'áNecesitamos urgentemente la cooperación y la solidaridad internacional!', escribió el grupo por la paz Berlín contra la Guerra (Berlin-gegen-Krieg) en una carta disponible en internet en alemán, inglés, español, italiano y ruso.
Las vacunas deben convertirse, en última instancia, en bienes comunes mundiales. Deben pertenecer a toda la humanidad, expresó la organización, al comentar que el uso de los preparados de esos países bien podría suplir los déficit verificados en el suministro en varias partes.
'Una pandemia global sólo puede ser superada globalmente. Necesitamos la solidaridad internacional en esta crisis', comentó la publicación en la que invita a los internautas sumarse al pedido.
Tras pedir que se otorguen sin dilaciones las licencias para las vacunas rusas y chinas (una de las cuatro de Cuba comenzará en marzo la III fase clínica), el grupo argumentó que los intereses sanitarios de las poblaciones de los países occidentales no deben sufrir y ser instrumentalizados en medio de la lucha de poder geopolítico en curso.
'En el contexto de la dramática escalada de tensiones entre Estados Unidos, los países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y sus aliados frente a Rusia, China y otros países, una cooperación intensiva podría incluso contribuir a aliviar esta situación tan peligrosa', subrayó.
La publicación recordó las críticas sobre las vacunas rusa, chinas y cubanas en la prensa occidental, una situación –que reconocieron- comienza a cambiar después que The Lancet publicara que la Sputnik V tiene un elevado efecto protector del 91,6 por ciento.
Destacó además que los fármacos de Rusia y China se suministraron a precios asequibles o gratuitamente en varias naciones.
Igualmente, alabó el apoyo de Cuba con brigadas médicas a diversos lugares para apoyar en el enfrentamiento al coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad. Incluso han sido nominadas al Premio Nobel de la Paz, añadió.
Como socios del Movimiento de Países No Alineados, del cual Cuba es miembro, Rusia y China siempre hicieron hincapié en la importancia de la cooperación internacional pacífica y, en consecuencia, entregaron ayuda a las regiones más afectadas por la Covid-19.
Los Estados occidentales, en cambio, continuaron con su política de sanciones contra países como Cuba, Venezuela, Nicaragua, Irán y Siria incluso en el momento más álgido de esta crisis mundial, lamentó.
En medio de todo eso, explicó, en gran parte de Occidente se adoptó una estrategia basada en el egoísmo y los intereses de lucro.
Particularmente, las empresas farmacéuticas privadas y los proveedores de servicios pudieron beneficiarse enormemente de la crisis sanitaria, agregó.
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