Ya van más de ocho meses desde que la pandemia de coronavirus viene devorando sin tregua a los humanos en todos los rincones del mundo donde los muertos ya llegaron a 700.000 y la economía sufre un serio derrumbe. En medio de tan negro panorama, el anuncio de la vacuna rusa Sputnik V ha llenado de esperanza a toda la humanidad.
Lo esencial es invisible a los ojos. (Antoine de Saint-Exupéry, El Principito)
El lograr una vacuna contra el COVID-19 se convirtió desde el primer anuncio de la pandemia en la prioridad de cada gobierno y más de 200 laboratorios del planeta trabajan desde entonces contra reloj para encontrar una solución que termine con esta terrible pandemia. Las corporaciones farmacéuticas de las grandes potencias, al percibir la posibilidad de una ganancia segura y suculenta, se lanzaron en una carrera internacional desenfrenada para ser los primeros en encontrar la vacuna salvadora guiándose por el egoísmo racional de Margaret Thatcher y olvidándose de la cooperación internacional, la solidaridad colectiva y de los intereses del público global.
En estas condiciones, el anuncio del presidente ruso, Vladímir Putin, indicando que el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya ha registrado la vacuna rusa contra el coronavirus Sputnik V en el registro estatal de medicamentos del Ministerio de Salud, provocó no solo alegría, sino también desató estupor y dudas sobre la calidad, eficiencia y seguridad de esta vacuna. Y no podía ser otra la reacción de Occidente para quien un país como Rusia, que recién pasó del socialismo al capitalismo, no podría tener la capacidad de convertirse en el primero en el mundo en producir la vacuna contra el temible COVID-19.
Se olvidaron los gobernantes occidentales que a pesar de los dramáticos cambios que experimentó Rusia en los siglos XX y XXI, el país logró proteger y conservar el conocimiento y experiencia de una vieja escuela de virología en términos históricos y su capacidad creativa frente a las pandemias.
Lo que está temiendo Occidente es que al convertirse Rusia en el primer país del mundo que ofrece la solución para acabar con el virus que azota el planeta, la autoridad rusa se proyectaría más encima de la occidental en la opinión pública global. Por supuesto, los más poderosos y ricos del mundo no pueden aceptar esta realidad.
Además la Big Pharma, es decir el complejo farmacéutico globalizado, ya se frotaba las manos pensando en las suculentas ganancias que le traería la vacuna contra el coronavirus tan anhelada por la humanidad. Y de repente aparecen estos rusos y el mismo día del anuncio del registro de su vacuna Sputnik V han recibido pedidos por 1.000 millones de vacunas de 20 países. Estas solicitudes hicieron bajar en seguida las acciones de Pfizer en un 0,8%, las de Novavax en 7,7% y las de Moderna en un 2,5%.
Todas estas tres corporaciones están incluidas en la lista de la Organización Mundial de Salud (OMS) como creadores de la vacuna contra el COVID-19 que están en el tramo final o fase tres en el que se evalúa la seguridad y la eficacia de la misma. Sin embargo, entre esas no se incluye la vacuna anunciada por Rusia por no "generar la confianza", según el principal inmunólogo norteamericano, Anthony Fauci quien declaró: "Espero que los chinos y los rusos realmente estén probando la vacuna antes de administrarla a alguien. Las afirmaciones de que tienen una vacuna lista para distribuir antes de hacer las pruebas son, cuanto menos, problemáticas".
Al final de su intervención ante el Congreso en Washington, el doctor Fauci aseguró: "En Estados Unidos estamos avanzando rápidamente y no pienso que aparecerán vacunas antes que las nuestras ni que vayamos a depender de otros países para obtener la vacuna".
No calculó bien la autoridad máxima de EEUU en inmunología, que los rusos empezarán la vacunación voluntaria masiva a partir del primero de octubre. Mientras que la vacuna mRNA-1273 creada por la corporación Moderna no va a estar lista hasta el 3 de noviembre, como lo estaba esperando Donald Trump, sino para el comienzo de 2021.
La mayoría de los expertos consideran que la vacuna norteamericana y la británica estarán disponibles para mediados de 2021. Y esto es a pesar de los 8.000 millones de dólares que el Gobierno norteamericano entregó a las biotecnológicas nacionales. Los representantes de la corporación china, Sinopharm anunciaron que su vacuna estará lista para el uso antes del fin de este año.
Frente a este adelanto ruso, no le quedó ninguna otra alternativa a la OMS, al Gobierno norteamericano, alemán, a los representantes de la Big Pharma y a los medios de comunicación globalizados que poner en duda la efectividad de la vacuna rusa Sputnik V, aunque será muy difícil ante la opinión mundial.
El sistema internacional de aceptación de vacunas y de nuevos medicamentos está funcionando a base de lo que se conoce como secret de Polichinelle que consiste en la idea que todos saben lo que está ocurriendo, pero nadie quiere hablar de esto.
Según el autor del libro Pharmas, Greed, Lies and the Poisoning of America, Gerald Posner, "las corporaciones farmacéuticas perciben el COVID-19 como una oportunidad de negocios que se presenta solamente una vez en la vida. Esta pandemia global tiene el potencial de un bombazo para la industria en términos de venta y ganancias. Mientras peor se pone la pandemia, más altas serán las ganancias".
Las corporaciones de EEUU ya han recibido más de 8.300 millones de dólares para el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus. También poseen la autoridad de establecer el precio, determinar la distribución de la vacuna poniendo sus intereses comerciales encima de las prioridades de la salud. No hay que olvidar que el mercado mundial farmacéutico es de 1,3 millones de millones de dólares y la misma Johnson & Johnson que está preparando su vacuna contra el COVID-19 ya proyectó obtener en 2020 más de 86.000 millones de dólares. La inesperada entrada de Rusia en este mercado farmacéutico está haciendo peligrar sus cálculos financieros.
La OMS tampoco se caracteriza por su desinterés o su santidad. Hace 12 años, en 1988, el director de la OMS (1973-1988) Halfdan T. Mahler advirtió al mundo en el periódico danés Politiken del creciente poder de la industria farmacéutica: "La industria se está apoderando de la OMS".
Pasados 21 años de su advertencia, estalló el escándalo de la gripe porcina. El ministro de Salud y Asistencia Social de Polonia, Adam Fronczak, reveló detalles sobre horribles contratos cuando las compañías farmacéuticas ayudadas por la OMS vendieron vacunas que no eran apropiadas y describió cómo la OMS negociaba el precio de la vacuna con los gobiernos en nombre de las compañías. (ResearchGate, 15 de febrero, 2015; Avens Publishing Group, Why the Corruption of the World Health Organization (WHO) is the Biggest Threat to the World Public Health of our Time, enero 2015, vol.2, issue 1).
Entonces, todo esto explica la risible y escéptica recepción que obtuvo la vacuna rusa Sputnik V en los círculos de los países y corporaciones farmacéuticas que se consideran ser amos y guardianes de la salud planetaria. No obstante, tanto los habitantes de América Latina, Asia y África recibieron la noticia sobre una posibilidad de poner fin a la pandemia con la vacuna rusa con optimismo y esperanza de acabar con la pesadilla que los está teniendo en zozobra. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, fue el primero en anunciar que aceptó la propuesta de Putin de abastecer su país con la vacuna rusa, anunciando que será el primero en vacunarse.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández envió una carta al presidente Putin con sus felicitaciones "por un logro que quedará en la páginas indelebles de la historia de la medicina mundial". Las autoridades de Brasil ya están negociando la producción de esta vacuna en su país. Bolivia también expresó su deseo de obtener la Sputnik V.
En realidad, a ninguno de los países en condiciones de severa pandemia les interesa el escepticismo occidental sobre la vacuna rusa y los comentarios sobre la presura con que ha sido registrada la vacuna. Pero la muerte de más de 700.000 personas en el mundo y la posibilidad de la segunda ola de coronavirus en septiembre no ofrecen más tiempo para extender las pruebas varios meses más.
Los científicos del Centro Nacional de Investigación Epidemiología y Microbiología Gamaleya y los del Ministerio de Defensa ruso están convencidos que su único y exclusivo método de uso de dos vectores adenovirales es el más eficiente y seguro de todos los procedimientos utilizados por otras instituciones y corporaciones farmacéuticas.
Así, como opinó el filósofo argentino José Pablo Feinmann, "lo biológico se transforma en política de Estado: el que resuelva la situación biológica va a adelantarse a otros".
Rusia ha hecho el primer paso hacia adelante y este paso incomodó a los más ricos y poderosos de nuestro planeta, alegrando al mismo tiempo al resto de la humanidad que es la mayoría.
Cristina Fernández de Kirchner se vacuna con la Sputnik V
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La vicepresidenta de Argentina recibió la primera dosis del fármaco en el Hospital Presidente Perón de Avellaneda.
Cristina Fernández de Kirchner, vicepresidenta de Argentina, recibió este domingo la vacuna Sputnik V contra el coronavirus, fármaco desarrollado por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia.
En un mensaje publicado en Twitter, Cristina señaló que recibió la primera dosis del fármaco en el Hospital Presidente Perón de Avellaneda, en las afueras de Buenos Aires, y agradeció al personal de salud "por el enorme esfuerzo que están haciendo en esta pandemia".
"Haciéndolo, no solo me estoy cuidando, sino que también cuido a los demás", agregó.
En el Hospital Presidente Perón de Avellaneda, vacunándonos con la Sputnik V. Haciéndolo, no solo me estoy cuidando, sino que también cuido a los demás.Gracias al personal de salud por el enorme esfuerzo que están haciendo en esta pandemia. pic.twitter.com/skWhLgFXBp
Esta misma semana el presidente de Argentina, Alberto Fernández, fue vacunado con la Sputnik V, siendo también una de las primeras personas mayores de 60 años que recibió el fármaco en el país.
Sputnik V es la única vacuna aprobada y suministrada hasta el momento por el Gobierno de Argentina, que prevé vacunar a 10 millones de ciudadanos en los primeros meses del año.
Más de 240.000 argentinos han recibido ya la primera dosis de la vacuna, y a poco más de 2.000 se les ha administrado la segunda, según los últimos informes oficiales.
La campaña para inmunizar a la población comenzó el pasado 29 de diciembre, tras recibir las primeras 300.000 dosis procedentes de Moscú.
Un segundo cargamento, con el mismo número de unidades, llegó al país sudamericano el pasado sábado y el martes se inició la aplicación de la segunda dosis a las personas vacunadas previamente.
La Sputnik V
La Sputnik V utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad26 y Ad5, que se aplican en dos inyecciones. Esta solución no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales, que no se multiplican y resultan completamente seguros para la salud.
Las dos dosis de la vacuna rusa, al igual que la de Pfizer y BioNTech, se administra con un intervalo de 21 días. La primera toma inicia la respuesta inmunológica con el desarrollo de anticuerpos contra el SARS-CoV-2, mientras que la segunda debe potenciar sus efectos. La eficacia completa no se consigue hasta alrededor de una semana después de la segunda toma.
Unión Europea: La vacuna rusa Sputnik V es "una buena noticia para la humanidad"
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Según el reciente informe de The Lancet, el fármaco desarrollado por el centro Gamaleya de Moscú no tiene efectos secundarios graves y su eficacia supera el 91 %.
La vacuna rusa Sputnik V, desarrollada por el centro científico Gamaleya de Moscú, es "una buena noticia para la humanidad", considera la Unión Europea, según AFP.
Mientras tanto, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, que se encuentra de visita en Moscú, expresó su esperanza de que la Agencia Europea de Medicamentos pueda aprobar el fármaco para su uso en el territorio del bloque.
"Espero que la agencia médica europea pueda certificar la eficacia de esta vacuna para ser utilizada en los Estados de la Unión Europea", afirmó el alto diplomático durante una conferencia de prensa junto con el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, recoge Reuters.
La revista científica The Lancet, una de las más prestigiosas del ámbito médico, publicó este martes los datos de los resultados de la fase III de los ensayos clínicos de la vacuna rusa Sputnik V, que confirman que el antídoto tiene una eficacia general de más del 91 %, no causa efectos secundarios graves y es adecuado para todos los grupos de edad.
Expertos explican por qué "llegó la hora de empezar a confiar" en las vacunas de Rusia y de China
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Dos columnistas de The New York Times defienden la existencia de "datos importantes sobre la fiabilidad" de estos fármacos, que se perfilan como una solución "escondida a la vista" a la escasez de vacunas.
Ante la escasez de vacunas contra el covid-19 en los países más ricos del mundo y el temor de algunos de las naciones más pobres a no recibirla siquiera, una solución "escondida a la vista" podría estar en los fármacos desarrolladas por China y Rusia, y pronto, quizás, por la India. Así lo afirman en un artículo para The New York Times Achal Prabhala, activista de salud pública de la India que promueve una distribución más amplia de las vacunas, y Chee Yoke Ling, una abogada de Malasia que trabajó durante una década para mejorar el acceso a los medicamentos en China.
Los analistas recuerdan que, aunque las vacunas de China y de Rusia fueron inicialmente "descartadas" por los medios occidentales y globales —en parte debido a la percepción de que eran "inferiores" a las fabricadas por Moderna, Pfizer-BioNtech o AstraZeneca—, la evidencia acumulada con el tiempo demuestra que "también funcionan bien". En este sentido, recuerdan que la prestigiosa revista médica The Lancet ha publicado esta semana los resultados provisionales del ensayo de fase III de Sputnik V, que muestran que el fármaco ruso tiene una tasa de eficacia del 91,6 %.
Por otro lado, una serie de países han aprobado ya las vacunas chinas de Sinopharm y de Sinovac, así como la rusa Sputnik V. Cuando examinaron estas vacunas, "tomaron decisiones informadas", basadas en los datos sobre su seguridad y eficacia proporcionados por los fabricantes chinos y rusos —gran parte de ellos también publicados en revistas científicas revisadas por pares—, o después de realizar ensayos independientes, enfatizan los autores. Asumir lo contrario —aseguran— "es dudar de la capacidad o integridad de estos gobiernos, algunos de los cuales cuentan con sistemas reguladores de salud equiparables a los de EE.UU. o de Europa".
Ante la gran escasez de vacunas y los retrasos en la entrega, Francia, España y Alemania ahora están empezando a hablar de la posibilidad de realizar pedidos de vacunas chinas y rusas. "La semi-desesperación", al parecer, finalmente los ha llevado a denunciar los prejuicios contra las vacunas no occidentales, estiman los expertos.
"Datos importantes sobre la fiabilidad"
Aunque "el escepticismo perdura" en algunos países y han surgido críticas sobre el lanzamiento temprano de las vacunas por parte de China, Rusia y la India —defendido por los tres gobiernos como una medida de emergencia necesaria y como una práctica "legal" aplicada también por algunos reguladores en Occidente— ahora "hay datos importantes sobre la fiabilidad" de las vacunas de China y Rusia, enfatizan los analistas. No obstante, admiten que aún es demasiado pronto para corroborar esta fiabilidad en el caso de la vacuna india Covaxin.
Los autores del artículo admiten la necesidad de divulgar al público más información sobre los antídotos chinos y ruso, aunque aseguran que "lo mismo se aplica hasta cierto punto a las principales vacunas occidentales", pues aún no se han puesto a disposición todos los detalles o datos brutos de los ensayos de las vacunas Pfizer-BioNTech y Moderna, "ni siquiera para los investigadores".
"Llegó la hora de empezar a confiar"
En definitiva, la creciente evidencia de que las vacunas de China y de Rusia son fiables "debe tomarse en serio y rápido", sobre todo "considerando los problemas de suministro en todo el mundo", subrayan los expertos, al tiempo que recuerdan que la mayoría de las vacunas producidas en Occidente "ya han sido compradas por los países ricos". Además, explican que la mayoría de las grandes compañías farmacéuticas de Occidente se han resistido a otorgar licencias de sus vacunas a fabricantes no occidentales, mientras varios países ricos están bloqueando una propuesta de la India y de Sudáfrica para que la Organización Mundial del Comercio suspenda temporalmente algunas protecciones de propiedad intelectual para las vacunas anticovid y tratamientos relacionados.
Entretanto, según el análisis de datos de la firma de analítica Airfinity realizado por los dos expertos, Sinovac ya ha firmado acuerdos para exportar este año más de 350 millones de dosis de su vacuna a 12 países; Sinopharm alrededor de 194 millones de dosis a 11 países; y Sputnik V alrededor de 400 millones de dosis a 17 países. Los tres fabricantes han declarado públicamente que tendrán capacidad de producir hasta 1.000 millones de dosis cada uno en 2021, y los tres han autorizado sus vacunas a fabricantes locales en varios países.
Una forma de hacer que estas vacunas sean "deseables" para más personas que las necesitan, sería someterlas a una evaluación formal por parte de una organización internacional con experiencia técnica, sugieren los expertos. Sin embargo, "el problema actual" reside en que las reglas de la Organización Mundial de la Salud para la certificación de vacunas están "sesgadas" a favor de los países ricos, esencialmente occidentales, denuncian los activistas, al tiempo que explican que la OMS obliga a los países desarrolladores que no están en su "lista de confianza" a someterse a la llamada 'precalificación', "un proceso laborioso y que requiere mucho tiempo".
Algunos médicos y activistas han presentado propuestas para aumentar la distribución mundial de vacunas producidas en Occidente. Aunque estos llamamientos "tienen buenas intenciones", también asumen que las vacunas de los países occidentales son "las únicas que vale la pena tener y esperar", puntualizan los autores, para concluir que una solución "más sencilla" ya existe a día de hoy: "llegó la hora de empezar a confiar en las vacunas de otros países".
Científicos rusos hallan anticuerpos contra el covid-19 mucho más fuertes que los usados para tratar a Trump
Publicado:
6 feb 2021 08:47 GMT
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Sobre la base de este hallazgo, se puede desarrollar una especie de "cócteles" medicinales, explican en la Academia de Ciencias de Rusia.
Científicos rusos hallan anticuerpos contra el covid-19 mucho más fuertes que los usados para tratar a Trump
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Maxim Shemetov / Reuters
Un equipo de científicos rusos ha descubierto anticuerpos que neutralizan el virus SARS-CoV-2, causante del covid-19, de una forma mucho más intensa que los utilizados para tratar al expresidente de EE.UU., Donald Trump, según lo anunció este viernes el director de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexánder Serguéev.
Una de las vías en el desarrollo de fármacos contra el covid-19 ha sido la búsqueda de los así llamados anticuerpos neutralizantes, unas moléculas producidas por el sistema inmunológico como respuesta a la invasión de un virus. En base a esos anticuerpos es posible desarrollar una especie de "cócteles" medicinales, explicó Serguéev.
Del desprecio sistemático a la evidencia científica: cómo los datos publicados en The Lancet modificaron la percepción de la Sputnik V en el mundo
Del desprecio sistemático a la evidencia científica: cómo los datos publicados en The Lancet modificaron la percepción de la Sputnik V en el mundo
"En el Instituto de Biología Molecular y Celular de Siberia, filial de la Academia de Ciencias de Rusia, se ha obtenido toda una gama de estos anticuerpos. De ellos, se han identificado tres que tienen una constante de acoplamiento [con partículas virales] mayor que los valores correspondientes de los dos anticuerpos presentes en los medicamentos estadounidenses registrados por la farmacéutica Regeneron", aclaró.
El potencial de los anticuerpos rusos
El director de la Academia de Ciencias destacó que los anticuerpos encontrados por los científicos siberianos "tienen un gran potencial para en su base producir fármacos" contra el covid-19.
Donald Trump dio positivo por coronavirus el pasado mes de octubre, y fue tratado en el hospital, entre otras cosas, con un medicamento de Regeneron Pharmaceuticals compuesto por dos anticuerpos monoclonales, copias fabricadas de anticuerpos. Segun CBS News, el costo de un tratamiento con ese medicamento es de alrededor de 1.500 dólares.
Budapest, 7 feb (Prensa Latina) El ministro de Recursos Humanos de Hungría, Miklos Kasler, anunció hoy la aprobación de la vacuna rusa Sputnik V contra la Covid-19, con lo que ascenderán a cuatro los fármacos utilizados en este país europeo.
Bloomberg califica la vacuna Sputnik V de posiblemente el "mayor avance científico" de Rusia desde la era soviética
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Según la agencia, los países ahora "están haciendo cola para recibir suministros de Sputnik V" luego de que la revista The Lancet confirmara que el antígeno ruso tiene una eficacia de más del 91 %.
Bloomberg calificó este sábado la vacuna contra el coronavirus Sputnik V de posiblemente el "mayor avance científico" de Rusia desde la era de la Unión Soviética.
En su artículo titulado 'La vacuna de Putin una vez despreciada ahora es la favorita en la lucha contra la pandemia', la agencia señala que los países ahora "están haciendo cola para recibir suministros de Sputnik V" luego de que la prestigiosa revista médica The Lancet publicara los resultados preliminares del ensayo de fase III del fármaco ruso, que muestran que tiene una eficacia del 91,6 %, es eficaz para todos los grupos de edad y no tiene efectos secundarios graves.
El medio subrayó que en la batalla global para derrotar la pandemia, la carrera por obtener vacunas ha adquirido gran importancia geopolítica mientras los gobiernos buscan salir del enorme daño social y económico provocado por la crisis sanitaria. "Eso le da a Rusia una ventaja como uno de los pocos países donde los científicos han producido una defensa eficaz", aseveró Bloomberg.
"Rusia ya está aprovechando mucho el impacto de poder blando de la vacuna en su imagen", agrega el texto, mientras que los expertos consultados por la agencia opinan que el éxito de Sputnik V no cambiará la hostilidad hacia el presidente ruso Vladímir Putin de los gobiernos occidentales, pero podría fortalecer la influencia geopolítica de Moscú en regiones como América Latina, donde el fármaco ya fue aprobado por Argentina, México, Venezuela, Bolivia y Paraguay.
"Con esta vacuna, se ha demostrado que es capaz de producir algo nuevo que tiene demanda en todo el mundo", dijo la directora de la consultora Control Risks, Oksana Antonenko.
Asimismo, Bloomberg, subrayó que, a diferencia de la vacuna de Pfizer y BioNTech, Sputnik V se puede almacenar en un refrigerador en lugar de en un congelador, lo que "facilita su transporte y distribución en los países más pobres y más calientes". El fármaco ruso también es más barato que la mayoría de las alternativas occidentales.
Hasta el momento, el antígeno desarrollado por el Centro de Investigación Gamaleya de Moscú ya ha sido aprobado en 19 países, incluido Hungría, Estado miembro de la UE, mientras que el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF) prevé que el fármaco esté registrado en un total de 25 naciones a finales de esta semana. Mercados clave como Brasil y la India están cerca de autorizar su uso.
Entre tanto, Moscú está poniendo su mirada en el mercado de la Unión Europea, que actualmente enfrenta una escasez de suministro de otras vacunas anticovid.
Rusia ha pedido a los reguladores europeos que examinen una solicitud de autorización de Sputnik V después de que Alemania prometiera ayudar a acelerar el proceso. La canciller alemana, Angela Merkel, declaró la semana pasada que la vacuna rusa podría ser usada para proteger a las personas en el bloque comunitario siempre que sea aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos. Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, afirmó el pasado viernes que Sputnik V es "una buena noticia para la humanidad".
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Donald Trump ha sido derrotado en Estados Unidos, en gran parte, por su –nefasta– gestión de la pandemia, un fracaso que, tal vez, podría haber sido evitado si el anuncio de la vacuna de Pfizer sobre su efectividad del 90% se hubiera producido sólo unos días antes. Esto no quiere decir que haya que alinearse necesariamente con la teoría de la conspiración del extravagante expresidente norteamericano, pero sería desacertado obviar que el (no) anuncio de los resultados de la vacuna de Pfizer se convirtió en un arma política… por no participar de la política –intencionadamente o por azar los positivos resultados de la vacuna se comunicaron días después de las elecciones de noviembre–.
En la otra parte del Atlántico, la gestión del impacto del coronavirus ha sido, igualmente, un poderoso artefacto político. De hecho, la –también– nefasta gestión de la pandemia de Boris Johnson en Reino Unido se ha convertido en un pilar básico, junto al Brexit, para la reivindicación de un nuevo referéndum en Escocia. Y junto a la deficiente gestión encontramos, de nuevo, a la vacuna –y la vacunación–, pues que los británicos se sitúen en la tercera posición mundial de mayor porcentaje de ciudadanos vacunados no es casualidad. Como tampoco resulta casual el enfrentamiento del Reino Unido con su expareja durante décadas, la Unión Europea, a causa del suministro de dosis. Un escándalo que ha revelado con nitidez la opacidad de las negociaciones de la UE con las farmacéuticas y ha constatado, nuevamente, la posición subordinada de la Unión Europea respecto a Estados Unidos –y ahora también Reino Unido–.
Vacunación mundial asimétrica, estrategia occidental egocéntrica
Igualmente, que la clasificación mundial de vacunados la lidere Israel, con casi dos tercios de la población vacunada, no parece ser fortuita, pues nos encontramos con un proceso electoral el próximo mes de marzo –el cuarto en dos años– al que Benjamín Netanyahu acude en serios apuros, políticos y judiciales –la clasificación de los países con mayores porcentajes de población vacunada, a fecha 8 de febrero, sería la siguiente: Israel, con el 64,3%, Emiratos Árabes Unidos, con el 43,6%, Reino Unido con el 18,4%, Estados Unidos con el 12,3%, Bahréin con el 11,3%, Italia con el 4,2% y Alemania con el 3,9%–.
La vacunación ha quedado marcada de forma irremediable por la acumulación occidental de la mayoría de las dosis de las vacunas norteamericanas –Pfizer y Moderna– y británica –AstraZeneca– hasta alcanzar un nivel salvaje –el 90%– mediante la ley del más fuerte –el más rico–.
Resulta evidente, pues, que la vacunación se ha convertido en un elemento esencial de la política interior y de las relaciones internacionales desplazando en las últimas semanas el eje de la confrontación, que se emplazaba en la gestión de la pandemia, un escenario más local. Y no son pocos los que opinan que, quizás, la vacunación ha quedado marcada de forma irremediable por la acumulación occidental de la mayoría de las dosis de las vacunas norteamericanas –Pfizer y Moderna– y británica –AstraZeneca– hasta alcanzar un nivel salvaje –el 90%– mediante la ley del más fuerte –el más rico–.
Esta monopolista y tiránica decisión occidental, más allá del debate filosófico –que no es baladí, pues fallecerán cientos de miles de personas que podrían haber sido salvadas siguiendo criterios sanitarios a nivel mundial–, ha tenido consecuencias geopolíticas, pues ha generado, como se puede observar en la clasificación de países por población vacunada, unas tasas de vacunación asimétricas en las que Estados Unidos y sus aliados se encuentran en posiciones privilegiadas y lo hacen, curiosamente, casi en el mismo orden que ostentan dentro de la jerarquía norteamericana. Que Israel sea el primer país, Reino Unido el segundo y EAU el tercero no parece casualidad.
China y Rusia, multilaterales
Si la pandemia reforzó a China por encima del resto del mundo, pues ha controlado de forma eficaz la expansión del virus, durante el año 2020 ha conseguido crecer a un ritmo del 2% y ha alcanzado cifras récord de exportaciones en los últimos meses del pasado año, la posición multilateral de Rusia y China pueden asestar un golpe al tablero geopolítico mundial. Un ejemplo de ello lo encontramos en México, que debido a la escasez de vacunas norteamericanas no ha tenido más remedio que recurrir a Rusia y China, que le suministrarán dos tercios de las más de 21 millones de dosis con las que vacunarán a 14 millones de personas en los dos próximos meses. No es un caso aislado.
Tanto Rusia como China han optado por una concepción global de la vacunación al considerar las dosis como un alfil del poder blando con el que obtener cuantiosos beneficios. Y es que esta posición de ambas potencias, mucho más cooperativa, no solo se adecúa mejor con la justicia moral, mejorando enormemente la visión mundial de ambas en gran parte del planeta y estableciendo vínculos de mayor confianza con el resto de países al tiempo que lastima de forma considerable la perspectiva del entorno OTAN y sus aliados, sino que supondrá unos réditos comerciales formidables.
La desacertada posición egoísta occidental y la acertada posición cooperativa de China y Rusia, unidas a las dificultades que ofrecen las vacunas occidentales para su distribución mundial, un precio más alto y altas dificultades logísticas, pueden decantar la 'Guerra de las Vacunas' del lado de las potencias euroasiáticas.
De hecho, mientras la Unión Europea mantiene una agria, egocéntrica y desafortunada discusión pública por el suministro de la vacuna, el Gigante Asiático está abasteciendo –o lo hará pronto– a Brasil, Indonesia, México, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Chile, Jordania, Perú, Turquía, Botsuana, Marruecos o Congo. Y Rusia no se queda atrás, tras anunciar un 92% de efectividad, ratificado por la prestigiosa revista científica The Lancet, ha sido autorizada en más de veinte países y se posiciona como suministrador esencial para el despechado Viejo Continente. Y es que a día de hoy nadie puede descartar que la vacuna Sputnik V orbite Europa y aterrice en el considerado de forma despectiva por Estados Unidos como 'patio trasero' –Argentina, Bolivia, México, Venezuela, Paraguay, Panamá e incluso Brasil ya han autorizado la vacuna rusa–.
En definitiva, la desacertada posición egoísta occidental y la acertada posición cooperativa de China y Rusia, unidas a las dificultades que ofrecen las vacunas occidentales para su distribución mundial, un precio más alto y altas dificultades logísticas –llegando a necesitar en ocasiones de refrigeración a temperaturas extremas–, pueden decantar la 'Guerra de las Vacunas' del lado de las potencias euroasiáticas.
Una decisión tan egoísta como letal
Si estaba en lo correcto Zbigniew Brzezinski –y no pecaba de ingenuo ni de pícaro– cuando afirmó en 1997 que el fin último de la política norteamericana debería ser formar "una comunidad global verdaderamente cooperativa, de acuerdo con unas orientaciones de largo alcance y con los intereses fundamentales de la humanidad", la gestión de la pandemia, que ha afectado económicamente más a Occidente –y no por casualidad–, y la actual posición al respecto de la vacunación, que está magullando la imagen occidental a nivel mundial, están dinamitando este objetivo y descabalgando a Occidente de la 'Guerra de las Vacunas'.
Además, la guerra blanda por la consecución y venta de la vacuna en la que se han embarcado las primeras potencias también está demoliendo el que, según Brzezinski, quien fuera consejero de Seguridad Nacional de Jimmy Carter, debería ser el primer objetivo de la geopolítica norteamericana: impedir el surgimiento de una gran potencia en Eurasia. De hecho, la gestión de las vacunas y la vacunación y la correspondiente guerra planetaria para su venta parece que se puede convertir en un episodio trascendental, en una más de las ruedas que cambien el orden mundial y, aunque a Estados Unidos y a sus aliados siempre les quedará la fuerza, la coacción, probablemente, el daño ya sea irreparable en términos estéticos, morales, económicos y geopolíticos.
CNN: La creciente distribución de la vacuna rusa Sputnik V en América Latina podría "dañar el prestigio de EE.UU. en la región"
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Una publicación de la cadena subraya que cada vez más países latinoamericanos recurren a Moscú ante la escasez mundial de vacunas disponibles.
El hecho de que la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus esté siendo aprobada por cada vez más países de América Latina "podría dañar el prestigio de EE.UU. en la región", así como "tener consecuencias duraderas en el mundo post-pandémico". Así evalúa la CNN la popularidad y creciente distribución del fármaco ruso por el continente suramericano en un artículo publicado este miércoles.
En la publicación se subraya que, pese a estar considerada tradicionalmente esta región como 'el patio trasero' de EE.UU., "América Latina está recurriendo cada vez más a Moscú para que le ayude a hacer frente a la pandemia" ante la escasez mundial de vacunas disponibles.
El medio pone el ejemplo de Colombia, aliado principal de Washington en la región, que decidió dejar de lado las discrepancias ideológicas y ya tiene firmado un acuerdo de confidencialidad para recibir 2,5 millones de dosis del componente ruso. Bogotá podría adquirir las dosis de Sputnik V, pese a que la expulsión de dos diplomáticos rusos en diciembre bajo sospecha de espionaje derivó en tensiones con Moscú.
Ventajas del fármaco ruso
La CNN hace hincapié en los beneficios del fármaco ruso. En particular, en su precio, de alrededor de 10 dólares por dosis, casi la mitad que la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech (19,50 dólares).
Además, el componente ruso se almacena a una temperatura de -18° C, aunque el Ministerio de Salud ruso aprobó también que el fármaco puede conservarse entre 2 º C y 8 º C para la distribución global. Por su parte, la vacuna de Pfizer debe conservarse a entre -80 º C y -60 º C, un régimen de temperatura que la mayoría de los países de la región latinoamericana no son capaces de asegurar.
Eficacia del 91,6 %
La vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Moscú, utiliza una tecnología de adenovirus humano de dos vectores diferentes, Ad26 y Ad5, que se aplican en dos inyecciones con 21 días de diferencia. La solución no contiene adenovirus humanos vivos, sino vectores adenovirales, que no se multiplican y resultan completamente seguros para la salud.
El pasado martes, la prestigiosa revista médica The Lancet publicó los resultados preliminares de los ensayos de la tercera fase del fármaco ruso, que mostraron que tiene una eficacia del 91,6 %, que no causa efectos secundarios graves y que es apto para todos los grupos de edad.
Hasta la fecha, 27 países han aprobado el uso de la vacuna rusa contra el covid-19, según recoge el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF). En Latinoamérica lo han hecho Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay, México y Nicaragua.
Rusia registra CoviVac, su tercera vacuna contra el coronavirus
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El lanzamiento de la vacunación a gran escala con el fármaco está previsto en la primavera, según las autoridades rusas.
El Ministerio de Salud Rusia ha registrado la tercera vacuna rusa contra el coronavirus CoviVac, según lo anunció el primer ministro del país, Mijaíl Mishustin. El fármaco ha sido creado por el Centro Científico Federal de Investigaciones y Desarrollo de Fármacos Inmunobiológicos M.P. Chumakov.
El alto funcionario ha señalado que las primeras 120.000 dosis de la vacuna CoviVac "se lanzarán a la circulación civil a mediados de marzo".
Actualmente, en Rusia, la población puede vacunarse contra el covid-19 con la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Centro Gamaleya junto con el Fondo de Inversión Directa de Rusia (RDIF), cuyo fármaco se convirtió en la primera vacuna registrada del mundo contra el coronavirus.
Además, en octubre pasado, las autoridades sanitarias registraron otra vacuna, llamada EpiVacCoron, desarrollada por el centro de virología y biotecnologías Véktor.
Los ensayos clínicos
Los creadores de CoviVac todavía no han pasado a la tercera fase de ensayos clínicos con un número de participantes estadísticamente relevante.
En la primera fase participaron un total de 200 personas, 150 de las cuales recibieron la vacuna y otras 50 el placebo en forma de hidróxido de aluminio. La segunda fase de ensayos clínicos también contó con la participación de 200 personas, pero a diferencia de la primera fase, cuando los investigadores estudiaban la seguridad de la vacuna, durante la última etapa ya se enfocaron en la formación de anticuerpos y la inmunogenicidad, en otras palabras, la capacidad de activar el sistema inmunitario e inducir una respuesta inmune al coronavirus.
El profesor Gueorgui Ignátiev, que encabeza el departamento de virología general y es jefe adjunto para la Calidad e Innovación en el centro Chumakov, sostiene que la vacuna no debería resultar más traumática para el organismo que otros fármacos y detalló que durante la primera y segunda fase de los ensayos clínicos ningún voluntario desarrolló divergencia alguna después de la inyección.
Una vacuna muerta
A diferencia de las vacunas rusas anticovid Sputnik V y EpiVacCorona, la CoviVac prevé la inyección de la segunda dosis dos semanas después de la primera inoculación en lugar de tres semanas, lo cual es importante en condiciones de una pandemia, precisó el científico.
La principal diferencia entre la CoviVac y otras vacunas es que se trata de una vacuna muerta, es decir, que se basa en elvirus inactivado, y por lo tanto, es incapaz de provocar la enfermedad. Los científicos usaron el cultivo celular ruso que reproducen en el centro tras tomar muestras de los pacientes hospitalizados que contrajeron el covid-19.
"Somos mejores porque en nuestra vacuna están representadas más proteínas, tenemos representadas todas las proteínas virales en nuestro fármaco. En otras palabras, no se trata de unos trocitos, sino de todo", explicó Ignátiev a RT cuando le preguntaron en qué era mejor la CoviVac que sus análogos de los centros Gamaleya y Véktor.
Los investigadores del centro Chumakov cuentan con que el organismo reaccione a su vacuna de forma más global y que "la reacción del organismo sea recíproca" después de la inyección, agregó el científico.
¿Quién puede vacunarse?
Basándose en los datos preliminares sobre la vacuna del centro Chumakov, sus creadores la dan por segura para los mayores de edad entre 18 y 60 años. Vacunarse con la CoviVac a los 80 "tal vez también sea seguro, pero no está demostrado", señaló Ignátiev con cautela, dando a entender que para este grupo de edad hace falta una mayor investigación y a lo mejor esto se aclarará durante la tercera etapa de los ensayos clínicos.
Lo que Ignátiev desaconseja es vacunar a los menores de edad, porque su sistema inmune difiere del de los adultos y los efectos de la vacuna en los niños aún no han sido estudiado
Cuba inicia la última fase de prueba de la 'Soberana 02', la candidata vacunal contra el covid-19 más avanzada de Latinoamérica
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Cuba está lista para iniciar las pruebas de fase III del candidato vacunal 'Soberana 02' contra el coronavirus, que podría convertirse en breve en el primer fármaco contra la enfermedad desarrollado íntegramente en Latinoamérica. Según estiman desde la isla, de avanzar en esta última etapa, el medicamento podría comenzar a aplicarse a partir del mes de abril.
Este miércoles, el Centro de Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) de Cuba aprobó la autorización para los ensayos clínicos que deberán demostrar la eficacia y seguridad de la Soberana 02 como vacuna para el covid-19, según confirmó la empresa farmacéutica BioCubaFarma, a cargo del proyecto.
Para ello, unas 44.000 personas, de entre 19 y 80 años de edad y residentes en ocho municipios de La Habana, recibirán cerca de 150.000 dosis.
Cuba comenzó a producir a gran escala la Soberana 02 a partir de mediados de febrero. La compañía estatal BioCubaFarma espera poder desarrollar unas 100 millones de unidades para un total de 11 millones de habitantes, por lo que las autoridades ya adelantaron que habrá dosis a disposición de otras naciones.
Rolando Pérez Rodríguez, director de la compañía estatal centroamericana, afirmó al diario argentino Página 12: "Vamos a poder vacunar a toda la población antes de fin de año, pero también tendremos capacidad de producción para ofrecerla otros países que la demanden".
"Se trata de compartir con el mundo lo que somos, la respuesta que Cuba puede dar al problema de la pandemia", añadió Pérez Rodríguez.
¿Cómo funciona Soberana 02?
Soberana 02 funciona de manera similar a otras vacunas que se encuentra desarrollando Cuba. Su acción se basa en un tipo de antígeno que se utiliza en la zona de la proteína espiga, que es la parte del virus que sirve para infectar la célula.
Este fármaco es una vacuna conjugada, lo que significa que un antígeno se fusiona con una molécula portadora para reforzar su estabilidad y eficacia. En este caso, el antígeno es una toxina del tétano, que se une al dominio receptor-obligatorio (RBD), que se encuentra en una subunidad de la proteína S –proteína espiga–, que es la que utiliza el virus para adherirse a la célula.
El SARS-CoV-2 entra en las células del organismo a través de la proteína ACE 2, presente en pulmones, corazón, riñones e intestino. Para ello, el virus se une mediante la proteína S a la ACE 2 y consigue introducir su material genético en las células, infectándolas.
Al tener adherida la toxina del tétano, cuando el virus intenta ingresar a la célula se genera una respuesta inmune contra la toxina, que impide su entrada.
De este modo, el suero genera anticuerpos neutralizantes que evitan la interacción del SARS-CoV-2 con la enzima convertidora de angiotensiva 2 (ACE2), vía de entrada a la infección.
Esta tecnología, que ya ha sido usada con éxito en la fabricación de otras vacunas por científicos cubanos, tiene la ventaja de su fácil conservación, ya que tan solo requiere temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados.
En las dos fases anteriores de los ensayos clínicos ya ha mostrado capacidad de inducir anticuerpos, y ahora se comprobará cual es la capacidad de esos anticuerpos de inhibir el virus.
Cinco vacunas cubanas en desarrollo
Para la producción de la vacuna se ha conformado una alianza entre el Centro Nacional de Biopreparados BioCen, el Instituto Finlay de Vacunas (IFV) y el Centro de Inmunología Molecular (CIM). Si bien hay en la isla caribeña cinco proyectos de medicamentos para la prevención de la enfermedad causada por el SARS-COV-2, este es el más avanzado de todos.
Los otros países de la región que están desarrollando su propio antígeno son México, Chile, Brasil y Argentina.
De los cinco fármacos en los que el país caribeño está trabajando, dos están a cargo del IFV, la Soberana 02 y la Soberana 01, que concluyó la fase I de ensayos clínicos y en los próximos días se divulgarán los resultados. A estas se sumó recientemente la Soberna 01A, que inicia la primera etapa de pruebas.
Las otras dos las produce el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba, y son la Mambisa, único candidato cubano que se administra vía intranasal, y la Abdala, que en breve comenzarán su fase III en las provincias de La Habana, Santiago y Guantánamo, con más de 85.000 voluntarios, según confirmó el presidente Miguel Díaz-Canel.
En todos los casos se utiliza como antígeno la proteína RBD, que une al cuerpo viral con la célula humana.
Para enfrentar las dificultades que representa el bloqueo, Cuba también elabora cinco modelos de respiradores pulmonares artificiales. Estos son diseñados por el Grupo de la Industria Electrónica, la Informática, la Automatización y las Comunicaciones de Cuba (Gelect), que presentará los prototipos para su evaluación al Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed), informó el diario Granma.
A principios de marzo, con la aparición de los primeros contagios, La Habana intentó comprar ventiladores pulmonares a las empresas suizas IMT Medial AG y Acutronic, pero al ser adquiridas por la compañía norteamericana Vyaire Medical Inc., ambas firmas cancelaron la relación comercial, al someterse al cumplimiento de las disposiciones que Washington mantiene hace 60 años, y que en el último tiempo han recrudecido.
Mientras la isla avanza en la elaboración de un antídoto eficaz que ponga un freno a la crisis sanitaria, se registra un repunte de casos y muertes récord desde el inicio de la pandemia, que ha obligado al regreso de las restricciones.
De hecho, febrero ha sido el mes con más contagios y decesos desde que se detectó el primer positivo en el país. En 28 días, hubo 15.536 infectados y 108 fallecidos.Cuba