Cuba se enfrenta a una nueva campaña de desinformación por parte de los medios de comunicación occidentales y otros. Muchos de ellos parecen gozar a sus anchas al describir el estado “deteriorado de las viviendas y otras estructuras y los techos”, lo que en alguna medida es cierto, especialmente en ciudades como La Habana. Pero ¿es esto una característica inherente al sistema cubano? La impresión que algunos procuran dar es que cualquier problemática asociada a la infraestructura constituye la prueba del “fracaso del socialismo”.