El multilateralismo se cierne sobre lo que fue hasta el momento el unilateralismo de EEUU. En este sentido, hay quienes dicen que cuando un imperio sabe que se está cayendo, se convierte en más peligroso de lo que es. Algo que confirma el analista militar Juan Aguilar, al incidir en que así el imperio intenta sobrevivir.
El fin del imperio es la muerte, y esto significa que va a intentar sobrevivir por todos los medios posibles, explica el experto.
"Al intentar sobrevivir, depende mucho de sí mismo, pero también de los otros actores. Si los otros actores no van a permitir esa supervivencia porque ya son emergentes que quieren su parte en ese nuevo orden internacional, el choque es inevitable. Y cuando el choque es inevitable, el que ya no tiene nada que perder es el que está desapareciendo, el que ya está en decadencia. Y como no tiene nada que perder, puede hacer la mayor de las locuras, por eso se vuelve muy peligroso".
Así, el mundo se puede enfrentar a este panorama, entre otros, en este incipiente año 2019. Para Aguilar lo importante no es lo que pueda ocurrir, porque eso es impredecible, sino qué es lo que no va a cambiar respecto a 2018. Juan Aguilar se centra en siete puntos críticos a los que hay que estar atentos en 2019, y éste es su análisis.
"Vamos a seguir asistiendo a este mundo de la mentira global, cada vez más extendido. Podríamos incluso hablar –como hacen muchos autores –de 'infocalipsis': el caos informativo va a ser de tal magnitud, y esto va 'in crescendo', que será muy difícil distinguir lo que son informaciones veraces, de las que no lo son. Porque son un instrumento de guerra de los Estados. Lo hemos visto en 2017 y 2018 sobre todo con el tema de la injerencia rusa, y esto lo vamos a seguir viendo en 2019 seguramente con mayor intensidad".
Zonas de fracturas geopolíticas
Son tres, de acuerdo al analista. "Por un lado, está la zona del Golfo Pérsico, que implica a países como Arabia Saudí, Irán, el conflicto en Yemen, la situación de Israel y los países del entorno; la finalización de la guerra en Siria; y cómo va a quedar el asunto kurdo respecto a Turquía".
"El Este de Europa puede convertirse en otra zona de fractura geopolítica importante, tanto por la cuestión de Ucrania –donde además hay elecciones este año–, como por el asunto de Kosovo, que pretende tener un Ejército propio, lo que va a agudizar de nuevo esa zona de los Balcanes".
"La tercera fractura, quizá la más importante es lo que ocurre en el Mar de China Meridional. El choque inevitable entre EEUU y China, y que tiene toda una serie de actores secundarios: lo que pueda pasar en la península coreana, la intervención de Japón, también de India, de los países del sudeste asiático, incluso de Australia".
Imprevisibilidad de la política de la Casa Blanca
"Lo hemos visto desde que el presidente de EEUU, Donald Trump, llegó a la Administración norteamericana, donde entre dimisiones y no dimisiones, tuits y no tuits, nunca sabemos si se va de Afganistán, si se queda, si mañana decide otra cosa, si rompe un tratado internacional o un tratado de libre comercio, si ataca Corea del Norte… Es decir, es un punto muy fastidioso a la hora de observar la situación para los analistas internacionales. La Casa Blanca se ha convertido en un auténtico manicomio".
"Como consecuencia de la imprevisibilidad de la Casa Blanca, estamos ante la posibilidad de una nueva y más profunda carrera de armamentos. La salida del tratado INF [de misiles de corto y medio alcance], o la ruptura en un momento determinado del acuerdo START de armas nucleares balísticas, puede hacer que de nuevo nos encontremos en un escenario de carrera de armamentos y de cuasi Guerra Fría nuclear, con los riesgos que ello conlleva, de que cualquier accidente, incidente, o situación de alta tensión, ponga los misiles 'a punto', y eso es muy peligroso siempre".
"Da igual la tendencia de los populismos. Es una época de pos globalización donde va a primar el realismo en las relaciones internacionales, eso significa que van a primar los intereses nacionales. Y si esos intereses se aplican por los Gobiernos de turno en sus relaciones internacionales, sin dudas va a haber sectores de la sociedad, los marginados y más perjudicados por la globalización, que también van a crecer. Y el aumento de todo tipo de populismos lo hemos estado viendo, sobre todo en Europa, también en América Latina con [el presidente de Brasil, Jair] Bolsonaro, o en el propio EEUU con Donald Trump".
"Sin entrar a la polémica de si este cambio climático es obra de la mano del hombre por su industria y su forma de consumo, o si obedece a ciclos naturales, da lo mismo. La realidad es que estamos ante una serie de cambios climáticos que pueden llevar, en primer lugar, a una crisis alimentaria, y esto significa un aumento salvaje de las corrientes migratorias, y de nuevo estaríamos ante una situación crítica en algunos países, o en algunas zonas, como el Mediterráneo, la frontera sur de EEUU, incluso en algunas zonas del sudeste asiático. Y eso es también fuente de conflictos que podemos ver a lo largo de 2019".
"Donde hay crisis alimentarias es mucho más sencillo la expansión de ciertas enfermedades. Esto, unido a cierta irresponsabilidad de muchos países a la hora de tratar en sus laboratorios con microorganismos, muchas veces modificados o incontrolados, puede traer que en cualquier accidente o situación no prevista, se convierta en una pandemia. Es como lo de las armas nucleares: nadie prevé una situación así, pero puede suceder".
Conclusión
"Si tuviera que lanzar un epitafio final, yo diría que estamos en la fase en la cual hay un mundo que se acaba, que es el mundo unipolar, pero el mundo nuevo todavía no ha nacido, es un mundo multipolar. En esos interregnos, en esas tierras de nadie donde el mundo nuevo no ha nacido pero el mundo viejo ya se acaba, es cuando la inestabilidad es mayor, la imprevisibilidad es mayor, y la posibilidad de que ocurra cualquier cosa, es factible", sentencia Juan Aguilar.
El multimillonario estadounidense e influyente activista político George Soros arremetió contra el presidente chino, Xi Jinping, y lo calificó como el "enemigo más peligroso" de las sociedades libres y democráticas durante su discurso en el Foro Económico Mundial en Davos. ¿Cuáles son las causas y los objetivos de su dura crítica?
El magnate parece haber cambiado de prioridades: en vez de centrar su discurso en la crítica al presidente ruso, Vladímir Putin, atacó a las autoridades y empresas tecnológicas de China.
"China no es el único régimen autoritario del mundo, pero es el más rico, fuerte y tecnológicamente avanzado", señaló Soros.
Estas circunstancias, según el multimillonario, convierten al líder chino en el "enemigo más peligroso" de las sociedades abiertas.
Soros advirtió de "un peligro mortal al que se enfrentan las sociedades abiertas por parte de las herramientas de control provenientes del aprendizaje y la inteligencia artificial en manos de regímenes represivos".
De acuerdo con el especulador financiero, el presidente estadounidense, Donald Trump, debería centrarse más en implementar medidas enérgicas contra China en vez de enfrentarse a "prácticamente todo el mundo" en conflictos comerciales.
"Si estas empresas llegaran a dominar el mercado 5G, representarían un riesgo inaceptable para la seguridad del resto del mundo", subrayó.
Iván Danílov, columnista de la edición rusa de Sputnik, aseguró que el conflicto entre Soros y Xi Jinping tiene motivos no solo políticos, sino también económicos relacionados con "una lucha por los grandes flujos financieros".
Según la empresa de investigación Netscribes, el mercado global de la red 5G estará valorado en 251.000 millones de dólares para el año 2025. Se prevé que la red 5G traiga enormes ganancias en el futuro, porque dará acceso a una gran cantidad de servicios digitales que ahora son imposibles.
Mientras tanto, como menciona también Soros durante su discurso, antes se pronunciaba a favor de proporcionarle a China un acceso más amplio a distintas estructuras globales.
"Es bastante obvio que en la política de las autoridades chinas no se han producido los cambios radicales de los que se está quejando Soros. Una explicación lógica del cambio de su enfoque es que no quisieron compartir el negocio con él y ahora intenta vengarse bajo el pretexto favorito de la lucha por la libertad y los derechos humanos", opinó Danílov.
El asesor político internacional y analista de asuntos exteriores Adriel Kasonta, consultado por Sputnik, también opinó que el supuesto apoyo a los derechos humanos es solo un pretexto.
"Soros está tratando de describir sus acciones como gestos de buena voluntad, como apoyo a los derechos humanos en China y apoyo a la democracia en China, pero la pregunta es por qué los actores extranjeros están tan preocupados por el bienestar de los ciudadanos en otros países. Sabemos muy bien que cuando EEUU intenta ayudar o, como otros podrían señalar, se involucran en asuntos internos de otros países, las cosas acaban muy mal para estos países", observó el analista.
Para Kasonta, Soros está preparando a los demócratas para "librar una guerra contra China".
"Es un hecho, nos enfrentaremos a la Guerra Fría 2.0. China y su Partido Comunista son percibidos en el hemisferio occidental como una nueva amenaza comunista", apuntó.
Cecilia Wang (ACLU): “Trump lucha tan fuerte porque sabe que los días del hombre blanco en el poder están contados”
6 Enero, 2019 13:07
6 Enero, 2019 13:07
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La abogada Cecillia Wang lleva más de dos décadas defendiendo los derechos civiles en Estados Unidos, ahora como subdirectora legal de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), la entidad estadounidense de referencia en materia de derechos y libertades y de defensa de las mujeres, inmigrantes y el colectivo LGTB. Ha participado en los casos contra el sheriff racista de Arizona, Joe Arpaio, y ha presentado varias demandas contra la excluyente política migratoria de Donald Trump.
De visita a Barcelona para participar en las jornadas ‘Cities 4 Rights’, organizada el pasado mes diciembre por el Ayuntamiento de Ada Colau, Wang diagnostica una polarización entre progresistas y conservadores populistas como Trump, que a su juicio “se reactivaron” tras la segunda victoria de Barack Obama “porque sentían que estaban perdiendo el control” de su país. El extremismo del presidente de la primera potencia del mundo se explica precisamente, según Wang, porque los hombres como Trump “no conciben que su país no pueda estar dirigido por hombres blancos tradicionales” ante el auge de las mujeres y de las otrora minorías.
¿Es el peor momento para derechos y libertades civiles en EEUU desde fin de la Guerra Fría?
En los 25 años que llevo ejerciendo como abogada en favor de los derechos civiles sí que es el peor momento, aunque no se puede llegar a comparar con los años 60 y 70. Hay una circunstancia única en la administración Trump: ha atacado y ataca a una variedad muy amplia y diferente de comunidades: mujeres, LGTB, inmigrantes, por supuesto…. Trump ha mostrado un desprecio general a las minorías y un racismo de maneras que nunca habíamos visto en un presidente de EEUU.
¿La administración Trump es la mayor amenaza a día de hoy para estas comunidades?
No solamente es la administración Trump. Lo que está pasando a día de hoy es un movimiento regresivo, de marcha atrás, que recorre varios elementos de la sociedad civil. Trump es uno de sus mayores exponentes y tiene mucha influencia para dividir a la sociedad, pero hay otros líderes: en EEUU, gobernadores estatales, funcionarios de alto rango, líderes de opinión…. Por ejemplo Kris Koback, exsecretario de Estado de Kansas y candidato que perdió las elecciones estatales es uno de los arquitectos de las estrategias antiinmigración y de extrema derecha. El vicepresidente Pence, cuando era gobernador de Indiana fue uno de los primeros líderes en atacar a los refugiados. EEUU vive una polarización real entre estados y ciudades progresistas que quieren defender los derechos civiles y los que quieren ir hacia atrás.
¿Esta división es aplicable al resto del mundo occidental?
Vemos un patrón en muchas partes del mundo consistente en el incremento del nacionalismo, el sexismo, el odio al inmigrante… Pero creo que esto no debe hacer olvidar el contexto en el que se desarrolla: hay gente asustada, vivimos en un mundo complicado y muy cambiante, en especial en la economía. Gente que podía asegurarse una vida con trabajos tradicionales ya no puede hacerlo. Muchos políticos, en vez de hablar de la complejidad de estos asuntos y la irreversibilidad de algunos cambios económicos prefieren provocar atizando los discursos xenófobos y sexistas.
¿Desde posiciones liberales y progresistas se ha fracasado manejando este conflicto, dejando todo el espacio para gente como Trump?
Un error ha sido demonizar al otro en vez de hablar con tranquilidad sobre la naturaleza humana y los conflictos que tenemos. Hay una tendencia a demonizar al otro bando: los extremistas derechistas demonizan a la izquierda y la gente en el medio está atrapada en la polarización, que por ejemplo en los Estados Unidos se ha vuelto incluso geográfica. Hay ciudades progresistas y periferias y pueblos más conservadores y menos diversos racialmente. La falta de empatía es un error. En vez de evitar hablar de temas LGTB, de igualdad o de inmigrantes con nuestrocrazy uncle [el equivalente estadounidense a la figura del ‘cuñado’] en las comidas de Navidad, tenemos que hablar con ellos. Los progresistas no podemos simplemente obviarlos, porque si no gente como Trump los captura.
Uno de los ejes de trabajo de su organización es batallar contra las políticas migratorias de Donald Trump.
En los últimos dos años hemos promovido más de 80 demandas contra la administración Trump. Por ejemplo por la separación de familias solicitantes de asilo. Separar a los padres y madres de sus hijos es una política que busca deliberadamente aterrorizar a la gente y disuadir a los solicitantes de asilo. Para nosotros y muchos estadounidenses fue un shock y es algo ilegal tanto bajo nuestras leyes nacionales como los tratados internacionales. Y aunque Trump proclame su éxito, la mayoría de americanos está horrorizado.
Otra política de Trump que es una violación fragante de la ley es la de encerrar a los solicitantes de asilo mientras dura el procedimiento para decidir si se concede. Cuando Tump llegó a la presidencia vimos que el número de solicitantes de asilo encarcelados ascendió en casi un 200% en 14 ciudades de los EEUU Y una tercera demanda que promovemos es contra la reciente orden presidencial de limitar la concesión de asilo a los migrantes que llegan por la frontera con México.
¿Con la separación forzosa de padres y madres migrantes de sus hijos, Trump ha traspasado una línea roja ante una sociedad que otorga un gran valor a la familia?
Creo que sí. Como otros gobiernos de extrema derecha, la administración Trump centra sus esfuerzos, y en algunos casos tiene éxito entre la gente, en convertir a los inmigrantes y a los refugiados en algo de lo que asustarse haciéndolos pasar por criminales. Pero cuando la gente en sus casas ve las imágenes de niños recluidos en cárceles… creo que incluso ellos se dan cuenta de que han ido demasiado lejos y de que les saldrá el tiro por la culata. A una mujer que representamos le quitaron literalmente a su hija de nueve años de los brazos y su hija fue detenida y enviada a un hogar de acogida en Chicago mientras su madre permanecía en Arizona.
¿El desembarco conservador en la alta magistratura que promueve Trump es un peligro para que los casos que ha promovido la ACLU puedan ganarse?
Creo que está sobrestimado. Cuando demandamos a Donald Rumsfeld por las torturas en las prisiones de Irak y Afganistan, jueces de ambos bandos aceptaron la tesis de que era un asunto de seguridad nacional y terrorismo y que no debían interferir. Fue el inicio de un tiempo oscuro, empezamos a ver que el poder judicial abdicaba de su responsabilidad como controlador del poder ejecutivo. Pero ahora muchos jueces, promovidos por ambos partidos, tienen el coraje de llevar a cabo su deber democrático de comprobar detenidamente si el poder ejecutivo actúa bajo la ley y la constitución, y es algo que nos anima. Fue un juez conservador, por ejemplo, quien prohibió al sheriff de Arizona Joe Arpaio seguir con sus detenciones racistas.
En Europa vemos que postulados duros con la inmigración han sido asumidos también por fuerzas progresistas. ¿Hasta qué punto hay un riesgo de contagio?
Es verdad que Europa y EEUU son muy distintas y la fleixiblidad europea ha sido inspiradora en muchas ocasiones, aunque también hay un contragolpe de movimientos nacionalistas como el Brexit. Como hija de inmigrantes, estadounidense de segunda generación, estoy orgullosa de muchas cosas de mi país, como mucha gente. Pero ese orgullo y ese patriotismo, y es algo que le puede pasar a todo el mundo, pueden rápidamente convertirse en nacionalismo extremo. Hay que abordar cuestiones relativas a las fronteras, pero lo que hace la extrema derecha es capitalizar y explotar el miedo irracional de la gente a lo desconocido. Y lo hace mintiendo, porque las familias de inmigrantes que llegan a EEUU quieren una vida mejor y huyen de la violencia. La asociación que hace Trump con la delincuencia y la criminalidad es una mentira interesada.
¿Cómo se evita esa conversión de orgullo patriótico en nacionalismo extremo que comentaba?
Siempre hay una especie de disputa. Los Estados Unidos se fundaron en base a la esclavitud y el sometimiento de personas negras, al igual que el colonialismo europeo, pero a su vez desde hace muchos años hay una convicción muy extendida de que somos un país diverso y que no importa de donde vengas, si trabajas duro podrás tener éxito. Y eso al mismo tiempo compite con el miedo de mucha gente a lo que no conoce, como las personas inmigrantes, que en cierto modo es irracional. Hay que luchar contra este impulso porque sabemos que la experiencia nos dice que la gente nueva nos hace mejores. Y esto se tiene que recordar.
El movimiento #metoo, el aumento de solidaridad con los migrantes… ¿han despertado los estadounidenses contra Trump?
Creo que sí e incluso en algunos sitios los ciudadanos concienciados en favor de los derechos ya se organizaban antes de que llegara Trump. Como abogada trabajé 10 años en el caso contra sheriff Joe Arpaio de Arizona, un racista notorio contra la comunidad latina. En este caso vimos que la comunidad mexicano–estadounidense del área de Phoenix estaba totalmente aterrada por Arpaio y las autoridades locales. Tenían miedo de salir de sus casas porque la policía podía pararles por la calle y llevarles a la oficina de inmigración porque hablaban en castellano y por el color de su piel.
Al principio poca gente tenia la valentía para decir que había que luchar, y era sobre todo gente con la nacionalidad. Llamaron a la ACLU, promovimos una demanda y ganamos en el juzgado, pero lo importante es que el procedimiento judicial contra las identificaciones raciales del sheriff nos sirvió como catalizador para que la comunidad luchara organizándose, haciendo campañas y expulsando a Arpaio del cargo después de 30 años. Cuando se emplean las herramientas conjuntamente, las del sistema judicial y las sociales y de organización de la comunidad, influenciando en los medios de comunicación, se puede forzar un cambio.
¿Hay razones para el optimismo?
Pese al auge de movimientos de nacionalismos y extrema derecha con tintes fascistas en el mundo creo que sí. Hay que seguir luchando cada día, pero creo que EEUU solo seguirá atascada con Trumo durante dos años y no seis. En una charla en la Universidad de Nashville hace unos meses hablamos de las leyes antiinmigrantes de Arizona y critiqué a Kris Kobach. Cuando terminamos un hombre se me acercó y quiso tomar un café conmigo. Resultó ser Roger Conner, uno de los fundadores de FAIR, que es uno de los grupos supremacistas más importantes del país. Me dijo: “La razón por la que nuestro bando lucha tan fuerte es porque sabe que sus días están contados”. Los hombres blancos tradicionales que no conciben que su país no pueda estar dirigido por hombres blancos tradicionales ven que la nación está cambiando, se asustan y por eso luchan tan fuerte. Y Donald Trump lucha por esto, él es inteligente en aprovechar para sus intereses ese sentimiento de miedo que él mismo y otras personas tienen por razones que, efectivamente, sí son reales. Es un sentimiento que tenemos que tratar como país. Hay un consenso en que la reelección de Barack Obama fue un momento que reactivó a la gente que como Trump sentía que estaba perdiendo el control.
También vemos como crece la resistencia de la gente y en especial de los que viven en ciudades diversas y que acogen a inmigrantes y refugiados. Es en estas ciudades donde se vive en primera persona el beneficio para nuestra sociedad y nuestras naciones que supone la diversidad en las comunidades. Tenemos que ser optimistas, vemos a hombres y mujeres corrientes, no solo los políticos, que se movilizan por los derechos civiles y que están preparados para luchar contra extremistas como Trump.
Según explicó un alto funcionario italiano, el mayor interés de su país es evitar una guerra en Venezuela.
El autoproclamado "presidente encargado" de Venezuela, Juan Guaidó
Carlos Barria / Reuters
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"Italia no reconoce al autoproclamado presidente Juan Guaidó", notificó el subsecretario de Asuntos Exteriores italiano, Manlio Di Stefano.
En declaraciones a los medios italianos este jueves, Di Stefano manifestó que su país está "totalmente en contra"de que una nación o grupo de ellas "puedan determinar las políticas internas" de un tercer Estado. "Esto se llama principio de no intervención y está consagrado por las Naciones Unidas", agregó.
"Nuestra respuesta será equivalente" a la salida del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio por parte de Washington, ha indicado el presidente ruso.
El presidente ruso, Vladímir Putin, en la reunión con los jefes de Defensa y Exteriores, Serguéi Shoigú y Serguéi Lavrov
Sputnik
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Desde el 2 de febrero, EE.UU. suspende sus obligaciones en el marco del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés) y comienza el proceso de retirada de este acuerdo, que se completará en 6 meses, "a menos que Rusia vuelva a cumplir con sus normas y destruya todos los misiles, lanzadores y equipos asociados que lo están violando", reza el comunicado del presidente de EE.UU., Donald Trump, que fue divulgado este 1 de febrero.
El paso es uno más en la cruzada de Washington contra el gigante de telecomunicaciones chino.
Imagen ilustrativa
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Expertos estadounidenses en seguridad sostienen que los productos de Huawei podrían ser usados para espionaje, y acusan a la compañía de tener lazos con el Gobierno comunista.
Un portavoz de Huawei reaccionó a los comentarios de Sondland, señalando que la compañía tiene una reputación fiable en torno a la ciberseguridad y que no compra todos los materiales en China. "Solo un tercio de los materiales usados en los productos de Huawei llegan desde China", indicó en un mensaje electrónico.
El Departamento de Justicia de EE.UU. reveló el pasado lunes cargos penales contra Huawei, a la que se acusa de robar secretos comerciales, romper acuerdos de confidencialidad y violar las sanciones contra Irán.
Los materiales incluyen un total de 23 cargos contra el gigante tecnológico, dos de sus filiales (Huawei Device USA y Skycom Tech) y su directora de finanzas, Meng Wanzhou, arrestada en Canadá el pasado 1 de diciembre bajo petición de EE.UU.
Huawei, por su parte, a través de un comunicado publicado en su cuenta de Twitter el martes, negó estar involucrada en los delitos por los cuales la acusa el Departamento de Justicia de EE.UU. En el documento el gigante tecnológico asegura haber quedado "decepcionado" al enterarse de los cargos presentados en su contra.
Los representantes de la compañía niegan completamente cualquier alegato de cooperación con las autoridades chinas y reiteran que Huawei funciona de manera independiente. La empresa ha hecho hincapié en que sus productos utilizan los mismos componentes que los fabricantes estadounidenses, y considera que el boicot tiene motivaciones políticas.
Ren Zhengfei, fundador de Huawei Technologies, se dirigió a los medios por primera vez en varios años este 15 de enero y desmintió que su compañía haya estado ayudando al Gobierno chino a espiar. Afirma también que no mantiene contactos regulares con Pekín ni hará nada "para perjudicar al mundo".
El presidente de Rusia ha aseverado este sábado que en respuesta a la retirada de EE.UU. del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto Moscú también suspende sus obligaciones en el marco del acuerdo.
El sistema ruso de misiles tácticos Iskander-M
AP
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El presidente ruso, Vladímir Putin, ha declarado este 2 de febrero que Rusia inicia el desarrollo de un misil supersónico de medio alcance como respuesta a la salida de Estados Unidos del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés).
EE.UU. "declara que está realizando […] actividades de investigación científica y desarrollo [de misiles] y vamos a hacer lo mismo", ha afirmado el mandatario durante la reunión con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, y el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.
En ese contexto, Putin ha aprobado la propuesta del Ministerio de Defensa sobre "la apertura del nuevo derrotero: la creación de un misil supersónico de medio alcance, basado en tierra".
Además, el presidente ha ordenado iniciar trabajos de desarrollo con el objetivo de usar en tierra las plataformas del lanzamiento de misiles Kalibr, basadas en el mar.
Al mismo tiempo, Putin ha precisado que Rusia no tiene planes de desplegar sus misiles de corto y medio alcance en otros países. "Rusia no desplegará armas de corto y medio alcance —si esas armas se desarrollan— ni en Europa, ni en otras regiones del mundo antes de que EE.UU. despliegue armas similares en las respectivas regiones", ha reiterado.
Este mismo día, Vladímir Putin ha aseverado que en respuesta a la retirada de EE.UU. del tratado INF Moscú también suspende sus obligaciones en el marco del acuerdo.
En el contexto de la declaración de este viernes del presidente de EE.UU., Donald Trump, de que Washington tras su salida del tratado INF desarrollará "opciones de respuesta militar" para "negarle a Rusia cualquier ventaja", el mandatario ruso ha declarado que Moscú no va a participar en una carrera de armamentos. "Quiero llamar su atención sobre el hecho de que no debemos ser arrastrados a una carrera de armamentos costosa para nosotros", ha señalado.
Finaliza fase de prueba clave del dron submarino nuclear ruso Poseidón
Publicado: 2 feb 2019 11:52 GMT
Este aparato, que está incluido en el sistema oceánico multipropósito de la Armada de Rusia, puede estar equipado con municiones convencionales y nucleares.
Se ha incrementado en más de 1,5 billones de dólares durante el último año.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha comunicado este martes que la deuda nacional del país ha alcanzado 22,01 billones de dólares, una cifra récord. En el anterior ejercicio fiscal esa cifra rondaba los 20,49 billones de dólares, con lo cual en un año los estadounidenses han incrementado su endeudamiento en más de 1,5 billones de dólares.
En ese contexto, Michael Peterson, jefe de The Peter G. Peterson Foundation, cuyas palabras recoge AP, afirmó que "la creciente deuda nacional [de EE.UU.] importa, porque amenaza el futuro económico de cada americano". De acuerdo con sus afirmaciones, los intereses sobre la deuda ya existente representan más de un billón de dólares a diario y esta cifra va a crecer, "dificultando aún más financiar las inversiones importantes para nuestro futuro".
La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que la deuda nacional representa el 78 por ciento del PIB, lo que supone la cifra más alta desde 1950. Si la situación no cambia, para 2028 la deuda podría alcanzar el 96 por ciento del PIB.
La deuda de EE.UU. comenzó a aumentar después de la crisis financiera del 2008, pero después de la llegada de Trump al poder se redujo levemente. Así, en enero del 2017, la deuda nacional se estimaba en 19,899 billones de dólares. Sin embargo, debido a la reforma fiscal, a finales de ese año comenzó a crecer nuevamente y para finales del 2018 ascendió a 21,974 billones de dólares.
Por su parte, el presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Kevin Hassett, dijo que Trump está "absolutamente" preocupado por el crecimiento de la deuda nacional. El presidente exigió que todos los ministerios recortaran su presupuesto en un 5 por ciento en el próximo ciclo presupuestario.
"Podemos estar en desacuerdo sobre muchas cosas, pero podemos estar de acuerdo en que quizás ahora sea el momento de tomar en serio el déficit", dijo Hassett.
El columnista de la agencia Bloomberg Hal Brands analizó el informe de la inteligencia de EEUU y destacó tres factores que "amenazan con socavar el poder de Estados Unidos y llevar al mundo hacia un destino más oscuro".
El acercamiento entre China y Rusia
Uno de aspectos que mencionan los autores del informe, el director de la Inteligencia Nacional, Dan Coats, y la directora adjunta de la CIA, Gina Haspel, es el empeoramiento de las relaciones entre Washington, por un lado, y Pekín y Moscú, por otro.
Según observa Brands en su artículo, "Rusia es un actor en declive, pero agresivo, que probablemente intensifique su intromisión en las elecciones y su guerra de información contra Estados Unidos y otras democracias".
No obstante, el Senado de EEUU no encontró pruebas de la supuesta injerencia rusa en las elecciones en el país norteamericano.
Mientras tanto, China "no es una simple potencia revisionista, sino que persigue una estrategia a largo plazo para alcanzar la superioridad global", prosigue el columnista.
"China y Rusia están más alineadas que en ningún otro momento desde mediados de los años 50", cita Brands el informe de la inteligencia y añade que "es probable que se acerquen aún más debido a su oposición compartida a los valores democráticos y al liderazgo global de Estados Unidos".
Al mismo tiempo, el periodista señala que el eje entre Moscú y Pekín se rompió en los años sesenta, y es probable que haya límites en cuanto al funcionamiento de la relación actual a largo plazo. Si China realmente apuesta por la superioridad global, Rusia se enfrentará a un gigante agresivo en sus fronteras, advierte.
"Pero a mediano plazo, EEUU se enfrenta a una cuasi alianza entre sus dos principales competidores, lo que agudiza las dificultades para lidiar con ambos", analiza Brands.
Aliados de EEUU
"Algunos aliados y socios de Estados Unidos buscan una mayor independencia de Washington en respuesta al cambio en las políticas de seguridad y comercio de EEUU y se están abriendo a nuevas alianzas bilaterales y multilaterales", cita el periodista la primera página del comunicado del director de Inteligencia Nacional.
Para el columnista, estas palabras reflejan la preocupación que pone a prueba la coalición geopolítica de EEUU.
Esta preocupación nació antes de la llegada de Donald Trump al poder de EEUU, pero con él ha ido aumentando, opina Brands.
"Durante años, los aliados de EEUU en Europa y en Asia Pacífico han estado preocupados de que la voluntad y el potencial de Estados Unidos para defender el orden internacional se estén agotando".
Los incidentes como el fiasco de la línea roja en Siria en 2013 y el éxito de China en obtener el control de grandes partes del mar del Sur de China han alimentado la preocupación por las intenciones de Estados Unidos; los cambios en los equilibrios militares en Europa del Este y el Pacífico Occidental han alimentado el temor a la disminución de las capacidades estadounidenses.
Asimismo, la tendencia de Trump de librar guerras comerciales contra los amigos más cercanos de Estados Unidos y su comportamiento generalmente caótico han llevado a varios socios y aliados de EEUU a considerar si necesitan un plan de respaldo geopolítico, señala el periodista.
Los países, como Australia y Japón, Francia y Alemania están tratando de desarrollar nuevas asociaciones que suavicen el golpe si resulta imposible contar con Washington, observa. Las conversaciones sobre un ejército de la Unión Europea, los esfuerzos de Japón para mantener lazos más estrechos con Australia y la India, y la disposición de Filipinas de hacer las paces con China son partes del mismo patrón. Estas tendencias podrían hacerse más pronunciadas si Trump u otro escéptico del globalismo estadounidense es elegido en 2020, opina Brands.
Desarrollo tecnológico
Según el columnista, China ahora tiene la capacidad de lanzar ciberataques que podrían paralizar la infraestructura crítica de Estados Unidos durante días o incluso semanas. Rusia, a su vez, posee "activos de ciberataque que le permitirían perturbar gravemente la sociedad estadounidense en una crisis".
En términos más generales, la economía internacional y la política mundial se verán profundamente influenciadas por las altas tecnologías como la inteligencia artificial, la computación cuántica y la biología sintética, agrega Brands. La nación que lidere estas áreas tendrá enormes ventajas sobre sus competidores. Vladímir Putin y Xi Jinping llevan años diciéndolo, y la comunidad de inteligencia de Estados Unidos lo dice ahora públicamente también, subraya el columnista.
"No hay garantías de que Estados Unidos salga adelante en esta rivalidad. El liderazgo intelectual de EEUU en ciencia y tecnología se ha erosionado".
Pekín puede estar a la cabeza en lo que se refiere a la inteligencia artificial y otras tecnologías de vanguardia.
"Durante décadas, los estadounidenses han considerado que el dominio tecnológico es su as geopolítico. Pero ahora los avances tecnológicos amenazan con socavar el poder de Estados Unidos y llevar al mundo hacia un destino más oscuro", concluye Hal Brands.
Bajo el amparo de la ‘ayuda humanitaria’ y la lucha por la ‘democracia’, los Estados Unidos han justificado decenas de intervenciones militares y políticas en el mundo durante el siglo XX y XXI. En su más reciente campaña se han centrado en Venezuela, como parte de una estrategia para menoscabar a gobiernos progresistas de la región.
Con una coordinada manipulación mediática, bloqueo económico y presión diplomática se ha tendido la ofensiva imperialista sobre la nación latinoamericana desde hace más de una década. Han tachado al gobierno venezolano como una ‘dictadura’, presentándolo como un ‘Estado fallido’ sumido en caos social, con altas tasas de pobreza, desnutrición, e inseguridad; argumentando que la causa es el modelo progresista y no factores exógenos como el bloqueo o desacreditación internacional.
Para Estados Unidos, y gran parte de Occidente, estos son causales suficientes para justificar una intervención política y diplomática, que incluso debería ser militar. Entonces si estos son detonantes para intervenir es momento que Estados Unidos, en defensa de los derechos humanos y la democracia, tome la iniciativa de invadir a su propio país.
La situación norteamericana es altamente preocupante y clasifica a la nación para ser un apto receptor de ‘ayuda humanitaria’ made in USA. Según un informe de Philip Alston, relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre la pobreza extrema y los derechos humanos se reveló que al 2018, 40 millones de personas en Estados Unidos viven en pobreza, 18.5 millones viven en extrema pobreza y más de cinco millones viven en condiciones de pobreza absoluta.
El país tiene la tasa más alta de pobreza juvenil en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD) y la tasa más alta de mortalidad infantil entre Estados comparables de este grupo. No es sorpresa que Alston calificó al país como la sociedad más desigual en el mundo desarrollado.
Como tampoco lo es que a Estados Unidos ya no se le pueda denominar como una nación del “primer mundo”. Según un estudio del Massachussets Institute of Technology (MIT), para la mayoría de sus ciudadanos, aproximadamente 80% de la población, Estados Unidos es una nación comparable al “tercer mundo”.
Para llegar a esta conclusión los economistas aplicaron el modelo de Arthur Lewis, ganador de premio Nobel de economía (1979), diseñado para comprender qué factores y cómo clasificar a un país en vías de desarrollo.
Según Peter Temin, coautor del estudio, Estados Unidos cumple con este modelo: es una economía dual (brecha incomparable entre una pequeña parte de la población y la gran mayoría) en la que el sector de bajos salarios tiene poca influencia sobre la política pública; un sector de altos ingresos mantiene los salarios bajos en el otro sector para proporcionar mano de obra barata; un control social que se usa para evitar que el sector de bajos salarios impugne las políticas que favorecen al sector de altos ingresos; altas tasas de encarcelamiento; políticas públicas de los sectores más ricos con el objetivo de reducir los impuestos para dicho grupo; y una sociedad donde la movilidad social y económica es baja.
Especialmente cuando uno de los argumentos principales para justificar las agresiones son el supuesto ‘bienestar’ y derechos humanos de los ciudadanos. Nuevamente los norteamericanos deberían ver primero la ‘viga en su propio ojo’.
Según un análisis trianual del Commonwealth Fund (2017), los Estados Unidos, por sexta ocasión consecutiva, se posesionan como el peor sistema de salud entre 11 naciones desarrolladas. Cuentan con el sistema de atención médica más caro del planeta, con un gasto anual de tres billones dólares, que ha resultado en uno de los países con mayor disparidad en accesos a saludo, basada en ingresos.
Mientras que la expectativa de vida en Estados Unidos disminuyó por tercer año consecutivo, situándose en 78.1 años. Un decrecimiento porcentual comparable al periodo de 1915 y 1918, en el que dicho país enfrentó una Guerra Mundial y la pandemia de influenza global. En comparación, Cuba, que forma parte de la ‘Troika de la Tiranía, según John Bolton (Consejero de Seguridad Nacional) tiene un expectativa de vida de 79,74 años al 2018.
Y en educación ni que hablar. Desde 1990 al 2016, Estados Unidos cayó del sexto lugar al vigésimo séptimo, situándose como uno de los peores sistemas educativos del mundo ‘desarrollado’. Con un gasto público que se redujo, entre 2010 y 2014 en 3%, mientras que economías desarrolladas la inversión crecía por sobre el 25%.
Un bienestar de vida deteriorado, un sistema de salud caro e inequitativo y una educación que no se compara con otras naciones desarrolladas. Si esto no es suficiente para que el gobierno norteamericano y el resto del Occidente decidan intervenir, entonces las constantes violaciones a los derechos humanos deben ser un causal para movilizar tropas a la frontera e iniciar bloqueos económicos.
Los Estados Unidos sistemáticamente han dirigido o influenciado intervenciones en América Latina y el resto de sur global. Las operaciones cubiertas, las guerras étnicas y las invasiones militares más recientes son una prueba de la ‘ licencia para matar ’ que se ha auto-concedido a este país.
Cárceles en donde se violan derechos humanos como Guantánamo y Abu Ghraib son solo ejemplos de esta realidad. Y figuras como Gina Haspel, quien estuvo directamente involucrada en el programa de tortura del gobierno estadounidense, ha subido a posiciones de poder mundial como directora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Pero su transgresión más clara es la separación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, órgano internacional encargado en velar que dichas violaciones no sucedan. Una decisión que vino días después de que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos denunciara la práctica de la administración actual de separar forzosamente a niños migrantes de sus padres y encarcelarlos, en lo que solo pueden llamarse campos de concentración modernos.
A nivel interno se ha reducido la responsabilidad de la policía sobre el uso de fuerza excesiva, especialmente en comunidades negras y latinas. La matanza sistemática de hombres negros en Estados Unidos por esta fuerza del orden, según un estudio de la Universidad de Boston, refleja un racismo estructural subyacente en la sociedad norteamericana; que también se ve reflejado en un sistema de justicia parcializado en contra de las comunidades negras.
“Si la policía patrullara las áreas blancas como lo hacen en los barrios negros pobres, habría una revolución”, comenta Paul Butler, autor de ‘Chokehold: Policing Black men’, que relata lo que significa ser un hombre negro en Estados Unidos.
Estas violaciones de derechos humanos son la realidad diaria para minorías étnicas y grupos históricamente discriminados. Lo cual está acompañado del fortalecimiento de agrupaciones con tendencia fascista, que cuentan con el apoyo directo e indirecto del gobierno central y local en varios estados. Un preocupante escenario para millones de ciudadanos negros, latinos y de otras etnias.
Sin embargo, la falsa ‘preocupación’ por Venezuela, Libia, Siria, Iraq, Yemen, Afganistán, y Ucrania, solo en estas últimas dos décadas, ha guiado invasiones y agresiones en nombre del bienestar y los derechos humanos. Acciones que a su vez llevan escondido intereses ulteriores basados en un indicador en los que Estados Unidos, sí es número uno: el gasto militar.
Al 2019, este país cuenta con un presupuesto militar sobre los 680.000 millones de dólares, es decir más que los presupuestos sumados de las siete naciones que le siguen en la lista: China, Rusia, Arabia Saudita, India, Francia, Reino Unido y Japón.
Ni siquiera en libertad económica ( 12 en el mundo ) son líderes o crecimiento del PIB ( 147 de 224 países ); lo cual refleja una realidad. Estados Unidos es un imperio militar, su economía se basa en la guerra y ninguna acción realizada en nombre de la ‘ayuda humanitaria’ tiene coherencia cuando el interés de su gobierno es promover el caos para su beneficio.
Ante esta situación lo que el mundo está viviendo es la ‘patada de ahogado’ de una superpotencia en declive. Es por ello que con tanto esmero trata de aferrarse del último bastión de influencia que sigue siendo América Latina, ergo su fijación con Venezuela y otras naciones de la región. Ya que si de ayuda real se tratara, es hora que Estados Unidos seriamente analice intervenir, con la misma intensidad, en su propio país.
La empresa que se ocupa de este proyecto ha afirmado que el empalme de las dos partes del gasoducto simboliza la finalización de todos los trabajos.
Finalización del tramo marítimo del gasoducto Turkish Stream, el 19 de noviembre de 2018.
turkstream.info
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La empresa South Stream Transport B.V. que dirige la construcción del Turkish Stream ha anunciado que el empalme final que une los tramos submarino y terrestre del gasoducto ha sido soldado en Turquía, informa TASS. Según la empresa, esto simboliza "la finalización de todos los trabajos para crear un gasoducto en el mar Negro".
El gasoducto Turkish Stream busca conectar el sistema de gasoductos turcos con las reservas de gas rusas y garantizar el suministro de gas desde Rusia no solo a Turquía, sino también a los países del sur y este de Europa. Se prevé que a través del gasoducto puedan ser enviados hasta 31.500 millones de metros cúbicos de gas natural anualmente.
VLADIVOSTOK, RUSIA (Sputnik) — Las empresas avícolas rusas serán capaces de suministrar a China unas 150.000 toneladas de su producción en los próximos años, declaró el ministro de Agricultura ruso, Dmitri Pátrushev.
"En los próximos años, las empresas avícolas rusas serán capaces de suministrar al mercado chino unas 150.000 toneladas de productos de carne de ave", dijo a la prensa.
Añadió que cada año China compra unas 500.000 toneladas de estos productos, lo que brinda a los productores rusos la oportunidad de aumentar sus exportaciones.
Según el ministro, en noviembre pasado Rusia y China firmaron acuerdos sobre entregas mutuas, de momento 23 empresas rusas pueden exportar productos avícolas a China.
Asimismo dijo que Rusia está entre los cinco mayores productores de carne a nivel mundial, al término de 2018 la industria avícola rusa creció el 0,7% frente a los datos del año anterior.
El Gobierno estadounidense está "gastando el dinero que no tiene en un imperio militar que no puede pagar", se lamenta un escritor norteamericano.
Un tanque M1 Abrams de EE.UU. durante un ejercicio en Zagan, Polonia, 2017.
Kacper Pempel / Reuters
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El gasto militar "está llevando a EE.UU. a la bancarrota", sostiene en un artículo para CounterPunch el escritor norteamericano John Whitehead, quien alerta que su nación está siendo "atacada por el complejo industrial militar que es sostenido por los explotadores de la guerra, los políticos corruptos y los gobiernos extranjeros".
El escritor pide a sus lectores estadounidenses que "no se dejen engañar pensando que sus dólares de impuestos ganados con tanto esfuerzo se estén utilizando para la seguridad nacional y las necesidades militares urgentes".
En cambio, señala que al final del año fiscal, las agencias gubernamentales, incluido el Departamento de Defensa, se ponen a gastar "los dólares de impuestos que les quedan" para poder justificar nuevas demandas de dinero al año siguiente.
Concretamente, según una reciente investigación, entre los artículos comprados durante el último mes del año fiscal figuraba un sillón por 9.241 dólares; una vajilla de porcelana por 53.004; alcohol por 308.994; carritos de golf por 673.471; equipos musicales por un total de 1,7 millones; o cola de langosta y cangrejo por 4,6 millones, entre otros artículos alejados del ámbito militar, que en total representaron "un gasto inútil" de 97.000 millones de dólares, recoge Whitehead.
"Cualquiera que sugiera que el Ejército necesita dinero es criminal o no tiene ni idea o es corrupto, porque el Ejército no sufre de falta de fondos, sino de falta de supervisión adecuada", asegura el autor del artículo.
"Sucedió en Roma, y está ocurriendo otra vez"
Según Whitehead, EE.UU. está gastando "mucho más de lo que gana", y está pidiendo muchos préstamos a gobiernos extranjeros y a la Seguridad Social para mantener operativo al Gobierno y seguir "financiando sus interminables guerras en el exterior", mientras el sistema educativo de la nación es "patético", la infraestructura es "anticuada", y el sistema de salud es "demasiado caro e inaccesible para quienes más lo necesitan".
"Si esta es una fórmula para hacer EE.UU. grande de nuevo, no está funcionando", se lamenta el escritor, quien acusa al Gobierno de estar "gastando el dinero que no tiene en un imperio militar que no puede pagar".
Sea como fuere, el analista advierte que con el tiempo, "inevitablemente, los imperios militares caen y fracasan al extenderse demasiado y gastarse hasta la muerte". "Sucedió en Roma. Está ocurriendo otra vez", recalca el escritor, para sentenciar que "el imperio estadounidense ya se está derrumbando".