Las previsiones provisionales indican que mañana miércoles el brutal fenómeno meteorológico tocará Puerto Rico e Islas Vírgenes. Entre jueves y viernes podría afectar a la isla de Haití (más de 500 muertos en 2016 por el huracán Matthew) y República Dominicana, primero, y Cuba después. A partir de entonces la predicción es aún incierta, pero si siguiese su trayectoria de ascenso hacia el noroeste, entre el viernes y el sábado el huracán –"extremadamente peligroso", avisa el Centro de Huracanes– podría entrar a EE UU barriendo los cayos y yendo a impactar contra el sur de Florida, cuyo gobierno declaró ayer, lunes, el estado de emergencia. La Guardia Nacional está lista para desplegar 30.000 rescatistas, 4.000 camiones especiales y 100 helicópteros para auxiliar a la población de Florida.
El alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, también ha declarado el estado de emergencia. Este miércoles podría iniciarse la evacuación de las zonas costeras más vulnerables de la ciudad, como la famosa Miami Beach. "Es una tormenta muy poderosa", dijo el alcalde. "Prefiero incomodar a los vecinos que perder vidas". El director de emergencias del condado de Monroe (donde están los cayos, centro turístico de la región) ha dicho: "Si alguna vez ha habido una tormenta que tomarse muy en serio, es esta".
Irma amenaza el Caribe y EE UU justo días después del paso demoledor del huracán Harvey por Texas, que dejó al menos 60 muertos y daños materiales en torno a los 200.000 millones de dólares. Las predicciones no descartan que Irma en vez de ir contra Florida pase por el Estrecho de Florida y se adentre hacia el Golfo de México. El margen de error de la predicción a cuatro o cinco días vista es de 280 a 360 kilómetros.
El huracán Irma se dirige en estos momentos hacia la entrada oriental del Caribe y en las próximas horas podría tocar tierra en las Islas de Sotavento con un viento con una fuerza de niveles "catastróficos" según el Centro de Huracanes. Hoy a las ocho de la mañana (horario de la costa Este de EE UU) los vientos sostenidos del huracán a mar abierto alcanzaban picos de 280 kilómetros por hora, según la medición de una avioneta equipada para meterse en los huracanes y tomar medidas. La longitud del huracán este martes era de 193 kilómetros y el radio de impacto de sus rachas de aire desde el ojo de la tomenta, de 75 kilómetros.
Los residentes de las islas de las Antillas Menores apuran sus preparativos de última hora. Ya este lunes de tarde comenzaban a formarse colas para llenar los tanques de los vehículos, mientras las autoridades cancelaban vuelos, habilitaban albergues y cerraban las escuelas.
El gobernador de Florida, Rick Scott, ha declarado en emergencia a los 67 condados del Estado. "El huracán Irma es una tormenta grande y que implica riesgo de muerte, y Florida debe estar preparada", ha escrito el gobernador. En agosto se cumplieron 25 años del paso por Florida del huracán Andrew, hasta la fecha el más dañino de su historia con 65 muertos y 60.000 casas arrasadas. Este lunes en Miami la gente acudía a los supermercados a abastecerse con días de antelación.
En Puerto Rico, el gobernador Ricardo Rosselló ha anunciado la habilitación de albergues para 62.000 personas, así como la suspensión de las clases. El director de la División del Caribe de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), Alejandro de la Campa, ha dicho que un portaaviones estadounidense fue movilizado para ayudar en casos de emergencia. El portaaviones cuenta con 30 helicópteros, equipo anfibio y un hospital. El servicio eléctrico de Puerto Rico advierte de que Irma podría dejar seriamente dañada la red de electricidad de la isla hasta seis meses.
Con Irma tocando a la puerta del Caribe, el Centro de Huracanes ha detectado la formación en el Atlántico de la tormenta José a 2.400 kilómetros al Este de las Antillas Menores. El viernes José podría convertirse en un huracán avanzando por el Atlántico y el sábado podría, siguiendo la estela de Irma, estar llegando a la región caribeña. Pero aún es pronto para precisar su rumbo y su fuerza.