Por MARTA G SOJO

- El acuerdo contra el calentamiento global firmado por 195 estados en 2015 con el objetivo de evitar que la temperatura del planeta aumente más de dos grados centígrados a finales de este siglo. (efe verde)
Todavía está sonando en la prensa internacional la decisión estadounidense de abandonar el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Puede que sea conflictivo que la nación más poderosa deje de estar entre los firmantes del Tratado, aunque también es innegable que al inquilino de la Casa Blanca no se le deja de criticar ni un día tanto en los periódicos de su país, como en los del resto del mundo.
Lo cierto es que el cambio climático nos es ya una utopía. Sus modificaciones están haciendo efectos en diversas áreas del planeta. El líder cubano Fidel Castro, en 1992 cuando la Cumbre sobre Medio Ambiente y Desarrollo, hizo alusión a lo que se veía venir con el clima y las consecuencias que traería para el ser humano entre ellas comprometer su existencia por “la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida”
A pesar de ello Estados Unidos no lo ve de esta manera, cree que son transformaciones cíclicas que el planeta ha ido sufriendo a lo largo de millones de años, o sea nada fuera de lo que debe suceder, obviando el papel de los hombres como causantes de los daños ocasionados hasta ahora, por tecnologías que no consideran a la Madre Tierra y la contaminan de forma tal, que ahora nos está pasando la cuenta. Y por añadidura Donald Trump considera que el pacto climático perjudica a EEUU y a su economía.
Ahora está por ver cómo se lleva a la práctica la retirada de EEUU del Acuerdo, que según recoge su artículo 28.1, no se haría efectiva hasta noviembre de 2020, casi al final de la legislatura del magnate.(Democracy Now)
Con esa convicción como bandera el gobierno norteamericano concluyó su presencia en los Acuerdos de Paris. Este acuerdo se hizo luego de muchas negociaciones entre varios representantes, por un lado las naciones mayores emisores de gases contaminantes y los pueblos menos desarrollados para llegar a un pacto con el mayor consenso posible.
La pregunta que se impone es si verdaderamente tiene trascendencia esta determinación norteamericana. Para el presidente de la organización no gubernamental Practical Action, que promueve las tecnologías sustentables para minimizar el cambio climático, Paul Lomas, “Estados Unidos es el segundo emisor de gases contaminantes del mundo. Pero no puede, por sí solo, destruir un acuerdo que ya ha sido ratificado por cientos de países
Es más, agregaba el experto esto ha traído como consecuencia que en el resto del mundo se centre en el aspecto fundamental, la mitigación del cambio climático y la búsqueda de formas para mitigarlo. Viene a ratificar el viejo refrán de que no hay mal que por bien no venga.
Otras opiniones que se han conocido expresan, como la de John Sterman, profesor de la escuela Sloan de negocios del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), y experto en políticas de sobrecalentamiento global, que ahora podría haber “una cascada de erosión de las metas (del acuerdo), que podrían socavarlo y desintegrarlo”. “Y esto francamente plantea el riesgo de una catástrofe global, lo digo con toda la deliberación necesaria”.
Sin embargo, otros, como Brian Dees, de la Escuela de Gobierno de Harvard y antiguo alto consejero de Barack Obama, indicó que el retiro de Estados Unidos no podrá reversar el ímpetu global que ha adquirido la lucha contra el cambio climático, así como los grandes adelantos logrados en los últimos años en la creación de energía limpia barata.
Hay voces de países importantes, como China y la Unión Europea que de inmediato declararon que tomarán el liderazgo en la lucha del cambio climático y que no hay vuelta atrás en el Acuerdo de París.
Apreciaciones que ven sin optimismo lo sucedido afirman preocupación sobre todo por el ejemplo que eso supone para otros estados, al temer un efecto dominó, como ya pasó cuando George W. Bush sacó a EEUU del Protocolo de Kioto en 2001.
Como quiera que veamos estos asuntos políticos lo verdadero es que el mundo corre peligro si se mantiene el aumento de la temperatura global debajo de los 2 grados respecto a los niveles pre-industriales, por lo menos se evitaría pasar un umbral que, según científicos, puede tener consecuencias irreversibles para las capas de hielo, los mares y otras partes de la Tierra.