Su muerte es temprana, no tanto por edad y por una existencia cumplida, como por la renovada luz de sus ideas que no tendremos en medio de las álgidas discusiones y definiciones de hoy. Marxista de veras, martiano y fidelista, revolucionario hasta el tuétano, de fe, palabra y obra, su prédica deberá ser mejor aprovechada que lo que, siento, lo aprovechamos a él en vida »