La Casa Blanca es un verdadero caos, dicen los analistas. Trump manda y ordena con desbarajuste. Miembros del gabinete y asesores poco pintan en el panorama; no más que ir por detrás tratando de deshacer los entuertos en los que el presidente mete al gobierno. Cada tuit del mandatario y una que otra declaración oral ponen en ascuas a todo el entorno presidencial.
Caos, vértigo y polémicas de todo tipo, resumen los cinco meses y días de mandato de Donald Trump en la Casa Blanca. Algunos lo atribuyen a la egolatría del multimillonario presidente y su torpeza política. Otros ven detrás algo más sofisticado, manejado por el cerebro gris de Steve Bannon, quien se dice cree que generando caos se derrumbarán viejos esquemas y surgirá un “nuevo orden”.
Lo cierto es que el señor de la Casa Blanca, como dice una canción, no se le parece a nadie.
Obsesión Obama
Para Trump y su camarilla, Barack Obama es una pesadilla que hay que borrar del mapa. Es como la brújula que guía a este gobierno. El rubio neoyorquino con torres inmobiliarias y campos de golf por doquier no quiere que queden huellas del gobierno del primer negro en llegar al poder en Estados Unidos.
Los comentarios y tuits del jefe de Estado sobre Obama o las decisiones durante el anterior gobierno son parte inseparable de su retórica. Por decir, hasta se inventó unas supuestas escuchas ilegales en la Torre Trump ordenadas por su antecesor durante la campaña electoral.
Ha desmontado las decisiones de Obama que favorecían la protección del medio ambiente frente a voraces proyectos empresariales. No le ha temblado el pulso para aprobar oleoductos contaminantes, quitar restricciones ambientalistas y hasta retirarse del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático.
Se ha empleado al máximo para tratar de que el Congreso apruebe su reforma de salud que echaría abajo el llamado Obamacare y, a la vez, se llevaría las esperanzas de tener atención de salud de más de 20 millones de estadounidenses. “No puedo imaginar que estos buenos senadores republicanos pudieran permitir que el pueblo americano sufra con el quebrado ObamaCare durante más tiempo”, señaló el presidente exasperado ante la oposición de nueve senadores republicanos a su propuesta sanitaria, que tampoco es del agrado de la bancada demócrata.
Fue hasta Miami, rodeado de la crápula anticubana, para decretar la muerte de la política hacia la normalización con Cuba comenzada por Obama. Por más que su bravucón empeño declarativo no pudiera concretarlo totalmente en las decisiones que firmó.
Todo lo que huela a su antecesor le produce repulsión al mandamás y hará lo imposible por liquidarlo; no importa a qué costo.
Timos y Mentiras
El magnate acostumbrado a llamar siempre la atención, no escatima autosatisfacciones. El hombre que cuelga su nombre en grandes letras en todos sus hoteles y clubes y se jacta de los “solomillos Trump”, “Trump vodka” y “Corbatas Trump”, se inventó ahora una portada de la revista TIME que cuelga enmarcada en la pared de al menos 7 de los 17 clubes de golf que posee.
Con una foto de brazos cruzados y ceño fruncido, la supuesta portada tiene un titular por encima del nombre de la revista: “¡TRUMP ACERTANDO EN TODOS LOS FRENTES…INCLUSO EN TELEVISIÓN!”. Dice ser de la edición del 1 de marzo de 2009. Pero ese día no hubo una edición de la revista, ni ninguna edición en la que honrara a Trump por su protagonismo televisivo. “Puedo confirmar que no es una portada verdadera de TIME”, afirmó una portavoz a The Washington Post, el primer periódico en encontrar esta información. TIME ha solicitado a la Organización Trump que retire la portada de sus establecimientos.
Por cierto, que según The New York Times, el presidente ha dicho mentirascada día de su gobierno, excepto algunas jornadas de fin de semana que ha dedicado a jugar el golf y se ha alejado de su teléfono para tuitear. Un largo inventario de 100 mentiras de Trump, día por día, fue publicado por el diario neoyorkino, a página completa, el pasado 23 de junio.
La historia deja en evidencia a un presidente que ha cargado fuertemente contra los medios de comunicación por publicar supuestas noticias falsas.