Cataluña se enfrenta a las elecciones más atípicas de su historia marcadas por la pandemia del coronavirus, las restricciones sanitarias y la división de los votantes. Las encuestas pronostican un Parlamento fragmentado con necesidad de acuerdos urgentes.
5.623.968 catalanes están llamados a las urnas para elegir 135 diputados que compondrán el Parlament de Cataluña en la que será la 13ª legislatura, y por el momento, solo 6 de cada 10 catalanes asegura que irá a votar según las encuestas. La pandemia, el confinamiento, el miedo al contagio y la situación de crisis económica derivada de la situación sanitaria son los factores fundamentales que marcarán estos comicios en los que la abstención podría ser la gran protagonista.
Había dudas sobre si las elecciones catalanas se celebrarían finalmente el 14 de febrero, fecha prevista inicialmente en el calendario electoral, pero marcada por el auge de contagios de coronavirus de la tercera ola en España. Finalmente, el Tribunal Supremo de Justicia de Cataluña ha confirmado este día al aceptar un recurso contra el decreto del Gobierno catalán que pretendía posponer las elecciones al próximo 30 de mayo.
De esta manera, Cataluña se enfrenta en menos de dos semanas a unas elecciones imprevisibles, atípicas e inciertas. Se trata de las quintas elecciones de la década para esta comunidad autónoma y los sondeos pronostican un volumen de indecisos histórico y una participación escasa (sobre todo si lo comparamos con las últimas elecciones de 2017, en pleno auge independentista, donde la participación superó el 79%) dando como resultado un parlamento todavía más fragmentado de lo habitual.
¿Por qué el 14F?
El pasado 21 de diciembre, el Parlament de Cataluña se disolvió automáticamente tras haber agotado sin éxito el periodo de dos meses para investir a un nuevo President tras la inhabilitación de Quim Torra, condenado por el Tribunal Supremo de España por un delito de desobediencia al haberse negado a descolgar simbología nacionalista de edificios públicos durante las elecciones generales españolas que se celebraron en 2019.
El presidente del Parlamento, Roger Torrent, dio por finalizado el proceso de la duodécima legislatura catalana y se activó la cuenta atrás para la convocatoria de los comicios autonómicos, previstos desde un principio para la fecha del 14 de febrero porque según la Ley Orgánica del Régimen Electoral (LOREG), las elecciones se deben celebrar 54 días después de la publicación del decreto que marca la convocatoria de nuevas elecciones, y que en este caso firmó el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonés, presidente en funciones desde la disolución de la Cámara.
El pasado 15 de enero, el Govern aprobó un decreto para posponer las elecciones al 30 de mayo debido a la crisis sanitaria, una decisión que finalmente fue anulada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña manteniendo la fecha original por su "interés público" y por no caer en la "provisionalidad"; según alegó en su sentencia firme. Y añadió que ni el estado de alarma ni las restricciones por la pandemia impedirían su celebración "con garantías".
¿Quiénes son los candidatos?
Salvador Illa (PSC)
La Roca del Vallés, 1966. Este filósofo de estudios y profesión, fue alcalde de su pueblo natal durante diez años. En 2016 fue seleccionado como secretario de organización del PSC; en enero de 2020 fue nombrado ministro de Sanidad y ha estado al frente de los momentos más duros de la pandemia en España con el gobierno encabezado por Pedro Sánchez. Abandonó este puesto para ser candidato a las elecciones catalanas y lo anunció el pasado 30 de diciembre a pesar de que en reiteradas ocasiones había asegurado que no participaría de esta carrera electoral.
Pere Aragonés (ERC)
Pineda del Mar, 1982. Es el actual presidente en funciones de la Generalitat de Cataluña, puesto que ocupa desde septiembre del 2020. Anteriormente ejerció como vicepresidente del Gobierno de Cataluña desde 2018 hasta 2020 y ha sido diputado en el Parlament de Cataluña en cinco periodos legislativos.
Laura Borrás (JxCat)
Barcelona, 1970. Licenciada en Filología Catalana y doctora en Filología Románica. Dejó el mundo académico en 2013 y se lanzó a la política. Es la candidata del partido de Carles Puigdemont, que desde el extranjero ocupa el simbólico puesto número uno en JxCat en las listas electorales. Ha sido diputada en el Parlament, consejera de Cultura y portavoz del partido en el Congreso. Su carrera se disparó cuando entró a formar parte activa del "procés" en 2017.
Carlos Carrizosa (Cs)
Barcelona, 1964. Licenciado en Derecho por la Universidad de Barcelona, es abogado y forma parte del Comité Ejecutivo de Ciudadanos desde el año 2007. Desde el 2012 es diputado en el Parlament de Cataluña donde ejerce como jefe de la oposición y como jefe del grupo parlamentario de Ciutadans.
Jéssica Albiach (En Comú Podem)
Valencia, 1979. Comenzó su activismo político con el movimiento 15M y fue en 2014 cuando se afilió al partido Podemos donde comenzó realizando tareas de comunicación. Fue en las elecciones autonómicas de 2015 cuando fue elegida por primera vez diputada en el Parlament.
Dolors Sabater (CUP)
Badalona, 1960. Es una docente especializada en educación especial y cultural española. Comenzó su andadura política en 2015 presentándose como candidata a las elecciones municipales de Badalona en 2015. Ganó y fue alcaldesa de Badalona desde junio de 2015 hasta junio de 2018.
Alejandro Fernández (PPC)
Tarragona, 1976. Es presidente provincial del PP de Tarragona y Primer Teniente de Alcalde en el Ayuntamiento de Tarragona. Fue diputado durante la X Legislatura porque fue cabeza de lista del PP en su circunscripción electoral en las elecciones generales de 2011. En las elecciones al Parlament de Cataluña de 2015 fue electo diputado y desde el 22 de noviembre de 2016 es el portavoz del PP en el Parlamento de Cataluña.
Ángels Chacón (PDeCAT)
Igualada, 1968. Empezó su carrera política en el Ayuntamiento de Igualada en el 2011. En 2017 asumió la dirección general de Industria en la Generalitat, pero abandonó el cargo para ser Consejera de Empresa, hasta que fue expulsada del gobierno por el entonces presidente Quim Torra.
Ignacio Garriga (VOX)
San Cugat del Vallés, 1987. Militante del PP desde 2005, este profesor universitario y odontólogo, abandonó este partido político en 2010 por desacuerdos con la postura sobre el matrimonio homosexual y otros temas controvertidos como el aborto, la inmigración o la unidad de España. Ingresó en VOX en 2014 y es portavoz del comité ejecutivo nacional de su partido. Además, ha sido diputado en el Congreso por Barcelona.
Según las encuestas más recientes del Gabinet d'Estudis Socials i Opinió Pública (GESOP), habría tres formaciones empatadas en cabeza: los socialistas del PSC, los independentistas de Esquerra, y los de Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, solo dos puntos por detrás de los dos anteriores, una diferencia poco significativa respecto a los márgenes de error propios de los sondeos.
Ciudadanos, que en 2017 fue la lista más votada, ha perdido su fuelle de entonces y ahora tiene una estimación de voto del 10%. A la formación naranja le seguirían, según las encuestas, En Comú Podem, con el 6-7% de los votos, el PP, con el 6%; Vox, con el 5% y la CUP, también con el 5%.
Sin embargo, los sondeos se enfrentan con Cataluña a una plaza donde es difícil hacer pronósticos certeros. En 2015, por ejemplo, a las previsiones previas a la votación les sorprendió el resultado del PSC, que superó a los Comunes; y lo mismo pasó con Ciudadanos, que superó ampliamente al PP, sacando más del doble de votos que la formación azul. El factor sorpresa también apareció en las elecciones de 2017, cuando el partido de Puigdemont, Junts Per Catalunya, superó a ERC en votos.
Según Jordi Pacheco, decano del Colegio de Profesionales de la Ciencia Política y de la Sociología de Cataluña, el 25% del electorado "decide su papeleta en el último momento", señala en entrevista telefónica con Sputnik. "Las encuestas no es que fallen, es que esto no lo prevén; y de una elección a otra es posible que un partido solo retenga a la mitad del electorado que le votó".
Para el politólogo, ningún partido político conseguirá la mayoría absoluta necesaria de 68 escaños para conseguir gobernar sin pactos, y para esta ocasión, Pacheco cree que veremos un Parlament muy fragmentado fruto del desgaste y de la crisis política de los últimos años en Cataluña, marcada por el proceso soberanista que comenzó en 2012, conocido coloquialmente como el "procés catalán", y que arrancó con el pacto de gobernabilidad que firmaron el entonces Presidente de la Generalitat, Artur Mas (CIU) y Oriol Junqueras (ERC), comprometiéndose a realizar una consulta de autodeterminación.
"Habrá necesariamente un gobierno de coalición", sostiene el politólogo, "aunque es difícil saber qué tipo de gobierno será, porque no hay un liderazgo político que pueda imponer su agenda en estos momentos, sino que más bien son muchos los actores capaces de influir de forma efectiva".
Para Pacheco, las opciones más viables para la gobernabilidad se limitan a dos acuerdos posibles: uno entre los partidos independentistas, con escasa proyección de futuro en la medida en que la CUP es un partido "antisistema sin intención de entrar en el gobierno"; y otra opción sería un gobierno de mayoría de izquierdas encabezado por el PSC y en coalición con ERC y los Comunes, una opción que no parece tampoco muy viable puesto que ERC ya ha adelantado que no pactará con los socialistas.
¿Cómo se votará en unas elecciones marcadas por la pandemia?
El Govern asegura que ir a votar el próximo 14-F es seguro y que no supone más riesgo que otras actividades cotidianas como ir al supermercado o desplazarse para ir a trabajar. De hecho, una de las últimas polémicas medidas del ejecutivo catalán ha sido la de permitir a los ciudadanos saltarse el confinamiento municipal para acudir a los mítines de los partidos políticos.
Los colegios electorales permaneceránabiertos en su horario habitual, de 9:00 a 20:00 horas, pero el gobierno recomienda diferentes franjas horarias en función del sector de la población para garantizar la seguridad y evitar contagios. De esta manera, se ha pedido a las personas mayores de 60 años, así como a los sectores más vulnerables y considerados de riesgo, que acudan a votar en la franja de primera hora de la mañana, de 9:00 a 12:00 horas. Al resto de los ciudadanos se les pide que vayan de 12:00 a 19:00 y, por último, de 19:00 a 20:00 horas, a todos aquellos que están guardando cuarentena por haber tenido contacto directo con un positivo o incluso a los mismos enfermos contagiados de COVID que no muestren síntomas.
Además, para esta ocasión, se han adaptado los colegios electorales y se han dispuesto más mesas de las habituales y se utilizarán colegios más grandes y con mejor sistema de ventilación en sus edificios. Se ha establecido que no puedan hacerse colas en el interior de los centros, sino que los ciudadanos que acudan a votar presencialmente deberán guardar su turno en filas al aire libre para evitar aglomeraciones. Por último, el elector no entregará su DNI al miembro de la mesa electoral correspondiente para que verifique sus datos, sino que simplemente se lo mostrará para evitar que otra persona toque su documento de identidad personal.
Para Jordi Muñoz, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Barcelona, y según explica en entrevista con este medio, la pandemia es "transversal a todos los partidos políticos y afectará a todos por igual". A su juicio, habrá una mayor abstención debido a la situación de emergencia sanitaria y el miedo a contagiarse, pero no está claro qué partidos serán los más perjudicados. El politólogo cree que, en el caso de que sea la gente mayor de 55 años la que deje de ir a votar por ser los más vulnerables al coronavirus, serían partidos unionistas como el PP o el PSC los más perjudicados, porque el votante de esa franja de edad suele inclinar su decisión hacia estos partidos políticos tradicionales. "Sin embargo, puede ser que voten por correo y entonces no notaríamos la diferencia", explica.
Precisamente, para evitar gran afluencia de gente en los colegios electorales, este año se está dando especial importancia a la opción del voto por correo. Se trata de una de las recomendaciones de la OMS en su publicación sobre lo que hay que hacer para celebrar unas elecciones seguras. Hasta el próximo 5 de febrero a las 14:00 horas se podrá solicitar el voto por correo o bien de forma telemática, a través de la página web de Correos con el DNI electrónico o un certificado digital; o bien presencialmente en cualquier oficina del servicio postal.
¿El 'Efecto Illa' funciona?
Filósofo de profesión, Salvador Illa desembarcó en el ministerio de Sanidad en enero de 2020, tras la promesa de Pedro Sánchez de que su vida política sería tranquila. Dos meses después llegó la pandemia por el coronavirus, el confinamiento y los datos alarmantes de contagios en España, que enseguida encabezó el ranking como uno de los países más afectados del mundo.
Ha dedicado gran parte de su vida política al ámbito municipal, siendo concejal y alcalde de su localidad natal, La Roca del Vallés. En el ámbito autonómico, ejerció como director general en el Departamento de Justicia de Cataluña.
En reiteradas ocasiones, y ante la cercanía de las elecciones catalanas, los medios de comunicación le preguntaron si se presentaría como candidato del PSC a estos comicios, y una y otra vez, Illa aseguró que el candidato sería Miquel Iceta y no él, porque en palabras del exministro, era"la persona que está en mejores condiciones para abanderar el cambio que necesita Cataluña".
Pero finalmente no fue así, y de manera sorpresiva, el penúltimo día del año, Salvador Illa anunciaba que abandonaba su cargo como ministro de Sanidad para presentarse como candidato de su partido a las elecciones catalanas. El anuncio llegó como una bomba de relojería al panorama político español y los principales partidos de la oposición no tardaron en reaccionar criticando su decisión y alegando que abandonaba al país en mitad del aumento de contagios por la tercera ola de la pandemia.
El factor sorpresa del desembarco de Salvador Illa en las elecciones catalanas ha supuesto un vuelco en la campaña electoral, aunque está por ver si supondrá un factor definitorio a la hora de dar una previsible victoria al PSC según marcan los sondeos.
Para el profesor de Ciencias Políticas, el denominado Efecto Illa "no será determinante" puesto que a su juicio "el PSC ya venía con una tendencia ascendente en intención de voto muy relacionada con la previsible bajada de Ciudadanos y En Comú Podem".
"Otra pregunta es"; continúa Muñoz, "si los ciudadanos van a castigar a los gobiernos por la gestión de la pandemia. El problema es que, en este caso, los tres partidos que están a la cabeza (PSC, JxCat y ERC), uno está en el gobierno de España y los otros dos en el gobierno de Cataluña. Tal y como están repartidas las responsabilidades a nivel de gobierno, cuesta anticipar qué va a pasar".
La complejidad de estas elecciones.
En septiembre de 2017, el Parlamento Catalán aprobó la Ley del Referéndum de Autodeterminación, y a pesar de que fue suspendida por el Tribunal Constitucional, el 1 de octubre de ese año se celebró un referéndum de independencia convocado por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
Debido a su carácter de ilegalidad, los cuerpos de seguridad nacionales, como la Policía Nacional y la Guardia Civil intervinieron para evitar que se llevara a cabo la consulta y entraron en algunos colegios electorales para interrumpir la votación. También requisaron algunas urnas y se produjeron manifestaciones y escenas violentas de represión que dieron la vuelta al mundo.
La participación en el referéndum fue del 43,03% y de los que votaron,el 90,18% votó a favor de la independencia. De esta manera, el 27 de octubre de 2017, el Parlamento de Cataluña declaró unilateralmente la independencia, aunque esta soberanía no fue reconocida por ningún país extranjero. Ese mismo día, el gobierno de España, encabezado por Mariano Rajoy, aplicó el artículo 155 de la Constitución española e intervino la autonomía de Cataluña destituyendo a Puigdemont.
Entre febrero y junio de 2019 se celebró eldenominado "Juicio del Procés" y en octubre de ese mismo año se conoció la sentencia que condenaba a entre 9 y 13 años de cárcel a los líderes del proceso independentista e instigadores del referéndum de autodeterminación acusados de delitos de sedición, malversación de caudales públicos y desobediencia.
Horas antes de que diese comienzo la campaña electoral el pasado 28 de Enero, la Generalitat otorgó el tercer grado a los presos por el Juicio del Procés y podrán participar en los actos de sus partidos políticos. Solo tendrán que pernoctar en prisión de lunes a jueves, disfrutando de un permiso completo de libertad los fines de semana.
Borrell ha pedido la liberación de Alexéi Navalni y una "investigación transparente" y Lavrov le responde que "los líderes independentistas catalanes están en prisión por organizar un referéndum".
El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Seguridad, Josep Borrell, se encuentra en Moscú de visita oficial donde ha mantenido un encuentro con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. En la rueda de prensa posterior a la reunión la cuestión principal ha sido el encarcelamiento del bloguero opositor ruso Alexéi Navalni.
Borrell ha pedido su liberación y una "investigación transparente" sobre las causas del presunto envenenamiento el pasado mes de agosto en Siberia. Ante esta demanda, Lavrov ha respondido de una manera poco esperada que ha pillado por sorpresa al representante europeo, y es que el diplomático ruso ha hecho referencia a los presos catalanes en España por el juicio del procés.
"Los líderes independentistas catalanes están en prisión por organizar un referéndum, una decisión que la justicia española no ha revocado pese a que tribunales de Alemania y Bélgica fallaron en contra", ha señalado, añadiendo que, pese a lo sucedido "con los catalanes enjuiciados".
"España ha defendido su sistema judicial y ha pedido no dudar de sus decisiones. Eso es lo que queremos que haga Occidente en términos de reciprocidad" con el caso Navalni. Según sus palabras, el caso de los presos del "procés" es un ejemplo de "decisiones judiciales motivadas políticamente".
El ministro de Exteriores ruso contestó también a las críticas sobre el uso de la fuerza de la policía durante las manifestaciones en apoyo al líder opositor, asegurando que "en Europa y Estados Unidos también se han dado casos de brutalidad policial".
Borrell llegó el pasado 4 de febrero a la capital rusa donde permanecerá hasta el próximo día 6 de este mismo mes. Se trata de la primera visita del jefe de la diplomacia europea desde el año 2017. En aquel momento fue su predecesora, Federica Mogherini, la que visitó el país euroasiático.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, negó que los líderes independentistas catalanes sean "presos políticos" en respuesta a las palabras de su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, que este 5 de febrero cuestionó las motivaciones judiciales de su condena.
"Quiero recordar que en España todos los ciudadanos tienen plenamente garantizados sus derechos y libertades. En España no hay presos políticos, hay políticos presos", dijo González Laya en una declaración difundida por su departamento.
Caso de Navalni
Borrell reiteró su llamamiento a liberar al bloguero opositor ruso Alexéi Navalni y a investigar su supuesto envenenamiento con un agente nervioso.
"Mi visita tuvo lugar en medio del arresto y condena de Alexéi Navalni y la detención de miles de manifestantes (…) le transmití al ministro Lavrov nuestra profunda preocupación y reiteré nuestra exigencia de su liberación y el inicio de una investigación imparcial de su envenenamiento", ha señalado Borrell en la rueda de prensa.
Esta semana varios países de la UE y la OTAN criticaron la decisión de las autoridades rusas de encarcelar por dos años y ocho meses al bloguero opositor y llamaron a ponerlo en libertad junto con todos los manifestantes detenidos que salieron a las calles los pasados 2 de febrero, 31 y 23 de enero para apoyar al opositor.
El 2 de febrero la justicia de Rusia hizo efectiva una pena suspendida de 3,5 años de cárcel contra Navalni. La pena incluye los 10 meses que pasó bajo arresto domiciliario. Es decir, si sus abogados no logran recurrir el fallo, el opositor se enfrenta a dos años y ocho meses de prisión.
A Navalni se le imputan los delitos de estafa contra la empresa de productos de belleza Yves Rocher y apropiación ilícita de fondos de la maderera Kirovles. El opositor rechaza todas las acusaciones en su contra y las considera políticamente motivadas.