo al hijo. No puede siquiera consentirse imaginar una España con la mayoría de municipalidades republicanas.
Además, al blindar el proceso como han hecho, consiguen calmar los ladridos reaccionarios (también aterrados) y buscan posicionar a una parte de su “vasallaje” a favor: creen que queremos relevo generacional, y sí, en parte es cierto, pero hacen oídos sordos a la coherencia: dicen que ya elegimos en su momento, así que están validando un proceso llevado a término bajo un régimen dictatorial, jurando al mismo su existencia permanente. “Al pasar la barca, nos dijo el barquero, los ricos simpáticos, no pagan dinero…”
¿No es acaso valorar en positivo la dictadura permitir que algo impuesto durante su existencia siga inalterado e inalterable? Pocos años después: ¡padre Juan Carlos, madre Transición y tío metrosexual neoliberal!, todo volvió a cambiar, todo menos lo esencial, tan sólo cambiaron el imaginario franquista por el consumista: en vez de ensalzar España, bebieron cocacola, especularon un ratito y votaron un color o el contrario. La Casta tiene miedo a la democracia real, prefieren la Real, pactada en los palacios, porque siguen la didáctica de Estado como padre que protege y guía a sus hijos, pobres humanos inestables llenos de pecado (amén), que no se desperdiguen o nos quemarán las máquinas cuando queramos romperles un espacio de convivencia de 17 años. Todo para el pueblo sin el pueblo.
Tampoco se pueden tolerar los espacios urbanos no mercantilizados: sí se encuentran por la calle es para destinar su dinero a cualquier cosa, porque para eso existen, esa es la única finalidad del vasallo: enriquecer las arcas de oligarcas. Sin embargo, un rumor que llega de lejos va siendo marejada, aliñada por helicópteros que controlan como buitres el momento justo de dar la orden de carga. Del rumor -cada vez más cerca- se identifican unas palabras: mañana ...... será ....... libe,libe,libertad ........ españa mañana ........ unidad y solidaridad ..... será republicana .... |
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Isabelo Herreros, ex secretario general de Izquierda Republicana, analiza las consecuencias de una Transición pactada al margen de las formaciones republicanas. Su legalización no llegó hasta pasadas las elecciones de 1977: unos comicios clave en la configuración del nuevo sistema político
PATRICIA CAMPELO Madrid 11/06/2014 07:00 Actualizado: 11/06/2014 10:10
Franco, junto a Juan Carlos de Borbón, en su último discurso en la Plaza de Oriente.
En 1977, los encargados de preparar el advenimiento del nuevo sistema político dejaron fuera de la toma de decisiones a los partidos republicanos, legalizados una vez celebradas las elecciones generales del 15 de junio de ese año.
El resultado de esos comicios definiría las Cortes que debían estudiar y aprobar la constitución, y con las formaciones que reclamaban la república -el sistema democrático existente antes del paréntesis dictatorial- fuera de las negociaciones, se aseguraba la permanencia del jefe de estado sucesor de Franco, Juan Carlos I. Bajo el pretexto de "ser contrario a la forma de estado", el Ministerio de Gobernación encabezado por Rodolfo Martín Villa -para quien hoy se pide la imputación dentro de la causa penal contra el franquismo en Argentina- finiquitó las aspiraciones de partidos como Izquierda Republicana, Esquerra Republicana de Catalunya y Acción Republicana Democrática Española a participar en el proceso político que definiría el futuro del país.
"Primero hubo un encuentro con Manuel Fraga, ministro de la Gobernación hasta julio de 1976, donde nos dijo que hasta que no quitásemos la 'R' no se nos legalizaría, ni con ese gobierno ni con ninguno de la Monarquía. Con el gobierno de Suárez apenas hubo contactos, pues la única interlocución era a través de Juan José Rosón, gobernador civil de Madrid entre 1976 y 1980, y siempre dijo que el obstáculo era el PSOE. Nos animaba a convencer a Felipe González, Javier Solana o Enrique Múgica, al parecer los más intransigentes con nuestra legalización", relata Isabelo Herreros, escritor y político, y exsecretario general de Izquierda Republicana. "Presentamos los papeles cuando se abrieron los plazos. Martín Villa remitió al Tribunal Supremo la documentación, pero no para que nos legalizasen si no para que vieran si en nuestra actuación había hechos delictivos y así proceder contra nosotros", señala.
El 2 de agosto de 1977 fueron legalizados Esquerra Republicana de Catalunya y Acción Republicana. El partido fundado por Manuel Azaña en 1934, Izquierda Republicana, no normalizó su situación hasta el 10 de noviembre de ese año, tal y como figura en el registro al que ha tenido acceso Público.
Varios partidos fueron excluídos del proceso por bajo pretexto de "ser contrario a la forma de estado"
Isabelo Herreros explica hoy las diferentes causas que hubo detrás de su postergación como partido legalizado, y lo hace en primer término apuntando al PSOE. "Tenía una posición privilegiada de interlocución para pactar el mapa político. La responsabilidad de que nos vetaran no fue sólo del gobierno que salía del franquismo, sino del Partido Socialista", denuncia Herreros. "Era una cuestión de acaparar espacio político, de no perder votantes", asegura. "En las primeras elecciones, el PSOE se ‘apropió' del discurso de Azaña de la regeneración para captar a ese electorado que había vivido la Segunda República y la Guerra Civil", apunta.
El laicismo era otro de los elementos que no jugó a favor de Izquierda Republicana, partido contrario a los acuerdos que se estaban alcanzando con la Iglesia católica. "Si hubiéramos tenido una presencia parlamentaria fuerte en las primera elecciones generales, habríamos denunciado el Concordato [con el Vaticano]", afirma Herreros.
El ideario de estos partidos perseguía una ruptura clara con el franquismo y una "democratización de todo el aparato del estado". "En este momento, las principales instituciones del país han heredado las mismas castas", deplora. En lugar de la ruptura que planteaban los republicanos, Herreros lamenta que se aprobara una amnistía "para perdonar de por vida a todos los asesinos y torturadores". "En ese debate estamos todavía, con la Fiscalía oponiéndose a la extradición de torturadores a Argentina", recalca.
Algunos miembros de IR y de otras formaciones no legalizadas decidieron acudir a los comicios de 1977 bajo las siglas del Frente Democrático de Izquierdas, una amalgama formada, entre otros, por el Partido del Trabajo en España y el Bloque Socialista Independiente. Recabaron algo más de 120.000 votos, y no obtuvieron escaño. "Allí hubo algunos candidatos a título independiente pero la posición oficial fue la de no querer participar de ninguna manera, y no dar así legitimidad a un proceso electoral del que se nos excluía deliberadamente".
Formaciones que daban continuidad al legado ideológico franquista como Alianza Popular, fundada por el ministro de la dictadura Manuel Fraga y que acumuló un millón y medio de votos y 16 escaños, Falange Española, con 46.500 votos y sin representación parlamentaria, y Alianza Nacional del 18 de julio, con 67.000 votos y sin escaños, tuvieron su sitio en el periodo electoral. "Estos partidos venían de las mismas familias; unos se supieron acomodar a los nuevos tiempos y otros parecían anclados, pero en definitiva eran correligionarios del mismo partido político", analiza Herreros.
Herreros: "Para nosotros, las elecciones generales de 1977 carecen de legitimidad"
Con la ausencia de IR en la sopa de letras de 1977, los españoles perdieron el derecho a elegir a uno de los últimos partidos en el gobierno antes del golpe de estado de Franco que derivó en la Guerra Civil. Las elecciones de febrero de 1936, las últimas en cuatro décadas, dieron el triunfo al Frente Popular, integrado entre otros partidos por Izquierda Republicana, que fue gobernando hasta el triunfo de los militares sublevados, el 1 de abril de 1939.
"Para nosotros, las elecciones generales de 1977 carecen de legitimidad. Lo que vino después fue una constitución en la que no se consultó con la ciudadanía algo tan fundamental como la forma de estado. No hacía tantos años que se había preguntado a los ciudadanos en Grecia si querían monarquía o república [1974], y también se hizo en Italia al término de la Segunda Guerra Mundial", confronta Herreros.
Bombas envueltas en banderas republicanas
La escalada de descrédito hacia cualquier episodio relacionado con el primer ensayo democrático experimentado en España, la Segunda República, no se frenó tras dejar fuera del proceso constituyente a los partidos republicanos. El entramado por despojar de elementos positivos a ese corto periodo, y a los avances sociales que conllevó, acababa de comenzar. "Mientras se debatía la Constitución y la forma de estado, y de esto sabrá mucho Martín Villa y otros responsables del Ministerio de Interior, aparecían debajo de los puentes de la M30 pequeñas bombas envueltas en banderas republicanas", recuerda Herreros. La hemeroteca de julio de 1977 revela que se localizaron en Madrid, en diferentes puntos, "múltiples banderas republicanas a las que iban unidos falsos paquetes de explosivos que fueron recogidos por miembros de la Guardia Civil y de la policía armada". Según esta información de ABC, ningún grupo político había reivindicado la acción. "Ocurrió en varias ocasiones. Se trataba de criminalizar todo lo que tuviera que ver con la República. Un 14 de abril, cuando ya estaban todos los partidos legalizados, se presentaron en nuestra sede a confiscaron la propaganda y se llevaron detenidos a los que había allí, que eran dos octogenarios, algo tremendo", narra Herreros.
Ahora, tras el anuncio de abdicación del rey Juan Carlos, y con el debate sobre la forma de estado tomando fuerza en las calles, este miembro de IR insiste en que no es nada "descabellado" lo que se plantea. "El artículo 92 de la Constitución dice que ‘las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos', y eso es lo que se está planeando ahora". "Este reclamo popular va a continuar", augura.
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