La noche del pasado sábado Otxotorena tuvo una cena con un grupo de amigos en Las Mercedes, zona pudiente del este de Caracas caracterizada por una intensa actividad comercial y gastronómica. Luego del encuentro, una de las asistentes se sintió mal y pidió irse a casa. En medio del traslado, decidieron hacer una parada en Farmatodo, la principal red de farmacias y productos de consumo, ubicada en la misma zona, para comprar una medicina.
Dentro del local, uno de los más grandes de esa cadena en la capital venezolana, a eso de las 11:15 de la noche, el empresario vasco observó cómo los empleados de la empresa, que cuenta con unas 150 tiendas en el país, introducían en carritos de compra la mercancía que hasta el momento había estado en los anaqueles.
"Estaban guardando todo: leche de fórmula infantil, productos de aseo personal, paquetes de gasas", refiere Otxotorena.
"Vi cómo estaban vaciando gran parte del Farmatodo en mi cara. Había estado allí tres días antes y estaba absolutamente repleto: comida, Coca-Cola, yogures. Me indigné", añade.
¿Por qué esconder los productos?
Tres días antes de la escena que presenció y grabó el empresario radicado en Venezuela, el Gobierno había publicado en Gaceta Oficial la lista de 25 productos alimenticios cuyos precios habían sido acordados con los empresarios, agroproductores, distribuidores y comercializadores.
El presidente Nicolás Maduro había anunciado el 17 de agosto que el salario mínimo, que se incrementó en más de treinta veces, estaría anclado al petro, la criptodivisa venezolana cuyo valor equivale a un barril de petróleo (unos 60 dólares). Además, el Gobierno había informado que asumiría la diferencia de las nóminas de la pequeña y mediana industria por noventa días para evitar que el incremento impactara en los precios de los productos.
Tras la reconversión monetaria, que quitó cinco ceros al valor de la moneda venezolana, algunos usuarios en las redes denunciaron el alza, remarcaje especulativo y desaparición de algunos productos en los comercios, incluso antes de que se anunciara el nuevo salario y los precios acordados.
El video viral
El apellido de Otxotorena y su rostro es aún recordado por quienes rechazaron que se atreviera a mostrar los supermercados repletos de las zonas ricas de Caracas hace un par de años. Esa recriminación de los seguidores de la oposición de las zonas más privilegiadas de la capital venezolana, la tuvo en mente cuando se decidió a grabar las escenas que tenía en frente en la tienda.
Como allí no encontraron la medicina requerida, decidieron trasladarse a una sucursal de la misma red que queda en Los Palos Grandes, una urbanización residencial y comercial pudiente ubicada en Chacao, municipio bastión de la oposición venezolana. Sin embargo, lo que acaban de ver, se repitió: trabajadores guardando los productos que hasta hace minutos estaban en los estantes. En ese momento decidió subir a la red lo que ya había registrado en la otra farmacia.
"Son unas lacras, sé que estamos en una entrevista, pero mi indignación es tremenda", afirma Otxotorena, explicando que este tipo de conductas generan un "efecto copia" que es reproducido por comercios más pequeños.
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