Irán pretende dar una respuesta "demoledora" en caso de que EE.UU. tome la decisión de añadir a las tropas élite del Ejército iraní, los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés), a la lista de organizaciones terroristas.
Según ha declarado este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Bahram Qasemi, citado por la agencia Tasnim, la respuesta de Teherán será "firme, decisiva y demoledora".
"Esperamos que EE.UU. no cometa este error estratégico", ha señalado Qasemi en una rueda de prensa, refiriéndose a la posible decisión de EE.UU. de incluir a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica a la lista de grupos terroristas. Con ello, el portavoz del Ministerio iraní ha destacado que Washington enfrentaría consecuencias al respecto.
La posible designación de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC, por sus siglas en inglés) como un grupo terrorista, entre otras medidas contra Teherán, fue reportada la semana pasada por el periódico 'Financial Times'.
"La vía equivocada"
Al respecto, el comandante del Ejército élite iraní, Mohammad Ali Jafari, aseguró que "si la noticia sobre la estupidez del Gobierno estadounidense de considerar a la Guardia Revolucionaria como un grupo terrorista es correcta, entonces la Guardia Revolucionaria considerará al Ejército estadounidense como al [grupo terrorista] Estado Islámico en todo el mundo, particularmente en Oriente Medio".
Además, Jafari señaló que Washington está en la "vía equivocada" al intentar presionar a Irán en las negociaciones sobre asuntos regionales, y dijo que las nuevas sanciones solo "eliminarían la oportunidad" de que haya negociaciones entre ambos países. Además, el jefe de la Guardia Revolucionaria advirtió que "si se aprueba la nueva ley de sanciones de EE.UU., ese país tendrá que mover sus bases regionales fuera del alcance de 2.000 kilómetros de los misiles iraníes".
Por su parte, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, afirmó que a "los beneficios" que su nación obtuvo durante las negociaciones nucleares y con la firma del acuerdo sobre el programa nuclear "nunca se los podrán arrebatar". Con estas afirmaciones se refería a una posible salida de EE.UU. del acuerdo, escenario contemplado por Washington.