Si bien es cierto que en este Tour de Francia solo se han disputado cinco etapas y que faltan 16 más, por lo que se vio este miércoles en la primera llegada en alto, de tres que tiene la carrera, el colombiano Nairo Quintana deberá remar contra la corriente en busca no solo de descontarle tiempo a Chris froome, nuevo líder, sino de alejarlo de cara a la contrarreloj del penúltimo día de 23 kilómetros, si es que quiere hacer realidad el ‘sueño amarillo’.
Este miércoles, en la subida final hacia La Planche des Belles Filles, jornada de 160,5 km, Quintana cedió 14 segundos con Froome, quien fue tercero, a 20 segundos del ganador, el italiano Fabio Aru, pero su condición no se vio bien, en esos 5,9 km finales.
Casi que al paso, Froome, Richie Porte y Romain Barbet hicieron ver mal al colombiano, que ya tiene 54 segundos de diferencia con el británico en la general. Nairo no aguantó el aumento de velocidad de Froome y de los demás integrantes del pelotón, se quedó y no pudo recuperar terreno.
Desde atrás llegaron Esteban Chaves, Alberto Contador, Rigoberto Urán y otros más, quienes le ‘ayudaron’ en el mal momento.
Es claro que el Tour no ha terminado, que faltan dos semanas y media, que las etapas de alta montaña no han llegado y que la jornada de este miércoles no era para ganar segundos, pero no se esperaba que Nairo perdiera tiempo, en el peor de los casos, que llegara con Froome y compañía, y eso no pasó.
Hasta José L. Asrrieta, el DT del Movistar, se sorprendió: “No esperaba que Nairo perdiera tanto tiempo”. El boyacense perdió segundos importantes en su terreno: la montaña. Es claro que la subida final no era para él, que las características de Nairo no son las de un escalador de subidas explosivas y que necesita ascensos de más kilómetros para hacer su trabajo, pero cuando ha encontrado subidas similares, cortas, con rampas duras, ha respondido. Lo hizo el año pasado en la Vuelta a España, en el ascenso hacia La Camperona, de 3 kilómetros, y en la que al término de la etapa fue líder.
Un escalador como él debe estar con los mejores de la general en estas subidas y, este domingo, Quintana no lo hizo, algo que deja un mal sabor de boca y varios interrogantes.
Para Nairo es un golpe moral, pues al no verse cerca con sus rivales más fuertes pesa, en el primer cara a cara con la montaña. Era una oportunidad para recortar tiempo, pero Froome y el Sky lo impidieron con su táctica vieja: poner un fuerte ritmo en la subida para no dejar ir a nadie.
“No ha sido muy positivo lo que pasó. Ha sido más difícil de lo que esperaba. He cedido un poco de tiempo, pero son de las primeras etapas”, aseguró Nairo.
Las fuerzas de Quintana no fueron buenas, no respondió en las rampas finales del 11 y hasta del 20 por ciento de inclinación.
“Esta etapa ha mostrado quien está en buena condición. La estrategia en la fase final no resultó del todo satisfactoria”, dijo Froome.
Y el líder del Tour tiene razón, porque fallaron al dejar salir a Aru, quien fue el único que se le salió de la jaula al equipo Sky, pues a falta de 2,3 kilómetros para el final, el italiano saltó su ramalazo, se fue, nadie lo siguió y cruzó de primero la meta.
Urán hizo una buena carrera, fue séptimo en la etapa y es 11 en la general. Este recorrido del Tour le viene bien y si sigue a paso midiendo sus fuerzas, terminará dentro de los 10.
Normal lo de Chaves, después de los 119 días de para por la lesión en su rodilla izquierda solo reapareció en el Dauphiné y no tiene ritmo.
De acá en adelante todo es una gran incógnita, pues no se sabe si ese mal momento de ayer de Nairo fue por el tema del fuerte calor o que no ha cogido el ritmo luego de los 33 días de descanso del Giro.
Lo cierto es que hay terreno para recuperar, para luchar por el título, pero su condición es una incógnita y Froome ya es primero en la general. Este jueves, etapa de 216 km, en terreno llano.
LISANDRO RENGIFO
Redactor de EL TIEMPO