Y claro que hubo polémicas entre nosotros, la más candente en torno a la incomprensión de la figura de José de la Luz y Caballero por parte de Maceo. Ninguno de los análisis de Fernando quedó en terreno infértil, pues todo tributaba a un propósito: el futuro de Cuba. Entre sus más grandes preocupaciones estaba el deterioro de nuestro sistema escolar, que entre otras consecuencias ha afectado el conocimiento de nuestra Historia y, algo que lo aterraba aún más, la mengua del orgullo de ser cubanos, capaz de afectar la capacidad de resistencia y combate que ha asegurado la fuerza »