La magnitud del reto que nos corresponde asumir para estar a la altura del compromiso histórico de la consolidación plena del ideario bolivariano y chavista plasmado en letra viva en el Libro Azul necesita de una juventud más aguerrida, una juventud con una elevada conciencia crítica, que le imprima rebeldía a su accionar a la máxima potencia para alzar su voz ante la injusto, lo incorrecto, ante el oprobio de los que alzan las banderas de la Revolución para aprovecharse de ella, pero también para defender los avances y logros que hemos alcanzado y para ello es vital que la lucha ideológica sea llevada a niveles superiores.
Por eso hoy, con el espléndido triunfo de 1814 en La Victoria, que el ímpetu y el encendido patriotismo de José Félix Ribas en este día histórico retumbe con fuerza en la voz de cada joven militante, fiel a nuestro ideales y a los intereses más nobles de la Revolución Bolivariana.
Nuestra Revolución está ávida de una juventud con mucha más plena y generosa entrega a la causa revolucionaria; con mucho más afán por crear, aportar, creer y plasmar -aún en nuestras realidades más complejas realidades- un mejor mundo posible.
Seamos capaces, pues, de construir e inspirar la praxis transformadora del Poder Popular y de nuestro PSUV, para seguir librando las batallas que debemos asumir para desmembrar los ataques de la cruenta ultraderecha que pretende seguir defendiendo el modelo más vil y destructivo que pueda existir sobre la faz del planeta: el voraz capitalismo (nuestro real enemigo).
Hagamos una realidad palpable el juramento de la juventud revolucionaria, de la juventud de hijas e hijos del comandante y maestro Hugo Chávez.
Basta mirarnos en su pensamiento, en su ejemplo, para comprender cabalmente que la lucha debe ser solidaria no solo en el verbo; basta pensar en Chávez para saber que nuestra responsabilidad como jóvenes militantes de la Revolución Bolivariana nos obliga a mirarnos, a repensarnos, a reencontrarnos y reconocernos en el otro militante: en ese camarada que se indigna ante la injusticia pero con convicción, constancia y dignidad permanece activo en la línea de combate para seguir en la lucha por su Patria.
Solo así lográremos alcanzar la victoria de permanecer verdaderamente unidos con la moral en alto para seguir venciendo y hacer irreversible nuestro devenir por las anchas alamedas que nos conducirán hacía el socialismo del siglo XXI; solo así podremos mirar más allá de las fronteras de nuestro continente con el gesto heroico de nuestros libertadores para no perder de vista el rumbo de forjar la Patria Grande.
Dice el gran Silvio Rodríguez, hombre de la canción necesaria que plasma en letras el sentir del pueblo como lo hizo nuestro gran Alí Primera: “Seamos un tilín mejores”, seamos como Chavéz en toda su humanidad, en su temple para vencer siempre.
Por nuestra causa, joven revolucionario, ¿qué puede significar más que pertenecer a esta juventud chavista, patriota, grande y heroica?
Sigamos juntos forjando sueños, seamos indetenibles para seguir sembrando amor como la sonrisa de nuestras niñas y nuestros niños, como el fulgor de la mujer batalladora, del adulto mayor, del campesino, del estudiante que con ternura y tesón van tejiendo historias por un mundo mejor. Sigamos firmes con la esperanza siempre en esta hora que a la juventud le pertenece.
“Son ustedes muchachas y muchachos, que hoy tienen 20 y un poquito más, la mejor de todas las generaciones que por esta tierra ha pasado en 500 años de historia conocida”.(Hugo Chávez /Septiembre 2012)
¡Chávez vive, la lucha sigue! ¡Hasta la victoria siempre!
@mayer777