Olga Thaureaux Puertas
Vivo orgullosa de ser santiaguera, por eso cuando aprecio algo nuevo, que representa beneficio para todos, siento más admiración por mi tierra, sus habitantes y los protagonistas de cada obra.
Recientemente la Asamblea Provincial del Poder Popular aprobó la propuesta del Plan de Reordenamiento Urbano de la ciudad de Santiago de Cuba, proyecto rectorado por Planificación Física, con el apoyo de muchos organismos e instituciones, y que recoge la transformación del territorio desde ahora hasta el 2025.
Pero, ¿cómo y por qué surge este Plan? Pues les digo que es algo muy bien pensado, que ha representado horas de trabajo y dedicación de muchos, y que responde al Lineamiento No 120 el cual refiere que:
“Se elevará la calidad y la jerarquía de los Planes Generales de Ordenamiento Territorial y Urbano, a nivel nacional, provincial y municipal, su integración con las proyecciones a mediano y a largo plazo de la economía y con el plan de inversiones, tomando en consideración los riesgos sísmicos y otros desastres naturales. Garantizar la profundidad, agilidad y plazos de respuesta en los procesos obligados de consulta, rescatando la disciplina territorial y urbana”.
Es así que una vez más la máxima dirección de la Revolución pensó en Santiago de Cuba, la primera en el país en enfrentar un proyecto como este; y confía a los santiagueros una tarea compleja, pero jamás imposible. Entonces, necesariamente hay que preguntarse: por qué Santiago.
Santiago de Cuba es, por solo citar algunos de sus méritos, Cuna de la Revolución, ostenta la condición de Héroe de la República de Cuba, Orden Antonio Maceo, una de las más distinguidas del país; además, sus habitantes somos, por excelencia, rebeldes y hospitalarios.
Más allá de esos argumentos, los santiagueros debemos agradecer esa confianza, y estamos comprometidos con respaldar de manera absoluta este Plan; debemos aportar desde cada casa, cada centro de estudio, trabajo, comunidad, circunscripción, consejo popular y municipio.
Tal vez parezca sencillo, pero no lo es, se trata de un proyecto que exige del concurso de TODOS, pues integra el ordenamiento urbano y las políticas de prevención de riesgo para evitar asentamientos en zonas vulnerables; prioriza la construcción de viviendas en la ciudad consolidada, bajo el principio de crecer de adentro hacia afuera; define infraestructuras y servicios asociados; mayor aprovechamiento del suelo urbanizado; mejora la calidad ambiental y la imagen urbana; y consolida y protege el patrimonio edificado de valor histórico-social y cultural.
Dentro de sus prioridades destacan: el mantenimiento de la red de acueducto, completar los colectores de alcantarillado previstos, y continuar trabajando hasta eliminar los vertimientos al río San Juan y la bahía, así como dotar a las áreas requeridas de una eficiente red de drenajes.
En el sector residencial la preferencia la tiene el incremento de las construcciones con más de dos niveles para alcanzar altas densidades ante el déficit de suelo urbanizable; completar el potencial interno y cualificar el fondo existente, con prioridad en las cuarterías y barrios precarios.
En cuanto a los servicios, se completará el de Comercio y Gastronomía, fundamentalmente a instancia de los distritos y en sub-centros y focos ya definidos; se continuará dando tratamiento a las instalaciones de Salud y Educación; al tiempo que en el sistema de áreas verdes se prevé superar el índice actual de la ciudad que es de 4,16 m2/habitante hasta 10 m2 por habitante.
Todos vivimos en una casa y siempre tratamos de que esté con el mejor aspecto, por nosotros, nuestra familia y quienes nos visiten, pues Santiago de Cuba es la casa de todos, y espera de la mano y el corazón de sus hijos.