El 90 % de las estructuras en la isla caribeña de Barbuda han quedado totalmente destruidas tras el paso del poderoso huracán Irma a principios de septiembre. La corresponsal de RT Helena Villar ha viajado a la isla, que por primera vez en 300 años está deshabitada, y ha podido comprobar en primera persona que ahora representa un paisaje completamente desértico, donde solo se ven los encargados de las labores de limpieza, de desescombro, personal médico, policías y miembros del Ejército que supervisan la situación.
"Estamos haciéndolo, pero los trabajos realizados hasta ahora podrían haber ido un poco más rápido si los antiguanos estuvieran aquí. Para decirnos qué hacer exactamente, para que pudiéramos elegir", ha comentado a RT Kevin Hot, responsable del equipo de limpieza y desescombro de Barbuda.
Los primeros días fueron de evacuación, en tanto que los siguientes fueron de saneamiento y fumigación de insectos. Es una de las tareas del equipo del Departamento de Medio Ambiente de Antigua y Barbuda, entre cuyas prioridades también está conseguir agua potable y comprobar el estado de la flora y la fauna de la isla, que hasta hace poco era una de las perlas del Caribe.
"Bajamos al santuario de aves que está en la laguna en el sur y la situación es muy mala, pero tenemos esperanza. Vemos alrededor de 250 aves, cuando normalmente tenemos 5.000", indica Kelly Burton, del Departamento de Medio Ambiente de Antigua y Barbuda.
El equipo de RT también se encontró con una delegación del Ministerio de Educación del país que viajó a la isla por primera vez desde el paso de Irma, y ha sido testigo de sus primeras impresiones sobre los restos de la única escuela de primaria que existía.
Rosa Greenaway, secretaria de Educación de Antigua y Barbuda, recordó haber visitado el lugar el año pasado. "Barbuda era un lugar encantador en comparación con lo que es ahora, los daños son muy graves y he visto fotos, pero ahora estoy viendo por mí misma los daños que se han producido y es triste", comentó. Greenaway admitió que "no se podrá volver pronto a la tierra y abrir este curso de nuevo".
En total, los 500 niños y adolescentes han perdido su escuela y de momento es la vecina isla de Antigua la que asumirá su educación. Barbuda se ha convertido en una 'isla fantasma', donde solo algunos perros intentan sobrevivir con dificultad ante los estragos que dejó el devastador huracán.