El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel nos recibe en su modesto despacho del SERPAJ, donde en sus paredes cuelgan fotos que recuerdan su relación con tantos amigos importantes como Fidel y Raúl Castro, Evo Morales y Chávez .Pérez Esquivel es un profundo conocedor de la historia y la actualidad política de Venezuela y al respecto realiza las siguientes reflexiones.
¿Qué opina de la actual situación política de Venezuela?
Venezuela es blanco de las agresiones del imperio norteamericano que no cede en su embestida con el objetivo de derrocar al gobierno electo democráticamente. La oposición venezolana hasta ahora se niega al diálogo con el gobierno. Ellos no han respetado las instancias propuestas por la UNASUR y facilitadas por el Papa Francisco, junto con varios ex presidentes a fin de llegar a acuerdos que garanticen la Paz social.
Los golpistas están montando una fuerte campaña internacional denigrando y acusando al gobierno venezolano de ser una “dictadura”, pero la realidad venezolana no es un hecho aislado en Latinoamérica.
Las crisis impuestas por Estados Unidos, que no quiere perder su influencia y control continental, buscan impedir la autodeterminación de los pueblos a través de golpes blandos que hagan retroceder en las conquistas sociales, culturales y políticas que tantos esfuerzos costó alcanzar. La Casa Blanca pretende desacreditar al gobierno venezolano propagando noticias falsas para provocar el deterioro general. El pueblo venezolano debe reclamar a todos sus representantes, del chavismo y la oposición, que haya diálogo entre ellos y organizaciones sociales, iglesias, partidos políticos, sindicatos, movimientos estudiantiles, organizaciones empresariales, con el objetivo de encontrar alternativas superadoras de la violencia que ha vivido recientemente el pueblo.
¿Cuál es la estrategia de los EEUU para América latina?
EEUU impulsa “un golpe blando” contra el Gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. Los golpes blandos ahora están volviendo a América Latina. No fueron sólo el de Honduras, el de Paraguay, con Fernando Lugo, y Brasil. Ahora, Venezuela.
Este es un problema que viene desde muy lejos porque ya estando Hugo Chávez (en la presidencia venezolana) hubo intentos de golpes, obviamente programados desde Estados Unidos, para derrocar a Chávez. Ellos van a hacer presión, como lo ha hecho históricamente en toda América Latina, como en el caso de la invasión a Haití, Cuba. Cada vez que hay un país que quiere ejercer el derecho de autodeterminación, ahí les cae Estados Unidos, como en Nicaragua con la Revolución Sandinista. Ahí siempre el imperialismo, impide que se consolide cualquier proceso independiente y eso hasta el día de hoy y con este mecanismo.
Usted fue mediador de paz en el conflicto vasco, entre el gobierno español y ETA.
¿Si el gobierno venezolano requiriera de su mediación la aceptaría?
Por supuesto yo siempre estoy a disposición de mediar en cualquier conflicto donde se busque el diálogo y la paz. En aquella oportunidad en España, se inició el proceso cuando gobernaban los socialistas. Al ganar el Partido Popular (PP) las elecciones no tuvo interés en continuar el proceso de diálogo. Es el día de hoy que el gobierno de Mariano Rajoy no ha aceptado la propuesta de la izquierda independentista vasca de darle una solución definitiva al conflicto vasco.
¿Es posible la Paz, tanto en Venezuela como en el mundo?
La paz no es la ausencia del conflicto. Nadie puede dar lo que no tiene. Si yo no tengo la paz en mí, no la puedo compartir. Es cuando uno ve que cuando termina una guerra no se llega a la paz. El vencedor le pone sus códigos al vencido. La paz se llega cuando hay una comprensión y cuando tenemos los mismos derechos en la diversidad. La gran riqueza de los pueblos se genera en la diversidad. Como fue la madre tierra, nunca nos dio monocultivos. Ahí ves la relación entre las personas y los pueblos. Ahí está la paz, que queremos de la vida. Tenemos dos cosas para compartir: una es el pan que alimenta el cuerpo, el pan que alimenta el espíritu, y la otra es la libertad. Sin libertad no se puede amar. Amar a nuestro pueblo, a nuestro prójimo, amar la vida, a la humanidad, a la madre naturaleza. No es ese amor fácil vacío. Tenemos que hacer caminar la palabra, Con una palabra podemos amar, y también destruir.
Usted que mantuvo un vínculo de amistad con Hugo Chávez ¿cómo ve después de estos años de su fallecimiento, su proyección como hombre y como político?
Mi amigo Hugo Chávez ha partido sin irse, porque permanece en la vida el corazón de su pueblo y los pueblos de América. Fue un hacedor de la Patria Grande. Ofreció su vida para dar vida a su pueblo, luchando para desterrar la pobreza, la marginalidad, el analfabetismo y construir la esperanza para su pueblo y todo el continente, luchando por la dignidad, la libertad de ser soberanos y dueños de nuestro propio destino.
Al hermano Hugo, lo vimos una y mil veces resistiendo y trabajando junto a los pueblos, al querido pueblo venezolano tejiendo amaneceres para hacer posible ese mundo de igualdad y derechos para todos y todas, en la revolución socialista que soñabas y compartía con tu pueblo y todo el continente. Fue el mejor heredero de Simón Bolívar y los libertadores de América. Hoy tiene un gran continuador en el presidente Nicolás Maduro.
Usted fue una de las voces que se alzó contra la detención de la activista social Milagro Sala. ¿Por qué esta detención arbitraria?
Milagro Sala es una presa política, condenada antes de ser juzgada. la líder de la agrupación social Túpac Amaru se le atribuyen un montón de delitos, pero hasta ahora no hay nada en concreto. La tienen encarcelada sin ninguna posibilidad de defensa. En la Argentina el poder jurídico está muy supeditado al poder político, no son poderes independientes y eso es lo grave. Hay una gran responsabilidad del poder judicial de la provincia de Jujuy -donde se encuentra presa la activista social-, como del poder ejecutivo. Sala tiene en contra dos cosas: ser mujer e indígena, lo que hay mucha discriminación en esto.
¿Qué opina de la desaparición del joven activista Santiago Maldonado?
Este es un hecho muy grave en democracia porque se trata de un delito de encubrimiento por parte del gobierno argentino y de la actual administración de Mauricio Macri, de una desaparición forzosa. El presidente y la Ministra de Seguridad Patricia Bulrich, son responsables directos. Santiago fue visto por última vez durante un operativo de Gendarmería Nacional en el paraje de la comunidad mapuche Lof de Cushamen, en Chubut, el 1 de agosto.
Por ser un cuerpo militarizado del Estado, el gobierno es el responsable directo y lo empeoran con el encubrimiento. Fue intervención en forma directa sin autorización judicial del allanamiento de la represión a la comunidad mapuche. Lo grave es que Maldonado desapareció en medio de un operativo realizado por el Ministerio de Seguridad con la fuerza de Gendarmería y que hay testigos de la represión y el apaleamiento” que sufrió el joven al que subieron a una camioneta de esa fuerza. Uno no quiere ser pájaro de mal agüero pero ya después de tantos días de la desaparición de una persona, la situación se vuelve dramática y no saben qué respuesta dar. Por ahí se les fue la mano a los gendarmes. Hay un ocultamiento desde el Estado. Volvemos a los peores momentos que vivió el país. Esta en serio peligro la democracia.
Son síntomas muy peligrosos para la salud del pueblo. El gobierno de Macri está eludiendo la responsabilidad sobre el secuestro y desaparición de Maldonado y considero que por el caso debería costarle el puesto la cúpula del Ministerio de Seguridad. Ya hemos pedido la renuncia de Patricia (Bullrich) y la gente que la secunda. Ellos van a seguir en la negativa, pero tendrán que responder por esta causa en la justicia internacional. Son delitos de lesa humanidad que no prescriben.
¿Existe paralelismo en la desaparición de Julio López, con la de Santiago Maldonado?
Son dos delitos distintos en el caso de la desaparición de Julio López se trato de un secuestro y desaparición de la persona, por parte de grupos de tareas, no fue directamente el Estado. En este caso. El de Maldonado, si es el Estado y es el que tiene que asumir toda su responsabilidad política. Esto es grave y el Gobierno tiene que dar explicaciones. Este secuestro puede ser el inicio del terrorismo de Estado que ya sufrimos durante el gobierno de Isabel Perón y luego durante la dictadura de Videla.
El Presidente Mauricio Macri se ha pronunciado contra el gobierno de Venezuela solicitando el respeto de los derechos humanos y la libertad de los presos políticos. ¿Qué opina de estas declaraciones?
Mire un presidente que tiene decenas de causas judiciales abiertas por delitos de corrupción, que viola constantemente los derechos humanos, como en el caso de Milagro Sala o en este momento con el secuestro de Santiago Maldonado, no tiene autoridad moral para entrometerse en asuntos de países democráticos donde sus autoridades fueron elegidas democráticamente por su pueblo.
En mi país se reprimen violentamente las luchas contra las políticas neoliberales. Se están aplicando formas de actuación como en otras épocas donde gobernaban los militares. Creo que el presidente Macri tendría que preocuparse más por su país, por la falta de empleo y las necesidades que está pasando el pueblo, que meter las narices en Venezuela.
Esta misma actitud la ha tomado el Presidente del Gobierno español Mariano Rajoy. Usted que es hijo de gallego y al mismo tiempo también tiene la ciudadanía española. ¿Cómo ve la actitud tan injerencista del gobierno español?
Le respondo casi con las mismas palabras que califique al presidente Macri. Es increíble que el presidente del gobierno considerado más corrupto de Europa y del mundo intente dar clases de democracia a Venezuela. Un país que tiene centenares de presos políticos. Algunos con más de 20 años de cárcel. Que por emitir algún mensaje en las redes supuestamente terrorista se le aplique condenas de cárcel desproporcionas. Un gobierno que mantuvo en la cárcel al líder vasco Arnaldo Otegi durante más de 5 años. Le contare un detalle durante la condena de Otegi, intenté en varias oportunidades visitarlo en la cárcel y el gobierno nunca me lo permitió.