Para terminar con mis argumentos en relación a la aseveración de que el “socialismo” (agregaría de Estado) “es el reparto equitativo de miseria”, aporto cifras, que muestran la situación económica de la Rusia de los Zares, antes de la Revolución de octubre y el posterior e impresionante despegue económico que convirtió a las 15 repúblicas que componían la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en una potencia económica, industrial y militar, lo que no justifica errores y horrores.
Creo pertinente recordar que entre 1904 y octubre de 1918 el pueblo ruso sufrió dos guerras, tres revoluciones y una guerra civil.
La economía era arcaica. El valor de la producción industrial en 1913 era dos veces y media menor que el de Francia, seis veces menor que el de Alemania y catorce veces menor que el de Estados Unidos. La producción agrícola era deficiente y la falta de transportes paralizaba cualquier intento de modernización económica. El PIB per cápita en aquella época era inferior al de Hungría o al de España y, aproximadamente, suponía una cuarta parte del de Estados Unidos. Además, el país estaba dominado sobre todo por capital extranjero, poseyendo éste casi la mitad de las acciones rusas.
El poder de los soviets, entonces, se formó en uno de los países más atrasados de Europa que dominaba a una decena de naciones todavía más atrasadas, principalmente en el Asia Menor y el Asia Central. Cuando nació dicho poder, la vieja Rusia tenía un atraso de casi un siglo en relación a los países capitalistas en la esfera del desarrollo económico social. El nuevo régimen acortó distancias de modo impresionante, a pesar del bloqueo que fue objeto durante muchos años y de las devastaciones de la guerra, las más terribles que haya sufrido país alguno.
Su contribución a la victoria de la coalición antihitleriana le costó a la Unión Soviética 20 millones de muertos, la destrucción total y/o parcial de 1.7 10 ciudades y pueblos, de 70 mil aldeas, 32 mil empresas industriales, 65 mil kilómetros de vías férreas, 100 mil koljoses y sovjoses y 3 mil parques de máquinas y tractores. En la contienda perdió casi el 30% de su patrimonio nacional.
Aun así, ya en 1965 tenía el reconocimiento mundial en tanto superpotencia económica. La increíble URSS dejó mudo al mundo en octubre de 1957, al lanzar el primer satélite al espacio. Tiempo después, en abril de 1961, lanzaría la primera nave tripulada adelantándose a los EEUU en la aventura espacial
Los datos fueron obtenidos de las siguientes fuentes: “De Rusia a la URSS” del historiador francés René Girault, La Revolución Rusa (Wikipedia) y “El derrumbe del Poder Soviético” de Luis Corvalán.
Por aquí lo dejo. Que tengan una buena noche.