Pretendo resaltar una gran obra artística y humana, en la que se mezcla un talentoso niño, una escuela primaria y un excelente programa de la televisión. Tengamos presente que sin buenas escuelas primarias no tendríamos niños talentosos ni colmena ni colmenitas. Fue un gran acierto haber mantenido a Martí como una especie de protagonista vivo en cada programa.