China causó un gran revuelo al lanzar su yuan digital. El nuevo medio de pago recibió un impulso cuando uno de los mayores minoristas en línea del país, Jingdong, anunció haber desarrollado la primera plataforma virtual capaz de aceptarlo.
El país asiático no es el único en explorar la posibilidad de poner en circulación la moneda digital. Suecia ha desarrollado su propio medio de pago electrónico y el Banco Central Europeo está impulsando la creación de un euro digital. Las autoridades de EEUU también han abordado la posibilidad de lanzar un dólar digital.
La moneda digital no es más que un billete virtual que existe en un monedero de su smartphone. Estos medios de pago emitidos por los bancos centrales están respaldados por el Estado, al igual que la moneda fiduciaria tradicional. Distintos países ofrecerán todo tipo de razones para pasar a usarlos más en la vida cotidiana, pero la raíz de esta puja estará "la guerra contra el efectivo", cita la empresa el artículo del economista Thorsten Polleit para el portal Mises Wire.
En realidad, cada moneda digital otorga al Gobierno la posibilidad de rastrear e incluso controlar el gasto de los consumidores. Además, facilitará aún más el uso de políticas monetarias no tan populares por parte de bancos centrales, incluida la imposición de tipos de interés negativos, según el analista.
Si bien muchos economistas elogian la moneda digital como una "innovación", existen peligros que acechan detrás de esta digitalización de las monedas fiduciarias. De acuerdo con Polleit, la posible emisión de un euro digital acelerará considerablemente el ritmo con el que los países europeos se encaminarán a "un régimen de estado de vigilancia".
Hoy en día, mucha gente utiliza el dinero en efectivo para realizar transacciones porque quiere que se mantengan en el anonimato. A los Gobiernos no les gustan las cosas que no pueden controlar, y ese es un gran impulso para desencadenar una guerra contra el efectivo, de acuerdo con el analista.
Cualquier gobierno puede rastrear fácilmente los pagos digitales realizados con su propia moneda digital. Al ponerse en marcha, el programa piloto del yuan digital ofreció a las autoridades chinas "un grado de control jamás visto con el dinero físico", informó Bloomberg.
Los gobiernos y los bancos centrales afirman que avanzar hacia una sociedad sin dinero en efectivo ayudará a prevenir la delincuencia. Pero el verdadero motivo de la guerra contra el medio de pago tradicional es establecer "el control sobre todos". Y Polleit advierte que este es uno de los hitos en el camino hacia el comunismo absoluto.
"La emisión de un euro digital y las consecuencias resultantes son, sin duda, otro paso crucial para hacer realidad la visión de los marxistas de su deseada revolución",