En un comunicado, el Partido Comunista de Brasil (PCdoB) denunció que pese a la completa ausencia de pruebas o de un conjunto de evidencias mínimamente consistentes, el juez federal Sergio Moro condenó este miércoles al ex dignatario a nueve años y seis meses de prisión
BRASILIA.–Lula es un patrimonio del pueblo brasileño, un ícono de nuestra historia nacional y será defendido con garra y decisión por todos los que sueñan con un país justo para todos, aseguró ayer el Partido Comunista de Brasil (PCdoB).
En un comunicado, la organización partidista denunció que pese a la completa ausencia de pruebas o de un conjunto de evidencias mínimamente consistentes, el juez federal Sergio Moro condenó este miércoles al ex dignatario a nueve años y seis meses de prisión.
El PCdoB manifiesta su firme indignación con la decisión proferida y llama a todos los demócratas, independientemente de sus posiciones políticas o ideológicas, a movilizarse para que el Estado democrático de derecho sea garantizado y el ex presidente inocentado en las próximas instancias recursales.
Una convocatoria a manifestarse en las calles contra la condena sin pruebas de que resultó víctima Lula fue lanzada también a través de las redes sociales por el líder del Partido de los Trabajadores (PT) en el Senado Federal, Lindbergh Farias, quien catalogó la decisión del juez de Curitiba como un escándalo.
Esto no es democracia; es un estado de excepción, subrayó el legislador petista antes de señalar que «nuestra reacción tiene que ser muy fuerte. Tenemos que organizar actos en todo Brasil, no podemos permanecer en silencio delante de este hecho», insistió.
La condena fue repudiada también por el coordinador del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), GuilhermeBoulos, quien remarcó que Moro sentenció a Lula sin contar con ninguna prueba que sustente los delitos que le fueron imputados.
Desde el principio (Sergio Moro) actuó como un promotor de toga y convirtió el proceso en un juzgamiento político, manifestó Boulos.
Por otra parte, ladefensa del expresidente informó que apelarán y probarán la inocenia de Lula «en todas las cortes imparciales, incluyendo las Naciones Unidas».
El juez federal de Curitiba condenó este miércoles a nueve años y medio de cárcel al ex presidente brasileño por la presunta comisión de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Según la acusación del Ministerio Público Federal (MPF), el ex mandatario recibió 3,7 millones de reales (más de un millón de dólares) en «propinas» mediante la reforma de un apartamento, cuya propiedad le es atribuida sin que existan elementos probatorios que lo confirmen, y con el pago del almacenamiento de sus bienes.
De acuerdo con los abogados de Lula, la inocencia del ex presidente fue comprobada por las declaraciones de los 73 testigos oídos en el caso del triplex, y el hecho que el propio MPF solicitara incluir nuevos declarantes (lo cual fue denegado por el juez de Curitiba) «reconoce que no disponen de pruebas de la acusación formulada».
De acuerdo a Telesur, el exmandatario brasileño ha denunciado que es víctima de persecución judicial para impedir su candidatura en las próximas elecciones presidenciales del 2018.
Este lunes, el instituto Datafolha reveló una nueva encuesta sobre la intención del voto para las elecciones presidenciales a celebrarse el próximo año en Brasil. Según los resultados, Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), lidera las encuestas con un 30 % sobre sus rivales.
En todos los escenarios expuestos por Datafolha y de ser Lula el candidato del PT este ganaría las elecciones, por lo menos en la primera vuelta ya que ningún aspirante cuenta con la mayoría absoluta.
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, fue condenado este miércoles por el juez federal Sergio Moro a nueve años y medio de cárcel por la presunta comisión de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Según la acusación del Ministerio Público Federal (MPF), el exmandatario recibió 3,7 millones de reales (más de un millón de dólares) en ‘propinas’ mediante la reforma de un apartamento, cuya propiedad le es atribuida sin que existan pruebas que lo confirmen, y con el pago del almacenamiento de sus bienes.
La sentencia de Moro, indicó el diario digital Brasil 247, fue dictada poco menos de 10 meses después de que los fiscales de la operación anticorrupción Lava Jato presentaran la acusación formal.
Coincidentemente, además, la condena fue proferida el mismo día en que la Comisión de Justicia y Ciudadanía de la Cámara de Diputados comenzó a analizar la admisibilidad de una denuncia por corrupción pasiva hecha por la Procuraduría General de la República contra el presidente Michel Temer.
Al presentar los alegatos finales el pasado de 20 junio, la defensa de Lula sustentó con documentos inéditos que aunque el referido apartamento está a nombre de la empresa OAS Empreendimentos S/A, en 2010 todos los derechos económicos y financieros sobre el mismo fueron pasados a un fondo gerenciado por la Caixa Económica Federal.
De acuerdo con la defensa de Lula, la inocencia del expresidente fue comprobada por las declaraciones de los 73 testigos oídos en el caso del triplex, y el hecho que el propio MPF solicitara incluir nuevos declarantes (lo cual fue denegado por el juez de Curitiba) ‘reconoce que no disponen de pruebas de la acusación formulada’.
La decisión de Moro contiene errores fácticos y también provoca nulidad insalvable en el proceso, al denegar la realización de pruebas periciales obligatorias para demostrar quién es el real propietario del inmueble, dado en garantía en operaciones financieras por la empresa de ingeniería e infraestructura OAS, agregaron los defensores.
En julio del pasado año, el ex-dignatario brasileño presentó ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU una petición en la cual argumentaba que la justicia brasileña está violando sus derechos mediante la práctica de actos ilegales, en particular del juez Moro ‘que no pueden ser satisfactoriamente corregidos en la legislación brasileña’.
(Con información de Prensa Latina)
Partido de los Trabajadores: Condena contra Lula responde a “persecución política”
El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil dijo hoy que la condena contra el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, acusado de corrupción pasiva y lavado de dinero, responde en realidad a una “persecución política”.
Se trata de “un ataque a la democracia y la Constitución”, afirmó el PT en un comunicado, al anunciar que mantendrá su defensa “intransigente” a favor del ex mandatario brasileño por creer en su absoluta inocencia.
“Aunque se trata de una decisión de primera instancia, es una medida equivocada, absolutamente arbitraria e ilegal, impulsada por un juez parcial, que presta cuentas a los medios de comunicación y el público, que creó contra el ex presidente Lula”, señaló el PT.
La condena, afirmó la entidad, se basa exclusivamente “en delaciones premiadas negociadas durante meses con criminales confesos, y simplemente validan las convicciones contenidas en la acusación de los fiscales federales, sin presentación de pruebas para justificar la condena en los términos expresados por las leyes brasileñas”.
El partido aclaró que “Lula no está por encima de la ley”, pero tampoco “por debajo de ella”. “Lo que ocurre es un proceso de persecución que constituye una aberración constitucional; un caso típico de ‘lawfare’ (guerra jurídica), en el que se utilizan recursos jurídicos indebidos con el fin de una persecución política”, afirmó.
Los petistas expresaron su convicción de que la condena contra Lula es “otro capítulo en la estafa encabezada por el consorcio golpista que se hizo cargo del país para suprimir los derechos sociales y laborales” y, “sobre todo, la venta de importantes empresas estatales como Petrobras, Infraero, la Caja Económica y el Banco de Brasil”.
El fallo contra el ex presidente, destacó, se produjo un día después de que fue aprobada en el Senado la polémica reforma laboral que “eliminó los derechos de los trabajadores”.
“Sabemos que habrá justicia en las otras instancias del juicio y que toda la verdad saldrá a la luz. La historia será el principal testigo de su absolución y su grandeza”, agregó.
La condena de Lula no debería ser un día de fiesta para Brasil
La justicia va a ser analizada para saber si se trata de realizar una verdadera catarsis contra la corrupción o si se trata sólo de intereses poco confesableOtros
Lula da Silva el pasado 5 de julio.UESLEI MARCELINOREUTERS
Este miércoles, Brasil es noticia mundial por la condena de Lula por corrupción a más de nueve años de cárcel, ya que el exsindicalista ha sido el presidente más popular y carismático de la democracia. Lula había conseguido que el gigante americano dejase su complejo de perro callejero y se proyectase en el futuro como una pieza importante del ajedrez mundial. Fue, además, el presidente más amado, casi adorado, por el mundo de los más pobres.
La noticia de su condena, sin embargo, que llega en un momento crucial de la política brasileña, con un presidente como Michel Temer, en vísperas de que pueda ser depuesto por corrupción y con una sociedad dividida y crispada, atemorizada con 14 millones de desempleados, no puede ser un momento de alegría.
Sin entrar en el juicio de la sentencia emitida contra Lula por el mítico juez Sérgio Moro, algo que deberá aún ser analizado y decidido en otras instancias judiciales, lo cierto es que, prescindiendo de las ideas políticas de cada uno, el día de hoy no debería ser un día de júbilo. No puede ser un momento de alegría porque la noticia encierra un sinfín de simbolismos, la caída del ídolo de la izquierda brasileña y con él la esperanza de una refundación del Partido de los Trabajasdores (PT) que llegó a ser el más importante de la izquierda latinoamericana.
Siempre se dijo que el PT no existía sin Lula, ni Lula sin el PT. Hoy, con Lula condenado por un crimen de corrupción, de algún modo sufre la democracia y se quiebran muchas esperanzas.Habrá quien diga que la condena a Lula, la primera contra un presidente del país por motivos criminales, significa, al mismo tiempo, la esperanza de que, por fin, en este país, la justicia es igual para todos.
Podría hasta ser verdad, pero se tiene que cumplir una condición: que todos los otros políticos, muchos de ellos acusados y reos de crímenes aún mayores, acaben, como Lula, condenados por esa misma justicia, algo que no parece ser lo que siente la sociedad, ya que, la misma diligencia que el juez Moro ha usado con Lula, el Supremo Tribunal Federal debería haberla usado ya con docenas de políticos de primer plano de la vida nacional de partidos que han gobernado con la izquierda del PT, y que parecen ser tratados con otros metros y medidas.
Si la condena infligida por Moro a Lula, a la que podrían seguir otras más, quiere ser vista como un triunfo de la justicia en un país donde a la cárcel iban sólo los pobres, los negros y las prostitutas, será necesario que la sociedad pueda ver, sin esperar más, que sean condenados los otros líderes políticos, cuyas denuncias no menos graves que las de Lula, se arrastran durante años, pareciendo intocables.
Si de lo que se trata es de limpiar la corrompida vida política de un país para dar paso a una nueva era de esperanza donde la impunidad con los poderosos sea algo del pasado y donde no existan privilegiados ante la justicia, entonces que a la condena de Lula, se sigan las de los demás políticos corruptos. Y eso, sin esperar más, para que la grave decisión tomada con Lula, no parezca más bien una forma de impedirle ser de nuevo candidato a las presidenciales.
Hoy, más que ayer, la justicia va a ser analizada por una sociedad más madura y más incrédula que en el pasado para saber si se trata de realizar una verdadera catarsis contra la plaga de la corrupción político empresarial, o si se trata sólo de fuegos de artificio e intereses poco confesables.
Este trío de magistrados no ha pasado desapercibido en la opinión pública debido a sus nexos y actuaciones, calificadas por algunos juristas como "ilegales".
Nacho Doce / Reuters
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El "destino político" de Luiz Inácio Lula da Silva depende de un trío de jueces. El gran detalle es que uno de ellos es íntimo amigo de Sergio Moro, que condenó al exmandatario a nueve años y seis meses por corrupción y blanqueo de dinero.
Los tres 'desembargadores', como se llama en Brasil a los jueces de segunda instancia, son João Pedro Gebran Neto, Leandro Paulsen e Victor Luiz dos Santos Laus, que pertenecen al Tribunal Federal de la 4.ª Región (TRF-4), en Porto Alegre, Brasil, informa 'Piauí'.
Moro lidera la investigación judicial conocida como 'Operación Lava Jato' y, según un documento de 2009 filtrado por Wikileaks, recibió entrenamiento en EE.UU. recoge 'Esquerda Diario'.
Gebran Neto, nacido en Curitiba, tiene reconocida trayectoria y mantiene una estrecha amistad con Moro, con quien estudio su maestría en la Universidad Federal de Paraná, en 2000. Ha sido el juez relator de las sentencias de Lava Jato.
Los abogados defensores de Lula plantearán el tema ético sobre "cómo puede un amigo revisar la sentencia del otro", según 'Piauí'. Por su parte Moro restó relevancia al nexo y lo calificó de "jurídicamente irrelevante", según medios locales.
Durante su actuación en Lava Jato, Gebran Neto fue el encargado de revisar la sentencias de Moro para emitir su voto, que, posteriormente, sería analizado por Santos Laus y Paulsen, reseña el diario argentino 'La Nación'.
Es recordado el caso del exdiputado del Partido de los Trabajadores (PT), André Vargas, cuya condena emitida por Moro fue confirmada por este trío de magistrados. En esta oportunidad, la actuación de Paulsen fue cuestionada por expertos que la calificaron de "inconsistente".
Para Paulsen, "solo la intención de corromper sustenta una condena", para los abogados Y "es un acto inmoral e insuficiente", recoge 'Piauí'.
Laus, el otro integrante de este trío, pertenece a una reconocida familia de juristas y estuvo relacionado con la Operación Carne Débil, en la que se vieron envueltos los principales frigoríficos de Brasil acusados de adulterar sus productos.
Según el relato de un testigo, Laus se ha referido públicamente a Moro como si fuera "infalible".
Las decisiones del TRF-4 suelen demorar unos diez meses, por lo que esto podría conllevar dificultades para cristalizar la candidatura anunciada por el propio Lula, aunque parece que va a tener una oportunidad para postularse en las elecciones de 2018.
Lula da Silva habló a sus simpatizantes en Curitiba tras declarar ante el juez Moro; lidera los sondeos para la votación de 2018
“Tienen miedo de que vuelva a gobernar este país”
El ex mandatario de Brasil acusó a los miembros del Ministerio Público Federal de ser “rehenes de la prensa que informa noticias infundadas” en su contra. La indagatoria de ayer fue por la compra de un departamento y de un terreno vinculada a una supuesta coima.
Lula da Silva fue a declarar acompañado de militantes del PT y campesinos sin tierra. Imagen: AFP
PáginaI12 En Brasil
Desde Brasilia
Luiz Inácio Lula da Silva le clavó los ojos a Sergio Moro, elevó la mano derecha para subrayar sus palabras y disparó “¿yo puedo mirar en la cara a mis nietos y decirles que vine a Curitiba a prestar declaración a un juez imparcial?”. Así se cerró la audiencia de poco más de dos horas celebrada ayer en el juzgado federal de primera instancia a cargo del magistrado cuyos seguidores inflaron un muñeco de 10 metros de altura, el Super Moro, estrenado en las marchas golpistas del año pasado.
Según las primeras informaciones, la movilización de campesinos sin tierra y militantes del Partido de los Trabajadores fue muy superior a la convocada por los adictos al juez.
No es sencillo reconstruir con fidelidad lo sucedido en esa ciudad del sur brasileño porque la versión de las empresas privadas de noticias está sesgada por su simpatía hacia el responsable del acoso judicial contra Lula.
Durante la indagatoria el ex mandatario se refirió al fiscal Deltan Dallagnol, barajado como posible candidato a senador en las elecciones de 2018, y demás miembros del “Grupo de Tareas” formado para actuar en la causa Lava Jato.
“Ustedes, los miembros del Ministerio Público Federal, se convirtieron en rehenes de la prensa que todos los días tiene 20, 30 minutos de noticias infundadas contra mí”. Moro procuró mostrar ecuanimidad hasta que perdió la compostura cuando se denunciaron los atropellos mediáticos. Allí interrumpió al indagado para ordenarle que deje las críticas de lado puesto que el juzgado no es un lugar “para hacer discursos de campaña.” Con esa interrupción reveló su falta de perspicacia para ocultar su simpatía hacia los medios dominantes, sobre todo la cadena Globo. “Moro está donde está porque lo apadrina Globo, es un tipo con una formación judicial pobre que quiere hacer política y haciendo política es todavía más mediocre que como juez, por eso se inhibe cuando le toca enfrentar a Lula, parece que se encoje” explicó Wadih Damous, ex titular de la Orden de Abogados de Brasil, consultado por PáginaI12.
En efecto, el juez quiso evitar verse en plano corto con el procesado al que propuso realizar la indagatoria por teleconferencia aduciendo cuestiones administrativas y economía de gastos.
La oferta fue rechazada por el abogado Cristiano Zanin, que defiende a Lula en las causas abiertas en Brasil y se presentó ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, donde acusó a Moro por violación de las garantías civiles y políticas del procesado. En la denuncia también se menciona el uso arbitrario de la “delación premiada” como una forma de coacción para que los otros imputados acusen a Lula. Esto habría ocurrido con el ex ministro de Hacienda, el petista Antonio Palocci, que la semana pasada habló de un “pacto de sangre” entre Lula y Odebrecht.
“Yo lo vi a Palocci mentir aquí mismo” lamentó Lula.
La cita de ayer fue por la causa abierta sobre la compra de un departamento en San Bernardo do Campo, en el cordón industrial de San Pablo, y de un terreno para la construcción del Instituto Lula, en el centro paulista. Lo curioso es que el Ministerio Público, en su denuncia sobre la supuesta coima pagada por Odebrecht, reconoció que el terreno en cuestión nunca fue cedido a Lula. Es decir, falta la prueba del delito como ocurrió hace dos meses en la causa anterior sobre un departamento en la ciudad balnearia de Guarujá que jamás fue ocupada por el imputado, no obstante lo cual recibió una condena de nueve años y medio de prisión.
Ese fallo fue girado en sólo 42 días al tribunal de alzada, la mitad del tiempo promedio de las otros procesos de Lava Jato. Esa premura tiene una explicación política. Si los camaristas de Porto Alegre confirman la sentencia hasta agosto del año que viene Lula quedará impedido de postularse.
Después de la audiencia, cuando comenzaba a caer el sol, se dirigió a la Plaza Generoso Marques donde habló para miles de simpatizantes.
“Ellos tienen miedo de que yo vuelva a gobernar este país, y tienen razón en tener miedo”, lanzó y recibió una ovación.
“No hay en la historia de la humanidad ningún estadista que haya resuelto gobernar por los pobres que haya enfrentado la saña de una elite perversa como esta” .
Lula tenía la voz afónica después de 20 días de caravana en colectivo por la región nordeste donde constató que su popularidad está viva, una aprobación que se repite en otras regiones del país por lo que su nombre aparece primero en todas las encuestas de opinión sobre las elecciones del año que viene. Ya avisó que no dejará de recorrer el país para garantizar a sus derechos políticos amenazados por facciones del poder judicial, del cual Moro es la figura descollante.
Entrevista al diputado Wadih Damous, ex dirigente de la Orden de abogados de Brasil
“Moro se olvidó la toga de magistrado”
El legislador del PT y habitual crítico televisivo del juez Moro viajó a Curitiba donde Luiz Inácio Lula da Silva fue indagado en el marco de “un proceso político y arbitrario, que no respeta las normas del estado de derecho”.
Damous viajó esta semana a Curitiba para presenciar la indagatoria de Lula.
Desde Brasilia
El diputado Wadih Damous es el miembro del bloque del PT al que le corresponde la tarea de polemizar con el juez Sergio Moro cada vez que el responsable de la causa Lava Jato compadece al Congreso. Damous presidió la Orden de Abogados de Brasil, seccional Río de Janeiro, y este miércoles viajó a Curitiba donde Luiz Inácio Lula da Silva fue indagado en el marco de “un proceso político y arbitrario, que no respeta las normas del estado de derecho ”.
–Cada cita de Lula y Moro parece un duelo político.
–Es absurdo que Sergio Moro se haya convertido en un agente político que está allí para luchar contra Lula. Es algo peligroso para la democracia porque él se comporta con absoluta parcialidad contra Lula. Es como si en una pelea entre dos boxeadores, uno de ellos fuera al mismo tiempo el árbitro y luchador. Yo creo que Moro tiene dificultades para ejercer su función de juez, por eso él se olvidó de la toga de magistrado para meterse en el juego político y en el juego político pierde feo frente a frente a Lula. Nadie derrota a Lula en política, Lula es un maestro en el arte de la política.
–Moro parece haber vencido un round al hacer que el ex ministro petista Antonio Palocci declare contra Lula.
–En ese tema fue Lula el que tomó la iniciativa este miércoles durante la audiencia de Curitiba, Lula se le adelantó a Moro y comenzó a habar de Palocci y de lo que éste dijo sobre aquel falso pacto de sangre con Odebrecht. Yendo directamente a su pregunta, el tema Palocci indudablemente fue un golpe para el PT, lo que hizo Palocci con Lula fue una traición, y eso afectó políticamente al PT. Palocci indudablemente fue presionado para declarar contra lula porque toda la causa Lava Jato es parte de un cerco contra Lula y el PT que viene desde hace años. Buscan la aniquilación del PT que logra resistir porque es un partido con arraigo popular. El calendario de audiencias de las últimas semanas de Lava Jato fue armado políticamente. El interrogatorio de Palocci fue una respuesta publicitaria a la última etapa de la caravana que hizo Lula en el nordeste, donde nosotros lo acompañamos, y donde vimos la recepción extraordinaria que la gente le dio. Fue inclusive más impresionante de lo que se esperaba, nos sorprendió a todos. Ellos miran todos los movimientos de Lula y ven como Lula es abrazado, es cargado en andas y entonces organizan una agenda de propaganda de Lava Jato: primero citan a Palocci y después convocan a Lula el 13 de setiembre en Curitiba, el 13 es el número del PT. Y ese mismo día se reúne el Tribunal Regional 4 de Poro Alegre (tribunal de alzada) para tratar la causa del compañero José Dirceu. Nada es coincidencia.
–¿Es realista considerar que Lula puede ser condenado en segunda instancia e ir preso?
–Son dos hipótesis realistas. No digo que vayan a ocurrir inevitablemente. Moro ya condenó a Lula en primera instancia en una causa y seguramente lo va a condenar en esta que está en curso. Es realista hablar de la condena en segunda instancia porque si esta ocurre antes de agosto de 2018 Lula no podrá ser candidato en las elecciones de octubre de 2018, eso será su proscripción política. Todo esto hay que verlo dentro de un estado de excepción que tenemos desde que fue derrocada la presidenta Dilma. Y no se puede descartar que ellos metan preso a Lula.
–¿Qué reacción causaría esa prisión?
– Habría una respuesta popular segura, eso puede llevar incluso hasta a una guerra civil.
–¿Guerra civil?
– Si ellos eligen la opción de encarcelar a Lula, con todo lo que esto representa, significa que la derecha rompió todo compromiso con el proceso democrático , significaría que ellos están dispuestos a todo, y creo que las clases populares también estarán dispuestas a rechazar esa actitud con Lula.
–¿Qué opina de la idea de un Plan Cóndor jurídico formulado por Raúl Zaffaroni?
–Concuerdo plenamente con el concepto del profesor Zaffaroni porque estamos ante un proceso que se repite en varios países de nuestro continente para facilitar la implantación de estados de excepción. Y ahora que hablamos del Cóndor y de Palocci, me viene a la cabeza la imagen de Palocci declarando frente a Moro. Parecía uno de los torturados durante la dictadura brasileña frente a Brilhante Ustra, que nuestro represor más sanguinarios.
–Le propongo hacer un perfil de Moro.
–El juez que se coloca a sí mismo en la condición de paladín de la justicia deja de ser juez para transformarse en justiciero, Sergio Moro es mediocre, con formación jurídica pobre, tiene cursos en el FBI norteamericano, y no es más que un fascista. Encarna una película conocida, la de un conservador que se considera puesto en la misión de limpiar la corrupción de Brasil.
–¿Está acabando con la corrupción?
–Para nada. Yo creo que el saldo será haber premiado a los oligarcas que acusaron a Lula y al PT con sus prisiones domiciliarias en mansiones con sus piletas y su caviar. Esos verdaderos delincuentes que hicieron millones perjudicando a las empresas del Estado fueron prácticamente todos liberados por este paladín de la moral. Mientras tanto Petrobras está siendo entregada al capital extranjero y asistimos a la quiebra de las principales empresas de ingeniería. Allí está el legado de Lava Jato. No sólo la corrupción continúa sino que hay comentarios sobre la participación de la mujer de Moro en un esquema que estaría vinculado a la venta de decisiones en Lava Jato. Esto lo denunció un cambista de Odebrecht que se exilió en España. Es algo serio, tiene que ser esclarecido.
–Los viajes de Moro a Estados Unidos son llamativamente frecuentes.
–No es una agenda de relaciones públicas, o de compromisos académicos, Moro viaja para llevar y traer informaciones desde el Departamento de Justicia y de otras agencias norteamericanas, desde mi punto de vista él se encaja en la figura de delito de lesa patria, para mí él es un quintacolumna. Y le digo más, esto alcanza a la operación Lava Jato, porque el procurador general de la República Rodrigo Janot también viaja a Estados Unidos con esa finalidad. Ya se publicó, y es verdad, que este intercambio con el Departamento de Justicia norteamericano viene de hace años, y esto lo hizo sin autorización del Ministerio de Justicia de Brasil al que le corresponde realizar esos acuerdos. Esta posible ilegalidad tiene que ser investigada, por eso nosotros creemos que tiene que ser creada una Comisión Investigadora Parlamentaria. Todo esto se asocia a ese plan que viene desde hace tiempo para aniquilar al PT, para dar el golpe. Ya vimos que ocurrieron cosas raras en las movilizaciones de 2013, la presidenta Dilma me contó que recibió una llamada del presidente ruso Vladimir Putin en la que hablaron de movimientos extraños en Internet relacionados con los grupos de derecha y las protestas , estamos ante un proceso más amplio, con lados oscuros, y Estados Unidos tienen algo que ver con todo esto, y por supuesto con Lava Jato.
RÍO DE JANEIRO (Sputnik) — Los abogados del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva pidieron su puesta en libertad ante el Tribunal Supremo Federal alegando que el juez que le condenó, Sérgio Moro, no es imparcial, hecho que quedaría demostrado tras su reciente fichaje por el Gobierno de Jair Bolsonaro como ministro de Justicia.
En un comunicado, la defensa del exmandatario informó que pidió al Supremo un "habeas corpus" (recurso que pide evaluar la legalidad de una pena) para conseguir "la nulidad del proceso y la libertad" de Lula, además del impedimento del "juez-político" Moro.
Moro, responsable de las investigaciones de la Operación Lava Jato, condenó a Lula en primera instancia por delitos de corrupción y blanqueo de dinero, y desde el principio fue muy criticado por el Partido de los Trabajadores (PT), que considera al expresidente un preso político condenado sin pruebas.
Para los abogados de Lula, "el juez actuó de forma política (…) durante la campaña electoral, mantuvo contacto con la cúpula del candidato Bolsonaro, y durante ese periodo también se estuvo frente al proceso contra Lula, que hasta el mes de agosto lideraba las encuestas de intención de voto".
Hasta ahora, todos los recursos que los abogados de Lula presentaron ante el Supremo para lograr su puesta en libertad fueron negados.
El líder de la izquierda brasileña está preso en la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba (sur) desde abril, cumpliendo una condena de 12 años y un mes de cárcel por delitos de corrupción y blanqueo de dinero.