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General: REFLEXIONES DE fIDEL .... lA MENTIRA TARIFADA ...
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De: Ruben1919 (Mensaje original) |
Enviado: 09/02/2014 10:17 |
La mentira tarifada
Me mueve a escribir el hecho de que muy pronto ocurrirán acontecimientos graves. No transcurren en nuestra época diez o quince años sin que nuestra especie corra peligros reales de extinción. Ni Obama ni nadie podría garantizar otra cosa; lo digo por realismo, ya que solo la verdad nos podría ofrecer un poco más de bienestar y un soplo de esperanza. Hemos llegado en materia de conocimientos a la mayoría de edad. No tenemos derecho a engañar ni a engañarnos.
En su inmensa mayoría la opinión pública conoce bastante sobre el nuevo riesgo que está a sus puertas.
No se trata simplemente de que los cohetes cruceros apunten hacia objetivos militares de Siria, sino que ese valiente país árabe, situado en el corazón de más de mil millones de musulmanes, cuyo espíritu de lucha es proverbial, ha declarado que resistirá hasta el último aliento cualquier ataque a su país.
Todos conocen que Bashar al Assad no era político. Estudió medicina. Se graduó en 1988 y se especializó en oftalmología. Asumió un papel político al morir su padre Hafez al Assad en el año 2000 y tras la muerte accidental de un hermano antes de asumir aquella tarea.
Todos los miembros de la OTAN, aliados incondicionales de Estados Unidos y unos pocos países petroleros aliados al imperio en aquella zona del Medio Oriente, garantizan el abastecimiento mundial de combustibles de origen vegetal, acumulados a lo largo de más de mil millones de años. La disponibilidad de energía procedente, en cambio, de la fusión nuclear de partículas de hidrógeno, tardará por lo menos 60 años. La acumulación de los gases de efecto invernadero continuará así creciendo a elevados ritmos y tras colosales inversiones en tecnologías y equipos.
Por otro lado se afirma que en el 2040, en apenas 27 años, muchas tareas que hoy realiza la policía como imponer multas y otras tareas, serían realizadas por robots. ¿Se imaginan los lectores cuán difícil será discutir con un robot capaz de hacer millones de cálculos por minuto? En realidad era algo inimaginable años atrás.
Hace apenas unas horas, el lunes 26 de agosto, despachos de agencias clásicas bien conocidas por sus servicios sofisticados a Estados Unidos, se dedicaron a difundir la noticia de que Edward Snowden se había tenido que establecer en Rusia porque Cuba había accedido a las presiones de Estados Unidos.
Ignoro si alguien en algún lugar le dijo algo o no a Snowden, porque esa no es mi tarea. Leo lo que puedo sobre noticias, opiniones y libros que se publican en el mundo. Admiro lo valiente y justo de las declaraciones de Snowden, con lo que a mi juicio prestó un servicio al mundo al revelar la política repugnantemente deshonesta del poderoso imperio que miente y engaña al mundo. Con lo que no estaría de acuerdo es que alguien, cualesquiera que fuesen sus méritos, pueda hablar en nombre de Cuba.
La mentira tarifada. ¿Quién la afirma? El diario ruso “Kommersant” ¿Qué es este libelo? Según explica la propia agencia Reuters el diario cita a fuentes próximas al Departamento de Estado norteamericano: “el motivo de ello fue que en el último minuto Cuba informó a las autoridades que impidieran que Snowden tomara el vuelo de la aerolínea Aeroflot.
“Según el rotativo, […] Snowden pasó un par de días en el consulado ruso de Hong Kong para manifestar su intención de volar a Latinoamérica vía Moscú.” Si yo quisiera podría hablar de estos temas sobre los que conozco ampliamente.
Hoy observé con especial interés las imágenes del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante su visita al buque insignia del destacamento ruso que visita a Venezuela después de su anterior escala en los puertos de La Habana y Nicaragua.
Durante la visita del Presidente venezolano a la nave me impresionaron varias imágenes gráficas. Una de ellas fue la amplitud de los movimientos de sus numerosos radares capaces de controlar las actividades operativas de la nave en cualquier situación que se presente.
Por otra parte, indagamos sobre las actividades del mercenario rotativo “Kommersant”. En su época fue uno de los más perversos medios al servicio de la extrema derecha contrarrevolucionaria, la cual disfruta que el gobierno conservador y lacayo de Londres envíe sus bombarderos a la Base Aérea en Chipre, listos para lanzar sus bombas sobre las fuerzas patrióticas de la heroica Siria, mientras en Egipto, calificado como el corazón del mundo árabe, miles de personas son asesinadas por los autores de un grosero golpe de Estado.
En esa atmósfera se preparan los medios navales y aéreos del imperio y sus aliados para iniciar un genocidio contra los pueblos árabes.
Es absolutamente claro que Estados Unidos tratará siempre de presionar a Cuba como hace con la ONU o cualquier institución pública o privada del mundo, una de las características de los gobiernos de ese país y no sería posible esperar de sus gobiernos otra cosa, pero no en balde se resisten 54 años defendiendo sin tregua —y el tiempo adicional que fuera necesario—, enfrentando el criminal bloqueo económico del poderoso imperio.
Nuestro mayor error es no haber sido capaz de aprender mucho más en mucho menos tiempo.
Fidel Castro Ruz Agosto 27 de 2013 8 y 34 p.m.
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Rafael Correa
3 marzo 2008
Recuerdo cuando nos visitó, meses antes de la campaña electoral donde pensaba presentarse como candidato a la Presidencia de Ecuador. Había sido Ministro de Economía del gobierno de Alfredo Palacio, médico cirujano con prestigio profesional, que también nos había visitado en su condición de Vicepresidente, antes de acceder a la presidencia, por situaciones imprevistas que se dieron en Ecuador. Este había sido receptivo a un programa de operaciones oftalmológicas que le ofrecimos como forma de cooperación. Existían buenas relaciones entre ambos gobiernos.
Correa, no hacía mucho, había renunciado al Ministerio de Economía. Estaba inconforme con lo que calificó de corrupción administrativa promovida por Oxy, empresa extranjera que exploró e invirtió importantes sumas, pero que se quedaba con cuatro de cada cinco barriles de petróleo extraído. No habló de nacionalizar, sino de cobrarle elevados impuestos que asignaba de antemano a inversiones sociales pormenorizadas. Ya había aprobado las medidas y un juez las declaró válidas.
Como no mencionaba la palabra nacionalizar, pensé que experimentaba temor al concepto. No me extrañaba, porque era economista graduado con grandes reconocimientos por una conocida universidad de Estados Unidos. No me ocupé mucho en profundizar, lo acosaba con preguntas del arsenal acumulado en la lucha contra la deuda externa de América Latina en 1985 y de la propia experiencia cubana.
Existen inversiones de riesgo sumamente altas y de sofisticada tecnología, que ningún país pequeño como Cuba y Ecuador podría asumir.
Como estábamos ya en el año 2006 decididos a impulsar la revolución energética, que fuimos el primer país del planeta en proclamar como cuestión vital para la humanidad, le había abordado el tema con especial énfasis. Me detuve, había comprendido una de sus razones.
Le conté la conversación que hacía poco había sostenido con el presidente de la empresa española REPSOL. La misma, asociada a otras empresas internacionales, acometería una operación costosa para perforar en el fondo del mar, a más de 2 000 metros de profundidad, con empleo de sofisticadas tecnologías, dentro de las aguas jurisdiccionales de Cuba. Dije al jefe de la empresa española: ¿Cuánto vale un pozo exploratorio? Le hago la pregunta porque queremos participar aunque sea en el uno por ciento del costo, deseamos saber lo que ustedes quieren hacer con nuestro petróleo.
Correa, por su parte, me había contado que de cada cien dólares que extraían las compañías, solamente veinte iban para el país; ni siquiera entraban en el presupuesto, expresó, se dejaban en un fondo aparte para cualquier cosa menos para mejorar las condiciones de vida del pueblo.
Yo derogué el fondo, me dijo, y asigné 40 por ciento para educación y salud, desarrollo tecnológico y vial, el resto para recomprar la deuda si el precio de la misma nos favorecía, o de lo contrario invertirlo en otra cosa más útil. Antes teníamos que comprar cada año una parte de esa deuda que se encarecía.
En el caso del Ecuador ?me añadió? la política petrolera rayaba en traición a la patria. ¿Por qué lo hacen?, le pregunto. ¿Por miedo a los yanquis o presión insoportable? Me responde: Si tienen un Ministro de Economía que les dice que privatizando mejora la eficiencia, usted puede imaginarse. Yo no hice eso.
Lo estimulo a seguir y me explica con calma. La compañía extranjera Oxy es una empresa que ha roto su contrato y de acuerdo con la ley ecuatoriana se requiere la caducidad. Significa que el campo operado por esa empresa tiene que pasar al Estado, pero por presiones de los yanquis el gobierno no se atreve a ocuparlo, se crea una situación no contemplada por la legislación. La ley dice caducidad y nada más. El juez de primera instancia, que era presidente de PETROECUADOR, lo hizo así. Yo era miembro de PETROECUADOR y nos llamaron de urgencia a una reunión para expulsarlo del cargo. Yo no asistí y no pudieron despedirlo. El juez declaró la caducidad.
¿Qué querían los yanquis?, pregunto. Querían una multa, explica él rápido. Escuchándolo comprendí que lo había subestimado.
Yo estaba apurado por multitud de compromisos. Lo invité a presenciar el encuentro con un numeroso grupo de profesionales cubanos altamente calificados que partirían para Bolivia, a fin de integrarse a la Brigada Médica; esta cuenta con personal para más de 30 hospitales, entre otras actividades 19 posiciones quirúrgicas que pueden realizar más de 130 mil operaciones oftalmológicas por año; todo bajo forma de cooperación gratuita. Ecuador dispone de tres centros similares con seis posiciones oftalmológicas.
La cena con el economista ecuatoriano fue ya entrada la madrugada del 9 de febrero de 2006. Apenas hubo puntos de vista que yo no abordara. Le hablé hasta del mercurio tan dañino que las industrias modernas esparcen por los mares del planeta. El consumismo fue por supuesto un tema enfatizado por mí; el alto costo del kiloWatt/hora en las termoeléctricas; las diferencias entre las formas de distribución socialista y comunista, el papel del dinero, el millón de millones que se gasta en publicidad sufragado forzosamente por los pueblos en los precios de las mercancías, y los estudios realizados por brigadas sociales universitarias que descubrieron, entre los 500 mil núcleos de la capital, el número de personas ancianas que vivían solas. Expliqué la etapa de universalización de los estudios universitarios en que estábamos envueltos.
Quedamos muy amigos, aunque tal vez se llevara la imagen de que yo era autosuficiente. Si eso ocurrió, fue realmente involuntario por mi parte.
Desde entonces observé cada uno de sus pasos: proceso electoral, enfoque de los problemas concretos de los ecuatorianos, y victoria popular sobre la oligarquía.
En la historia de ambos pueblos hay muchas cosas que nos unen. Sucre fue siempre una figura extraordinariamente admirada junto a la de El Libertador Bolívar, quien para Martí, lo que no hizo en América está por hacer todavía, y como exclamó Neruda, despierta cada cien años.
El imperialismo acaba de cometer un monstruoso crimen en Ecuador. Bombas mortíferas fueron lanzadas en la madrugada contra un grupo de hombres y mujeres que, casi sin excepción, dormían. Eso se deduce de todos los partes oficiales emitidos desde el primer instante. Las acusaciones concretas contra ese grupo de seres humanos no justifican la acción. Fueron bombas yanquis, guiadas por satélites yanquis.
A sangre fría nadie absolutamente tiene derecho a matar. Si aceptamos ese método imperial de guerra y barbarie, bombas yanquis dirigidas por satélites pueden caer sobre cualquier grupo de hombres y mujeres latinoamericanos, en el territorio de cualquier país, haya o no guerra. El hecho de que se produjera en tierra probadamente ecuatoriana es un agravante.
No somos enemigos de Colombia. Las anteriores reflexiones e intercambios demuestran cuánto nos hemos esforzado, tanto el actual Presidente del Consejo de Estado de Cuba como yo, de atenernos a una política declarada de principios y de paz, proclamada desde hace años en nuestras relaciones con los demás Estados de América Latina.
Hoy que todo está en riesgo, no nos convierte en beligerantes. Somos decididos partidarios de la unidad entre los pueblos de lo que Martí llamó Nuestra América.
Guardar silencio nos haría cómplices. Hoy a nuestro amigo, el economista y presidente del Ecuador Rafael Correa, quieren sentarlo en el banquillo de los acusados, algo que no podíamos siquiera concebir aquella madrugada del 9 de febrero de 2006. Parecía entonces que mi imaginación era capaz de abarcar sueños y riesgos de todo tipo, menos algo parecido a lo que ocurrió la madrugada del sábado 1º de marzo de 2008.
Correa tiene en sus manos los pocos sobrevivientes y el resto de los cadáveres. Los dos que faltan demuestran que el territorio de Ecuador fue ocupado por tropas que cruzaron la frontera. Puede exclamar ahora como Emilio Zola: ¡Yo acuso!
Fidel Castro Ruz
Marzo 3 de 2008
8 y 36 p.m.
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Los cristianos sin biblias
2 marzo 2008
Los médicos y los demás profesionales y técnicos de la salud cubanos constituyen una fuerza excepcional. Ningún país cuenta con algo similar; igual que los soldados internacionalistas de nuestra isla, se formaron en el combate. Sus misiones en el exterior se atienen a rigurosas normas éticas. Sus servicios se prestan gratuitamente o se comercializan, según las circunstancias del país receptor. Ellos no son exportables.
Sin embargo, los libros no alcanzan. No basta que en las bibliotecas haya suficientes para las consultas incesantes que tienen lugar. Hace falta que cada uno de nuestros profesionales de la salud posea un texto clásico de su especialidad, y si desempeña o practica dos, tres o más misiones en el hospital o policlínico, debe disponer de un ejemplar clásico de cada una.
Un graduado en Medicina General Integral recibe ese título después de nueve años de intensos estudios teóricos y prácticos de nivel superior. Más de 50 especialidades diferentes se aplican en nuestros centros de salud. Muchas de ellas requieren como base ser graduado de Medicina General Integral. Las aptitudes se detectan mucho antes como, por ejemplo, en Cirugía, Cardiología, Oncología, Hematología, Imaginología, Trasplantes, Medicina Deportiva, ofreciéndoseles a los futuros expertos la oportunidad de la preparación simultánea.
¿Qué hace un médico sin el texto actualizado que se considere ideal sobre esos conocimientos? ¿Qué hace si es cirujano sin texto adicional sobre Cirugía? ¿Qué hace si su trabajo es como clínico de un hospital general donde además asiste a numerosos pacientes ancianos? Tres libros clásicos personales: como médico general integral, como clínico y como geriatra deben estar en sus manos.
Hoy las especialidades se entrelazan y combinan. Los conocimientos sobre nutrición, sistemas nervioso, cardiaco, óseo; los medicamentos adecuados, en constante transformación, requieren un gran cúmulo de conocimientos, individual o colectivamente, entre los especialistas que integran por lo general los equipos médicos.
En Medicina, muchos problemas son urgentes, y las urgencias requieren decisiones inmediatas. Mis compatriotas comprenden de qué les hablo, porque saben de centros de asistencia y de servicios, dónde están y quiénes los atienden, a nivel local, regional o nacional, más de lo que nadie se imagina. A los conocimientos básicos del especialista hay que añadir el uso intensivo de la computación para información e interconsultas.
En nuestra legislación nacional, se establece el derecho a utilizar con fines educativos cualquier texto que se publique en el mundo desde La Ilíada hasta Cien años de Soledad. No así el de imprimir con fines comerciales obras protegidas por legislaciones sobre derecho de autor. Algún estímulo hay que ofrecer a los que se esmeran en crear arte y ciencia, es decir, bienes para la vida espiritual y material.
Hace solo unos días, alguien me facilitó una filmación no profesional del conocido ballet “El Lago de los Cisnes”, tema en el que estoy lejos de ser un experto, pero que en las circunstancias actuales constituye para mí una agradable forma de olvido casi total del tiempo. Observé durante casi dos horas la increíble actuación de la que tal vez sea hoy la mejor intérprete de ese ballet en el mundo: Viengsay, hija de una pareja diplomática cubana, a quien le pusieron ese nombre en honor a una región de Lao, donde ellos representaron a Cuba.
¡Hay actuaciones que son irrepetibles!, exclamó un crítico europeo. Pienso igual. No concebía tan asombrosa elegancia y flexibilidad, sin la más mínima imprecisión. Este es el fruto de toda una escuela guiada por Alicia Alonso, genial inspiradora del Ballet Nacional, compañía artística que estuvo a la altura de la intérprete.
Sabía que detrás de la bailarina estaba igualmente un fisioterapeuta, ya retirado, que durante 36 años trabajó en un hospital general de la ciudad, y que después de cada jornada agotadora de la artista en su entrenamiento, trabajaba con ella una hora diaria para garantizar la elasticidad y fortaleza de cada uno de los músculos que intervenían en sus movimientos. “Me evita riesgos de distensión”, exclamó Viengsay hace varios años.
De fisioterapeuta artístico lo califiqué en un breve mensaje en que lo exhortaba a escribir un libro sobre su experiencia con la notable bailarina.
Según me contaron después ellos mismos, ambos habían pensado igual hace alrededor de 5 años; pero entre la múltiples tareas diarias, nadie pudo ocuparse del asunto. Creo que esta vez lo comprometí en serio.
Esta disquisición tal vez sirva para transmitir la idea que vengo sosteniendo. En enero pasado, hablé de Elena Pedraza, la fisioterapeuta chilena de 97 años, que tanto nos ayudó en el desarrollo de esa especialidad que apenas existía en Cuba antes de la Revolución. Después de mi Reflexión, ella envió un ejemplar escrito por Debra J. Rose, fisioterapeuta de California, publicado por una editorial española. De ese ejemplar, editamos 10 000 para los que prestan esos servicios en Cuba, entre ellos estudiantes de los últimos cursos, y 500 serán adquiridos en la casa editora para los fisioterapeutas cubanos que laboran en Venezuela.
De ese texto, seleccionamos ejercicios fundamentales de aplicación general a la población mayor de 50 años, ya que es necesario educar al pueblo para actividades de salud que se generalizan. Es imposible un fisioterapeuta para cada persona de los millones que necesitan aplicar esos ejercicios.
¡Cómo les gustaría a los jerarcas europeos y estadounidenses, comprar médicos cubanos, como hacen con los graduados de los países africanos, latinoamericanos y de otras partes del Tercer Mundo, privándolos de los profesionales que con tantos sacrificios preparan!
En una aldea de África —como ya hemos dicho y diremos cuantas veces sea necesario—, un médico internacionalista cubano puede formar a la vez a varios excelentes médicos junto a él, en el mayor laboratorio del mundo, que es la comunidad, y combatir en ella los padecimientos concretos de cada región específica de África. Los libros que ese médico lleve consigo servirán como un fondo común de conocimientos.
Un profesional de la salud sin un texto especializado en sus manos es como un cristiano sin Biblia.
Mientras escribo estas líneas en la tarde del domingo, reitero la idea, si el tiempo me lo permite, de elaborar unas Memorias. Si alguien paga por ellas, destinaría esos fondos a la impresión en Cuba de textos para nuestros profesionales de la salud. Mientras tanto, hay ya más de 100 mil garantizados con anterioridad, que en los próximos meses se distribuirán, no en gruesos y pesados volúmenes como los importados, sino divididos en tomos más pequeños por grupos de capítulos.
Mañana se inicia el Encuentro sobre Globalización y Problemas del Desarrollo. Su orador central el primer día sería nuestro querido amigo el presidente de Ecuador, Rafael Correa. No podrá asistir. Se escuchan con fuerza en el sur de nuestro continente las trompetas de la guerra, como consecuencia de los planes genocidas del imperio yanqui.
¡Nada es nuevo! ¡Estaba previsto! Fidel Castro Ruz
Marzo 2 de 2008
7 y 42 p.m.
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La marcha prematura
1 marzo 2008
Sergio se nos fue. Escuché por televisión hace un rato las noticias sobre la incineración de su cadáver. Era mucho más joven que yo. Si tuviéramos una mayor cultura sobre la salud quizás no se habría marchado tan pronto. De él aprendí cuando visitaba las bellas montañas del centro de la Isla. Admiraba sus principios. Estoy seguro de que no le habría gustado que sus cenizas reposaran en el cementerio de la capital. Ojalá que sus familiares o quienes tengan ese derecho, decidan colocarlas en algún bosque del Escambray, donde un árbol crezca junto a su memoria. Aceptaré cualquier decisión con sincera honestidad.
Fidel Castro Ruz
1º de marzo de 2008
8 y 39 p.m.
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Espero no tener que avergonzarme
28 febrero 2008
Estas líneas se publicarán mañana 29 de febrero. Un gran número de tareas nos esperan pronto. El lunes 3 se iniciará el X Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, a los que siempre asistí y en los cuales expresé diversos puntos de vista. Por los acontecimientos internacionales que tienen lugar, este será sin duda de gran trascendencia por la presencia de prestigiosos economistas, algunos Premios Nobel y dos eminentes jefes de Estado.
Deseo, en lo que escribo hoy, abordar un tema.
Durante estos días de voluntario reposo he leído gran número de cables transmitidos por agencias tradicionales de prensa escrita o a través de Internet. Entre estos, hay un despacho desde Cuba del sitio digital de la BBC Mundo que repugna por su insultante ataque personal. Publicado el 25 de febrero, un día después de la elección del Presidente del Consejo de Estado, bajo el subtítulo de El peso de las reflexiones, afirma lo siguiente:
“Fidel Castro parece querer tranquilizar al nuevo gobierno y promete ‘ser cuidadoso’ con las opiniones expresadas en sus editoriales, las cuales se publican en todos los medios de difusión del país, incluyendo radio y televisión.
“En sus reflexiones hace un nuevo ejercicio de modestia, no solo pide que se le llame ‘compañero Fidel’, sino que sus escritos no aparezcan en las portadas del periódico oficial, e insiste en que los demás medios solo emitan una síntesis.”
“…Se trata solo de algo formal; aunque sus reflexiones aparezcan en la página de deportes, su peso no será por eso menor. Tanto nacional como internacionalmente, cualquier comentario del ‘compañero Fidel’ repercutirá profundamente.
“En cierta forma, es una Espada de Damocles pendiente sobre la cabeza de los dirigentes. Todos ellos saben que sería extremadamente difícil llevar adelante cualquier política que sea públicamente condenada por Castro…”
“Las relaciones entre los hermanos Castro son en Cuba un misterio condimentado por los más disímiles rumores…”
“Cuentan que se encerraron solos y discutieron varias horas, que desde afuera de la oficina de Fidel se podían oír los gritos de ambos.”
“Nada de esto se puede confirmar, no hay pruebas, solo supuestos testigos; pero en Cuba, como en ningún otro país, cuando el río suena es porque piedras trae, y ‘Radio Bemba’, la transmisión oral de la información, casi siempre acierta.”
Otros importantes órganos de la gran prensa norteamericana, The New York Times, The Washington Post y The Wall Street Journal, expresaron frustración, pero sin acudir a groseros insultos.
Para muchos, nuestro país era como una caldera llena de vapor a punto de estallar. Les choca el medio siglo de resistencia heroica.
Las palabras inteligentes y serenas de Raúl después que los 609 miembros de la Asamblea Nacional presentes lo eligieron por unanimidad Presidente del Consejo de Estado, sus sinceros argumentos, desenredaron el enredo de ilusiones creadas en torno a Cuba. Quienes conocen bien tanto a Raúl como a mí, saben que por elemental sentido de dignidad y respeto tal tipo de reunión jamás se podría producir. No son pocos los que se han quedado con las ganas de ver un súbito derrumbe de la Revolución heroica que resistió y resiste medio siglo de agresión imperialista.
Se escuchan ahora aullidos de lobos atrapados por la cola. Qué rabia les provoca en especial la elección, como Primer Vicepresidente, de Machadito, Secretario de Organización del Partido Comunista de Cuba, al que la Constitución otorga la tarea principal en la conducción del pueblo hacia el socialismo.
Como en el mundo de las nebulosas y los protocolos lo que cuenta es la jefatura del Estado y se considera a la organización partidaria como un intruso indeseable, y por tanto un principio interno, en el caso específico de Cuba debiera bastarles saber que Raúl cuenta con todas las facultades y prerrogativas legales y constitucionales para dirigir a nuestro país. Como él mismo explicó, el cargo de Primer Vicepresidente que ostentaba ?y del que no se desplazó a nadie? fue consultado conmigo en el proceso de integración de la candidatura unitaria. No se debió a que yo exigiera la consulta; fue decisión de Raúl y de los dirigentes principales del país consultarme. Fue igualmente decisión mía solicitar a la Comisión de Candidatura que en la lista de candidatos al Consejo de Estado se incluyera a Leopoldo Cintra Frías y Álvaro López Miera, los cuales se habían unido a los combatientes del Ejército Rebelde cuando apenas tenían 15 años. Ambos son mucho más jóvenes que McCain y tienen más experiencia como jefes militares, demostrada en victoriosas hazañas internacionalistas.
Polito dirigió la batalla de Cuito Cuanavale, al sudeste, y la contraofensiva al sudoeste, con más de 40 mil combatientes voluntarios cubanos y más de 30 mil soldados angolanos, que expulsaron de Angola a los últimos invasores del ejército del apartheid.
El gobierno de Estados Unidos creó condiciones para que Sudáfrica racista, en determinadas condiciones, usara el arma nuclear contra aquellas tropas.
López Miera una vez se bombardeó a sí mismo cuando, en las proximidades de Luanda, ordenó a la artillería de reacción múltiple, disparar sobre sus propias posiciones, asaltadas y casi ocupadas por fuerzas sudafricanas que invadieron por primera vez a Angola en 1975.
El tablero de ajedrez indicaba estas variantes. No eran fruto de supuestas tendencias militaristas de Raúl, ni se trataba de generaciones o partidos disputándose a dentelladas el mundano poder. Por mi parte, reafirmo estar ajeno a todo cargo, como expresé en el mensaje al pueblo el 18 de febrero de 2008.
Uno de los que se ha quedado sin aliento es el padre teórico de la “independencia” de Kosovo. En una de las Reflexiones, publicada el 22 de febrero, lo describí como “un ilustrísimo personaje español, antaño Ministro de Cultura, impecable socialista hoy, y desde hace rato vocero de las armas y la guerra”. (Fue además, en diversos momentos, Ministro portavoz del gobierno, Ministro de Educación y Ciencia y Ministro de Asuntos Exteriores).
¿Qué dijo? “Las noticias de ayer podrían haber sido más abiertas, mejores. De lo que no estoy seguro es de que se haya iniciado la transición desde el punto de vista político…Todo lo que pueda ir en dirección de una transición política hacia la democracia es bienvenido.”
Habló como si viviéramos en la España de Francisco Franco, estrecho aliado de Estados Unidos, y no en Cuba, donde han invertido más de cien mil millones de dólares ?de mucho más valor que los actuales? para bloquearla y destruirla.
¡Qué hombre! ¡No hay manera de callarlo! ¿Cómo se llama? Ya la Mesa Redonda hace dos o tres días mencionó el pecado y al pecador: Javier Solana. ¿Dónde milita? En el Partido Socialista Obrero de España. No viajaría a nuestro país porque Cuba, con motivo de la guerra contra la República Serbia, exhortó al mundo a juzgarlo como criminal de guerra en un tribunal internacional. Como Ministro de Asuntos Exteriores de España, me recibió en el aeropuerto de Madrid cuando tuvo lugar la II Cumbre Iberoamericana, celebrada en la capital de España. ¡Parecía un ángel!
Hasta Aznar, que aconsejó a Clinton bombardear la emisora de televisión de Serbia, lo que ocasionó la muerte a decenas de personas, comprende que en este momento, vísperas de elecciones, no se puede jugar con el asunto de las nacionalidades, pues cualquiera se da cuenta de que con esos antecedentes el País Vasco y Cataluña se podrían acoger a tal principio dentro de la Comunidad Europea, y son dos naciones de las más industrializadas de España. También pueden hacer lo mismo los escoceses y los irlandeses.
Con los destinos de la especie humana en tales manos, es como si se danzara alegremente en el borde de un abismo donde reina la vanidad de no pocos jerarcas del mundo capitalista globalizado, que ponen en riesgo a todos los países. Los valores humanitarios, educacionales y artísticos, alcanzados con sus propios recursos por la Revolución en Cuba que quieren destruir, no significan nada para ellos, si no se somete a la tiranía del libre mercado; este y sus leyes ciegas están hundiendo a la especie humana en una crisis económica insostenible y un cambio en las condiciones naturales de vida que puede hacerse irreversible.
Es para luchar contra eso que escribo Reflexiones. A lo mejor, si abundara el tiempo, estaría dispuesto a escribir una memoria para refrescar recuerdos que hoy están dispersos en discursos, entrevistas, diálogos, declaraciones, reuniones, reflexiones y cosas por el estilo. He gastado toneladas de papel y toneladas de sonidos ?valga la expresión simbólica?, pero no tengo motivos para avergonzarme.
Fidel Castro Ruz
28 de febrero de 2008
7 y 15 p.m.
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Mensaje de Fidel a Katiuska Blanco
24 febrero 2008
Con motivo de la presentación del libro Ángel, la raíz gallega de Fidel, de esta periodista y escritora cubana
Querida Katiuska:
Hoy es la presentación de tu libro «Ángel», en el último día de nuestra ya famosa feria. Te escribo con esta pluma finita para que me alcance el espacio.
Tú por modestia seguramente no leerás las bellísimas palabras que me enviaste —que me enviaste—, repetí por error la frase, debe ser la emoción. Tu carta para mí significa el testimonio vivo que brota de quien fuera expediente destacado de la escuela de periodismo e internacionalista consecuente, en lucha histórica inmediatamente después de graduada. Tú sabes abordar el valor inmortal de las ideas. Al reproducir tu carta, no podrás impedir que se divulgue.
“Querido Comandante Fidel:
“Sentí imprescindible el silencio y el paso de las horas para escribirle. Lo hago a las cinco de la madrugada de hoy, cuando las palabras van siendo un torrente, una obsesión por desbordarse en catarata. Las luces de la ciudad y las que coronan la Plaza —rojas e intermitentes— aún relumbran en el paisaje más allá del cristal de la ventana y pienso en usted. Aunque sé la trascendencia tremenda de su decisión, en alguien que es parte de la historia de la humanidad, y la conmoción permanente en las calles, la casa, los seres y el aire que respiramos como sopla el viento de cuaresma, le confieso que para mí no fue el momento más difícil. Yo le vi cuando entre la vida y la muerte solo le preocupaba cumplir la palabra. Le escuché bien cuando me dijo una frase quemante el primero de agosto de 2006. Me habló con valentía y seguridad de los últimos disparos al tiempo y aun así se concebía como un fusil guerrillero, como un soldado combatiendo en la eterna batalla por el mundo desde su trinchera heroica que es nuestra amada Cuba. De usted siempre y desde entonces más aún solo espero grandezas y amanecidas.
“Toda su vida ha pasado en imágenes por la memoria. Tengo la certeza de su sabiduría y de que ha recuperado fuerza y ello conforta. Sé que se dispone como el primer día a este esfuerzo mambí como llamaba José Martí por ser libres y justos frente al imperio. Tengo la convicción de su visión estratégica así que lo concibo no como soldado, sino como comandante de las ideas, y entonces, canta mi corazón con Violeta Parra: ¡Gracias a la vida que me ha dado tanto… !
“También he pensado mucho en el ministro Raúl, en todo lo vivido por él en los últimos años y en aquella frase suya: ‘Fidel es mi hermano del alma’. En cosas de la Revolución, no importan los cargos ni los nombramientos, él continuará siendo un violín a la manera hermosa y noble que lo fue Engels.
“Con todo fervor lo abrazo y conmigo, los niños de la casa y mi compañero.
“Tengo la seguridad de que su voz se escuchará.
“Katiuska.
“21 de febrero de 2008″
Te añado, querida Katiuska, que hoy ejercí mi derecho al voto como miembro de la Asamblea Nacional. Me ofrecieron las facilidades necesarias dentro de las prerrogativas de la misma. Pido perdón a todos por transcribir palabras referidas a mi persona que nacen de la generosidad de su autora, intachable y sincera. Lo hice porque no tenía otra forma de mostrar la reacción natural tanto en Cuba como en otras partes del mundo, cuando anuncié que no aspiraría ni aceptaría cargo alguno en el Consejo de Estado. Me movió un sentimiento de gratitud por una carta de belleza poética. Cuando hice uso hoy 24 de febrero de mi derecho como parlamentario, no voté contra ninguno de los candidatos propuestos por la comisión de candidatura. La defensa se percibe hermética, ante los planes del imperio. No pienso publicar reflexión alguna en varios días.
Saludo a tu bella familia y le agradezco la felicidad que aportan a tu noble vida.
Te ruego recibas el más caluroso saludo.
Gracias por el respeto y cariño a la figura de Ángel, cual si fuese un familiar allegado a ti.
Fidel Castro Ruz Febrero 24 de 2008 2 y 36 p.m
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¿Quién quiere entrar en el Basurero?
22 febrero 2008
Por casualidad me enteré de que la OEA existía, al leer hoy un cable de Internet con el artículo de Georgina Saldierna, publicado en La Jornada, titulado “Descarta Insulza que Cuba pueda ser reaceptada de inmediato en la OEA”. Nadie se acordaba de ella. Véase el carácter antediluviano del argumento.
“El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, descartó ayer que Cuba se pueda reincorporar de inmediato al organismo multilateral, entre otras razones porque no hay consenso sobre el tema entre sus miembros.”
“Por su lado, Insulza consideró que un requisito que tendría que cumplir Cuba para su plena reincorporación a la OEA es atender las normas de la organización, entre las cuales se incluye la Carta Democrática Interamericana y la Convención de Derechos Humanos.”
Si no es suficiente para divertirse, vea el artículo de Antonio Caño, de El País el 21 de febrero de 2008, “El aislamiento de la isla sólo sirve para perpetuar la agonía del régimen”.
“Una de las voces más autorizadas del exilio cubano, el empresario Carlos Saladrigas, confía en que la dimisión de Fidel Castro puede ser ‘la puerta que abre definitivamente al cambio’ y pide a la comunidad cubana de Miami y al Gobierno de Estados Unidos que actúen con ‘prudencia’ y con ‘voluntad conciliadora’, con el fin de no desaprovechar esta oportunidad.
“Saladrigas, que preside una pequeña organización llamada Grupo de Estudios Cubanos, integrada en un colectivo de otras asociaciones políticas y de derechos humanos conocido como Consenso Cubano, ha gastado en los últimos años millones de su fortuna particular para poner en marcha un embrión de alternativa moderada y centrista a los viejos dirigentes radicales que dominaban la comunidad cubana en Estados Unidos. En el páramo de liderazgo en que quedó Miami tras la muerte de Jorge Mas Canosa, Saladrigas es una voz respetada entre los círculos intelectuales, y escuchada por los medios de comunicación y los diplomáticos extranjeros.
“En una conversación telefónica desde la República Dominicana, Saladrigas declaró: ‘seguir aislando a Cuba sólo sirve para perpetuar la agonía del régimen.’
“‘Este es un momento de gran esperanza, tanto para los cubanos del exilio como para los disidentes en el interior.
“‘El exilio debe ayudar estimulando los pasos que se vayan dando en Cuba, no rechazándolos. Las transiciones se hacen paso a paso.
“‘Hay que conseguir que el régimen le pierda el miedo al exilio; cuanto menos miedo tenga, más rápido va a ir todo.’ El cambio, en su opinión, es imparable.”
“En Florida vive un millón de cubanos con recursos suficientes como para revitalizar la maquinaria económica de la isla en muy poco tiempo si se dan las condiciones adecuadas, que deben de ser creadas tanto por Estados Unidos como por Cuba. El primero, levantando las restricciones a los ciudadanos norteamericanos para invertir en la isla, y el segundo, legalizando la propiedad privada y la actividad económica extranjera.
“Una vez que se den esas condiciones, en opinión de Saladrigas, las reformas políticas serán automáticas. La medida más urgente sería la liberación de los presos políticos. Cumplido eso, y abierta la puerta a la inversión, el exilio podría convertirse en el mayor fondo de ayuda que ninguna transición política ha conocido en la historia, afirma.”
Carlos Saladrigas me suena en el oído como nombre y apellido que escuché muchas veces cuando, como colegial de 18 años, concluía mis estudios en el quinto y último curso de Bachillerato. Era el candidato escogido por Batista al terminar el último año de su mandato constitucional. Antes había sido su Primer Ministro. Estaba finalizando la segunda guerra mundial.
¡Qué barato nos quiere comprar el nuevo Carlos Saladrigas! Con el dinero de Miami, “el mayor fondo de ayuda que ninguna transición ha conocido en la historia”, algo que Estados Unidos no ha podido lograr con todo el dinero del mundo.
La realidad es otra y esta no se oculta a los que observan con realismo los acontecimientos que tienen lugar en Cuba.
Un artículo de David Brooks, publicado hace menos de 12 horas en el diario La Jornada, de México, bajo el título “Estados Unidos relegado a simple espectador de la transición política en Cuba”, utiliza argumentos dignos de subrayarse.
“Nueva York, 20 de febrero. No cesa de asombrar cómo uno de los países más pequeños del mundo obliga a que los líderes políticos, empresariales, mediáticos y académicos del país más poderoso del mundo tengan que responder ante sus decisiones de hacer o no hacer, cambiar o no, o simplemente dejar todo en misterio.
“Durante las últimas 24 horas el presidente George W. Bush, los altos funcionarios de su Departamento de Estado, su Consejo de Seguridad Nacional, legisladores federales, los precandidatos presidenciales y otras figuras políticas de primer nivel, analistas políticos y los principales centros de política exterior, todos los principales medios impresos y electrónicos, agrupaciones de derechos humanos, y más, han respondido a la decisión de Fidel Castro de no postularse por otro período.
“Mientras se procede con una transición política en Cuba, nadie aquí espera algún cambio durante los pocos meses que quedan de la presidencia de George W. Bush, el décimo presidente estadounidense que prometió imponer cambios en la isla, sólo para acabar su período con Fidel Castro aún definiendo la política de su propio país y desafiando al superpoder.
“Y una vez más, Washington y todos los expertos fueron reducidos a simples espectadores y tuvieron que reconocer que la transición es la determinada por Cuba, y no el resultado de la política que Washington ha promovido durante medio siglo.”
“Julia Sweig, experta en la relación bilateral y directora del programa de América Latina para el Council on Foreign Relations, subrayó… que se debería haber levantado el embargo y otras restricciones que sólo han limitado a la política exterior estadounidense justo en este tipo de coyuntura.
“El ex coronel Lawrence Wilkerson –mano derecha del general Colin Powell y ahora copresidente de la Iniciativa de política EU-Cuba del New America Foundation–, consideró una vez más que esta coyuntura ofrece una oportunidad para cambiar la postura estadounidense, aunque admitió que ‘nuestra política hacia Cuba es un fracaso’ y no habrá ningún cambio bajo esta presidencia. Los precandidatos y otros deberían iniciar una evaluación de esta política, incluyendo cosas obvias como levantar la prohibición de viajes y algunos aspectos del embargo, para que el próximo ocupante de la Casa Blanca pueda implementar algunos cambios.
“El New York Times hace eco de estas perspectivas en su editorial de hoy, indicando que el gobierno de Bush ha hecho todo lo posible ‘para asegurar que no tiene la oportunidad de influir en los eventos’ en Cuba. ‘En nombre de apretar el fracasado embargo, ha hecho mucho más difícil para académicos, artistas y gente religiosa viajar a Cuba y difundir la buena palabra sobre la democracia.’ El Times propone dejar a un lado los intereses de Miami, aun si es particularmente difícil en un año electoral para abrir comunicación directa con Cuba y ‘los sucesores del señor Castro’.
“Con el anuncio de Castro desde La Habana, la dinámica política dentro de Estados Unidos también puede cambiar. Los tres principales precandidatos se pronunciaron sobre el asunto ayer, con el republicano John McCain y la demócrata Hillary Clinton repitiendo la retórica de siempre de que Cuba tiene que demostrar cambios antes de que Washington considere un cambio de su política.
“El demócrata Barack Obama ?quien en 2003 como candidato al Senado abogó por levantar el embargo? ha condicionado su posición ahora, pero es el único que ha favorecido aflojar las restricciones a viajes y el envío de fondos a la isla, y ayer dijo que si hay muestras de un cambio hacia la democratización en la isla, ‘Estados Unidos debe estar preparado para dar pasos hacia la normalización de las relaciones y suavizar el embargo’.”
“‘Hemos tenido una mala política durante 50 años, por razones que no tienen nada que ver con Cuba’, declaró el representante federal Charles Rangel, presidente de uno de los comités más influyentes del Congreso, reportó el Wall Street Journal. Varios legisladores más perciben este momento como una apertura posible para promover cambios en la política bilateral.
“El sector empresarial, que desde hace años ha manifestado su oposición al embargo, también podría ver esta como una oportunidad para redoblar esfuerzos para cambiar la política estadounidense, con el apoyo bipartidista de legisladores y gobernadores que ven el mercado cubano como algo más atractivo que mantener una posición ideológica alineada con un presidente y su gobierno cada vez más desprestigiado en Washington.
“Al parecer, la transición en Cuba podría provocar una transición dentro de Estados Unidos. Pero tal vez Washington y Miami son más renuentes al cambio que La Habana.”
Como pueden apreciar los lectores, he trabajado poco mientras espero la decisión trascendente del 24.
Ahora sí estaré varios días sin usar la pluma.
Fidel Castro Ruz
Febrero 22 de 2008
5 y 56 p.m.
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Lo que escribí el martes 19
21 febrero 2008
Ese martes no hubo noticia internacional fresca. Mi modesto mensaje al pueblo, del lunes 18 de febrero, no tuvo dificultad para divulgarse con amplitud. Desde las 11 de la mañana comencé a recibir noticias concretas. La noche anterior había dormido como nunca. Tenía la conciencia tranquila y me había prometido unas vacaciones. Los días de tensión, esperando la proximidad del 24 de febrero, me dejaron exhausto.
No diré hoy una palabra de personas entrañables en Cuba y en el mundo que de mil formas diferentes expresaron sus emociones. Recibí igualmente un elevado número de opiniones recogidas en la calle con métodos confiables, las que casi sin excepción, y de forma espontánea, vertieron sus más profundos sentimientos de solidaridad. Algún día abordaré el tema.
En este instante me dedico al adversario. Disfruté observando la posición embarazosa de todos los candidatos a Presidente de Estados Unidos. Se vieron obligados uno por uno a proclamar sus inmediatas exigencias a Cuba para no arriesgar un solo elector. Ni que yo fuera Premio Pulitzer interrogándolos en la CNN sobre los más delicados asuntos políticos e incluso personales, desde Las Vegas, donde reina la lógica del azar de las ruletas de juego y adonde hay que asistir humildemente si alguien aspira a Presidente.
Medio siglo de bloqueo les parecía poco a los predilectos. ¡Cambio, cambio, cambio!, gritaban al unísono.
Estoy de acuerdo, ¡cambio!, pero en Estados Unidos. Cuba cambió hace rato y seguirá su rumbo dialéctico. ¡No regresar jamás al pasado!, exclama nuestro pueblo.
¡Anexión, anexión, anexión!, responde el adversario; es lo que en el fondo piensa cuando habla de cambio.
Martí, rompiendo el secreto de su lucha silenciosa, denunció el imperio voraz y expansionista ya descubierto y descrito por su genial inteligencia, más de un siglo después de la declaración revolucionaria de independencia de las 13 colonias.
No es lo mismo el fin de una etapa que el inicio del fin de un sistema insostenible.
De inmediato las menguadas potencias europeas aliadas a ese sistema proclaman las mismas exigencias. A su juicio había llegado la hora de danzar con la música de la democracia y la libertad que, desde los tiempos de Torquemada, jamás realmente conocieron. El coloniaje y el neocoloniaje de continentes enteros, de donde extraen energía, materias primas y mano de obra baratas, los descalifican moralmente.
Un ilustrísimo personaje español, antaño ministro de Cultura e impecable socialista, hoy y desde hace rato vocero de las armas y la guerra, es la síntesis de la sinrazón pura. Kosovo y la declaración unilateral de independencia los golpea en este instante como impertinente pesadilla.
En Iraq y Afganistán siguen muriendo hombres de carne y hueso con uniformes de Estados Unidos y la OTAN. El recuerdo de la URSS, desintegrada en parte por la aventura intervencionista en el segundo de los dos países, persigue a los europeos como una sombra.
Bush padre postula a McCain como su candidato, mientras Bush hijo, en un país de África ?origen del hombre ayer y continente mártir hoy? donde nadie conoce lo que hace allí, dijo que mi mensaje era el inicio del camino de la libertad de Cuba, es decir, la anexión decretada por su gobierno en voluminoso y enorme texto.
El día antes, por la televisión internacional, se mostraba un grupo de bombarderos de última generación realizando maniobras espectaculares, con garantía total de que, bombas de cualquier tipo, pueden ser lanzadas sin que los radares detecten las naves portadoras y ni se considere crimen de guerra.
Una protesta de importantes países se relacionaba con la idea imperial de probar un arma, con el pretexto de evitar la posible caída sobre el territorio de otro país de un satélite espía, de los muchos artefactos que con fines militares Estados Unidos ha ubicado en la órbita del planeta. Pensaba dejar de escribir una reflexión por lo menos en 10 días, pero no tenía derecho a guardar silencio tanto tiempo. Hay que abrir fuego ideológico sobre ellos.
Escribí esto a las 3 y 35 p.m. del martes. Ayer lo revisé y hoy jueves por la tarde lo entregaré. He rogado encarecidamente que mis reflexiones sean publicadas en la página 2 o cualquier otra de nuestros periódicos, nunca en primera plana, y hacer síntesis sencillas en los demás medios si son extensas.
Estoy enfrascado ahora en el esfuerzo por hacer constar mi voto unido en favor de la Presidencia de la Asamblea Nacional y del nuevo Consejo de Estado, y cómo hacerlo.
Doy las gracias a los lectores por su paciente espera.
Fidel Castro Ruz
Febrero 21 de 2008
6 y 34 p.
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Reflexiones de Fidel – Tomo 5 (+PDF)
18 febrero 2008
Reflexiones de Fidel (Tomo 5) Del 31 de diciembre de 2007 al 18 de febrero de 2008
Reflexiones de Fidel (Tomo 5)
Contenido
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Mensaje del Comandante en Jefe
18 febrero 2008
Queridos compatriotas:
Les prometí el pasado viernes 15 de febrero que en la próxima reflexión abordaría un tema de interés para muchos compatriotas. La misma adquiere esta vez forma de mensaje.
Ha llegado el momento de postular y elegir al Consejo de Estado, su Presidente, Vicepresidentes y Secretario.
Desempeñé el honroso cargo de Presidente a lo largo de muchos años. El 15 de febrero de 1976 se aprobó la Constitución Socialista por voto libre, directo y secreto de más del 95% de los ciudadanos con derecho a votar. La primera Asamblea Nacional se constituyó el 2 de diciembre de ese año y eligió el Consejo de Estado y su Presidencia. Antes había ejercido el cargo de Primer Ministro durante casi 18 años. Siempre dispuse de las prerrogativas necesarias para llevar adelante la obra revolucionaria con el apoyo de la inmensa mayoría del pueblo.
Conociendo mi estado crítico de salud, muchos en el exterior pensaban que la renuncia provisional al cargo de Presidente del Consejo de Estado el 31 de julio de 2006, que dejé en manos del Primer Vicepresidente, Raúl Castro Ruz, era definitiva. El propio Raúl, quien adicionalmente ocupa el cargo de Ministro de las F.A.R. por méritos personales, y los demás compañeros de la dirección del Partido y el Estado, fueron renuentes a considerarme apartado de mis cargos a pesar de mi estado precario de salud.
Era incómoda mi posición frente a un adversario que hizo todo lo imaginable por deshacerse de mí y en nada me agradaba complacerlo.
Más adelante pude alcanzar de nuevo el dominio total de mi mente, la posibilidad de leer y meditar mucho, obligado por el reposo. Me acompañaban las fuerzas físicas suficientes para escribir largas horas, las que compartía con la rehabilitación y los programas pertinentes de recuperación. Un elemental sentido común me indicaba que esa actividad estaba a mi alcance. Por otro lado me preocupó siempre, al hablar de mi salud, evitar ilusiones que en el caso de un desenlace adverso, traerían noticias traumáticas a nuestro pueblo en medio de la batalla. Prepararlo para mi ausencia, sicológica y políticamente, era mi primera obligación después de tantos años de lucha. Nunca dejé de señalar que se trataba de una recuperación “no exenta de riesgos”.
Mi deseo fue siempre cumplir el deber hasta el último aliento. Es lo que puedo ofrecer.
A mis entrañables compatriotas, que me hicieron el inmenso honor de elegirme en días recientes como miembro del Parlamento, en cuyo seno se deben adoptar acuerdos importantes para el destino de nuestra Revolución, les comunico que no aspiraré ni aceptaré -repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe.
En breves cartas dirigidas a Randy Alonso, Director del programa Mesa Redonda de la Televisión Nacional, que a solicitud mía fueron divulgadas, se incluían discretamente elementos de este mensaje que hoy escribo, y ni siquiera el destinatario de las misivas conocía mi propósito. Tenía confianza en Randy porque lo conocí bien cuando era estudiante universitario de Periodismo, y me reunía casi todas las semanas con los representantes principales de los estudiantes universitarios, de lo que ya era conocido como el interior del país, en la biblioteca de la amplia casa de Kohly, donde se albergaban. Hoy todo el país es una inmensa Universidad.
Párrafos seleccionados de la carta enviada a Randy el 17 de diciembre de 2007:
“Mi más profunda convicción es que las respuestas a los problemas actuales de la sociedad cubana, que posee un promedio educacional cercano a 12 grados, casi un millón de graduados universitarios y la posibilidad real de estudio para sus ciudadanos sin discriminación alguna, requieren más variantes de respuesta para cada problema concreto que las contenidas en un tablero de ajedrez. Ni un solo detalle se puede ignorar, y no se trata de un camino fácil, si es que la inteligencia del ser humano en una sociedad revolucionaria ha de prevalecer sobre sus instintos.
“Mi deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir.
“Pienso como Niemeyer que hay que ser consecuente hasta el final.”
Carta del 8 de enero de 2008:
“…Soy decidido partidario del voto unido (un principio que preserva el mérito ignorado). Fue lo que nos permitió evitar las tendencias a copiar lo que venía de los países del antiguo campo socialista, entre ellas el retrato de un candidato único, tan solitario como a la vez tan solidario con Cuba. Respeto mucho aquel primer intento de construir el socialismo, gracias al cual pudimos continuar el camino escogido.”
“Tenía muy presente que toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz”, reiteraba en aquella carta.
Traicionaría por tanto mi conciencia ocupar una responsabilidad que requiere movilidad y entrega total que no estoy en condiciones físicas de ofrecer. Lo explico sin dramatismo.
Afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución. Algunos casi niños se incorporaron a los combatientes de las montañas y después, con su heroísmo y sus misiones internacionalistas, llenaron de gloria al país. Cuentan con la autoridad y la experiencia para garantizar el reemplazo. Dispone igualmente nuestro proceso de la generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una revolución.
El camino siempre será difícil y requerirá el esfuerzo inteligente de todos. Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis. Prepararse siempre para la peor de las variantes. Ser tan prudentes en el éxito como firmes en la adversidad es un principio que no puede olvidarse. El adversario a derrotar es sumamente fuerte, pero lo hemos mantenido a raya durante medio siglo.
No me despido de ustedes. Deseo solo combatir como un soldado de las ideas. Seguiré escribiendo bajo el título “Reflexiones del compañero Fidel” . Será un arma más del arsenal con la cual se podrá contar. Tal vez mi voz se escuche. Seré cuidadoso.
Gracias,
Fidel Castro Ruz 18 de febrero de 2008 5 y 30 p.m.
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32.-
Homenaje a Martí
28 enero 2008
Enero 28 de 2008 Homenaje a Martí.
Hace cinco años tuvo lugar en la capital de Cuba la Conferencia Internacional sobre el Equilibrio del Mundo, en la que participaron delegados de 43 países de todos los continentes, en honor a Martí con motivo del 150 aniversario de su nacimiento.
En horas de la noche del 29 de Enero de ese año 2003 les hablé. Por obra del azar, o de muchos azares, se repetía lo mismo de 1953, aunque de forma significativamente diferente; en aquella había que honrar su memoria liberando a la Patria del yugo imperial; en esta porque se hizo necesario combatir en el terreno de las ideas las amenazas para la humanidad que entrañaban las palabras del Presidente de Estados Unidos en la Academia de West Point. Lo que expresé ese día, en sintonía con mis convicciones más profundas, ha sido punto de partida para una parte importante de las reflexiones que escribí en la etapa de convaleciente que me tocó vivir. Es mi modesto tributo al Maestro. Así saludo también a los cientos de intelectuales y hombres de ideas que de nuevo se reúnen con el mismo propósito de rendir tributo a José Martí, en el 155 aniversario de su nacimiento. ¡No tendría otras palabras para hacerlo! Pido a nuestra prensa escrita lo publique, de ser posible, en páginas interiores, para no restar espacio a otras noticias importantes de la conmemoración.
Fidel Castro Ruz
Discurso pronunciado por el Presidente de la República de Cuba Fidel Castro Ruz, en la clausura de la Conferencia Internacional Por el Equilibrio del Mundo, en homenaje al 150 aniversario del natalicio de nuestro Héroe Nacional José Martí, el 29 de enero del 2003.
Distinguidos participantes en el Encuentro Internacional por el Equilibrio del Mundo como homenaje al Aniversario 150 del natalicio de José Martí;
Estimados invitados;
Compatriotas:
¿Qué significa Martí para los cubanos?
En un documento denominado El Presidio Político en Cuba, Martí cuando apenas tenía 18 años, después de sufrir cruel prisión a los 16 con grilletes de hierro atados a sus pies, afirmó: “Dios existe, sin embargo, en la idea del bien, que vela el nacimiento de cada ser, y deja en el alma que se encarna en él una lágrima pura. El bien es Dios. La lágrima es la fuente de sentimiento eterno.”
Para nosotros los cubanos, Martí es la idea del bien que él describió.
Los que reanudamos el 26 de julio de 1953 la lucha por la independencia, iniciada el 10 de octubre de 1868 precisamente cuando se cumplían cien años del nacimiento de Martí, de él habíamos recibido, por encima de todo, los principios éticos sin los cuales no puede siquiera concebirse una revolución. De él recibimos igualmente su inspirador patriotismo y un concepto tan alto del honor y de la dignidad humana como nadie en el mundo podría habernos enseñado.
Fue un hombre verdaderamente extraordinario y excepcional. Hijo de militar, nacido en un hogar de padre y madre españoles, deriva en profeta y forjador de la independencia de la tierra que lo vio nacer; intelectual y poeta, siendo un adolescente al iniciarse la primera gran contienda, fue capaz más tarde de conquistar el corazón, el respeto, la adhesión y el acatamiento de viejos y experimentados jefes militares que se llenaron de gloria en aquella guerra.
Amante fervoroso de la paz, la unión y armonía entre los hombres, no vaciló en organizar e iniciar la guerra justa y necesaria contra el coloniaje, la esclavitud y la injusticia. Su sangre fue la primera en derramarse y su vida la primera en ofrendarse como símbolo imborrable de altruismo y desprendimiento personal. Olvidado y aun desconocido durante muchos años por gran parte del pueblo por cuya independencia luchó, de sus cenizas, como Ave Fénix, emanaron sus inmortales ideas para que casi medio siglo después de su muerte un pueblo entero se enfrascara en colosal lucha, que significó el enfrentamiento al adversario más poderoso que un país grande o pequeño hubiese conocido jamás.
Hoy, al cumplirse hace unas horas 150 años de su nacimiento, cientos de brillantes pensadores e intelectuales de todo el mundo le rinden emocionados el homenaje del profundo reconocimiento que merecen su vida y su obra.
Más allá de Cuba, ¿qué recibió de él el mundo? Un ejemplo excepcional de creador y humanista digno de recordarse a lo largo de los siglos.
¿Por quiénes y por qué? Por los mismos que hoy luchan y los que mañana lucharán por los mismos sueños y esperanzas de salvar al mundo, y porque quiso el azar que hoy la humanidad perciba sobre ella y tome conciencia de los riesgos que él previó y advirtió con su visión profunda y su genial talento.
El día en que cayó, el 19 de mayo de 1895, Martí se inmolaba por el derecho a la vida de todos los habitantes del planeta.
En la ya famosa carta inconclusa a su amigo entrañable Manuel Mercado, que Martí interrumpe para marchar sin que nadie pudiera impedirlo a un inesperado combate, reveló para la historia su más íntimo pensamiento, que no por conocido y repetido dejaré de consignar una vez más: “Ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber, [...] de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso.”
Semanas antes, al suscribir en Santo Domingo el Manifiesto de Montecristi junto al ejemplar patriota latinoamericano Máximo Gómez, de origen dominicano y escogido por Martí como jefe militar de las fuerzas cubanas, próximo a partir hacia Cuba, entre otras muchas y brillantes ideas revolucionarias, Martí escribió algo tan admirable que, aun a riesgo de aburrir, también necesito repetir: “La guerra de independencia de Cuba [...] es suceso de gran alcance humano, y servicio oportuno que el heroísmo juicioso de las Antillas presta a la firmeza y trato justo de las naciones americanas, y al equilibrio aún vacilante del mundo.”
Cuán precozmente escribió esta última frase, que se ha convertido en el tema principal de este encuentro. Nada hay hoy más necesario y vital que ese distante y al parecer utópico equilibrio.
Ciento seis años, cuatro meses y dos días después de la carta de José Martí a Manuel Mercado, y ciento seis años, cinco meses y veintiséis días después del Manifiesto de Montecristi firmado por Martí y Gómez, el Presidente de Estados Unidos, en discurso pronunciado el 20 de septiembre del 2001, ante el Congreso de esa nación, pronunció las siguientes frases:
“Vamos a utilizar cualquier arma de guerra que sea necesaria.”
“El país no debe esperar una sola batalla, sino una campaña prolongada, una campaña sin paralelo en nuestra historia.”
“Cualquier nación, en cualquier lugar, tiene ahora que tomar una decisión: o está con nosotros o está con el terrorismo.”
“Les he pedido a las Fuerzas Armadas que estén en alerta, y hay una razón para ello: se acerca la hora de que entremos en acción, y ustedes nos van a hacer sentir orgullosos.”
“Esta es una lucha de la civilización.”
“Los logros de nuestros tiempos y la esperanza de todos los tiempos dependen de nosotros.”
“No sabemos cuál va a ser el derrotero de este conflicto, pero sí cuál va a ser el desenlace. [...] Y sabemos que Dios no es neutral.”
En discurso pronunciado el primero de junio del 2002, al cumplirse el 200 aniversario de la Academia Militar de West Point, el Presidente de Estados Unidos, entre otras cosas, declaró:
“En el mundo en el que hemos entrado, la única vía para la seguridad es la vía de la acción. Y esta nación actuará.
“Nuestra seguridad requerirá que transformemos a la fuerza militar que ustedes dirigirán en una fuerza militar que debe estar lista para atacar inmediatamente en cualquier oscuro rincón del mundo, [...] que estemos listos para el ataque preventivo cuando sea necesario defender nuestra libertad y defender nuestras vidas.
“Debemos descubrir células terroristas en 60 o más países.
[...]
“Enviaremos diplomáticos a donde sean necesarios, y los enviaremos a ustedes, a nuestros soldados, donde ustedes sean necesarios.
[...]
“Estamos ante un conflicto entre el bien y el mal. [...] No creamos un problema sino que revelamos un problema. Y dirigiremos al mundo en la lucha contra el problema.”
Me pregunto qué ideas habrían atravesado, a la velocidad de la luz, la genial inteligencia de un hombre como Martí, para herirlo en lo más profundo de su infinito corazón, si hubiese escuchado estas palabras en un mundo donde hoy habitan más de 6 400 millones de seres humanos que, por una razón o por otra, tanto los superricos como los superpobres, ven amenazadas sus esperanzas de sobrevivir.
Aquellas palabras no las pronunciaba un loco desde un oscuro rincón de un manicomio. Están avaladas por decenas de miles de armas nucleares, millones de bombas y proyectiles destructores, decenas de miles de misiles teleguiados y precisos, miles de bombarderos y aviones de combate, con pilotos y sin pilotos; decenas de escuadras y destacamentos navales con portaaviones y submarinos de propulsión nuclear o convencional, bases militares con permiso o sin permiso en todos los rincones del mundo; satélites militares que espían cada kilómetro cuadrado del planeta, sistemas de comunicación seguros e instantáneos, capacidad de aplastar los de cualquier otro país y posibilidad de interceptar simultáneamente miles de millones de conversaciones; arsenales fabulosos de armas químicas y biológicas y presupuestos de gastos militares que se aproximan a 400 000 millones de dólares, con los cuales podrían enfrentarse y resolver muchos de los principales problemas del mundo. Las amenazas mencionadas han sido pronunciadas por quien dispone y puede ordenar el empleo de esos medios. ¿Pretexto? El brutal ataque terrorista del 11 de septiembre que costó la vida a miles de norteamericanos. El mundo entero se solidarizó con el pueblo norteamericano e indignado condenó el ataque. Con el apoyo unánime de la opinión mundial, pudo enfrentarse al flagelo del terrorismo desde todos los ángulos y todas las corrientes políticas y religiosas.
La batalla, como planteó Cuba, debía ser fundamentalmente política y ética, en interés y con el apoyo de todos los pueblos del mundo. Nadie podía concebir la idea de enfrentar absurdas, desacreditadas e impopulares concepciones terroristas que afectan a personas inocentes, aplicadas por individuos, grupos, organizaciones, e incluso algún estado o gobierno, utilizando para combatirlas un brutal terrorismo de estado universal y proclamando como derecho de una superpotencia el posible exterminio de naciones enteras, con empleo incluso de armas nucleares y otras de destrucción masiva.
En este instante, en que se conmemora el 150 aniversario del natalicio de José Martí, el hombre que quizás por vez primera en la historia planteó el concepto del equilibrio mundial, una guerra está por comenzar como consecuencia del más colosal desequilibrio en el terreno militar que jamás existió sobre la Tierra. Vencía ayer el plazo en virtud del cual la más poderosa potencia del mundo proclamó su derecho unilateral a lanzar su arsenal de las más sofisticadas armas contra otro país con o sin la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, institución ya de por sí cuestionada por constituir el veto, prerrogativa exclusiva de cinco países que son miembros permanentes, y la negación total del más elemental principio democrático al resto de casi 200 Estados representados en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.
El privilegio del veto ha sido usado precisamente por el gobierno que hoy proclama su derecho a pasar por encima de ese Consejo. Muy poco usado por el resto de los cinco, los cambios radicales en la correlación de fuerzas militares entre sus miembros, que se ha producido en los últimos 12 años, hacen casi imposible que tal prerrogativa sea usada contra los deseos de quien no solo es poderoso por su abrumadora potencia bélica, sino también económica, política y tecnológica.
La inmensa mayoría de la opinión mundial se opone a esa guerra anunciada. Pero lo más importante es que según encuestas recientes, hasta el 65% del pueblo norteamericano se oponía a ese ataque sin la aprobación del Consejo de Seguridad. No constituye esto, sin embargo, un obstáculo insuperable: enviadas las tropas y listas para la acción, necesitadas de ser probadas las armas más sofisticadas, es sumamente improbable que tal guerra no se desate, si las autoridades del país amenazado de exterminio no acceden a todas las demandas de los que los amenazan.
Nadie puede saber o adivinar lo que puede ocurrir en cualquier guerra o situación semejante. Lo único que es posible afirmar es que la amenaza de una guerra en Iraq ha estado gravitando considerablemente sobre la economía mundial, hoy afectada por una grave y profunda crisis que, unida al golpe fascista contra el gobierno bolivariano de Venezuela, uno de los mayores exportadores de petróleo, ha elevado los precios de este vital producto a niveles insoportables para la inmensa mayoría del resto de los países, especialmente los más pobres, aun antes de que haya sonado un disparo en Iraq.
Es ya opinión generalizada que el propósito de la guerra en Iraq es tomar posesión de la tercera reserva mundial de petróleo y gas, lo que preocupa extraordinariamente a casi todos los demás países desarrollados, como los de Europa, que importa el 80% de la energía, a la inversa de Estados Unidos, que apenas importa por el momento entre el 20 y 25% de su consumo.
Ayer 28 de enero a las nueve de la noche, el Presidente de Estados Unidos declaró ante el Congreso:
“Estados Unidos le pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU que se reúna el 5 de febrero para considerar los hechos sobre los desafíos de Iraq al mundo.
[...]
“Vamos a consultar, pero que no haya malos entendidos. Si Saddam Hussein no se desarma plenamente, por la seguridad de nuestro pueblo y por la paz del mundo encabezaremos una coalición para desarmarlo.
[...]
“Y si nos obligan a ir a la guerra, vamos a luchar con el pleno poderío de nuestras Fuerzas Armadas.”
No se menciona una sola palabra sobre la aprobación previa del Consejo de Seguridad.
Si nos apartamos de las terribles consecuencias de una guerra en aquella región, que la única superpotencia podría imponer a su arbitrio, el desequilibrio en el terreno económico que hoy padece el mundo es de igual modo una enorme tragedia.
Crecen y se profundizan las diferencias relacionadas con los países ricos y pobres, entre ellos y dentro de ellos, es decir, crece el abismo en la distribución de la riqueza, el peor azote de nuestra era, con su secuela de pobreza, hambre, ignorancia, enfermedades, dolor y sufrimiento insoportables para los seres humanos.
¿Por qué no nos atrevemos a decir que no puede haber democracia, libre opción ni libertad real en medio de espantosas desigualdades, ignorancia, analfabetismo total o funcional, ausencia de conocimientos y una falta asombrosa de cultura política, económica, científica y artística a las que solo pueden acceder exiguas minorías, incluso dentro de los países desarrollados, inundado el mundo por un millón de millones de dólares de publicidad comercial y consumista, que envenena a las masas con ansias de sueños y deseos inaccesibles, que conduce al despilfarro, la enajenación, y la destrucción implacable de las condiciones naturales de la vida humana? En apenas un siglo y medio agotaremos los recursos energéticos y sus reservas probadas y probables que la naturaleza tardó 300 millones de años en crear, sin que apenas se vislumbre un sustituto viable.
¿Qué conocen las masas de los complejos problemas económicos del mundo de hoy? ¿Quién les enseñó lo que es el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la OMC, y otras instituciones similares? ¿Quién les explicó las crisis económicas, sus causas y consecuencias? ¿Quién les dijo que ya el capitalismo, la libre empresa y la libre competencia apenas existen, y que 500 grandes empresas transnacionales controlan el 80% de la producción y el comercio mundiales? ¿Quién les enseñó de bolsa de valores, de especulación creciente con los productos de los cuales dependen los países del Tercer Mundo y con la compraventa de monedas que ascienden hoy a millones de millones de dólares cada día? ¿Quién les instruyó de que las monedas del Tercer Mundo son papeles que constantemente se devalúan y sus reservas de dinero real o casi real escapan inexorablemente hacia los países más ricos, como la ley física de Newton, y las terribles consecuencias materiales y sociales de esta realidad? ¿O por qué debemos millones de millones de dólares impagables e incobrables, mientras decenas de millones de personas, incluidos niños de cero a cinco años, mueren de hambre y enfermedades curables cada año? ¿Cuántos son los que conocen que ya la soberanía de los estados apenas existe, en virtud de Tratados en cuya elaboración no tenemos participación alguna los países del Tercer Mundo, y por los que somos en cambio cada vez más explotados y sometidos? ¿Cuántos los que están conscientes de que nuestras culturas nacionales están siendo cada vez más destruidas?
Sería interminable seguir preguntando. Basta una adicional para los que viven de la hipocresía y la mentira acerca de los más sagrados derechos de los seres humanos, de los pueblos y de la propia humanidad en su conjunto: ¿Por qué no se levanta un monumento vivo a la hermosa y profunda verdad contenida en el apotegma martiano “Ser culto es el único modo de ser libre”?
Lo afirmo en nombre de un pueblo que bajo riguroso bloqueo e implacable guerra económica, a la que se añadió la pérdida casi total de mercado, comercio y suministro exterior al desintegrarse el campo socialista y la URSS, ha resistido inconmovible más de cuatro décadas (Aplausos) y hoy constituye uno de los más unidos, socialmente desarrollados, poseedores de conocimientos básicos, cultura política y artística entre todos los pueblos del mundo.
Si en algo hemos sabido honrar al héroe, cuyo fecundo natalicio conmemoramos hoy, es haber demostrado que un país pequeño y pobre, aun cometiendo muchos inevitables errores de aprendizaje, puede hacer mucho con muy poco.
El mayor monumento de los cubanos a su memoria es haber sabido construir y defender esta trinchera, para que nadie pudiera caer con una fuerza más sobre los pueblos de América y del mundo.
De él aprendimos el infinito valor y la fuerza de las ideas.
El orden económico impuesto a la humanidad por el poderoso vecino del norte es insostenible e insoportable. De nada servirán para impedir el curso de la historia las más sofisticadas armas.
Los que durante siglos han suministrado o suministran plusvalía y mano de obra barata son hoy miles de millones. No pueden ser exterminados como moscas. Van tomando cada vez más conciencia de las injusticias de que son víctimas a través del hambre, los sufrimientos y humillaciones que como seres humanos sufren, más que a través de las escuelas y la educación que les niegan y por encima de las mentiras desgastadas con las que el monopolio, el uso y el abuso de los medios masivos de comunicación tratan de mantenerlos en eterna e imposible sumisión. Han aprendido lecciones elocuentes bastante recientes como las de Irán, Indonesia, Ecuador y Argentina. Sin disparar un solo tiro y aun sin armas, las masas pueden barrer gobiernos.
Cada vez son menos los soldados nacionales dispuestos a disparar y ahogar en sangre a sus propios compatriotas. El mundo no puede ser gobernado con un soldado extranjero portando fusil, casco y bayoneta en cada fábrica, en cada escuela, en cada parque, en cada comunidad grande o pequeña.
Un número creciente de intelectuales, trabajadores instruidos, profesionales y miembros de las capas medias de los países desarrollados se suman a la lucha por salvar a la humanidad de guerras implacables contra los pueblos y contra la naturaleza.
A lo largo de la historia ha quedado demostrado que de las grandes crisis han salido las grandes soluciones, y en ellas y de ellas han surgido los líderes.
Nadie crea que los individuos hacen la historia. Los factores subjetivos influyen, aceleran con sus aciertos o retrasan con sus insuficiencias y errores los procesos históricos, pero no determinan el resultado final. Ni siquiera un hombre tan genial como Martí —podría decirse igualmente de Bolívar, Sucre, Juárez, Lincoln y otros muchos hombres admirables como ellos— habría sido conocido por la historia de haber nacido, por ejemplo, treinta años antes o después.
En el caso de Cuba, de haber nacido nuestro Héroe Nacional en 1823 y cumplido 30 años en 1853, en medio de una sociedad esclavista y anexionista dueña de plantaciones y enormes masas de esclavos, y sin existir todavía el poderoso sentimiento nacional y patriótico forjado por los gloriosos precursores que iniciaron en 1868 nuestra primera guerra de independencia, no habría sido posible entonces el inmenso papel que desempeñó en la historia de nuestra Patria.
Por ello creo firmemente que la gran batalla se librará en el campo de las ideas y no en el de las armas, aunque sin renunciar a su empleo en casos como el de nuestro país u otro en similares circunstancias si se nos impone una guerra, porque cada fuerza, cada arma, cada estrategia y cada táctica tiene su antítesis surgida de la inteligencia y la conciencia inagotables de los que luchan por una causa justa.
En el propio pueblo norteamericano, al que nunca hemos visto como enemigo ni hemos culpado de las amenazas y agresiones que durante más de 40 años hemos sufrido, podemos percibir, a partir de sus raíces éticas, un amigo y un aliado potencial de las causas justas de la humanidad (Aplausos). Lo vimos ya cuando la guerra de Viet Nam. Lo vimos en algo que nos tocó tan cerca como el secuestro del niño Elián González. Lo vimos en su apoyo a la lucha de Martin Luther King. Lo vimos en Seattle y en Quebec, junto a canadienses, latinoamericanos y europeos contra la globalización neoliberal. Lo empezamos a ver ya en su oposición a una guerra innecesaria, sin contar al menos con la aprobación del Consejo de Seguridad. Lo veremos mañana junto a los demás pueblos del mundo defendiendo el único camino que puede preservar la especie humana de las propias locuras de los seres humanos.
Si algo me atrevo a sugerir a los ilustres visitantes aquí reunidos sería lo que veo que ya están haciendo. No obstante, a riesgo de cansarlos me permito repetir y reiterar: frente a las armas sofisticadas y destructoras con que quieren amedrentarnos y someternos a un orden económico y social mundial injusto, irracional e insostenible: ¡sembrar ideas!, ¡sembrar ideas! ¡y sembrar ideas!; ¡sembrar conciencia!, ¡sembrar conciencia! ¡y sembrar conciencia!
Muchas gracias.
(Ovación.)
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El Candidato Republicano (Quinta y última Parte)
15 febrero 2008
Los artículos señalados en la reflexión de ayer, 14 de febrero, fueron escritos en los últimos dos o tres días.
Hace más de dos semanas, el 27 de enero de 2008, la publicación digital Tom Dispatch reprodujo un artículo, traducido para Rebelión por Germán Leyens: La crisis de la deuda es la mayor amenaza para Estados Unidos, de Chalmers Johnson. Este autor norteamericano no ha sido previamente distinguido con el Nobel, como Joseph Stiglitz, prestigioso y reconocido economista y escritor, o el propio Milton Friedman, inspirador del neoliberalismo que condujo a muchos países por ese desastroso camino, incluido Estados Unidos.
Friedman fue el más activo defensor del liberalismo económico opuesto a cualquier regulación gubernamental. Sus ideas nutrieron a Margaret Thatcher, y a Ronald Reagan. Miembro activo del Partido Republicano, asesoró a Richard Nixon, Ronald Reagan y Augusto Pinochet, de siniestra historia. Murió en noviembre de 2006 a los 94 años. Escribió numerosas obras, entre ellas Capitalismo y Libertad.
Cuando hablo del artículo de Chalmers Johnson, me atengo estrictamente a los argumentos irrebatibles utilizados por él. Empleo el método de seleccionar textualmente párrafos esenciales.
“Al llegar 2008, el propio Estados Unidos se encuentra en la posición anómala de no poder pagar por sus propios altos niveles de vida o su derrochador, exageradamente grande, establishment militar. Su gobierno ni siquiera trata de reducir los ruinosos gastos de mantener enormes ejércitos permanentes, reemplazar equipos que han sido destruidos o gastados en siete años de guerra, o de preparar una guerra en el espacio exterior contra adversarios desconocidos. En su lugar, el gobierno de Bush posterga esos costos para que sean pagados ?o repudiados? por futuras generaciones. Esta irresponsabilidad fiscal ha sido disfrazada usando numerosas artimañas financieras manipuladoras ?como llevar a países más pobres a que nos presten sumas sin precedentes?, pero viene rápidamente el momento del ajuste de cuentas.
“Ha habido tres amplios aspectos en nuestra crisis de la deuda. Primero, en este año fiscal 2008 estamos gastando cantidades demenciales de dinero en proyectos de ‘defensa’ que no tienen que ver con la seguridad nacional de Estados Unidos. Simultáneamente, mantenemos los impuestos sobre los ingresos de los segmentos más ricos de la población estadounidense a niveles sorprendentemente bajos.
“En segundo lugar, seguimos creyendo que podemos compensar la erosión acelerada de nuestra base manufacturera y nuestra pérdida de puestos de trabajo a países extranjeros mediante masivos gastos militares…”
“Tercero, en nuestra devoción por el militarismo, dejamos de invertir en nuestra infraestructura social y otros requerimientos para la salud a largo plazo de nuestro país…”
“Nuestro sistema de educación pública se ha deteriorado de modo alarmante. No hemos asegurado la atención sanitaria de todos nuestros ciudadanos y hemos desatendido nuestra responsabilidad como el contaminador número uno del mundo. Lo que es más importante: hemos perdido nuestra competitividad como fabricantes para necesidades civiles ?un uso infinitamente más eficiente de recursos escasos que la fabricación de armas…”
“Es virtualmente imposible exagerar el despilfarro que constituyen los gastos de nuestro gobierno en las fuerzas armadas. Los gastos planificados por el Departamento de Defensa para el año fiscal 2008 son mayores que todos los demás presupuestos militares combinados. El presupuesto suplementario para pagar por las actuales guerras en Iraq y Afganistán es en sí mayor que los presupuestos militares combinados de Rusia y China. Los gastos relacionados con la defensa para el año fiscal 2008 excederán el millón de millones de dólares por primera vez en la historia, y Estados Unidos se ha convertido en el mayor vendedor por sí solo de armas y municiones a otras naciones en la Tierra…”
“Las cifras publicadas por el Servicio de Referencia del Congreso y la Oficina del Presupuesto del Congreso no coinciden las unas con las otras…”
“Hay numerosas razones para esta prestidigitación presupuestaria ?incluyendo un deseo de mantener el secreto por parte del Presidente, del Secretario de Defensa, y del complejo militar-industrial?, pero el motivo principal es que miembros del Congreso, que se benefician enormemente de los puestos de trabajo en la defensa y de proyectos oportunistas para congraciarse con el electorado en sus distritos, tienen un interés político en el apoyo al Departamento de Defensa…”
“Por ejemplo, 23.400 millones de dólares para el Departamento de Energía van al desarrollo y mantenimiento de ojivas nucleares; y 25.300 millones de dólares en el presupuesto del Departamento de Estado son gastados en ayuda militar al extranjero…”
“El Departamento de Asuntos de Veteranos recibe actualmente por lo menos 75.700 millones de dólares, 50 por ciento de los cuales van para la atención a largo plazo de los terriblemente heridos entre los por lo menos 28.870 soldados heridos hasta ahora en Iraq y 1.708 en Afganistán.
“Otros 46.400 millones de dólares son destinados al Departamento de Seguridad Interior; 1,900 millones de dólares del Departamento de Justicia para las actividades paramilitares del FBI, 38.500 millones de dólares para el Departamento del Tesoro destinados al Fondo de Retiro de las Fuerzas Armadas; 7.600 millones para las actividades relacionadas con las fuerzas armadas de la NASA; y bastante más de 200.000 millones en intereses por pasados desembolsos financiados con deudas. Esto lleva los gastos de Estados Unidos para su establishment militar durante el actual año fiscal (2008), calculados de modo conservador, a por lo menos 1,1 millón de millones de dólares.
“Semejantes gastos no son sólo obscenos desde el punto de vista moral, sino que son insostenibles desde el punto de vista fiscal. Numerosos neoconservadores y estadounidenses patrióticos mal informados creen que, incluso si nuestro presupuesto de defensa es inmenso, nos lo podemos permitir porque somos el país más rico de la Tierra… Esa declaración ya carece de valor. La entidad política más rica del mundo, según el Libro mundial de datos, de la CIA, es la Unión Europea. El PIB de la Unión Europea en 2006 fue calculado como ligeramente superior al de Estados Unidos. El PIB en 2006 de China fue sólo ligeramente inferior al de Estados Unidos, y Japón fue el cuarto país más rico del mundo.
“Una comparación más convincente, que revela hasta qué punto nos va peor, puede ser encontrada en las ‘cuentas corrientes’ de varias naciones. La cuenta corriente mide el superávit comercial neto o déficit de un país, más los pagos internacionales de intereses, royalties, dividendos, capital de ganancias, ayuda extranjera, y otros ingresos. Para que Japón fabrique algo, debe importar todas las materias primas necesarias. Después de hacer ese increíble gasto, todavía logra un superávit comercial de 88.000 millones de dólares por año con Estados Unidos y goza del segundo balance de cuenta corriente del mundo por su tamaño. China es el número uno. Estados Unidos es el número 163 ?el último de la lista, peor que países como Australia y el Reino Unido, que también tienen grandes déficit comerciales. Su déficit de cuenta corriente en 2006 fue de 811.500 millones de dólares; el segundo peor fue el de España con 106.400 millones de dólares. Esto es lo que es insostenible…”
“Nuestros excesivos gastos militares no se desarrollaron sólo en unos pocos años. Lo han hecho durante mucho tiempo siguiendo una ideología superficialmente plausible y ahora comienzan a hacer estragos. La llamo ‘keynesianismo militar’. Es la determinación de mantener una economía de guerra permanente y de tratar a la producción militar como si fuera un producto económico ordinario, aunque no haga ninguna contribución ni a la producción ni al consumo…
“La Gran Depresión de los años treinta había sido superada sólo por el auge de la producción de guerra de la Segunda Guerra Mundial…
“Con este concepto, los estrategas estadounidenses comenzaron a crear una masiva industria de municiones, tanto para contrarrestar el poder militar de la Unión Soviética ?que exageraron consistentemente? como para mantener el pleno empleo y prevenir un posible retorno de la Depresión. El resultado fue que, bajo el liderazgo del Pentágono, se crearon industrias enteramente nuevas para fabricar grandes aviones, submarinos a propulsión nuclear, ojivas nucleares, misiles balísticos intercontinentales, y satélites de vigilancia y de comunicaciones. Esto llevó a aquello contra lo que advirtió el presidente Eisenhower en su discurso de despedida del 6 de febrero de 1961: ‘La conjunción de un inmenso establishment militar y de una gran industria de armamentos es nueva en la experiencia estadounidense’ ?es decir, el complejo militar-industrial.
“En 1990, el valor de las armas, del equipamiento, y de las fábricas dedicadas al Departamento de Defensa representaba un 83 por ciento del valor de todas las fábricas y equipos en la manufactura estadounidense…”
“La dependencia de Estados Unidos del keynesianismo militar ha progresado a pesar de que la Unión Soviética ya no existe…”
“La devoción al keynesianismo militar es, de hecho, una forma de lento suicidio económico…”
“El historiador Thomas E. Woods, Jr., observa que, durante los años cincuenta y sesenta, entre un tercio y dos tercios de todo el talento de investigación estadounidense fueron desviados hacia el sector militar…
“Entre los años cuarenta y 1996, Estados Unidos gastó por lo menos 5,8 millones de millones de dólares en el desarrollo, ensayo, y construcción de bombas nucleares. En 1967, el año pico del arsenal nuclear, Estados Unidos poseía unas 32.500 bombas atómicas y de hidrógeno movedizas…”
“Las armas nucleares no fueron sólo el arma secreta de Estados Unidos sino su arma económica secreta. En 2006, todavía teníamos 9.960 (de las más modernas). Actualmente no hay un uso juicioso para ellas, mientras que los millones de millones que fueron gastados en las mismas podrían haber sido utilizados para solucionar los problemas de seguridad social y atención sanitaria, educación de calidad y acceso a la educación a todos, para no hablar de la retención de puestos de trabajo altamente calificados dentro de la economía estadounidense…”
“Nuestro breve ejercicio como la ‘única superpotencia’ del mundo llegó a su fin.
“…Actualmente ya no somos el principal país prestamista del mundo. En los hechos somos ahora el mayor país deudor del mundo, y seguimos ejerciendo influencia sólo sobre la base de proezas militares.
“Parte del daño causado no podrá ser rectificado jamás.
“Hay algunos pasos que este país tiene que dar urgentemente. Incluyen que se revoquen los recortes de impuestos de Bush para los ricos de 2001 y 2003, que comencemos a liquidar nuestro imperio global de más de 800 bases militares, que eliminemos del presupuesto de defensa todos los proyectos que no estén relacionados con la seguridad nacional de Estados Unidos y que cesemos de utilizar el presupuesto de defensa como un programa keynesiano de creación de empleos. Si lo hacemos tendremos una posibilidad de librarnos por un pelo. Si no lo hacemos, enfrentamos la probable insolvencia nacional y una larga depresión.”
En una consulta en Internet sobre la obra de Johnson, ya la respuesta está diseñada para él. ¿Qué expresa? Algo que explico en muy apretada síntesis:
“Johnson está argumentando que Estados Unidos es su propio peor enemigo. ‘Más temprano que tarde, asegura él, la arrogancia de Estados Unidos provocará su caída’. El libro de Johnson está formado en gran medida por capítulos autónomos acerca de un número de temas vagamente relacionados.
“’El tiempo para evitar la bancarrota financiera y moral es corto’. Más tarde, llega a la conclusión siguiente:
‘Estamos al borde de perder la democracia en aras de mantener nuestro imperio’. Las obras de Johnson son descritas como ‘polémicas’… Mientras que muchos de nosotros nos hemos vuelto insensibles ante las atrocidades de la Casa Blanca, la indignación de Johnson con la Administración ?sus memorandos de la tortura, su desprecio por la libre información pública, su burla de los tratados establecidos? es vívida. Esto puede deberse a sus antecedentes conservadores: teniente de la Marina en la década de los 50, asesor de la CIA de 1967 a 1973 y defensor por mucho tiempo de la guerra de Viet Nam, Johnson solo se horrorizó tardíamente del militarismo e intervencionismo norteamericano. Ahora escribe como si quisiera recuperar el tiempo perdido. La contribución más sobresaliente de Johnson al debate acerca del imperio norteamericano es su documentación de la vasta red de bases militares de Estados Unidos en el extranjero…
“’Hace muchos años se podía trazar la expansión del imperialismo por medio del conteo de colonias’, escribe Chalmers Johnson en Némesis: los últimos días de la república estadounidense. ‘La versión norteamericana de la colonia es la base militar…’
“Némesis es un libro acerca del poder duro. Al equiparar a las lejanas bases de Estados Unidos con las guarniciones de Roma, Johnson postula que las cosas no han cambiado mucho desde los días de César y Octavio. Pero con las armas nucleares desperdigadas entre las grandes potencias y las menores, el poderío militar solo puede lograr la destrucción mutua… Nuestras tropas están asediadas.”
“Cada uno de los eruditos capítulos de Johnson enseña tanto como perturba. Pero su jeremiada subyacente acerca de la muerte de la democracia, carece de fuerza analítica. Johnson mira de manera incrédula a ‘los que creen que la estructura de gobierno en el Washington de hoy tiene algún parecido con el esbozado en la Constitución de 1787’.
“Tal pesimismo parece exagerado. La República ha sobrevivido a Richard Nixon y a Edgar J. Hoover, y la democracia, a pesar de los golpes recibidos, sobrevivirá también a Bush.”
Los argumentos para responder concretamente al artículo suscrito por Johnson el 27 de enero requieren algo más que una declaración de fe en la democracia y la libertad. Johnson no inventó la Aritmética, que hasta un alumno de sexto grado conoce; tampoco la inventó el gran poeta chileno Pablo Neruda, también Premio Nobel. Estuvo muy cerca de no obtener un título universitario: constantemente preguntaba ?narra su biógrafo? cuánto era 8 por 5; nunca se acordaba de que era 40.
Hace varios meses, analizando cuidadosamente más de 400 páginas de la traducción de las memorias de Alan Greenspan, quien fuera 16 años Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, La era de la turbulencia ?sobre la que prometí escribir algunas reflexiones y es ya agua pasada?, aprendí a conocer el secreto de sus enormes inquietudes: lo que comienza a suceder en la actualidad. En esencia, comprendía con claridad las consecuencias, terribles para el sistema, de imprimir billetes y gastar sin límites.
Deliberadamente no enfrenté a ninguno de los candidatos de ambos partidos al delicadísimo tema del cambio climático para no perturbar ilusiones y sueños. La publicidad nada incide en las leyes físicas y biológicas. Estas son menos comprensibles y más complicadas.
Expresé hace meses la seguridad de que el que más conocía sobre el tema del cambio climático y contaba con más popularidad no aspiraría a ser candidato a la Presidencia. Ya lo había sido y le arrebataron la victoria mediante escandaloso fraude. Comprendía los riesgos de la naturaleza y de la política. Es obvio que me refiero a Albert Gore. Es un buen termómetro. Hay que preguntarle cada día cómo durmió. Sus respuestas serán sin duda útiles para la desesperada comunidad científica; esta desea que la especie sobreviva.
En la próxima reflexión abordaré un tema de interés para muchos compatriotas, pero no lo adelantaré.
Pido perdón a los lectores por el tiempo y el espacio que ocupé durante cinco días con El Candidato Republicano.
Fidel Castro Ruz Febrero 15 de 2008 8:26 p.m.
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El Candidato Republicano (Cuarta Parte)
14 febrero 2008
Cuando en la anterior reflexión pregunté a McCain qué pensaba de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos, lo hice porque tenía presente lo que publicó en la página 206 del libro Faith of My Fathers elaborado por él y su asistente Mark Salter:
“Es una cosa horrible la soledad. Comprime tu espíritu y debilita tu resistencia más eficazmente que cualquier otra forma de maltrato. Como no tienes nadie más en quien confiar, con quien compartir confidencias, a quien pedir consejo, comienzas a dudar sobre tus convicciones y tu coraje. Pero finalmente te acostumbras a la soledad como ante cualquier dificultad, diseñando varios métodos para mantener tus problemas alejados de la mente y aprovechar desmedidamente cualquier oportunidad para tener contacto humano.”
“Cuando en 1970 mi período de confinamiento en solitario finalmente terminó, fui inundado por la compulsión de hablar sin parar…”
Si es un tema que a usted interesa, en Estados Unidos hay cinco prisioneros cubanos hoy, alejados uno del otro por miles de kilómetros. No cuentan con zona alguna a la que pudieran calificar irónicamente como “Hanoi Hilton”. Sus sufrimientos y la injusticia de que son víctimas serán conocidos por el mundo, no le quepa la menor duda. Decidí reiterar el tema recordando que, en alguna entre sus muchas declaraciones, usted trataba de ubicar el lugar convertido en prisión de los pilotos de los bombarderos derribados cuando atacaban Viet Nam.
A mí me alojaron en la antigua residencia del Gobernador francés en toda Indochina cuando visité Viet Nam en 1973, país al que arribé el 12 de septiembre, después del acuerdo entre Estados Unidos y Viet Nam, al que usted alude. Allí me visitó Pham Van Dong, entonces Primer Ministro, que lloraba al recordar los sacrificios humanos y materiales impuestos a su país; de allí partí a visitar el Sur ?todavía no totalmente liberado? hasta la Línea McNamara, donde los fortines de acero habían sido tomados por los combatientes vietnamitas, a pesar de los bombardeos y los incesantes ataques aéreos de Estados Unidos.
Los puentes, sin excepción, a lo largo del trayecto, visibles desde el aire entre Hanoi y el Sur, estaban efectivamente destruidos; las aldeas, arrasadas, y todos los días las granadas de las bombas de racimo lanzadas con ese fin, estallaban en los campos de arroz donde niños, mujeres e incluso ancianos de avanzada edad laboraban produciendo alimentos.
Un gran número de cráteres se observaban en cada una de las entradas de los puentes. No existían entonces las bombas guiadas por láser, mucho más precisas. Tuve que insistir para hacer aquel recorrido. Los vietnamitas temían que fuese víctima de alguna aventura yanqui si conocían de mi presencia en aquella zona. Pham Van Dong me acompañó todo el tiempo.
Sobrevolamos la provincia de Nghe-An, donde nació Ho Chi Minh. En esa provincia y la de Ha Tinh murieron de hambre en 1945, el último año de la Segunda Guerra Mundial, dos millones de vietnamitas. Aterrizamos en Dong Hoi. Sobre la provincia donde radica esa ciudad destruida se lanzaron un millón de bombas. Cruzamos en balsa el Nhat Le. Visitamos un puesto de asistencia a los heridos de Quang Tri. Vimos numerosos tanques M-48 capturados. Recorrimos caminos de madera en la que un día fue la Ruta Nacional destrozada por las bombas. Nos reunimos con jóvenes soldados vietnamitas que se llenaron de gloria en la batalla de Quang Tri. Serenos, resueltos, curtidos por el sol y la guerra, un ligero tic reflejo en el párpado del capitán del batallón. No se sabe cómo pudieron resistir tantas bombas. Eran dignos de admiración. Esa misma tarde del 15 de septiembre, regresando por ruta diferente, recogimos tres niños heridos, dos de ellos muy graves; una niña de 14 años estaba en estado de shock con un fragmento de metal en el abdomen. Los niños trabajaban la tierra cuando un azadón hizo contacto casual con la granada. Los médicos cubanos acompañantes de la delegación les dieron atención directa durante horas y les salvaron la vida. He sido testigo, señor McCain, de las proezas de los bombardeos a Viet Nam del Norte, de los cuales usted se enorgullece.
Por aquellos días de septiembre, Allende había sido derrocado; el Palacio de Gobierno fue atacado y muchos chilenos torturados y asesinados. El golpe fue promovido y organizado desde Washington.
Todo aquello sucedió desgraciadamente.
El problema fundamental en este momento es saber si el candidato republicano McCain está consciente de la crisis económica que, a corto plazo o de inmediato, atravesará Estados Unidos. Sólo desde ese punto de vista será posible evaluar a cualquier candidato con posibilidades de ascender a la jefatura de ese poderoso país.
La agencia internacional de noticias IAR publicó hace dos días, el 12 de febrero, un artículo firmado por Manuel Freytas, periodista, investigador y analista, titulado “Por qué una recesión en Estados Unidos se puede convertir en una crisis global.”
No necesita muchos testimonios para argumentarlo.
“En el actual pronóstico sombrío de la economía estadounidense ?escribe? coinciden instituciones claves del actual sistema económico-financiero como la Reserva Federal y el Tesoro de Estados Unidos, el Banco Mundial, el FMI, el G-7 (los siete países más ricos) y los bancos centrales de Europa y Asia, que ven en la confluencia crisis hipotecaria-derrumbe del dólar-escalada de los precios del petróleo, detonante central potencial de un proceso recesivo del capitalismo a escala mundial.
“El temor a una recesión en Estados Unidos y su impacto en la economía mundial… han impactado negativamente en la confianza de la élite económica y política del sistema.
“El jefe de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, dijo que su país puede caer en un proceso recesivo y que enfrenta el doble reto de un mercado inmobiliario en caída, y al mismo tiempo la necesidad de cuidar que la inflación no aumente por los altos precios del petróleo y de los alimentos.
“La Organización de las Naciones Unidas advirtió en enero que existe un riesgo elevado de caer en una recesión económica global…”
“Los líderes de las más ricas y poderosas potencias del mundo acaban de advertir sobre una recesión en Estados Unidos con implicancias mundiales en el Foro de Davos, realizado en enero en los Alpes suizos, augurando sombríos pronósticos para este año.
“Los ministros de Finanzas y los bancos centrales de los siete países más ricos del mundo (G-7) estimaron el sábado pasado que sus economías iban a sufrir una desaceleración a corto plazo, según el comunicado final de una reunión en Tokio…”
“Hay dos elementos claves que explican por qué una crisis recesiva en Estados Unidos se proyectaría inmediatamente a toda la economía mundial, tanto en los países centrales como en los ‘emergentes’ y en los ‘periféricos’.
“a) En el actual modelo globalizado de economía mundial, Estados Unidos es el principal comprador y consumidor de productos y recursos energéticos, y representa el 22,5 por ciento de la economía mundial, según los últimos cálculos del Banco Mundial.
“b) La economía mundial capitalista está ‘dolarizada’. El dólar es la moneda patrón de todas las transacciones comerciales y financieras a escala global.
“Estos dos factores centrales explican por qué cualquier oscilación o desequilibrio económico-financiero que tenga a Estados Unidos como protagonista, impacta y se esparce inmediatamente por todo el ‘sistema’.
“Una crisis recesiva en Estados Unidos… impactaría inmediatamente a las bolsas y en los mercados globalizados del dinero… completando el ciclo del derrumbe del actual modelo de economía capitalista a escala global.
“El derrumbe del modelo rompería el equilibrio de la ‘gobernabilidad’ política y desataría una ola de conflictos sociales y sindicales que afectaría por igual tanto a Estados Unidos y a las potencias centrales como a los países ‘emergentes’.”
Ayer 13 de febrero varios artículos de conocidos periodistas norteamericanos apuntaban en la misma dirección, aunque a partir de diferentes puntos de apoyo. Citaré solo dos de los cuales seleccioné párrafos que reflejan la actualidad e importancia de su contenido, a través de conceptos absolutamente accesibles para los niveles educacionales de nuestro pueblo.
Bajo el título “El modelo estadounidense es una idea a la que le ha llegado su hora”, Amy Goodman, presentadora de Democracy Now, noticiero internacional diario difundido por más de 650 emisoras de radio y televisión en Estados Unidos y el mundo, escribió:
“Edward Kennedy, senador demócrata de Massachussetts, lo convirtió en un asunto personal: ‘¿El submarino sería una forma de tortura si se lo hicieran a usted?’ ‘Sentiría que sí’, respondió Mukasey (Fiscal General). Aunque esquivó preguntas antes y después de la de Kennedy, su respuesta a la pregunta personal sonaba auténtica.
“Nuestro Fiscal General no debería necesitar ser sometido al submarino para saber que es una forma de tortura.
“Suharto gobernó Indonesia durante más de 30 años, tras ser llevado al poder por el país más poderoso del planeta, Estados Unidos.
“Durante todo el régimen de Suharto, las administraciones estadounidenses ?demócratas y republicanas? armaron, entrenaron y financiaron al Ejército indonesio. Además del millón de indonesios asesinados, otras cientos de miles de personas fueron también asesinadas durante la ocupación indonesia de Timor Oriental, un pequeño país 480 kilómetros al norte de Australia.
“El 12 de noviembre de 1991, mientras cubría una marcha pacífica de timorenses en Dili, la capital de Timor, el Ejército de ocupación de Suharto abrió fuego contra la multitud matando a 270 timorenses.
“Los soldados me patearon con sus botas y me golpearon con las culatas de sus rifles M-16, de fabricación estadounidense. Fracturaron el cráneo a mi compañero Allan Nairn, que por aquel entonces escribía para la revista The New Yorker.
“La organización Transparencia Internacional calculó que la fortuna de Suharto se situaba entre los 15 000 y los 35 000 millones de dólares. El actual embajador en Indonesia, Cameron Hume, alabó esta semana la memoria de Suharto, declarando: ‘El presidente Suharto estuvo al frente de Indonesia durante más de 30 años, un período durante el que Indonesia alcanzó un notable desarrollo económico y social.’
“Sea que se trate del submarino, de lanzar una guerra ilegal, o de retener a cientos de prisioneros sin cargos durante años en la bahía de Guantánamo o en cárceles secretas de la CIA en todo el mundo, eso me hace recordar las palabras de Mahatma Gandhi, uno de los más grandes líderes de la no-violencia en el mundo. ‘¿Qué les importa a los muertos, los huérfanos y los que pierden sus hogares,’ preguntaba, ‘si la destrucción sin sentido se lleva a cabo en el nombre del totalitarismo o en el santo nombre de la libertad o la democracia?’
“Cuando se le preguntó qué pensaba de la civilización occidental, Gandhi respondió: ‘Pienso que sería una buena idea.’”
El mismo día, en CounterPunch, Robert Weissman escribió otro artículo titulado “El vergonzoso estado de la Unión”, traducido para Rebelión por S. Seguí, donde entre otras cosas afirmó:
“Estados Unidos dedica más de 700 000 millones de dólares anuales a gastos militares. Destina 506 900 millones de dólares al Departamento de Defensa, además de 189 400 millones de dólares a operaciones militares en Iraq y Afganistán
“El Congreso ha aprobado cerca de 700 000 millones para las guerras de Afganistán e Iraq. No incluye los costes sociales: pérdidas de vidas, heridos, etcétera.
“Según algunos métodos de cálculo, más de la mitad del gasto federal discrecional va destinado ya a fines militares.
“La riqueza se está concentrando de manera vertiginosa.
“En 1976, el 1 por ciento más rico de la población recibía el 8,83 por ciento del ingreso nacional; en 2005, este porcentaje era del 21,93 por ciento.
“En la actual economía hiperfinanciera, son los gurús de las finanzas los que se están haciendo realmente ricos, a pesar de las enormes pérdidas que está acumulando Wall Street.
“Ni siquiera los bancos de inversión tradicionales pueden pagar las escandalosas compensaciones que reciben los gestores de fondos de capital privados, algunos de los cuales consiguen más de 1 000 millones de dólares en un solo año. Gracias a una estratagema fiscal, estos individuos pagan unos impuestos sobre sus ingresos que equivalen a menos de la mitad de lo que debe pagar un dentista que ingrese 200 000 dólares al año.
“Las grandes corporaciones se están haciendo con una parte mayor de la riqueza nacional.
“La burbuja inmobiliaria y el colapso de las hipotecas de alto riesgo (subprime) están expulsando a millones de familias de sus hogares.
“El Centro para un Endeudamiento Responsable considera que 2,2 millones de préstamos hipotecarios de alto riesgo concedidos durante los últimos años han terminado ya en quiebra o acabarán en ejecución hipotecaria. Las pérdidas derivadas de la caída de precios de la vivienda pueden alcanzar los 2 millones de millones de dólares.
“La brecha de riqueza entre blancos y negros no tiene visos de cerrarse, y de hecho está ensanchándose.
“Los ciudadanos estadounidenses de origen africano sólo alcanzarán la paridad con sus compatriotas blancos dentro de 594 años, según la asociación United for a Fair Economy. La catástrofe de las hipotecas de alto riesgo se está cebando especialmente en las comunidades minoritarias y está provocando lo que United for a Fair Economy estima como el mayor empobrecimiento de la gente negra en la moderna historia de Estados Unidos.
“Más de uno de cada seis niños vive en la pobreza.
“Más de 45 millones de personas no tienen seguro de enfermedad.
“El déficit comercial estadounidense alcanzó en 2006 la cifra de 763 600 millones de dólares. En algún momento este déficit comercial deberá equilibrarse. A medida que el dólar sigue perdiendo su valor, es de esperar una mayor inflación y más altos tipos de interés a medio plazo. El nivel de vida real, en términos económicos, descenderá.
“La eficiencia energética es hoy día peor que hace dos décadas.
“La infraestructura se está viniendo abajo. La Asociación de Ingenieros Civiles estima que harán falta 1,5 millones de millones de dólares, a lo largo de un período de cinco años, para devolver las infraestructuras del país a un estado aceptable.
“Esta situación es peor ?en algunos casos mucho peor? que a comienzos del gobierno de George W. Bush, pero sus raíces se hunden en la política bipartidista llevada a cabo durante los tres decenios pasados, favorable a la desregulación, la entrega de activos públicos a las empresas privadas (privatización), la globalización corporativa, el carácter hiperfinanciero de la economía, unos gastos militares extravagantemente altos, las reducciones de impuestos a los ricos y los recortes de la red de seguridad social.”
Robert Weissman, autor del artículo, es redactor jefe del Multinational Monitor, de Washington, D.C., y director de Essential Action.
Para no abusar de los lectores, falta sólo la quinta parte.
Fidel Castro Ruz Febrero 14 de 2008 8:12 p.m.
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El Candidato Republicano (Tercera Parte)
12 febrero 2008
Dije ayer que, mientras Bush hablaba en el Congreso, McCain recibía homenajes en el restaurante Versailles de La Pequeña Habana.
Allí residieron y se instalaron con sus familias la mayoría de los más enconados enemigos de la Revolución Cubana, que fueron los batistianos, los grandes terratenientes, casatenientes y millonarios que tiranizaron y saquearon a nuestro pueblo. El gobierno de Estados Unidos los ha utilizado a su antojo para organizar a invasores y terroristas que a lo largo de casi 50 años ensangrentaron a nuestro país. A aquel flujo se sumaron después emigrantes ilegales, la Ley de Ajuste Cubano y el brutal bloqueo impuesto al pueblo de Cuba.
Es increíble que a estas alturas el candidato republicano, con honores de héroe, se convierta en instrumento de esa mafia. Nadie que se estime a sí mismo comete tan grave falta de ética.
Los representantes Ileana Ros-Lehtinen, Mario y Lincoln Díaz?Balart, el senador, igualmente de origen cubano, Mel Martínez, el gobernador Charles Christ y el senador independiente Joseph Lieberman, se han convertido en puntales del candidato para tratar de ganar la Florida y en sus asesores principales para la política en América Latina.
¿Qué podrán esperar los latinoamericanos de tales consejeros?
Ros-Lehtinen caracterizó a McCain como “fuerte en defensa nacional” y “también comprende la amenaza que significa el régimen de Castro”.
McCain tuvo participación destacada en una audiencia que realizó el 21 de mayo del 2002 sobre Cuba en el Subcomité de Asuntos de Consumo, Comercio Exterior y Turismo, del Comité de Ciencia y Transportación, en la que reiteró que nuestro país constituye una amenaza para Estados Unidos por su capacidad de producir armas biológicas, lo que James Carter demostró era ridículo.
Sobre medidas propuestas para flexibilizar los viajes a Cuba, McCain, en octubre de 2003, presentó una moción para interrumpir el debate en torno a estos tópicos.
Se destaca la gestión realizada en marzo de 2005 para presentar un proyecto legislativo bajo el título “Ley para el impulso de la democracia 2005”, que autoriza financiamiento, refuerza la subversión, establece nuevas estructuras y propone mecanismos adicionales de presión contra Cuba.
En alusión a las avionetas piratas derribadas el 24 de febrero de 1996, declaró: “Si yo fuera Presidente de Estados Unidos, ordenaría una investigación del derribo de esos valientes que fueron asesinados bajo órdenes de Fidel y Raúl Castro, y los enjuiciaría.”
En otra de sus caprichosas declaraciones expresó que “cuando hubiera libertad en Cuba, le gustaría enfrentarse a los cubanos que torturaron a algunos de sus compañeros durante la guerra de Viet Nam”. ¡Qué coraje el del obsesivo candidato!
Vayamos a la esencia de su pensamiento.
¿Qué educación política recibió? Ninguna. Se le instruyó como piloto de guerra a partir de las aptitudes físicas para manejar un avión de ataque. ¿Qué predominaba en él? La tradición familiar y sus fuertes motivaciones políticas.
En sus memorias afirma: “‘Mi padre llegó al alto mando cuando el comunismo había reemplazado al fascismo como la amenaza dominante a la seguridad norteamericana. Lo odió ferozmente y se dedicó a su aniquilamiento. El creyó que estábamos bloqueados sin escape en una lucha ?vida o muerte? con los soviéticos. Uno u otro lado acabaría por alcanzar la victoria total y el poderío naval resultaría crucial para el resultado. Él era categórico sobre este asunto.”
“En 1965, choques violentos entre facciones beligerantes, una de las cuales se creía que era un frente comunista, habían puesto a la República Dominicana al borde de la guerra civil. El Presidente Johnson ordenó a mi padre comandar el asalto anfibio en la Operación Steel Pike 1, la invasión y ocupación de la nación caribeña. Dicha operación era controversial. Los críticos la juzgaron, con razón, como una intervención ilegal en los asuntos de una nación soberana. Mi padre, como era común en él, estaba impertérrito ante la oposición interna.
“‘Algunos condenaron la intervención por injustificada,’ observó, ‘pero los comunistas estaban listos para intervenir y hacerse cargo. Puede ser que la gente no te ame por ser fuerte cuando tienes que serlo, pero te respetan por ello y aprenden a comportarse de acuerdo a esa actitud.’
“Su nombramiento posterior en las Naciones Unidas, fue considerado por la armada como un punto final y se consideraba su última misión. Era un Almirante de tres estrellas y las perspectivas de una cuarta estrella eran remotas. Dos años después le ordenaron marchar a Londres para asumir el mando de las fuerzas navales de Estados Unidos en Europa. La cuarta estrella vino con este nombramiento. Antes de un año le dieron el mando de todas las fuerzas de Estados Unidos en el Pacífico, el mayor mando operacional militar del mundo.”
Regresando McCain en su viaje de entrenamiento como cadete, pasó por el territorio ocupado de Guantánamo.
“Guantánamo en esos días antes de Castro era un lugar salvaje. Todos fuimos a tierra y nos dirigimos inmediatamente a las enormes tiendas de campaña que se habían instalado en la base como bares temporales, en las que se servía grandes cantidades de cerveza fuerte cubana y ponches de ron incluso más potentes a los que manifestaran sed y no pudieran ni pagarse el trago más barato.”
“Me sentía orgulloso de graduarme de la Academia Naval. Pero en ese momento, la emoción que sentí más profundamente fue la de alivio. Ya me habían aceptado en Pensacola para un entrenamiento de vuelo. En aquellos días, sólo había que aprobar el examen físico para calificar para el entrenamiento de vuelo, y estaba ansioso por hacerme a la vida de un despreocupado aviador de la Marina.”
“En octubre de 1962, estaba justamente regresando a la base naval de Norfolk después de completar un despliegue en el Mediterráneo a bordo del Enterprise.
Mi escuadrón levantó vuelo del Enterprise y regresó a la Estación Aérea Naval Oceana mientras la nave entraba a Norfolk.”
“Pocos días después de nuestro regreso, recibimos de improviso órdenes de volar de regreso al portaaviones. Nuestros superiores explicaron la insólita orden informándonos que un huracán se dirigía hacia nosotros.”
“Todos nuestros aviones remontaron vuelo de vuelta al portaaviones en el curso de veinticuatro horas y nos dirigimos mar afuera. Además de nuestros A-1, el Enterprise tenía aviones de ataque de largo alcance, a los que típicamente les son dificultosos el despegue y el aterrizaje. Nos embarcamos en nuestro misterioso despliegue sin ellos.”
“Nuestro jefe aéreo se dirigió a un representante del escuadrón y le dijo que no teníamos tiempo para esperar por todos sus aviones para aterrizar; algunos de ellos tendrían que regresar a su base.
“Yo estaba bastante desconcertado con la aparente urgencia de nuestra misión ?nos habíamos movido precipitadamente en un día, dejando atrás algunos de nuestro aviones; el escuadrón de la Marina había recibido la orden de unirse a nosotros con el combustible suficiente para aterrizar o hacer un amarizaje. El misterio se resolvió cuando poco tiempo después todos los pilotos se reunieron en el salón multipropósito del Enterprise para escuchar la transmisión de un mensaje del Presidente Kennedy informando a la nación que los soviéticos estaban basificando mísiles nucleares en Cuba.”
Se estaba refiriendo esta vez a la conocida Crisis de Octubre de 1962, hace más de 45 años, que dejó en él deseos latentes de atacar a nuestro país.
“El Enterprise, navegando a toda velocidad impulsado por energía nuclear, fue el primer portaaviones norteamericano en llegar a las aguas frente a Cuba. Durante casi cinco días, los pilotos del Enterprise creímos que entraríamos en acción. Nunca antes habíamos combatido, y a pesar de la confrontación mundial que presagiaba un golpe contra Cuba, estábamos preparados y ansiosos de ejecutar nuestra primera misión de vuelo. La atmósfera a bordo de la nave era bastante tensa, pero no exageradamente. Por supuesto, en nuestro fuero interno estábamos muy excitados, pero mantuvimos nuestra compostura e imitamos la imagen típica de un lacónico, reservado y audaz norteamericano en guerra.”
“Después de cinco días la tensión aflojó, cuando se hizo evidente que la crisis se resolvería de forma pacífica. No nos decepcionó no haber logrado nuestra primera experiencia de combate, pero se abrieron nuestros apetitos y avivaron nuestras fantasías. Anticipamos con avidez la ocasión de hacer lo que estábamos entrenados para hacer, y descubrir, al fin, si éramos lo bastante valientes para realizar la tarea.”
Narra más adelante el accidente que se produjo en el portaaviones nuclear Forrestal cuando se encontraba en el Golfo de Tonkín. Ciento treinta y cuatro jóvenes norteamericanos, muchos con 18 y 19 años, murieron en un enorme esfuerzo por salvar la nave. El portaaviones, lleno de perforaciones por las bombas que estallaron, tuvo que viajar a Estados Unidos para ser reconstruido. Habría que revisar lo que entonces se publicó y el enfoque sobre el tema.
McCain pasa después a otro portaaviones de tipo convencional en los mismos mares, con idéntico objetivo. Cada una de las autodefiniciones del autor deben observarse.
“El 30 de septiembre de 1967, me reporté al Oriskany y grupo VA-136, que era un escuadrón de ataque de A-4 y respondía al sobrenombre de ‘Los Santos’. Durante los tres años que duró la Operación Trueno Rodante ?campaña de bombardeo al norte de Vietnam que comenzó en 1965?, ningún piloto de portaaviones vivió más acción o sufrió más pérdidas que los del Oriskany. Cuando la administración Johnson dio por concluida la Operación Trueno Rodante, en 1968, treinta y ocho de sus pilotos habían sido muertos o capturados. Se habían perdido sesenta aviones, incluyendo veintinueve del modelo A-4. ‘Los Santos’ sufrieron la más alta tasa de bajas. En 1967, un tercio de los pilotos del escuadrón fue muerto o capturado. Cada uno de los quince A-4 que pertenecían originalmente a este grupo había sido destruido. Nosotros gozábamos de una reputación por nuestra agresividad y por el éxito que alcanzábamos en nuestras misiones. En los meses que antecedieron mi llegada al escuadrón, ‘Los Santos’ habían destruido todos los puentes de la ciudad portuaria de Haiphong.”
“Al igual que todos los pilotos de combate, nosotros mostrábamos una indiferencia casi macabra hacia la muerte, que encubría una gran tristeza en el escuadrón y que se hacía más profunda a medida que aumentaba nuestra lista de bajas.
“Volábamos hacia nuestro próximo ataque con la determinación de hacer el mayor daño posible.
“Yo estaba a punto de lanzar mis bombas cuando la alarma del avión sonó.
“Sabía que me habían dado. Mi A-4, que volaba a una velocidad cercana a las 550 millas por hora, se precipitó violentamente a tierra haciendo giros en espiral.”
“Reaccioné automáticamente en el momento luego del impacto, y vi que mi avión había perdido un ala. Comuniqué mi situación por radio y activé la palanca de expulsión de emergencia del asiento.”
“Choqué con parte del avión, rompiéndome mi brazo izquierdo, mi brazo derecho en tres partes y mi rodilla derecha. Quedé inconsciente por un breve instante debido a la fuerza de la expulsión. Algunos testigos afirman que mi paracaídas apenas se abrió momentos antes de caer en las aguas poco profundas del Lago Truc Bach. Toqué tierra en medio del lago, en el centro de la ciudad, a plena luz del día.”
“Mi padre no era muy dado en cuanto a pelear guerras con medidas a medias. Él consideraba la auto-contención como una admirable cualidad humana, pero cuando se pelean guerras el creía en tomar todas las medidas necesarias para traer el conflicto a una conclusión rápida y exitosa. La guerra de Vietnam no fue rápida ni exitosa y sé que esto lo frustró bastante.”
“En un discurso que pronunció después que se retiró, expresó que “dos decisiones deplorables” habían condenado a los Estados Unidos a fracasar en Vietnam: “La primera fue la decisión pública para prohibir a las tropas estadounidenses entrar en el norte de Vietnam y derrotar al enemigo en su propio suelo… La segunda fue…prohibir el bombardeo de Hanoi y Haiphong hasta las dos últimas semanas del conflicto…”.
“Estas dos decisiones se combinaron para permitirle a Hanoi adoptar cualquier estrategia que quisiera, sabiendo que virtualmente no habría represalias, ni contraataque”.
“Cuando los vietnamitas del norte lanzaron una ofensiva de primera importancia en Diciembre de 1971, en un momento en que las fuerzas de Estados Unidos en Vietnam habían sido reducidas a 69 000 hombres, el Presidente Nixon finalmente le indicó a mi padre minar Haiphong y otros puertos del norte de manera inmediata. La Administración Nixon prescindió mucho de la microdirección de la guerra que le había prestado tan mal servicio a la Administración de Johnson, particularmente las absurdas restricciones de objetivos impuestas a los pilotos de los bombarderos estadounidenses”.
“Las relaciones entre los comandantes militares y sus superiores civiles mejoraron cuando el Presidente Nixon y el Secretario de Defensa Melvin Laird asumieron el cargo. La nueva administración evidentemente estaba más interesada y apoyaba los puntos de vistas de los generales y almirantes que llevaban a cabo la guerra. Mi padre tenía una buena relación con ambos, Nixon y Laird, así como con Henry Kissinger, el Consejero de Seguridad Nacional del Presidente”.
No oculta sus sentimientos cuando habla de las víctimas de los bombardeos. Sus palabras destilan profundo odio.
“En abril de 1972 nuestra situación mejoró mucho más, cuando el Presidente Nixon reinició el bombardeo de Viet Nam del Norte y bajo las órdenes de mi padre empezaron a caer sobre Hanoi las primeras bombas desde marzo de 1968. La Operación Linebacker, como se llamó a esa campaña, trajo a los B-52 a la guerra, con su enorme carga de bombas”.
“La angustia que habíamos sufrido antes de 1972 se empeoró por el miedo que teníamos de que Estados Unidos no estuviera preparado para hacer lo que era necesario para dar término a la guerra de un modo razonablemente rápido. No podíamos divisar en el horizonte el día que la guerra iba a terminar. Aunque usted haya apoyado la guerra o se haya opuesto a ella ?conocí varios presos que defendían la última posición? nadie creyó que la guerra debió haber sido llevada a cabo del modo en que lo hizo la administración Johnson.”
“Los B-52 aterrorizaron Hanoi durante once noches. Venían oleada tras oleada. Durante el día, mientras los bombarderos estratégicos eran reamunicionados y reabastecidos de combustible, otros aviones iban al asalto. Los vietnamitas comprendieron.”
“Nuestros oficiales superiores sabiendo que este momento era inminente, nos habían advertido que no mostráramos ninguna emoción cuando el acuerdo se hiciera público.” Destila odio hacia los vietnamitas. Estaba dispuesto a exterminarlos a todos.
“En el momento en que llegó el fin, con la firma en París de los acuerdos de paz, mi padre se había retirado del servicio activo. Ya sin las restricciones de su papel como subordinado a superiores civiles, desestimó el acuerdo. ‘En nuestra ansiedad por salir de la guerra, firmamos un acuerdo muy malo,’ dijo.”
En estos párrafos está reflejado el pensamiento más íntimo de McCain. Lo peor se produce cuando cede a la idea de hacer una declaración contra la guerra llevada a cabo por su país. Eso no podía dejar de mencionarlo en su libro. ¿Cómo lo hace?
“Él (su padre) había recibido un informe de que una transmisión propagandística grandemente editada que se pretendía había sido hecha por mí, había sido analizada y la voz comparada con la grabación de mi entrevista con el periodista francés. Las dos voces fueron identificadas como la misma. En los días de angustia justo después de mi confesión, temía que esto fuera descubierto por mi padre.
“Después que regresé a casa, él nunca me mencionó que sabía acerca de mi confesión y, aunque le conté al respecto, nunca lo discutí con profundidad. Sólo hace poco supe que la cinta que soñé haber oído a través del altoparlante en mi celda había sido real, había sido transmitida fuera de la prisión y había sido conocida por mi padre.
“Si hubiera sabido del momento en que mi padre había oído mi confesión, me hubiera angustiado más de lo que se pudiera imaginar y no me hubiera recuperado de la experiencia tan rápido como lo hice. Pero en los años que han pasado desde ese suceso, mi estima por mi padre y por mí mismo ha madurado. Comprendo mejor la naturaleza del carácter fuerte.
“Mi padre fue un hombre lo suficientemente fuerte para no juzgar demasiado duro el carácter de un hijo que había alcanzado sus límites y descubrió que estos eran pequeños para los estándares de los héroes idealizados que nos han inspirado cuando niños.”
No por eso lo critico. Sería despiadado e inhumano hacerlo. No es el objetivo. Se trata ahora de la necesidad de desenmascarar una política que no es individual, sino compartida por muchas personas, ya que la verdad objetiva siempre será difícil de comprender.
¿Ha pensado alguna vez McCain en los Cinco Héroes antiterroristas cubanos que fueron encerrados en prisiones solitarias como las que él dice detestar, obligados a comparecer ante un jurado de La Pequeña Habana por delitos que nunca cometieron, sancionados tres de ellos a una y hasta dos cadenas perpetuas, y los otros dos a 19 y 15 años?
¿Conoce que las autoridades de Estados Unidos recibieron información que pudo impedir la muerte por terrorismo de ciudadanos norteamericanos?
¿Conoce las actividades de Posada Carriles y Orlando Bosch, responsables de la voladura de un avión cubano de pasajeros en pleno vuelo y la muerte de sus 73 ocupantes?
¿Por qué no les habla de eso a los cadetes de Annapolis?
Los héroes cubanos están próximos a cumplir ya 10 años de prisión. No han asesinado ni torturado nunca a nadie. No los acuse ahora de que estaban en Viet Nam torturando a pilotos norteamericanos.
Conozco lo declarado por usted en la escuela donde se graduó como cadete. Le agradezco su noble deseo de no responderme para no dignificarme. La única lamentable confusión ?y no ha sido la intención de algunas agencias que transmitieron la primera reflexión sobre el tema? es que yo pedí pruebas. No se puede probar lo que nunca ocurrió. Pedí ética.
Continuaré.
Fidel Castro Ruz 12 de febrero de 2008 7 y 26 p.m.
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El Candidato Republicano (Segunda Parte)
11 febrero 2008
Uno de los órganos de prensa más hostiles de Estados Unidos respecto a Cuba, con sede en la Florida, relata los hechos de la siguiente forma:
“Aprovechándose de las negociaciones para liberar a los prisioneros de Bahía de Cochinos, la CIA trató de utilizar a una persona clave en las conversaciones, el abogado estadounidense James B. Donovan para que entregara un regalo mortal a Fidel Castro: un traje de neopreno contaminado con un hongo que lacera la piel, y un dispositivo para respirar bajo el agua contaminado con tuberculosis… El líder cubano recibió el equipo en noviembre de 1962.
“Esta revelación es una de las muchas anécdotas que aparecen en el libro After the Bay of Pigs (Después de la Bahía de Cochinos), que trata de las negociaciones sostenidas entre el Comité de Familiares para la Liberación de los Prisioneros y el gobierno cubano, de abril a diciembre de 1962.
“El libro de 238 páginas, publicado a finales del año pasado, fue escrito por el exiliado cubano Pablo Pérez Cisneros con la colaboración del empresario John B. Donovan, hijo del ya fallecido negociador, y Jeff Koenreich, un miembro veterano de la Cruz Roja que promovió misiones humanitarias entre Estados Unidos y Cuba.
“Pérez Cisneros es hijo de Berta Barreto de los Heros, quien fuera la coordinadora del Comité de Familiares en Cuba e intercediera ante Castro para el canje de los 1,113 prisioneros de la fallida invasión de abril de 1961.
“Barreto de los Heros comenzó el libro, pero murió en marzo de 1993. Su hijo, quien realizó investigaciones durante 8 años y completó el libro, fue la persona que compró el traje de neopreno y el equipo de buceo a finales de 1962, sin saber que ambos eran para Castro.
“En junio de 1962, Pérez Cisneros visitó por primera vez la oficina de James B. Donovan en Brooklyn para solicitar su intervención en las negociaciones con Cuba. El organizador de la reunión fue Robert W. Kean, hijo de un ex congresista y cuñado de Joaquín Silverio, quien estaba en prisión y era miembro de la Brigada 2506. Donovan acordó trabajar para el Comité de Familiares de forma gratuita.
“Dos meses después, Donovan dio su primer viaje a La Habana, de los 11 que realizó para la mediación con el gobierno de Cuba.
“Cuando Donovan regresa a Cuba en octubre de 1962, Castro le dice que necesita un equipo de buceo y un traje de neopreno para bucear. ‘Es entonces cuando Donovan me dice que quiere conseguir un equipo de buena calidad para una persona, pero sin decirme que era para Castro’, declaró Pérez Cisneros al periódico El Nuevo Herald en una entrevista para ampliar la información sobre el caso.
“Pérez Cisneros, otrora campeón de pesca submarina en Cuba, compró un traje de neopreno de 130 dólares y un equipo de buceo por 215 dólares en una conocida tienda de Times Square en Nueva York.
“Castro los recibió en noviembre de 1962 y unas semanas después, en otro de los viajes de Donovan, el Presidente cubano le dijo al abogado que los había utilizado…”
“Solo unos meses después de finalizadas las negociaciones, Pérez Cisneros conoció todos los detalles sobre la historia real:
“Durante la Segunda Guerra Mundial, James Donovan trabajó para la Oficina de Servicios Estratégicos que antecedió a la CIA. Posteriormente fue designado como uno de los fiscales en los juicios de los criminales de guerra nazis en Nuremberg. En febrero de 1962 fue el mediador principal del intercambio de agentes espías más espectacular de la guerra fría, el canje del coronel ruso Rudolf Abel por los estadounidenses Frederick Prior y Gary F. Powers, piloto de U-2 que había sido capturado.
“Cuando Donovan informó a la CIA que Castro había solicitado un equipo de buceo, la agencia estadounidense le dijo que se encargaría de ese asunto. Sin embargo, el abogado no aceptó involucrarse en la propuesta de contaminar el traje de neopreno y el equipo de buceo, por lo que prefirió darle a Castro el equipo comprado en Times Square.
“En mayo de 1963, Castro invitó a Donovan y al abogado John E. Nolan, quien representaba al entonces Secretario de Justicia Robert Kennedy, a un día de buceo en el área de la Bahía de Cochinos y una vez más utilizó el equipo estadounidense.
“A finales de 1963 Pérez Cisneros afirmó: ‘Donovan me dijo que la idea de un atentado contra Castro le puso la carne de gallina y que rechazó entregar el equipo de la CIA pues pensó que si Cuba descubría la operación, todas las negociaciones podrían arruinarse y él podría ser ejecutado…’”
“El libro, matizado por sucesos curiosos e imprevistos, es una tensa historia que demuestra cómo el amor, la decisión y la inteligencia posibilitaron el intercambio de los prisioneros de la Brigada 2506 por alimentos, medicinas y equipos médicos por un valor de 53 millones de dólares.
“Los esfuerzos de Donovan y del Comité de Familiares tuvieron lugar cuando aún reinaba la incertidumbre sobre el destino de los prisioneros…”
“La primera reunión del Comité de Familiares con Castro tuvo lugar en la casa de Barreto de los Heros en Miramar el 10 de abril de 1962. Cuatro días después, 60 miembros de la Brigada que estaban heridos fueron trasladados a Miami.
“La incorporación de Donovan a las negociaciones aceleró el proceso de liberación.
“Donovan preparó un código secreto para las comunicaciones, pues sabía que el teléfono de la familia Heros estaba interceptado. “A mediados de diciembre, Castro acordó realizar el canje y entregó una lista de 29 páginas con los alimentos y medicinas que debían enviarse a Cuba por medio de la Cruz Roja estadounidense.
“Los últimos diez días de las negociaciones fueron muy intensos, pues Donovan contrató un grupo de 60 abogados para garantizar todas las donaciones prometidas por 157 compañías estadounidenses.
“El 23 de diciembre de 1962 viajaron los primeros 5 aviones hacia Miami con 484 miembros de la Brigada. Un día después, los 719 prisioneros restantes viajaron en otros 9 vuelos.”
He transcripto literalmente las palabras del artículo. Algunos datos concretos los desconocía. Nada de lo que recuerdo se aparta de la verdad.
Mis relaciones con la Ciénaga de Zapata comenzaron muy temprano. Conocí el lugar gracias a unos visitantes norteamericanos que me hablaban del “black fish”, trucha negra muy abundante en la Laguna del Tesoro, en el centro de la Ciénaga, con un máximo de 6 metros de profundidad. Era la época en que pensábamos en el desarrollo del turismo y posibles pólders al estilo de la tierra disputada al mar por los holandeses.
La fama del lugar provenía de mi época de estudiante de Bachillerato, cuando la Ciénaga era poblada por decenas de miles de cocodrilos. La captura indiscriminada casi había exterminado la especie. Había que protegerla.
Nos atraía sobre todo el deseo de hacer algo por los carboneros de la Ciénaga. Así comenzaron mis relaciones con la Bahía de Cochinos, tan profunda que alcanza casi mil metros. En aquel lugar conocí al viejo Finalé y a su hijo Quique, que fueron mis maestros en pesca submarina. Recorrí cayos y cayerías. Llegué a conocer la zona como la palma de mi mano.
Cuando desembarcaron por allí los invasores, había tres carreteras que cruzaban la ciénaga, centros construidos y en construcción para el turismo, y hasta un aeropuerto en las proximidades de Playa Girón, último reducto de las fuerzas enemigas, que nuestros combatientes tomaron por asalto al atardecer del 19 de abril de 1961. He hablado otras veces de aquella historia. Estuvimos a punto de recuperarlo en menos de 30 horas. Maniobras de engaño por parte de la Marina de Estados Unidos retrasaron nuestro fulminante ataque con tanques en la madrugada del 18.
Para abordar el problema de los prisioneros capturados, conocí a Donovan, quien me pareció ?y me alegra comprobarlo por el testimonio de su hijo? que era un hombre honorable, a quien efectivamente invité una vez a pescar, y sin duda le hablé de un traje y equipo de buceo. Los demás detalles no puedo recordarlos con precisión; tendría que indagar. Nunca me ocupé de escribir memorias, y hoy comprendo que fue un error.
La cifra exacta de heridos, por ejemplo, no la recordaba con tanta precisión. Tenía en la mente el recuerdo de los cientos de heridos que tuvimos, de los cuales no pocos murieron por la escasez de equipos, medicamentos, especialistas, y no contar entonces con instalaciones adecuadas. Los heridos enviados delante seguramente requerían de rehabilitación o mejores atenciones, que no estaban a nuestro alcance.
Fue tradición desde el primer combate victorioso, el 17 de enero de 1957, curar a los adversarios heridos. Eso consta en la historia de nuestra Revolución.
En el libro de memorias “Faith of my Fathers”, escrito por McCain con la omnipresente compañía de Mark Salter, técnicamente bien redactado, el autor principal afirma:
“Fui con frecuencia acusado de ser un estudiante indiferente y teniendo en cuenta algunas de mis calificaciones, puedo advertir la generosidad de tal afirmación. Pero yo era más selectivo que indiferente. Me gustaba el Inglés y la Historia, y con frecuencia tuve buenos resultados en ellas. Tuve menor interés y menor éxito en matemáticas y ciencias.”
Más adelante asegura:
“Pocos meses antes de la graduación, estaba haciendo los exámenes de ingreso en la Academia Naval… Me fue sorpresivamente bien, incluso en el examen de matemáticas.
“Mi reputación como joven escandaloso e impetuoso no se limitaba ?me incomoda confesarlo? a los círculos de la Academia. Muchos residentes decentes de la encantadora Anápolis, testigos de algunos de mis más extravagantes actos de insubordinación, desaprobaban mi persona, al igual que muchos oficiales.”
Antes, al narrar algunos hechos de su infancia, cuenta que:
“A la menor provocación, yo explotaba en un arrebato de furia, y luego caía al piso inconsciente.
“El médico indicó un tratamiento que de acuerdo a las normas modernas de pediatría parecía un poco severo. Instruyó a mis padres a que llenaran una bañadera con agua fría y cuando yo comenzara con la rabieta y pareciera que aguantaba el aire para tirarme al piso, me echaran al agua vestido, sin más”.
Al leer esto, uno experimenta la impresión de que los métodos que se nos aplicaban en aquel tiempo ?tanto a mí, que viví en la época de preguerra, como a él? no eran los más apropiados para tratar a los niños. En mi caso, no podía hablarse de médico asesorando a la familia; era la gente del pueblo, en parte analfabetos, muchos de los cuales conocían los tratamientos a seguir solo por tradición.
Hay otros episodios narrados por McCain relacionados con sus aventuras de cadete en viajes de entrenamiento. No los menciono porque se apartan del contenido de mi análisis y nada tienen que ver con asuntos personales.
Es natural que McCain no estuviera en el salón del Congreso la noche del discurso de Bush el 28 de enero pasado, porque hay cosas en la política de este que lo comprometen mucho. Estaba en La Pequeña Habana, en el restaurante Versailles, donde recibió el homenaje de la comunidad de origen cubano. Más vale no indagar mucho sobre los antecedentes de varios de los personajes que estaban allí.
McCain apoya la guerra en Iraq. Cree que la amenaza de Afganistán, Irán y Corea del Norte, y el crecimiento de Rusia y China, obligan a Estados Unidos a reforzar las fuerzas de ataque. Trabajaría en conjunto con otros países para proteger a la nación del extremismo islámico y continuar en Iraq hasta vencer.
Reconoce la importancia de mantener relaciones fuertes con México y otros países de Latinoamérica. Está a favor de continuar con la agresiva política actual respecto a Cuba.
Reforzará la seguridad en la frontera de Estados Unidos, no sólo para la entrada y salida de personas, sino con los productos que entren al país. Considera que los inmigrantes deben aprender inglés, la historia y la cultura estadounidense.
Busca electores de origen latino, la mayoría lamentablemente no ejercen el voto o lo hacen por excepción, siempre temerosos de que los expulsen, los priven de los hijos o pierdan su empleo. En el muro de Texas continuarán muriendo más de 500 cada año. No promete una ley de ajuste para ellos, que buscan el “sueño americano”.
Apoya el Acta de Bush “Que ningún niño se quede atrás”. Respalda una mayor financiación federal de becas y préstamos universitarios con bajo interés.
En Cuba se les ofrece a todos conocimientos sólidos, educación artística y derecho a graduarse en la Universidad de forma gratuita. Más de 50 mil niños con dificultades reciben enseñanza especial. La computación se imparte masivamente. Cientos de miles de personas bien calificadas se emplean en estas tareas. Pero Cuba debe ser bloqueada para librarla de semejante tiranía.
Como todo candidato, tiene su programita de gobierno. Promete reducir la dependencia de suministros de energía del extranjero. Fácil es decirlo, difícil a estas alturas hacerlo.
Se opone al subsidio de la producción de etanol. Magnífico: eso mismo sugerí al presidente brasileño Lula Da Silva, que exigiera al gobierno de Estados Unidos suspender los cuantiosos subsidios asignados al maíz y otros granos destinados a la producción de etanol a partir de los alimentos. Pero eso no es lo que se propone; por el contrario: exportar etanol norteamericano en competencia con Brasil. Sólo él y sus asesores lo sabrán, porque el etanol de maíz no puede competir jamás en costos con el de Brasil a partir de la caña de azúcar como materia prima mediante esfuerzos muy duros de sus trabajadores, que en todo caso mejorarían su suerte sin las barreras arancelarias y los subsidios de Estados Unidos.
Hay otras muchas naciones de Latinoamérica a las que el gobierno de Estados Unidos embarcó por el camino de la producción de etanol de caña. ¿Qué harían con las nuevas decisiones que emanen del Norte?
No podía faltar la promesa de asegurar la calidad del aire y el agua, el uso apropiado de los espacios verdes, la protección de parques nacionales que van quedando como un recuerdo de lo que un día fuera hermosa naturaleza del país, víctima de los dictados implacables de las leyes del mercado. El Protocolo de Kyoto, sin embargo, no sería firmado.
Parecieran los sueños de un náufrago en medio de la tempestad.
Reduciría impuestos a familias de clase media, mantendría la política de Bush de recortar los permanentes y dejaría las tasas al nivel actual.
Quiere un mayor control de los costos del seguro médico. Considera que las familias deberían tener el suyo sobre el dinero del seguro. Haría campañas de salud y prevención. Apoya el plan del actual Presidente que permite a los trabajadores mover dinero de los impuestos del seguro social a fondos privados de retiro.
La seguridad social correría la misma suerte que las bolsas.
Favorece la pena de muerte, el fortalecimiento y aumento de los cuerpos armados, la expansión de los TLC.
Apotegmas de McCain:
“Las cosas están difíciles ahora, pero vamos mejor que en el 2000.” (Enero 2008)
“Estoy bien preparado en temas económicos; participé en la revolución de Reagan.” (Enero 2008)
“Para evitar una recesión hay que ponerle fin al gasto descontrolado.” (Enero 2008)
“La pérdida de la fuerza económica lleva a la pérdida de fuerza militar.” (Diciembre 2007)
“A los republicanos se les ha olvidado cómo controlar los gastos.” (Noviembre 2007)
“Hay que asegurar las fronteras; sólo así establecer un programa de trabajadores visitantes.” (Enero 2008)
“La amnistía del 2003 no significa premiar el comportamiento ilegal.” (Enero 2008)
“Hay que recoger a los dos millones de extranjeros que infringieron la Ley y deportarlos.” (Enero 2008)
“Hacer todo lo que pueda para ayudar a que todos los inmigrantes aprendan a hablar inglés.” (Diciembre 2007)
“Nada de inglés oficial; los indios americanos deben usar su propio idioma.” (Enero 2007)
“Se requiere de reformas migratorias para lograr seguridad nacional.” (Junio 2007)
“Las posturas bipartitas son una señal de capacidad para ser Presidente.” (Mayo 2007)
“Hay que mantener el embargo y procesar a Castro.” (Diciembre 2007)
“Nada de relaciones ni diplomáticas ni de comercio con ese país.” (Julio 1998)
“Sería ingenuo excluir las armas nucleares; ingenuo excluir atacar a Pakistán.” (Agosto 2007)
“Con la guerra de Iraq ‘hemos desviado la atención de nuestro hemisferio y hemos pagado un precio por eso’.” (Marzo 2007)
Promete visitar sus propiedades en el continente. Dijo que de ser electo a la Casa Blanca en el 2008, su primer viaje sería a México, Canadá y América Latina para “reafirmar mi compromiso con nuestro hemisferio y con la importancia de las relaciones dentro de nuestro hemisferio”.
En todo su libro, de obligada referencia en mis Reflexiones, afirma era fuerte en Historia. No aparece una sola referencia a un pensador político, ni siquiera a uno solo de los que inspiraron la Declaración de Independencia de las 13 Colonias el 4 de julio de 1776, que dentro de 4 meses y 23 días cumplirá 232 años.
Hace más de 2,400 años Sócrates, reconocido sabio ateniense, famoso por su método y mártir de sus ideas, consciente de las limitaciones humanas, expresó: “Solo sé que no sé nada.” Hoy, McCain, el candidato republicano, exclama ante sus conciudadanos: “Solo sé que lo sé todo”.
Continuaré.
Fidel Castro Ruz 12 de febrero de 2008 7 y 26 p.m.
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El Candidato Republicano (Primera Parte)
10 febrero 2008
Estas reflexiones se explican por sí mismas.
En el ya famoso supermartes, un día de la semana en que numerosos Estados de la Unión seleccionaban el candidato a la Presidencia de Estados Unidos de su preferencia, dentro de un grupo de aspirantes, uno de los posibles candidatos para sustituir a George W. Bush podía ser John McCain. Por su imagen prediseñada de héroe y su alianza con fuertes contendientes como el ex gobernador de Nueva York, Rudy Giuliani, otros aspirantes ya le habían cedido gustosamente su apoyo. La intensa propaganda de factores sociales, económicos y políticos de gran peso en su país, y su estilo de actuación lo convertían en el candidato con más posibilidades. Sólo la extrema derecha republicana, representada por Mitt Romney y Mike Huckabee, inconforme con algunas concesiones intrascendentes de McCain, le hacían todavía resistencia el 5 de febrero. Después Romney también depuso la aspiración en favor de McCain. Huckabee la mantiene.
La lucha por el candidato es en cambio muy reñida en el Partido Demócrata. Aunque, como es habitual, una parte activa de la población de Estados Unidos con derecho a votar suele ser minoritaria, se escuchan ya todo tipo de opiniones y conjeturas sobre las consecuencias que tendrá para el país y el mundo el resultado final de la contienda electoral, si la humanidad escapa de las aventuras bélicas de Bush.
No me corresponde hablar de la historia de un candidato a la Presidencia de Estados Unidos. Jamás lo hice. Tal vez no lo habría hecho nunca.
¿Por qué esta vez?
McCain afirmó que algunos compañeros suyos fueron torturados por agentes cubanos en Viet Nam. Sus apologistas y expertos en publicidad suelen enfatizar que el propio McCain sufrió tales torturas por parte de los cubanos.
Espero que los ciudadanos de Estados Unidos comprendan que me vea obligado al análisis detallado de este candidato republicano y le replique. Lo haré a partir de consideraciones éticas.
En el expediente de McCain consta que fue prisionero de guerra en Viet Nam desde el 26 de octubre de 1967.
Como él mismo cuenta, tenía entonces 31 años y llevaba a cabo la misión de ataque número 23. Su avión, un A4 Skyhawk, fue interceptado sobre Hanoi por un cohete antiaéreo. Debido al impacto, perdió el control y se catapultó, cayendo sobre el lago Truc Bach, en medio de la ciudad, con fracturas en los dos brazos y una rodilla. Una multitud patriótica, al ver caer a un agresor, lo recibió con hostilidad. El propio McCain expresa su alivio en aquel momento al ver llegar a un pelotón del ejército.
El bombardeo a Viet Nam, iniciado en 1965, era un hecho conmocionante para la opinión internacional, muy sensibilizada con los ataques aéreos de la superpotencia contra un pequeño país del Tercer Mundo, que había sido convertido en colonia de Francia a miles de millas de la distante Europa. El pueblo de Viet Nam luchó contra los ocupantes japoneses durante la Segunda Guerra Mundial y, ya finalizada esta, de nuevo Francia retomó el control. Ho Chi Minh, el líder modesto y querido por todos, y Nguyen Giap, su jefe militar, eran personajes admirados internacionalmente. La famosa Legión Francesa estaba derrotada. Para tratar de evitarlo, las potencias agresoras estuvieron a punto de usar el arma nuclear en Diên Biên Phu.
Ante la opinión pública norteamericana, los nobles anamitas, como cariñosamente los llamó José Martí, de cultura y valores milenarios, debían ser presentados como un pueblo bárbaro e indigno de existir. En materia de suspense y publicidad comercial, nadie les gana a los especialistas de Estados Unidos. La especialidad fue utilizada sin límite alguno para exaltar el caso de los prisioneros de guerra, y en especial el de McCain.
Siguiendo esa corriente, McCain afirmó con posterioridad que el hecho de que su padre fuera Almirante y Comandante en Jefe de las fuerzas estadounidenses en el Pacífico, hizo que la resistencia vietnamita le ofreciera una liberación temprana si reconocía haber cometido crímenes de guerra, lo cual había rechazado alegando que el Código Militar establece que los prisioneros son liberados en el orden que se les captura, y que esto significó cinco años de prisión, golpes y torturas en un área del penal identificada por los norteamericanos como “Hanoi Hilton”.
La retirada final de Viet Nam fue desastrosa. Un ejército de medio millón de hombres entrenados y armados hasta los dientes no pudo resistir el empuje de los patriotas vietnamitas. Saigón, la capital colonial, actual Ho Chi Minh, fue abandonada de forma bochornosa por los ocupantes y sus cómplices, algunos de ellos colgados de los helicópteros. Estados Unidos perdió más de 50 mil valiosos hijos, sin contar los mutilados.
Había gastado 500 mil millones de dólares en aquella guerra sin impuestos, siempre de por sí desagradables. Nixon renunció unilateralmente a los compromisos de Bretton Woods y creó las bases de la actual crisis financiera. Todo lo que lograron fue un candidato para el Partido Republicano, 41 años después.
McCain, uno de los numerosos pilotos norteamericanos derribados y heridos en las guerras declaradas o no de su país, fue condecorado con la Estrella de Plata, la Legión de Mérito, la Cruz de Aviación por servicio distinguido, la Estrella de Bronce y el Corazón Púrpura.
Una película para televisión basada en sus memorias sobre las experiencias como prisionero de guerra fue transmitida en el Memorial Day de 2005 y se hizo famoso por sus videos y discursos en torno al tema.
La peor afirmación que hizo en relación con nuestro país fue que interrogadores cubanos habían torturado sistemáticamente a prisioneros norteamericanos.
Ante las alucinantes palabras de McCain, me interesé por el asunto. Quise saber de dónde venía tan extraña leyenda. Pedí se buscasen los antecedentes de la imputación. Me informaron existía un libro muy promovido, basado en el cual se hizo la película, escrito por McCain y su asesor administrativo en el Senado, Mark Salter, que continúa laborando y redactando con él. Solicité fuera traducido textualmente. Se llevó a cabo, como en otras ocasiones, por personal calificado en breve tiempo. Título del libro: Faith of My Fathers, 349 páginas, publicado en 1999.
Su acusación contra los revolucionarios internacionalistas cubanos, utilizando el sobrenombre Fidel para identificar a uno de ellos capaz de “torturar a un prisionero hasta la muerte”, carece de la más mínima ética.
Me permito recordarle, señor McCain: Los mandamientos de la religión que usted practica prohíben la mentira. Los años de prisión y las heridas que recibió como consecuencia de sus ataques a Hanoi no lo excusan del deber moral de la verdad.
Hay hechos que debemos hacerle conocer. En Cuba se llevó a cabo una rebelión contra un déspota que el gobierno de Estados Unidos impuso al pueblo de Cuba el 10 de marzo de 1952, cuando usted estaba a punto de cumplir 16 años, y el gobierno republicano de un militar ilustre, Dwight D. Eisenhower ?quien fue por cierto el primero en hablar del complejo militar?industrial?, reconoció y apoyó de inmediato aquel gobierno. Yo era un poco mayor que usted, cumpliría en agosto, mes en que usted también nació, 26 años. No había finalizado Eisenhower todavía su período presidencial, iniciado en la década de 1950, algunos años después de la fama adquirida por el desembarco aliado en el norte de Francia, con el apoyo de 10 mil aviones y las más poderosas fuerzas navales hasta entonces conocidas.
Se trataba de una guerra, formalmente declarada por las potencias que enfrentaban a Hitler, iniciada sorpresivamente por los nazis, que atacaron sin aviso ni declaración de guerra previa. Un nuevo estilo de provocar grandes matanzas se impuso a la humanidad.
En 1945 se utilizaron contra la población civil de Hiroshima y Nagasaki dos bombas de alrededor de 20 kilotones cada una. Visité una vez la primera de aquellas ciudades.
En la década de 1950 el gobierno de Estados Unidos llegó a construir tales armas de ataque nuclear, que una de ellas, el MR17, llegó a pesar 19,05 toneladas y medía 7,49 metros, la cual podía transportar en sus bombarderos y desencadenar una explosión de 20 megatones, equivalente a mil bombas como la que lanzó sobre la primera de aquellas dos ciudades el 6 de agosto de 1945. Es un dato que haría enloquecer a Einstein quien, en medio de sus contradicciones, no pocas veces expresó remordimientos por el arma que, sin pretenderlo, ayudó a fabricar con sus teorías y descubrimientos científicos.
Cuando la Revolución en Cuba triunfa el Primero de Enero de 1959, casi 15 años después del estallido de las primeras armas nucleares, y proclama una Ley de Reforma Agraria basada en el principio de soberanía nacional, consagrado por la sangre de los millones de combatientes que murieron en aquella guerra, la respuesta de Estados Unidos fue un programa de hechos ilegales y atentados terroristas contra el pueblo cubano, suscritos por el propio presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower.
El ataque por Bahía de Cochinos se produjo siguiendo instrucciones precisas del Presidente de Estados Unidos y los invasores fueron escoltados por unidades navales, incluido un portaaviones de ataque. El primer asalto aéreo con aviones B-26 del gobierno norteamericano que partieron de bases clandestinas, se produjo de forma sorpresiva, con el empleo de insignias cubanas para presentarlo a la opinión mundial como una sublevación de la Fuerza Aérea nacional.
Usted acusa a los revolucionarios cubanos de ser torturadores. Lo exhorto seriamente a que presente uno solo de los más de mil prisioneros capturados en los combates de Playa Girón que haya sido torturado. Yo estaba allí, no protegido en un lejano puesto general de mando.
Capturé personalmente, con algunos ayudantes, numerosos prisioneros; pasé delante de escuadras armadas, todavía ocultas tras la vegetación del bosque, que se paralizaron por la presencia del Jefe de la Revolución en el lugar. Lamento tener que mencionar esto, que puede parecer un autoelogio, lo cual sinceramente detesto.
Los prisioneros eran ciudadanos nacidos en Cuba organizados por una poderosa potencia extranjera para luchar contra su propio pueblo.
Usted se confiesa partidario de la pena capital para los delitos muy graves. ¿Qué actitud habría asumido frente a tales actos? ¿A cuántos habría sancionado por esa traición? En Cuba se juzgaron varios de los invasores, que habían cometido con anterioridad, bajo órdenes de Batista, horrendos crímenes contra los revolucionarios cubanos.
Visité a la masa de prisioneros de Bahía de Cochinos, como llaman ustedes a la invasión de Girón, más de una vez, y conversé con ellos. Me gusta conocer las motivaciones de los hombres. Mostraban asombro y expresaban reconocimiento por el respeto personal con que se les trató.
Usted debiera saber que, mientras se negociaba la liberación mediante indemnización con alimentos para niños y medicamentos, el gobierno de Estados Unidos organizaba planes de asesinato contra mí. Consta en los escritos de personas que participaron en la negociación.
No me referiré en detalle a la larga lista de cientos de intentos de asesinato contra mi persona. No se trata de inventos. Es lo declarado en documentos oficiales divulgados por el gobierno de Estados Unidos.
¿Qué ética subyace en tales hechos, defendidos por usted con vehemencia como cuestión de principios?
Trataré de ir a fondo sobrE ESTOS TEMAS ..
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