Fidel Castro, comandante y líder de la revolución cubana que le llevó al poder en 1959, anuncia a través del diario oficial "Granma" que deja la presidencia de Cuba. (Hace 6 años)
En este día, el Presidente John F. Kennedy anuncia al mundo por televisión que sus aviones espía han descubierto la existencia de bases de misiles nucleares soviéticos en Cuba y ordena el bloqueo naval a la isla, a la vez que exige el desmantelamiento inmediato de dichas bases. Durante los seis días siguientes, nuestro planeta estará al borde de la guerra nuclear. Finalmente, el 28 de octubre, el líder soviético Nikita Kruschev anunciará al mundo su buena disposición para retirar las armas, gracias a un acuerdo confidencial en el que EE.UU. se compromete a no invadir Cuba. En noviembre, Kennedy ordenará el levantamiento del bloqueo naval y a finales de año, las bases cubanas de misiles estarán totalmente desmanteladas. (Hace 51 años)
Un U2, avión espía norteamericano, regresa a su base tras una misión rutinaria sobrevolando la isla de Cuba. A bordo lleva unos negativos fotográficos que muestran unas instalaciones militares con gran movimiento de personal y tropas en torno a ellas. Parecen ser plataformas de lanzamiento de misiles de medio alcance. En Washington la CIA estudia las ímágenes a fondo y no habrá lugar a dudas: son silos para armas atómicas que estarán operativos en poco tiempo. El presidente estadounidense John F. Kennedy, consultará con sus asesores las alternativas posibles para enfrentar el hecho: diplomáticas, bloqueo militar, invasión, ataque aéreo... Finalmente se impondrá el bloqueo y el 22 este mismo mes Kennedy anunciará el bloqueo naval en torno a la isla para impedir la llegada de más misiles nucleares. Al mismo tiempo solicitará a la URSS la inmediata retirada de las armas atómicas de Cuba. Durante unos días el mundo estará al borde del holocausto nuclear y, finalmente, Krushchev aceptará las demandas de Kennedy. El 26 de octubre anunciará que los cohetes con cabezas nucleares serán retirados de Cuba, poniendo fin a la Crisis. (Hace 51 años)
Rendición de una fuerza de invasión que ha pretendido acabar con la revolución castrita de Cuba y que desembarcó en bahía de Cochinos el 17 de este mismo mes. 100 invasores han muerto y 1.200 son capturados. Esta invasión, apoyada por Kennedy, supondrá una gran humillación para la administración estadounidense. (Hace 52 años)
Se produce el desembarco de 1.400 cubanos anti-castristas en Bahía de Cochinos (Cuba), secretamente financiados, reclutados y entrenados por la CIA con el fin de acabar con el régimen de Fidel Castro. El presidente norteamericano John F. Kennedy, disgustado con el régimen comunista que Castro ha impuesto tras su revolución, aprueba personalmente la invasión, pero cuando le informan que la operación está destinada al fracaso se echa atrás en la importante orden de apoyo aéreo. Tres días después, las tropas invasoras, abandonadas por Kennedy y el ejército estadounidense, se tendrán que rendir ante la evidencia. 100 cubanos invasores morirán en los combates. La operación supondrá una humillación enorme para la administración Kennedy y aumentará significativamente las tensiones entre los dos bloques. Hasta que Norteamérica no conceda una ayuda humanitaria a Cuba, cifrada en millones de dólares, Castro se negará a que los cubanos apresados durante la invasión regresen a los Estados Unidos. (Hace 52 años)
En La Habana, Fidel Castro jura su cargo como primer ministro cubano, tras seis años de guerrillas contra el dictador Fulgencio Batista. Poco después Fidel Castro pondrá en marcha una profunda reforma agraria, nacionalizará empresas estadounidenses, y designará un gobierno de claro corte marxista. (Hace 55 años)
Tras haber abandonado el dictador Fulgencio Batista el 1 de enero la isla de Cuba, en el día de hoy Fidel Castro entra triunfante en La Habana con su ejército de "barbudos". (Hace 55 años)
Durante la Revolución Cubana contra el régimen de Batista, tiene lugar la Batalla de Santa Clara, liderada personalmente por Ernesto "Che" Guevara que en plena ofensiva, ocupa la citada población y divide en dos la isla. Esta acción resulta de importacia estratégica en el triunfo final de la revolución en Cuba, no sólo porque se toma por primera vez la capital de una provincia, sino también porque en la misma se captura el último recurso militar de la tiranía: un tren blindado completamente cargado de soldados y armas. (Hace 55 años)
Mientras se entrenan con la intención de invadir la isla de Cuba, 20 opositores del dictador cubano Fulgencio Batista son detenidos en México. Entre ellos se hallan Fidel Castro y Ernesto "Che" Guevara. El grupo se llama "26 de julio", y se encuentra en un campo de entrenamiento que tiene un arsenal en el rancho Santa Rosa, en Chalco, a 35 kilómetros de la Ciudad de México. Poco tiempo después de esta detención serán puestos en libertad y recuperarán su arsenal para continuar con su entrenamiento, y el 25 de noviembre zarparán del puerto de Tuxpan en el yate "Granma", para iniciar en Cuba el derrocamiento del régimen dictatorial de Batista. (Hace 57 años)
El gobierno estadounidense, tras un acuerdo alcanzado con el de Cuba, comienza a pagar el arriendo, sin límite temporal, de los terrenos de bahía Guantanamo. El precio: 2.000 dólares anuales. (Hace 110 años)
Tomás Estrada se convierte en el primer presidente de la República de Cuba tras el traspaso de poderes por parte de Estados Unidos que ocupaba la isla desde 1898. (Hace 111 años)
La Asamblea Constituyente cubana, reunida en sesión secreta, aprueba la incorporación de la Enmienda Platt como apéndice a la Constitución de la República, lo que supone convertir la isla en protectorado estadounidense con poca o ninguna independencia. (Hace 112 años)
En la isla de Cuba, que se haya militarmente ocupada por Estados Unidos, la Asamblea Constituyente aprueba la primera Constitución del país. Tan sólo un mes antes, el 21 de enero, se habían iniciado los debates sobre el proyecto. (Hace 112 años)
Mediante el Tratado de Paz entre los Estados Unidos de América y el Reino de España, queda proclamado hoy en Washington que "España renuncia todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba". Igualmente, en el mencionado Tratado también se recoge que "España cede a los Estados Unidos la Isla de Puerto Rico y las demás que están ahora bajo su soberanía en las Indias Occidentales, y la Isla de Guam en el Archipiélago de las Marianas o Ladrones", entre otros muchos acuerdos. (Hace 114 años)
En París (Francia), España y EE.UU. firman un tratado por el que España renuncia a Cuba a favor de EE.UU. y le cede, además, el archipiélago de las Filipinas, Puerto Rico y las demás plazas de soberanía española en las Indias Occidentales y la isla de Guam en las Marianas. EE.UU. paga por ello 20 millones de dólares así como la liberación mutua de prisioneros y el respeto a las propiedades. Estados Unidos se compromete a conceder la independencia a Cuba. (Hace 115 años)
En el contexto de la guerra hispano-estadounidense, tiene lugar la rendición española de Santiago de Cuba y la firma del armisticio entre ambos contendientes. (Hace 115 años)
6.000 soldados norteamericanos desembarcan cerca de Santiago de Cuba, a donde ha conseguido llegar la escuadra española al mando del almirante Cervera. (Hace 115 años)
En el puerto de La Habana (Cuba), a las 21:40 h, el crucero norteamericano Maine salta en pedazos por una explosión en su proa que causa la muerte a 264 marineros y 2 oficiales. A pesar de que la mayoría de oficiales destinados a investigar el caso considerarán la explosión como consecuencia de una combustión espontánea de polvo de carbón en el interior del barco, el presidente estadounidense McKinley iniciará los preparativos bélicos. La denominada Guerra de Cuba, entre Estados Unidos y España está a punto de comenzar. (Hace 116 años)
Comienza en Baire la Guerra de Cuba, insurrección contra el dominio español al negarse el gobierno de España a reformar el régimen colonial vigente en la isla caribeña. Ante el estallido, España responde enviando 9.000 soldados, suspendiendo las garantías constitucionales y aplicando la censura de prensa. El 21 de marzo, Cánovas del Castillo aprobará el envío de otros 7.000 soldados más. La guerra concluirá en 1998 mediante los acuerdos de París, concretando la futura independencia de Cuba para 1902. (Hace 118 años)
En Cuba, el abogado Carlos Manuel de Céspedes, reune en Damajagua a un numeroso grupo que, junto con sus esclavos a los que declara libres, se lanza a luchar por la libertad y la independencia de la isla. (Hace 145 años)
En Cuba, una escuadra inglesa con más de 50 navíos y 14.000 hombres aparece frente a La Habana, sorprendiendo a las autoridades españolas, que en el puerto cuenta con 14 buques de guerra anclados. El gobernador de la Isla, Prado Portocarrero, adopta medidas apresuradamente y pone en pie de guerra a todos los pobladores. Con el fin de imposibilitar la entrada de buques enemigos en el puerto, la entrada es cerrada con cadenas a la vez que ordena hundir tres embarcaciones. La Habana resistirá heroicamente y no será hasta el 12 de agosto, cuando logren rendir la defensa del Castillo del Morro, que los ingleses vean cumplido su objetivo tras someterla a un sangriento ataque y bombardeo. (Hace 271 años)
En Cuba, los frailes dominicos fundan la Universidad de La Habana ocupando el lugar del antigüo convento de San Juan de Letrán con el nombre de Real y Pontificia Universidad de San Jerónimo. En 1842 será secularizada por el gobierno de España. No será hasta mayo de 1902 cuando se produzca el traslado al lugar que ocupa actualmente en lo alto de la colina universitaria, una antigua instalación militar de los españoles. (Hace 292 años)
Tras haber sido fundada en nombre de los Reyes de España el 25 de julio de 1514, día de San Cristóbal al cual debe su nombre de Villa de San Cristóbal de La Habana y haberse convertido a partir de 1556 en la capital de la isla, pasando a ser el centro de las operaciones del gobernador español que se trasladó desde Santiago de Cuba, no es hasta el día de hoy cuando a La Habana, al lado de una hermosa bahía, se le otorga definitivamente el título de Ciudad mediante una Real Cédula del rey Felipe II. (Hace 421 años)
La ciudad de La Habana (Cuba) resulta asaltada por el corsario francés Jacques De Sores, quien, al no dársele el rescate que pide, la incendia y destruye totalmente. El gobernador doctor Gonzalo Pérez de Angulo huye a refugiarse en Guanabacoa, desde donde toma la decisión tardía de tratar de reconquistar La Habana, logrando que De Sores, en represalia, pase a cuchillo a la mayoría de los españoles que tiene cautivos. Jacques De Sores partirá insatisfecho el 5 de agosto después de asolar las haciendas vecinas y tras ahorcar a algunos esclavos negros por no pagársele rescate por los mismos. Durante unos meses, otros corsarios y piratas consumarán la destrucción de la villa. Tras estos hechos las autoridades españolas establecerán sistemas defensivos, en especial, en Santiago de Cuba y La Habana, construyendo fortalezas en ambas costas de la isla. (Hace 458 años)
Aunque fundada en 1513 en otro asentamiento hoy llamado Surgidero de Batabanó, Diego de Velázquez de Cuéllar traslada la ciudad de la Habana a la Bahía, lugar que ocupa actualmente, donde las condiciones de habitabilidad son mucho mejores. En el día de hoy se oficia la primera misa y se da por fundada oficialmente, en nombre de los Reyes de España, la Villa de San Cristóbal de La Habana en su nuevo emplazamiento. (Hace 494 años)
El conquistador español Hernán Cortés y sus hombres comienzan su expedición adentrándose en tierras de México tras haber ordenado quemar sus naves, para zanjar la disputa con los partidarios del gobernador Diego de Velázquez, que mantienen que hay que regresar a Cuba porque la expedición se puede dar por concluida. Intuyendo la riqueza de Tenochtitlán, Cortés y la mayoría de sus capitanes y tropas están en desacuerdo. Para zanjar la cuestión, Hernán Cortés ordena varar y quemar todas las naves. De este modo todos se tienen que rendir ante las evidencias, no quedándoles más remedio que adentrarse en los nuevos territorios. (Hace 494 años)
De Santiago de Cuba zarpa rumbo a México la expedición de Hernán Cortes. Tras diez días de navegación llegarán a la isla de Cozumel desde donde se dirigirán hacia Tabasco. Allí se enfretarán con los indígenas que saldrán derrotados. Cortés y sus hombres continuarán con su expedición para fundar la ciudad de la Villarrica de la Vera Cruz. Aquí Cortés oirá de la existencia del imperio Azteca con cuantiosas riquezas, por lo que el conquistador decidirá aventurarse en la empresa de su conquista. Para ello contará con la alianza de los indios toltecas y tlaxcaltecas cuyos pueblos están enfrentados con los aztecas. (Hace 495 años)
De Santiago de Cuba parte una expedición formada por tres naves, organizada por Diego Velázquez, gobernador de la isla. 110 españoles, a las órdenes de Hernández de Córdoba tienen como objetivo la conquista de México. Tras 21 días de navegación, descubrirán la península del Yucatán, arribando a la isla de Cozumel, frente a la costa yucateca. Continuarán por Campeche y seguirán hasta el río Champotón, donde serán atacados por treinta mil indígenas que les causarán enormes bajas. Hernández de Córdoba se tendrá que retirar malherido y regresará a Cuba con sólo dos de los suyos. Poco después fallecerá como consecuencia de las heridas recibidas. (Hace 497 años)
En la localidad cubana de Birán nace Fidel Castro Ruz, militar, revolucionario, estadista y político cubano que en 1955 se exiliará en México, desde donde preparará una guerrilla revolucionaria contra la dictadura del general cubano Fulgencio Batista. A finales de 1956 partirá a bordo del yate Gramma con un contingente de 80 hombres que al llegar a Cuba se establecerán en la Sierra Maestra. En 1958 llevarán a cabo con éxito la ocupación de Santiago y desde allí Fidel Castro lanzará la ofensiva final que recorrerá la isla de este a oeste, hasta entrar en La Habana en 1959. Será mandatario de su país como primer ministro desde 1959 hasta 1976 y presidente desde entonces hasta 2008. (Hace 87 años)
Nace en Banes, Cuba, Fulgencio Batista, que en 1952 con el grado de sargento dará un golpe de Estado, y asumirá de manera dictatorial el mando del ejército y la presidencia de la República de Cuba, hasta su derrocamiento el 1 de enero de 1959 por Fidel Castro y sus fuerzas revolucionarias. (Hace 113 años)
Nace en Matanzas (Cuba), Armando Carnot Veulens, graduado en el año 1905 como cirujano dental. Prestará ayuda y atención a varios gremios de trabajadores en su ciudad natal. Será conocido como el médico de los pobres. Fallecerá en La Habana en 1926. (Hace 130 años)
En la ciudad cubana de La Habana, nace José Martí, que será político republicano democrático, pensador, periodista, filósofo y poeta, fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria para liberar a Cuba del dominio español. Pertenecerá al movimiento literario del modernismo y será combatiente, general mayor del ejército de liberación. Su prematura muerte a los 42 años de edad en una emboscada, lo convertirá en mártir de la lucha independentista cubana contra el dominio español. (Hace 161 años)
En Bayamo (actual Granma, Cuba), nace Carlos Manuel de Céspedes del Castillo, que será el líder de la independencia cubana en sus inicios. Se levantará en armas contra el gobierno español el 10 de octubre de 1868 y liberará a sus esclavos invitándoles a unirse a la lucha anticolonialista. Será Mayor general del Ejército Libertador y Primer Presidente de la República de Cuba en Armas. En 1873 será depuesto como presidente. El 27 de febrero de 1874 caerá en desigual combate contra las tropas españolas. (Hace 194 años)
Muere en La Habana, Cuba, el periodista y poeta Nicolás Guillén, máximo representante de la llamada poesía negra centroamericana y comprometido con las actividades culturales y políticas de su país, por lo que llegó a ocupar cargos importantes en la diplomacia a raíz del triunfo de la revolución cubana. (Hace 24 años)
José Martí, poeta cubano y combatiente, general mayor del ejército de liberación, resulta muerto a los 42 años en una emboscada por soldados españoles en Dos Ríos (Cuba). Su prematura desaparición lo convertirá en mártir de la lucha independentista cubana contra el dominio español. (Hace 118 años)
Isla de la Juventud se convirtió en el primer equipo clasificado para la segunda etapa de la Serie Nacional de Béisbol, al vencer tres carreras por una a Guantánamo, y ahora comparte la cima del torneo con Villa Clara.
Con sede en el estadio Nguyen Van Troi, los primeros en anotar fueron los anfitriones guantanameros, quienes marcaron una en la parte baja de la séptima entrada, pero los pineros reaccionaron en la novena con tres, según el sitio web de la Federación Cubana de este deporte.
La victoria fue para el relevista Héctor Manuel Mendoza, que consiguió su quinto triunfo con un revés, apoyado por ofensiva de cinco imparables, por cuatro sus rivales, mientras que la derrota correspondió a Leyan Lores, uno de los cinco lanzadores utilizados por los perdedores.
Mendoza sustituyó al abridor Wílber Pérez, quien propinó su ponche número mil en Series Nacionales.
Villa Clara, campeón defensor, superó 3-2 a Holguín, mientras que Matanzas, el más cercano perseguidor de los punteros, cayó 3-6 ante Mayabeque.
Por los numeritos de la tabla de posiciones, los villaclareños y matanceros pudieran ser los próximos planteles en conseguir el boleto para la segunda y última fase, en la que estarán los primeros ocho elencos.
En los restantes encuentros de este miércoles, Las Tunas aventajó 1-0 a Camaguey, Cienfuegos le ganó 14-7 a Granma, Artemisa dispuso 7-1 de Sancti Spíritus, y Pinar del Río derrotó 7-1 a Santiago de Cuba.
Yosvani Torres, ganador del encuentro Santiago-Pinar, se convirtió en el primer lanzador que consigue siete triunfos en lo que va de certamen, con una sola derrota.
El partido entre Industriales y Ciego de Ávila fue sellado con empate a siete carreras, por lo que hoy jugarán doble juego.
Este jueves concluirán las actuales subseries particulares, las penúltimas de la primera etapa del campeonato.
Isla de la Juventud, Las Tunas, Cienfuegos, Artemisa y Ciego de Ávila trataran de lograr el éxito que les permitirá barrer a Guantánamo, Camaguey, Granma, Sancti Spíritus e Industriales, en ese orden.
Por su parte, los desafíos Santiago de Cuba-Pinar del Río, Matanzas-Mayabeque y Holguín-Villa Clara definirán el vencedor, ya que en todos, los equipos tienen una victoria.
En zona de clasificación están, Villa Clara, con 25 éxitos y 15 reveses, Isla de la Juventud (26-15), Matanzas (25-15), a medio juego, Industriales (23-14-1), Holguín (24-17-2), Pinar del Río (23-17-2,5), Santiago de Cuba (22-18-3.5) y Ciego de Ávila (21-19-4,5), según el sitio web de la Federación Cubana de este deporte.
Matanzas conjugó su triunfo del martes 4-3 sobre Mayabeque con el revés 1-6 de Villa Clara contra Holguín para escalar al primer puesto de la clasificación general del 53 Campeonato Cubano de béisbol.
Los matanceros, dirigidos por Víctor Mesa -quien a su vez es manager de la selección nacional-, fijaron en 25-14 su balance de victorias y derrotas, medio juego por delante de Villa Clara, segundo en la tabla.
Asimismo, el holguinero Maikel Cáceres se apoderó del liderato de bateo, al ligar dos sencillos, un doble y un cuadrangular en cuatro veces al bate, durante el triunfo de su equipo sobre la escuadra villaclareña, representante de Cuba en la próxima Serie del Caribe, del 1 al 8 de febrero de 2014.
Con ese estupendo desempeño individual, Cáceres elevó su porcentaje ofensivo hasta .405, amén de mantenerse como cabecilla en los departamentos de hits (64 en 158 turnos) y dobletes (18).
Este resultado garantizó la presencia de Holguín en la segunda etapa del torneo. Los cachorros exhiben balance positivo de 24 éxitos y 16 derrotas, válido para anclar en el quinto puesto de la clasificación general.
En otros partidos de la jornada, Ciego de Ávila superó 3-2 a Industriales, Santiago de Cuba doblegó 8-1 a Pinar del Río, Cienfuegos sorprendió 3-1 a Granma, Artemisa derrotó 2-1 a Sancti Spíritus, Las Tunas venció 5-4 a Camagüey e Isla de la Juventud ganó terreno con su éxito 9-2 ante Guantánamo.
Alain Resnais, decano de la Nouvelle Vague, aquel movimiento que aflojó los corsés autorales del cine con un emocionante grito de libertad, ha muerto en París, dónde si no, a los 91 años. Tras él queda una filmografía repleta de títulos memorables, como Hiroshima mon amour,La religiosa,La guerra ha terminado u On connait la chanson. Hombre inclasificable y de contagiosa vitalidad, trabajó mucho más allá de la jubilación: su última película, Amar, beber, cantar es de este mismo año y le valió los premios Alfred Bauer en la Berlinale y el de la Crítica Internacional FIPRESCI en ese mismo festival.
Para los cachorros de la nueva ola, como François Truffaut, Jean-Luc Godard o Louis Malle, ejerció en cierto modo de padre. No es solo que fuera algo mayor que ellos, es también que sus primeros trabajos, La noche y la niebla (1955), sobre los campos de concentración nazis, o Hiroshima mon amour (1958), más que una película, un estado mental, desbrozaron el camino para aquellos muchachos prestos a empuñar la cámara como un estandvaguearte y a encadenarse a la puerta de la cinemateca por algo tan aparentemente desprovisto de compromiso como un trávelin, pura cuestión moral. Su obra estuvo íntimamente ligada a la literatura: adaptó a grandes autores como Marguerite Duras, Alain Robbe-Grillet o Jorge Semprún.
Nacido en 1922 en Vannes (Morbihan), hijo de un farmacéutico, realizó su primer cortometraje a los 13 años. Para su generación, resultó el invento más puramente prodigioso del siglo XX. En lo personal, Resnais no se prodigaba en los medios de comunicación. Se casó en 1969 con la que entonces era su ayudante, Florence Malraux, y desde los años ochenta vivía con su musa Sabine Azéma, con quien se casó en 1998.
Tras conocer la noticia de su muerte, el presidente del Festival de Cannes, Guilles Jacob, recordó una célebre frase del genial autor de filmes como El año pasado en Marienbad (1961), Stavisky (1974), La vida es una novela (1983), On connaît la chanson (2003), o Las malas hierbas (2009). “Hacer películas está bien, pero ver películas es mucho mejor”, decía Resnais.
Cuba (representada por el campeón nacional Villa Clara) enfrentará a México en la apertura de la Serie del Caribe de béisbol en su edición del 2014, prevista para efectuarse en la isla venezolana de Margarita (estado de Nueva Esparta) del 1 al 8 de febrero, informaron los organizadores.
Según el calendario del evento, en la primera jornada también se verán frente a frente las escuadras de Puerto Rico y República Dominicana, en un choque que marca el inicio del torneo.
En el programa difundido por el Comité Organizador, se establece el sistema de todos contra todos a una sola vuelta, con un día de descanso para cada país, y la escuadra que ocupe la quinta posición quedará sin opciones de avanzar a la discusión del título.
Los primeros cuatro equipos pasarán la primera ronda, para enfrentarse en semifinales (uno contra cuatro y dos contra tres), en jornadas de un partido.
De esa forma, los ganadores avanzarán a la final, que se disputará el 8 de febrero.
Cuba tendrá como rival en la segunda fecha (2 de febrero) a Venezuela, mientras un dia después chocará con República Dominicana y el 4 de febrero jugará ante Puerto Rico.
Durante el tiempo que participó en el certamen, Cuba se coronó en siete de 12 oportunidades, todas antes de 1960.
Después vino la guerra. Foto: Carolina Vilches/Vanguardia.
Hace poco –tan poco que podríamos decir que ocurrió ahorita-, el Sandino fue testigo de un show a la usanza de Hollywood, salpicado por dosis de violencia y desacato, crispación delirante y lenguaje de adultos. La cámara húngara (¿cubana?) se armó a raíz de un pelotazo de Vladimir García a Ramón Lunar, que derivó en la inmediata expulsión del lanzador en el mismo episodio de apertura.
Ahí no paró la cosa: más bien, solo estaba empezando. La cueva de los Tigres explotó cual si tuviera dinamita, y el umpire envió también a los vestuarios a Roger Machado, convoyado con un integrante de su Estado Mayor.
Contrario a lo que podría pensarse, no fue ese el final de la historia. El manager avileño retiró a sus hombres del diamante, y recibió la orden de regresarlos al campo en un plazo de cinco minutos, so pena de perder el compromiso por forfeit.
Pasaron diez, quince minutos… Veinte… Veinticinco… Parecía que el peso del reglamento caería, inexorable, sobre la decisión de Ciego de Ávila. Sin embargo, aquello no era aún el desenlace.
A falta de tan solo dos minutos para cumplirse media hora de juego detenido, una enigmática llamada telefónica convenció a Machado de continuar con la disputa del encuentro. Fue en ese instante que explotó la cueva de los anfitriones, exigiendo respeto por lo estipulado.
Mas, ¿cree usted que eso fue todo? Por supuesto que no. Faltaba justamente lo mejor: la misteriosa voz de marras –sabe Dios desde dónde, pero difícilmente sepa Dios con qué pretexto- determinó que el árbitro de home debía intercambiar su posición con el de la antesala. “Trínquenme ahí a ese hombre”, habría dicho Lino Novás Calvo. Y justamente así se hizo.
Alguien me emplaza en público a que escriba sobre el desaguisado en que desembocó el partido. Y la primera palabra que me viene a la cabeza es “desconcierto”. Porque la película rodada en el Sandino tuvo acción gratuita y pésimo suspenso, pero su pasaje más terrible fue cuando se adentró en la comedia del absurdo.
Paso a paso. Lo primero es que no creo que Vladimir, sabedor de lo que representaba el choque para Ciego, haya golpeado intencionalmente a Lunar. Verdad: el muchacho venía de dar dos jonrones el día antes, y hace unos años le decidió un partido memorable al moronense. Pero así y todo, no puedo imaginar que fuera adrede. Menos aún si tomo en cuenta que el dead ball apareció al tercer envío ante Lunar, y que la bola le pegó en el antebrazo.
(Al primer lanzamiento y buscando costillas o cabeza: tal es el modus operandi de los asesinos natos del montículo).
Lo segundo es que Lorién Lobaina, el umpire, debió apelar más al sentido común que al impulso sanguíneo. Eso, a menos que dispusiera de una prueba incontestable –despojada del más elemental viso especulativo- sobre la no accidentalidad del pelotazo.
Lo tercero es que Roger Machado estaba en todo su derecho de quejarse, inclusive de protestar el juego, pero la razón lo dejó de asistir en el preciso instante en que la ira le cegó los ojos y el buen juicio, hasta el punto de sacar a sus hombres del terreno. Recordémoslo siempre: hay un público sentado en las tribunas, y ese público es el corazón central del béisbol.
Lo cuarto es evidente: cinco minutos no equivalen a media hora, y la ley –la palabra del árbitro- está para cumplirse a pie juntillas, inclusive en el caso de que surjan misteriosas llamadas telefónicas. (Llegado este punto, me gustaría saber por qué, habiendo un comisario de partido en cada encuentro, es preciso esperar una llamada para dilucidar las situaciones peliagudas).
Lo quinto es que, con todo el fundamento de este mundo, Villa Clara rechazó acaloradamente la reanudación del desafío.
Por último, lo sexto es lo peor. Lo más incongruente. Lo sexto fue que, desde el otro lado de la línea, aquella voz (un Garganta Profunda tropical) movió las piezas del tablero arbitral a su antojo, y al desvestir a un santo para vestir a otro les quitó a ambos la autoridad sobre el destino de aquel choque.
Tan solo dos subseries le restan al calendario de la clasificatoria beisbolera cubana*, y todavía hay lucha. Dura lucha, como es de suponer que ocurra en un tramo tan corto de campaña, donde apenas hay tiempo para que la caravana se disperse demasiado.
Pero a la espera de que alguna vez seamos como debemos ser (digamos, algo así como un campeonato largo de seis u ocho escuadras), le propongo revisar la tabla de posiciones y el schedule para encontrar algunas pistas sobre quiénes sobrevivirán al primer corte de la Serie.
Empecemos por descartar las posibilidades de Las Tunas (16-21), Cienfuegos (15-24), Camagüey (15-24), Sancti Spíritus (12-27) y Guantánamo (12-27). Además, otorguemos pasaportes por adelantado a Villa Clara (24-13), Industriales (23-13), Matanzas (24-14) y la Isla (24-15).
De tal modo, nos quedan siete equipos peleando por cuatro boletos. Sin embargo, me parece que dos de dichos tickets están casi concedidos, pues tan solo una patética caída en barrena esfumaría las opciones de Holguín (23-16) y Pinar (23-16).
(Cierto es que ambos tendrán compromisos exigentes en el cierre, pero sus eliminaciones solo caben en las matemáticas y alguna que otra mente enajenada. Los Vegueros de Urquiola recibirán a Santiago y Villa Clara, en tanto los Cachorros visitarán a los propios Naranjas y a Industriales. Para que uno de ellos termine sin boleto, deberá perder cinco o seis veces, y que alguna de las novenas que acechan en la tabla logre ese mismo número de triunfos).
De modo que, por esta vez, dejemos a un lado la aritmética y démosle el crédito al sentido común: a estas alturas únicamente falta por repartir dos pasaportes, y hay un total de cinco escuadras en combate. Adentrémonos en ese panorama…
Ahora mismo, Santiago (21-18) y Ciego de Ávila (20-19) copan los últimos puestos de privilegio. Las Avispas son pura historia y garra, tienen a un Olivera que va tomando forma, y a la dupla B-B (Betancourt y Bisset) para los juegos tensos. Mientras, los Tigres gozan de una estabilidad impresionante en el más reciente lustro (no han ido más allá del quinto puesto, con corona incluida), y su pitcheo les responde –en el peor de los casos- con decoro.
No obstante, los dos podrían quedar fuera de la próxima etapa. Las Avispas liquidan su calendario como huéspedes de las plantillas más potentes del país a día de hoy, Pinar del Río y Matanzas, en tanto Ciego acogerá al ríspido Industriales y después al combativo Mayabeque.
¿Quiénes podrían llenar esas vacantes? Pues Artemisa (19-20), Granma (18-20) o Mayabeque (18-20).
El final menos complejo lo tendrán los de la Villa Roja, que empezarán por irse a Sancti Spíritus a dirimir tres desafíos con la tropa más decepcionante del certamen, para luego salir a “matar o morir” frente a Granma. Los Alazanes tampoco sienten la soga al cuello: batallarán en el 5 de Septiembre ante el ya desesperanzado Cienfuegos, y a seguidas celebrarán el referido tope versus Artemisa. Mayabeque, empero, deberá cruzar el Niágara en bicicleta como visita de Matanzas, y completará la aventura frente a Ciego, en plan de home club. (Vea tabla de cruces para definir empates en la tabla)
A todas luces, la madeja está muy enmarañada. Aunque, lo intuyo, el vencedor en la subserie Artemisa-Granma proseguirá en contienda, y lo mismo podría suceder con quien se lleve el gato al agua en la pulseada Ciego-Mayabeque.
De aquí a entonces, solo resta esperar. Tal vez, como diría el príncipe, soñar.
Leyenda: Están pendientes aún los juegos Matanzas-Villa Clara, Industriales-Las Tunas (2), Industriales-Granma y Mayabeque-Villa Clara.
Miguel Barnet, presidente de la UNEAC. Foto: Archivo.
La defensa de legítimos valores culturales sobre el predominio de la banalidad destaca entre los problemas que analizarán los escritores y artistas cubanos en su próximo congreso, el 12 y 13 de abril de 2014.
Miguel Barnet, presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), confirmó la fecha de la cita que abordará algunas de las polémicas contemporáneas en torno al rescate de ciertas tradiciones venidas a menos, como el carnaval.
En declaraciones a la televisión nacional, el poeta y novelista alertó sobre la visión mercantilista del arte, que pone el interés económico sobre el estético, con su coste social.
Jorge Núñez, presidente de la Uneac en la oriental provincia de Guantánamo, espera que nuevamente del congreso salgan acciones que atenúen las circunstancias que afectan la producción artística.
Para Carlos Tamayo, su homólogo en la vecina provincia de Las Tunas, es momento de evaluar el impacto que han tenido en Cuba corrientes extranjeras que no son artísticamente de lo mejor.
Puso como ejemplo cuánto se ha desdibujado una vieja tradición como el carnaval, que perdieron mucha de su fuerza primigenia, la espontaneidad de barrios y comparsas, debido al intervencionismo.
Al menos así lo aseguró la ensayista Graziella Pogolotti, que tildó de grave error el intervencionismo de las instituciones en una fiesta de esencia popular y de barrio.
“La fiesta popular es un elemento fundamental de la identidad y nace de abajo, del barrio, pero advierto una concepción empresarial poco transparente en ese sentido”, alertó.
A su vez, las nuevas regulaciones tributarias para el sector artístico, con algunas ambigüedades y la falta de un reglamento, también fue tema de discusión en las reuniones previas a la cita.
La próxima cita llegará con el precedente del congreso de la Asociación Hermanos Saíz, en el cual los jóvenes creadores de Cuba plantearon preocupaciones que trascienden lo artístico y tocan lo social, que entienden como algo intrínseco a la cultura.
El cubano Javier Sotomayor, dueño del récord mundial de altura en pista cubierta con un salto de 2,43 metros, celebrará mañana en La Habana con amigos y familiares los 25 años de la hazaña que, según dijo a Efe, aún lo hace sentir muy contento y orgulloso.
“Son pocos los atletas que pueden tener el orgullo de llevar veinticinco años con un récord del mundo, y dentro de los pocos estoy yo”, declaró Sotomayor, quien saltó 2,43 metros el 4 de marzo de 1989 durante los Mundiales de Budapest.
A los 46 años, el exatleta cree que no será fácil la imposición de una nueva marca, pero está convencido de que “alguien, algún día”, tendrá que superarlo porque “para eso están hechos los récords”.
“Alguien tendrá que romperme el mío”, dijo tras admitir que nunca pensó alcanzar un cuarto de siglo como plusmarquista.
Entre los atletas que pueden establecer un nuevo listón, destacan el ruso Ivan Ukhov, el catarí Mutaz Essa Barshim y el ucraniano Bohdan Bondarenko.
Ukhov, campeón olímpico en Londres 2012, se acercó con un salto de 2,42 en Praga el 25 de febrero.
No obstante, para Sotomayor “el mejor” en ese pulso es hoy por hoy el ucraniano Bondarenko.
“No creo que sea fácil, pero no es imposible para ellos. Han tenido muy buenas temporadas y están por lo menos bastante cerca”, consideró ‘Soto’, sobrenombre por el que es conocido en Cuba.
Nacido en la localidad de Limonar, provincia occidental de Matanzas, el 13 de octubre de 1967, Sotomayor es considerado como el más grande saltador de altura de todos los tiempos.
En 1993 ganó el premio Príncipe de Asturias del Deporte y se retiró en octubre 2001 a los 34 años de edad, tras una extraordinaria carrera durante la cual sobrepasó veinticuatro veces el listón en 2,40 metros.
El año pasado celebró en un club de La Habana junto a familiares y amigos los 25 años de su primer récord al aire libre, otro salto de 2,43 que logró el 8 de septiembre de 1988 en Salamanca.
La celebración de mañana, asegura, será algo más íntima y sencilla.
“Pretendo hacerlo en casa”, adelantó ‘Soto’, que actualmente trabaja en la Federación Cubana de Atletismo y es vicepresidente de la Comisión Nacional de Atención al Atleta.
Preguntado sobre sus sucesores en Cuba, no se manifestó precisamente optimista. “Estamos muy mal. Desde que Víctor Moya tuvo la lesión de la que después no se recuperó muy bien no hemos tenido un buen saltador”, admitió.
Moya, subcampeón mundial de salto alto en Helsinki 2005, sufrió una grave lesión en 2008 que lo alejó de las pistas y a su regreso no pudo lograr mejores resultados.
Fuera del mundo del deporte, en los últimos tiempos Sotomayor estuvo ocupado administrando ’2,45′, un bar cuyo nombre alude al récord mundial de 2,45 metros logrado en 1993 en Salamanca.
Situado en su misma residencia en el barrio Miramar, el bar “de momento está cerrado” y su dueño no asegura que vuelva a funcionar.
“No sé si lo vuelva a abrir o no, porque realmente me ocupaba muchísimo tiempo, la noche y madrugada”, declaró ‘Soto’.
Estoy muy impresionado por la presencia del marxismo en el tema que me piden ustedes. Las palabras “cultura” y “revolución” forman parte del lenguaje corriente, pero el marxismo ha estado casi ausente en Cuba durante mucho tiempo. Es una señal muy importante, a mi juicio, que ustedes lo incluyan en sus búsquedas. Hablaré poco de marxismo en esta intervención, pero en realidad en casi toda ella estaré apelando al marxismo, o en diálogo con él.
Es imprescindible conocer y manejar conceptualmente las nociones de revolución, cultura y marxismo, con dos fines básicos, por lo menos: que la conciencia pueda recuperar terrenos que hemos perdido y se vuelva más capaz ante los retos actuales;y trabajar concretamente con esos conceptos y con los valores a los que ellos pueden ser referidos, tanto en el campo específico que nos toca en cada sector como en las dimensiones más generales de la sociedad, las cuales es ineludible abordar y conocer. Hoy es cuestión de vida o muerte para la Revolución que nosotros aprendamos a pensar, situarnos, valorar y asumir criterios propios; a comprender el movimiento en su conjunto, como pedía Carlos Marx en el Manifiesto Comunista. El compañero Raúl planteó la necesidad de articular y desarrollar un pensamiento propio en su discurso del día 1º en Santiago, reclamo que resulta providencial para nuestro tema.
Debo ser selectivo, aludir a cuestiones que debería exponer en detalle, e incluso ser parcial y omiso. Mi propósito es instigarlos a que sostengamos un diálogo a partir de esta intervención, y alentarlos a que estudien cada vez más. Por las características del asunto que nos reúne resulta imprescindible incluir la dimensión histórica en el análisis; por consiguiente, abordaré elementos que considero esenciales del proceso iniciado en 1959, aunque, como es natural, la actualidad tendrá un lugar principal en nuestro encuentro. Solo insisto en que debemos apoderarnos de la historia del proceso de este medio siglo –que, desgraciadamente, es muy poco conocida–, porque sin ella no se puede pensar bien el presente ni proyectar bien el futuro.
Después de 1945, el capitalismo mundial se vio precisado a realizar cambios y reajustes realmente importantes en su sistema, que se vieron facilitados por el predominio a escala mundial de Estados Unidos en el seno del capitalismo. Su naturaleza, historia, medios y modos de actuar eran más aptos para la nueva transformación que los de los poderes europeos, además de no cargar con el pesado fardo histórico del viejo colonialismo, ni el más reciente del fascismo. Es fundamental para nuestro tema tener en cuenta uno de esos cambios: el gran proceso de democratización de los consumos culturales que emprendió el capitalismo, un instrumento que ha tenido un valor grande y creciente en las reformulaciones de su hegemonía. Por su parte, los demás países independientes que se modernizaban y los nuevos Estados que se constituían a partir de la terminación de los sistemas coloniales se encontraron ante dos necesidades muy difíciles de separar: asumir una cultura que tenía una tendencia cada vez más universalizante, a la vez que defenderse de los efectos desarmantes sobre las culturas propias y de dominio extranjero que aquella portaba. Sin olvidar la gama extraordinaria de especificidades e identidades que albergan estos países –que en numerosos casos u oportunidades se ha vuelto decisiva–, resolver bien ese desafío ha seguido siendo crucial hasta el día de hoy.
También después de 1945 sucedieron revoluciones de liberación nacional profundas y consecuentes en varios países del que comenzaban a llamar Tercer Mundo, las cuales animaron la formación de un nuevo campo ideológico revolucionario e influyeron en un arco afroasiático de posiciones políticas que aspiraban a ser independientes de la influencia de las grandes potencias.
El socialismo y el marxismo habían sufrido un estancamiento en su centro mundial, desde el trágico final del proceso revolucionario bolchevique en la Unión Soviética durante los años treinta. Pero aquel país emergió triunfante de la prueba mortal de la Segunda Guerra Mundial, y su peso decisivo en la victoria sobre el fascismo alemán le aportó un inmenso prestigio, potencialmente extensible al socialismo. Sucedió entonces un segundo desencuentro funesto para la universalización del socialismo revolucionario marxista en el siglo XX, entre lo que podía ser su motor e influencia principales y los movimientos y las ideas de liberación de los pueblos del mundo que el capitalismo había sojuzgado.[2] Después de 1953, la URSS no logró ir más allá en cuanto a cambios que algunos reajustes en su sistema, en el del campo que había constituido con varios países europeos y en el conjunto de organizaciones políticas que lideraba a escala mundial. Pero se convirtió en el rival geopolítico mundial de Estados Unidos, y en ese carácter constituyó un factor favorable para el llamado Tercer Mundo, en formas y medidas diversas.
La incapacidad de continuar desarrollando una nueva cultura, diferente y no solamente opuesta al capitalismo, tarea ciclópea iniciada por la Revolución bolchevique, y la apelación cada vez mayor a elementos de la cultura del capitalismo, fueron decisivas en el proceso histórico de la Unión Soviética. Todo el que pretenda situarse bien como socialista en la actualidad está obligado a estudiar aquel proceso.
Menciono al menos que desde los años veinte las experiencias de resistencias, rebeldías y organizaciones habían producido intentos prácticos y cuerpos de ideas dirigidos al desarrollo del socialismo y el marxismo desde las realidades, las necesidades y los proyectos del mundo colonizado y neocolonizado. Su conjunto configura un acervo cultural revolucionario tan valioso como poco difundido y apreciado.
La Revolución cubana
El triunfo de la Revolución cubana fue un evento formidable. En medio del Occidente burgués, al pie mismo de Estados Unidos, un pequeño país inauguró los famosos años sesenta en enero de 1959. Sus noticias, sus fotos, sus imágenes, conmovieron a América Latina y se expandieron por el mundo. El dirigente máximo del movimiento insurreccional y de la guerra revolucionaria, Fidel Castro, se convirtió en el líder supremo de la Revolución, conductor y radicalizador del proceso, educador político principal, artífice y símbolo de la unidad de los revolucionarios y del pueblo, y uno de los líderes políticos protagonistas en la escena internacional.
Para ilustrar lo que significó la Revolución en cuanto a cambios culturales en una multitud de terrenos, transformaciones que habían sido inconcebibles hasta aquel momento, me detengo un momento en el año 1961.
Aquel año es tan famoso y recordado por la campaña de alfabetización como por la batalla de Girón. La primera fue la vía para la multiplicación de los actores capacitados en el proceso de la Revolución: una masa enorme se apoderó de la palabra escrita y la esgrimió como una conquista de la sociedad liberada, se transformaron los datos esenciales de una parte enorme de la actividad cultural y de comunicación, y una primera generación de jovencitos tuvo su gesta revolucionaria posterior a 1958. La segunda fue la puesta en práctica del armamento general del pueblo que había preconizado Marx como requisito de las revoluciones proletarias, en una apoteosis de sangre y victoria que confirmó la capacidad de defenderse de la Revolución, bautizó al socialismo cubano y legitimó a las Milicias como su principal organización de masas.
En 1961 se hicieron palpables los desgarramientos que implicaba aquel proceso descomunal. Cincuenta y siete mil personas se marcharon por el aeropuerto de La Habana hacia Estados Unidos entre junio y agosto, mientras la disyuntiva heroica se expresaba en formas personales y familiares de rechazos y abandonos, o de nuevas razones de uniones más íntimas y fuertes. Entre los momentos estelares y los avatares cotidianos se desarrollaba una familia nueva, hermosa y enorme: la de las compañeras y los compañeros. Al mismo tiempo, se plasmaba una nueva unidad nacional que llegó a excluir de la condición de cubano a quienes se marchaban del país, y se emprendía –quizás demasiado pronto– un intento de organización política de la Revolución, fallido porque pretendió parecerse demasiado a la que regía en el campo europeo de la URSS.
La cubana fue una revolución socialista de liberación nacional, un tipo de revolución que no aparecía en el alud de textos de marxismo que llegaba a Cuba en esos años. Ese carácter le fue dado por la praxis consciente y organizada, primero de una minoría combatiente que se ganó el apoyo popular, y a partir del triunfo, de cientos de miles de personas que se concientizaban y organizaban, y de un consenso popular muy activo y muy decidido. De ese modo, la Revolución rompió una y otra vez los límites de lo posible, y creó nuevas realidades. Por consiguiente, el hecho mismo de la Revolución, su fuerza y su pervivencia, no se explicaban por un requisito fijado por aquellos textos tan normativos: la obligada correspondencia entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción; más bien lo contradecían. Unir la liberación nacional y el socialismo fue un gran logro revolucionario que Cuba le aportó a la cultura del siglo XX, después de tantas décadas de intentos usualmente frustrados, discusiones estériles y conflictos que más de una vez llegaron a ser trágicos. El concepto de pueblo sirvió para comprender las luchas de clases y patrióticas que se necesitaban, y la acción del pueblo demostró su exactitud sobre el terreno.
En una sociedad con realidades y conciencia social referidas a lo mercantil y al dinero desde su primera gran expansión económica hace más de doscientos años, la política práctica y la conciencia política habían sido sumamente desarrolladas desde las revoluciones por la independencia –que violentaron el curso esperable de la evolución económica– y durante toda la época de la república burguesa neocolonial. En la etapa de los veinte años previos a la insurrección –la segunda república–, la sociedad civil y las dimensiones política e ideológica, con sus soluciones cívico-electorales para los problemas esenciales del país, sus organizaciones y su libertad de expresión, tenían mucho más desarrollo y expectativas que la formación económica burguesa neocolonizada. El resultado era un callejón sin salida.
La revolución liberó al país del poder de la burguesía y del imperialismo norteamericano, de hecho y en la dimensión de la hegemonía, mediante el recurso a desatar y multiplicar una y otra vez las fuerzas del pueblo y del poder revolucionario. Implantó la justicia social a fondo, sin temor y sin fronteras, y sometió a sucesivas destrucciones la división de la sociedad entre élites y masas. A una escala y profundidad que no se habían soñado, se fueron creando una nueva conciencia y una nueva educación política. El cambio de la actitud ante el consumo –que era inducida y reforzada por extraordinarios aparatos de publicidad y marketing– fue realmente ejemplar. Cambió inclusive el sentido de los tiempos, cuando el presente se pobló de una multitud de acontecimientos, el pasado fue requerido para que apoyara a la lucha revolucionaria y revisado, y el futuro dejó de tener plazos cortos y efímeros para las mayorías, y se convirtió en un proyecto liberador muy trascendente que exigía, estimulaba y justificaba, digno de la entrega de los que no les alcanzaría la vida para verlo realizado.
La Revolución tuvo que emprender y llevar a cabo modernizaciones colosales en innumerables aspectos de la vida de las personas, las relaciones sociales y las instituciones, primero por perentorios actos de justicia, pero pronto, como consecuencia de las mismas expectativas que iba creando en una población que crecía sin cesar en capacidades y necesidades. Pero para ser realmente socialista debía emprender al mismo tiempo la crítica del carácter burgués de la modernidad y de las relaciones y contradicciones que existen entre civilización y liberación. Fidel y el Che supieron comprender, actuar y divulgar en ese terreno complejo pero vital, y le abrieron un cauce formidable al radicalismo revolucionario que había planteado tan tempranamente José Martí. La primera revolución socialista autóctona de Occidente supo enfrentarse a todos los colonialismos.
Necesidad de un pensamiento trascendente
La gigantesca transformación creó la necesidad de un pensamiento trascendente, razón mucho más válida que la asunción del socialismo para comprender el súbito predicamento que alcanzó la filosofía marxista en Cuba. Lo que vengo planteando –y otras cuestiones que no menciono– levantaba desafíos nunca vistos antes al pensamiento y exigía la construcción de una filosofía de la Revolución cubana. Agrego solamente dos requisitos tremendos que confrontó desde el inicio el proceso de transición socialista: actuar, en lo fundamental, yendo más allá de la supuesta “etapa del desarrollo” en que se encontraba el país; y revolucionar una y otra vez las condiciones generales de la sociedad, las relaciones e instituciones principales, la actuación revolucionaria y la propia organización social. Estas dos necesidades siguen siendo condicionantes de la transición socialista hasta la actualidad. La plena conciencia de ellas, y su expresión pública, caracterizó a la dirección revolucionaria. Por ejemplo, el Che dijo: “hemos sustituido la lucha viva de las clases por el poder del Estado en nombre del pueblo”. Concibió a la Revolución como un puesto de mando sobre una economía con apellido, puesta al servicio de los trabajadores y el pueblo al mismo tiempo que dirigida al desarrollo del país y a su defensa.
En la Cuba de los años sesenta existía la conciencia de que aquellas profundas transformaciones serían al mismo tiempo la premisa para desplegar procesos de liberaciones cada vez más profundas y abarcadoras, capaces de subvertir hasta sus propias creaciones previas, en busca de nuevas personas, una nueva sociedad y una nueva cultura. La Revolución franqueó el acceso a un formidable avance de la conciencia que sería suicida olvidar: la certeza de que todas las sociedades que llaman modernas funcionan garantizando la reproducción general de las condiciones de existencia de la dominación de clase y la dominación nacional, y que ellas han sido y son suficientemente competentes y hábiles para reabsorber y reapropiarse procesos que durante una época fueron revolucionarios.
Después de las nacionalizaciones masivas y la batalla de Girón quedó claro y expreso que Cuba era socialista, pero al mismo tiempo se desplegaron serias diferencias y algunos conflictos dentro del campo de la Revolución, acerca de cuestiones fundamentales de la comprensión del socialismo. Todo el pensamiento existente en 1959, cuya riqueza, amplitud y diversidad es conveniente no olvidar, resultaba, sin embargo, insuficiente desde sus propios principios para enfrentar los nuevos retos. Por cierto, en condiciones muy diferentes, estamos hoy ante una insuficiencia análoga.
El pensamiento a la altura de los hechos
Había que poner el pensamiento a la altura de los hechos, de los problemas y de los proyectos, porque él debía ser un auxiliar imprescindible, un adelantado y un prefigurador. Sucedió entonces una colosal batalla de las ideas, que después fue sometida en su mayor parte al olvido y que está regresando, en buen momento, para ayudarnos a comprender bien de dónde venimos, qué somos y adónde podemos ir. El democratismo de los años cuarenta y cincuenta, que había contribuido mucho a formar ciudadanos más capaces y exigentes, no pudo encontrar su lugar en medio de la tormenta revolucionaria. El socialismo del campo soviético no podía servirle al propósito liberador; el hecho de ser la URSS el principal aliado que tuvimos y el entusiasmo con que nos abalanzamos sobre el marxismo más bien fueron factores de confusión y perjuicio en los terrenos de la política y del pensamiento. La teoría de Marx, Engels y Lenin había sido reducida por el llamado comunismo a una ideología autoritaria destinada sobre todo a legitimar, obedecer, clasificar y juzgar.
Necesitábamos un marxismo creador y abierto, debatidor, que supiera asumir el anticolonialismo más radical, el internacionalismo en vez de la razón de Estado, un verdadero antimperialismo y la transformación sin fronteras de la persona y la sociedad socialista, como premisas militantes de un trabajo intelectual que fuera celoso de su autonomía y esencialmente crítico. Un marxismo que no se creyera el único pensamiento admisible, ni el juez de los demás.
“Pensar con cabeza propia”, entonces, no era una frase, sino una necesidad perentoria. Pero se trataba de un propósito muy difícil, porque el colonialismo mental resulta el más reacio a reconocerse, porta la enfermedad de la soberbia y la creencia en la civilización y la razón como entes superiores e inapelables. La educación sistemática convencional, y una gran parte de la que se adquiere por medios propios, es una formación para convertirse en un colonizado. Asume formas groseras y formas sutiles. Hay modernizaciones que parecen aportar autonomía, cuando en realidad solamente “ponen al día” los sistemas de dominación. La colonización de las personas sobrevive a la terminación de la colonización territorial y logra perdurar después del cese de la dominación neocolonial. Es una oscura revancha, que un día se despoja de sus disfraces y pasa a reinar.
Sin embargo, la revolución verdadera todo lo puede, y en aquellos años se reunieron las grandes modernizaciones y el ansia de aprender con el cuestionamiento de las normas y las verdades establecidas, la entrega completa y la militancia abnegada con la actitud libertaria y la actuación rebelde, la polémica y el disenso dentro de la Revolución. En todo caso, estaba claro que el pensamiento determinante también tendría que ser nuevo. Por otra parte, para pensar con cabeza propia hay que tener instrumentos. Por eso, leer era una fiebre. Junto a las obras y las palabras de cubanos, una gran cantidad de textos y autores de otros países se consumían o se perseguían.
Es cierto que el dogma y el catecismo, el marxismo como un talismán o como una propiedad privada, seguían vivos y activos, y que cumplían funciones muy diversas, que iban desde darles confianza y seguridad en la victoria futura del socialismo y el comunismo a muchos revolucionarios hasta la de encadenar y empobrecer el pensamiento, imponer autoritarismos y neutralizar voluntades, bloquear iniciativas, crear sospechas, condenar los desacuerdos y, en el terreno intelectual, animar la erudición vacía, la intolerancia y las citas de autoridad. Pero esa doctrina había retrocedido mucho y había perdido legitimidad.
Quiero destacar que existía entonces un gran número de trabajos marxistas latinoamericanos muy valiosos, y seguían apareciendo sin cesar. Entre ellos hubo obras que aportaron mucho, y como marco de esa producción existía entre nosotros y en el continente un ambiente social, político y cultural en el que las nociones marxistas, o las que se le atribuían al marxismo, tenían un amplio espacio de aceptación o de manejo. Los que tenían conocimientos de esa teoría o estaban adquiriéndolos buscaban, leían y discutían con entusiasmo a autores marxistas europeos, asiáticos y norteamericanos, pero con ánimo de volverse más capaces de utilizar el marxismo frente a sus propios problemas y de formular mejor sus propios proyectos y sus estrategias. La mayoría de los jóvenes no conoce la inmensa riqueza de la obra intelectual latinoamericana del tercer cuarto del siglo XX: se les ha privado de ella. Su rescate puede ayudar mucho a que sea posible enfrentar con éxito los desafíos actuales.
La segunda etapa de la Revolución en el poder
La que considero segunda etapa de la Revolución en el poder –de inicios de los años setenta al inicio de los noventa– fue sumamente contradictoria. Por una parte, registró grandes avances en la redistribución de la riqueza, el consumo personal y la calidad de la vida, con salarios reales superiores a los nominales, servicios de educación, salud y otros universales y gratuitos, y un gran desarrollo de la seguridad social. El nivel educacional experimentó un salto gigantesco, quizás único en el mundo para un intervalo tan corto, y una gran parte de la población tuvo a su alcance grandes oportunidades de ascenso, aunque la movilidad social fue algo menor que en los años sesenta. Se lograron las mayores producciones azucareras de toda la historia del país, con un nivel alto de mecanización de la cosecha. El internacionalismo, gran formador de altruismo y escuela superior de socialismo, se expandió y llegó a ser de masas. Pero, por otra parte, Cuba estableció una sujeción económica a la URSS como gran exportadora de azúcar crudo y níquel e importadora de alimentos, petróleo, vehículos y equipos, fórmula que aseguró el presente pero cerró puertas a la autosuficiencia alimentaria y a un desarrollo económico autónomo, a pesar del gran crecimiento de profesionales, técnicos y trabajadores calificados.
Se produjo una profunda burocratización de las instituciones y organizaciones de la Revolución, y la eliminación de los debates entre los revolucionarios. La ideología dominante en la URSS fue impuesta como el único y legítimo socialismo, y se copiaron parcialmente instituciones y políticas de aquel país. Como los rasgos esenciales del socialismo cubano se mantuvieron, el resultado fue híbrido y contradictorio. Un autoritarismo férreo se abatió sobre la dimensión ideológica y los medios de comunicación, sometidos a dura censura y a algo peor, la autocensura. El pensamiento social fue dogmatizado y empobrecido. Predominaron las ideas civilizatorias sobre las de liberación socialistas. Aunque las características positivas de la etapa les restaban importancia, aparecieron privilegios e intereses de grupos, doble moral, oportunismo o indiferencia, y otros males diversos.
Desde mediados de los años ochenta, Fidel lanzó una campaña política e ideológica llamada de “rectificación de errores y tendencias negativas”, que trató cumplir esas tareas, recuperar el proyecto original de la Revolución en las nuevas condiciones, profundizar el socialismo y enfrentar a tiempo la fase final, que nuestro líder preveía, de la URSS y el llamado campo socialista. Pronto se desencadenaron aquellos eventos tan desastrosos e indecorosos, pero no pudieron arrastrar consigo a la Revolución cubana, que demostró así su especificidad y sus cualidades. La maestría y la firmeza del líder y la abnegación y la sabiduría política del pueblo, unidos, impidieron la caída del socialismo cubano. Sin embargo, resultó inevitable la abrumadora crisis económica y de la calidad de la vida de los primeros años noventa, que precipitó el final de la segunda etapa de la Revolución en el poder y cambió los datos principales de la situación.
Somos hijos de estos últimos veinte años
La gran acumulación cultural revolucionaria propia ha seguido siendo decisiva para el sistema cubano hasta hoy, aunque en buena parte lo es de otro modo. Pero en una medida muy grande y creciente, somos hijos de estos últimos veinte años.
Desde el inicio de la gran crisis la forma de gobierno tuvo que concentrar más el poder, y lo esencial de la política fue la cohesión firme entre ese poder y la mayoría del pueblo, que lo identificaba como el defensor del sistema de justicia social y transición socialista, y de la soberanía nacional. Así fue de hecho, pero no se desató una lucha ideológica que enfrentara el desprestigio mundial al que se estaba sometiendo al socialismo y reivindicara el socialismo cubano, y aunque pudieron expresarse públicamente criterios revolucionarios diferenciados, no se alentaron los debates que tanto necesitaba la nueva situación. Porque desde esos primeros años noventa se pusieron en marcha importantes transformaciones de la vida, las relaciones sociales y las conciencias dentro de la sociedad cubana, que han erosionado una buena parte de la manera de vivir que conquistó el socialismo en Cuba, y de las representaciones y valores que le correspondían. Esos cambios han sido paulatinos durante más de veinte años, hasta hoy.
La ofensiva de Fidel al inicio del siglo XXI pretendió frenar desigualdades y reforzar al socialismo. Sin embargo, tuvo la insuficiencia grave de abandonar prácticamente la apelación a una divulgación política e ideológica que relacionara las medidas que se tomaban con las características socialistas que conservaba la mayor parte de la vida social y con la necesidad de defender y desarrollar el socialismo. Dejó de existir un pensamiento estructurado que operara como fundamentación del socialismo en Cuba y, por consiguiente, se vieron perjudicadas las prácticas relacionadas con él en la política, la educación, los medios, la divulgación, la vida cotidiana. Esas dos ausencias se han ido instalando en la cultura cubana.
En la actualidad existe una gran franja cultural en el país que es ajena a la Revolución. Y dentro de la cultura cubana está instalado el rasgo constituido por una despolitización que al inicio –en los primeros noventa– contenía elementos de crítica política o de desilusión; después, ha buscado sus posturas y su legitimidad en la actividad individual, las profesiones, oficios y grupos de pertenencia, y también ha pretendido encontrar referentes en una supuesta tradición nacional, tornada aséptica y expurgado su enorme y tantas veces decisivo componente cívico y político. En el período reciente, la despolitización es asumida por sectores de población con naturalidad y sin explicaciones.
Esa posición privilegia los asuntos personales y las relaciones familiares y de pequeños grupos, y suele creerse ajena a las militancias y las contaminaciones políticas. En unos, expresa el cansancio o la falta de interés en lo político; en otros, los afanes de la vida del hombre económico, aunque también se combinan las motivaciones. No hace política, pero desempeña, sin duda, funciones políticas: en un campo aparentemente inocuo ayuda a socavar las bases espirituales y morales del socialismo en Cuba. Convive en paralelo con las convicciones políticas y las costumbres arraigadas durante el proceso iniciado en 1959, como conviven en paralelo en nuestra sociedad un enorme número de relaciones sociales, representaciones y valores socialistas y capitalistas, pero disimula como ninguno sus consecuencias antisocialistas y antirrevolucionarias. Podría llegar a formar parte de la formación de una ideología conservadora de clase media.
La despolitización y el conservatismo a la orden del día
Es necesario conocer este proceso de despolitización, sus rasgos y sus tendencias, para actuar con eficiencia respecto a él. Por el componente reactivo que ha tenido, en relación con la politización extremada que rigió durante un largo período la vida del país –que podía llegar a ser agobiadora–, prefiero distinguir el apoliticismo respecto a otro proceso que en las últimas dos décadas ha registrado una expansión y un afianzamiento crecientes: la conservatización social. Esta última tiene análogas características y consecuencias respecto a lo político y al antisocialismo, pero parece ser aún más neutra que la despolitización, como la portadora de modas, comportamientos, satisfacciones y normas que tienen su referente en algo que porta el aura de lo intemporal. En suma, como una “vuelta a la normalidad” de la sociedad.
La conservatización compite por ser la rectora de los valores y del buen gusto, de la imagen social y de los criterios, del juicio que cada quien se forme acerca de sí y de los demás, de la concepción del mundo y de la vida en nuestra sociedad. Este cáncer es pariente cercano de otro mal que nos corroe, de apariencia más moderna: el enorme consumo de productos culturales norteamericanos. En 2011 escribí un texto acerca del enfrentamiento crucial que vive el mundo, en el que incluía, como es imprescindible, la guerra cultural mundial, estrategia principal del imperialismo en ese conflicto. Permítanme hacer una larga cita de ese texto, en aras de nuestro objetivo:
Cuba no está fuera de esa guerra: somos un objetivo especial de ella, porque los expulsamos de aquí y hemos resistido con éxito al imperialismo durante más de medio siglo. Ellos quieren restaurar en Cuba el capitalismo neocolonizado, y para nosotros no hay opciones intermedias.
Una entre otras tareas sería trabajar contra las formas cotidianas en que se siembra, difunde y sedimenta ese control, sobre todo las que parecen ajenas a lo político o ideológico, e inofensivas. Por ejemplo, a través del consumo de un alud interminable de materiales se intenta norteamericanizar a cientos de millones en todo el planeta, en cuanto a las imágenes, las percepciones y los sentimientos. A veces tratan cuestiones políticas, con enfoques variados –aunque prima el conservatismo–, pero la proporción es ínfima en relación con las cuestiones no políticas. Lo decisivo es familiarizar y acostumbrar a compartir con simpatía las situaciones, el sentido común, los valores, los trajines diarios, los modelos de conducta, la bandera, las aventuras de una multitud de héroes, las ideas, los artistas famosos, los policías, la vida entera y el espíritu de Estados Unidos. Sin vivir allá ni aspirar a una tarjeta verde. Es suicida quien cree que esto es solamente un entretenimiento inocente para pasar ratos amables.
¿Qué es noticia al servicio de la dominación, para qué, cómo se trabaja, cuánto dura? En este campo tan crucial para la ideología coexisten los análisis espléndidos o rigurosos de especialistas, que lo muestran o explican muy bien, con el tratamiento que suele darse en la práctica a la información y la consecuente formación de opinión pública. Se ven y se oyen materiales que constituyen propaganda imperialista acerca de los hechos que realizan contra los pueblos, sin hacerles ninguna crítica, o se repiten sus términos, como el que le llama “servicio internacional” a su ejército de ocupación de un país. No basta con hacer divulgación o propaganda antimperialistas, si ellas conviven con mensajes imperialistas y fórmulas confusionistas. (…)
No es posible ser ciego: están tratando de convertir en hechos naturales hasta sus mayores crímenes, en asunto de noticias sesgadas y empleo de palabras más o menos comedidas. Su apuesta es lograr que los activistas sociales y los intelectuales y artistas que son conscientes y se oponen queden solos y aislados en sus nichos, y sus productos sean consumos de minorías, mientras las mayorías conforman una corriente principal totalmente controlada por ellos. El apoliticismo y la conservatización de la vida social son fundamentales para el capitalismo actual.[3]
Es impresionante cuánto material que responde a esa campaña imperialista ocupa espacio en medios de comunicación que pertenecen al Estado cubano. Es vital crear conciencia acerca de esto, y sobre todo actuar en contra de algún modo que sea efectivo. En general, el mundo de lo político y el de lo apolítico están viviendo en paralelo, con escasos conflictos y aparentemente sin generar cambios en la situación. Como esto no genera confrontaciones, podría parecer innecesario que quien se sienta revolucionario vea con alarma lo que sucede y actúe en consecuencia. Ese sería un error muy grave. En realidad, esa calmada convivencia solo contribuye a reforzar un proceso sumamente peligroso de desarme ideológico que está en marcha en nuestro país.
A contrapelo de lo anterior, en estos últimos años se ha producido un positivo aumento de la politización en sectores amplios de población, que pone parcialmente en acción el nivel tan extraordinario de conciencia política que posee el pueblo cubano. Emergen sectores no pequeños de jóvenes politizados o con deseo de estarlo, que rechazan el capitalismo. Una parte de ellos podría ir integrando una nueva intelectualidad revolucionaria. Ha crecido bastante la expresión pública de criterios diferentes dentro del cauce del socialismo, pero la socialización de un pensamiento que trate las cuestiones esenciales sigue sin ponerse a la orden del día.
Mientras, se han emprendido transformaciones que pueden ser decisivas respecto a la existencia misma del socialismo cubano, al mismo tiempo que continúan tendencias que vienen del curso de las últimas dos décadas. Se han tomado y se toman medidas económicas muy importantes sin que haya discusión desde una u otra posición en economía política, porque no se invoca ninguna. Un pragmatismo descarnado es la regla, salpicado por algunas palabras que reiteran que lo que se hace es para el socialismo o en nombre de él. Existe un divorcio total entre las reflexiones críticas y las preocupaciones que expresan revolucionarios socialistas –entre los cuales hay cierto número de dirigentes–, por un lado, y por otro numerosas informaciones y trabajos de opinión que aparecen en medios que pertenecen al Estado, ciegos ante lo que les parece negativo o inconveniente, y aferrados a tópicos que ya no son y a otros que nunca fueron.
Una parte de los aparatos encargados de lo político, del Estado y de otras organizaciones e instituciones sociales, alberga numerosas deficiencias. Entre ellas están la indiferencia ante el deber de apoyar tanto las críticas justas como las iniciativas positivas de las personas conscientes, una inercia descomunal y el ocultamiento o la pasividad ante lo mal hecho. A muchos efectos, es como si hubiera dos países.
Cuba vive una pugna cultural crucial entre el capitalismo y el socialismo. Ella se libra de un modo pacífico que es ejemplar, pero lo que está en juego es la naturaleza del sistema y de la manera de vivir que han regido en este país desde 1959. Hoy tenemos enfrente dos riesgos: a) que no triunfe el socialismo; b) que en algún momento se rompan los equilibrios que rigen esa pugna.
El discurso del compañero Raúl el 1º de enero constituye también, a mi juicio, un llamado a que se plasme la ofensiva política socialista que es tan necesaria. El pueblo cubano ha ejercido la justicia social, la libertad, la solidaridad, el pensar con su propia cabeza, y se ha acostumbrado a hacerlo. A pesar de los enemigos, las insuficiencias y los errores, nos hemos vuelto más capaces de satisfacer las exigencias provenientes de las capacidades y los valores adquiridos por la humanidad durante el siglo XX que los pueblos de la mayor parte del mundo.
Para enfrentar con éxito la contienda cultural que está en curso me parece imprescindible hacer expresa, fortalecer y desarrollar la alianza entre un poder político que mantenga sus fuerzas y esté dispuesto a someterse a un proyecto socialista participativo que lo vaya convirtiendo en un poder popular, y la cultura, que es una dimensión descollante de la vida nacional y al mismo tiempo constituye un potencial capaz de ponerse en acto, si se trabaja en el campo cultural con una combinación de plan y de voluntad revolucionaria, y se eliminan serios obstáculos que confronta. Esa alianza sería una de las fuerzas principales en una batalla que tendrá dos objetivos: impedir que las personas y la sociedad sean sometidas a un modo de vida y de organización social de explotación, injusticias sociales y cesiones de soberanía; y volver capaces a las personas y la sociedad de desplegar sus cualidades y sus capacidades para defender y desarrollar una sociedad solidaria y socialista.
No será suficiente la crítica más atinada y profunda. Para ser viables y para triunfar estamos obligados a crear una nueva cultura diferente y superior a la del capitalismo. Que logremos ser “cultos y políticos” al mismo tiempo y en las mismas personas será un avance fundamental, porque mostrará que nos estamos dotando de facultades y potencialidades para triunfar en la más difícil de las pruebas que existen en el mundo actual. Será también indicio y anuncio de un tiempo que tendrá que venir, en el que la política no “atenderá” a la cultura, sino que será una de las formas de la cultura.
Tengamos conciencia política del momento histórico en que vivimos y lo que se juega en él. Cada día somos más y adquirimos más conciencia, en esta hora de Cuba, y podemos ir condensando nuestras ideas, sentimientos y prácticas en la formación de un bloque intergeneracional. Entre innumerables tanteos, puede ser que estemos participando en las primeras etapas de la puesta en marcha, desde muchos lugares diferentes, de lo que mañana llegará a ser un nuevo bloque histórico.
Pensamiento y marxismo
Unas palabras finales acerca del pensamiento y del marxismo, como les prometí al inicio.
Resulta obvio que en Cuba es necesario y urgente un pensamiento que sea idóneo para analizar en toda su complejidad la situación actual y las tendencias que pugnan en ella, los instrumentos, las estrategias y tácticas, el rumbo a seguir y el proyecto. Ese pensamiento es uno de los elementos indispensables para que se mantenga la manera de vivir que construimos con tantas creaciones y tantos esfuerzos y sacrificios, y lo haga del único modo que en última instancia le es posible al socialismo: mediante el despliegue de sus fuerzas propias y sus potencialidades, y la capacidad dialéctica de revolucionarse a sí mismo una y otra vez. Sería suicida suponer que un pragmatismo afortunado nos salvará: la sociedad socialista está obligada a ser intencionada, organizada y, si es posible, planeada. En la acera de enfrente, hasta el sentido común es burgués. Nosotros tenemos que combinar bien el realismo terco con la imaginación.
Necesitamos ser capaces de elaborar una economía política al servicio del socialismo para la Cuba actual y la previsible, y desarrollar en todos sus aspectos un pensamiento social crítico y aportador, capaz de participar con eficacia en la decisiva batalla cultural que se está librando. Ese pensamiento tendrá que ser socialista, es decir, superior a la mera reproducción esperable de la vida social, y si sabe utilizar el marxismo tendrá a su favor el instrumento más avanzado con que puede pensarse la liberación humana y social.
Entre el final de los años ochenta y los primeros noventa, el tiempo del proceso de rectificación, la gran crisis económica y el desprestigio mundial del socialismo, no solo naufragó en Cuba el mal llamado marxismo-leninismo: se produjo un alejamiento bastante generalizado de todo el marxismo. La historia de las dos décadas siguientes ha registrado una gran diversidad en ese campo. Minorías sumamente valiosas y esforzadas han estudiado, hecho docencia, expuesto, utilizado y publicado marxismo, en una labor de rescate y desarrollo muy difícil, porque en la mayor parte del sistema de enseñanza y de la divulgación que hacen algunos medios tiene en su contra el conservatismo, la rutina o la inercia, esta última un mal nacional actual que ya es comparable al burocratismo en su alcance nefasto. El marxismo ha recibido muy escasa atención en el trabajo, el lenguaje y los medios políticos e ideológicos, y seguramente le ha parecido de mal gusto mencionarlo a los que no se arriesgan a nada que no se les oriente o les parezca aprobado previamente, y a las víctimas o los seguidores de la avalancha de productos culturales que padecemos, propagadores del modo de vida, los sentimientos, los valores y los pensamientos, de la cultura, en suma, del capitalismo.
Nos ha favorecido mucho el soplo de aire fresco en el terreno teórico que acompañó a la rectificación y al desastre, y el ambiente de permisividad en ese campo que se implantó a continuación. Pero ahora que cada vez lo necesitaremos más, no podemos cometer el error de asumir cualquier cosa que se presente como marxismo. Me extendí un poco al caracterizar aquel tiempo del pensamiento en que fue necesario y se logró asumir una filosofía para la Revolución cubana, porque hoy se vuelve necesario repetir aquel logro, y nada que sea menor nos servirá. Como sucede siempre, tendrá que ser muy creativo y muy abierto y receptivo a las opiniones diversas, pero será de otro modo, enfrentará otros problemas, utilizará otros instrumentos, elaborará nuevas tesis y desempeñará papeles mayores que los de entonces en la elaboración cultural de un socialismo que considerará al del siglo XX como un socialismo primitivo. Si alcanzo a verlo, me sentiré muy feliz.
Notas
[1] El 10 de enero de 2014 hablé sobre el tema del título en el espacio Catalejo, de la Unión de Periodistas de Cuba, a un grupo numeroso de miembros, presididos por Antonio Moltó. Estoy muy agradecido por los criterios y las preguntas tan valiosos vertidos por los participantes, y las gentilezas y el espíritu fraternal de aquella tarde. Redacté y agregué algunos párrafos a mis palabras, en modesta retribución a los que trabajan tanto, conscientes de la importancia que tienen sus tareas para nuestra sociedad..
[2] El primero sucedió en los años veinte-treinta, en los tiempos de la Internacional Comunista.
[3] Fernando Martínez Heredia: “Contra el capitalismo”, 1º de septiembre de 2011. Fue publicado en medios digitales
Una vez revisadas ayer las aportaciones de los refuerzos de Artemisa (calificada de Sobresaliente), Pinar del Río (Notable), Villa Clara (Notable) y Matanzas (Aceptable), veamos hoy las de los restantes cuatro equipos en concurso, tres de los cuales casi no han podido extraer dividendos a sus elecciones en el draft.
HOLGUÍN (12 VICTORIAS-12 DERROTAS)
Norge Luis mejora por día.
Hasta hace pocas horas, los Cachorros estuvieron pegaditos a la tarima de la clasificación, una vez que el refuerzo Norge Luis Ruiz rubricara el viernes una lechada ‘sello de la casa’ a los Leones. El jovencito agramontino fue la perla en la selección de Irochis Bartutis, y ha respondido con tres triunfos, un revés, 37.1 entradas de faena, average oponente de .231 y 3.13 de efectividad monticular. Otro que no le falló al manager es Yordanis Samón (.333 AVE, .412 OBP, 17 CI, 10 CA), quien ha asumido con protagonismo el cuarto turno del line up. En tanto, un pelotero que yo siempre quisiera en mis equipos, Danel Castro, ha lucido cuando menos decoroso (.293 AVE, .453 SLU, 8 CI), y Leinier Rodríguez ha donado un trío de salvamentos, con promedio de 0.90 en 10 capítulos. Sin embargo, una de las superpromesas ofensivas de nuestra pelota, Guillermo Avilés, empezó en el dique seco por lesión, y al incorporarse al juego diario se ha visto por debajo de su rendimiento potencial (.216 AVE, .432 SLU, 7 CI). Holguín, que poco a poco ha ido armando un equipo amenazante, necesita a toda costa un brusco levantón del slugging colectivo, a fin de fabricar esas carreras clave que tanto le han costado (de sus 12 reveses, 7 son por diferencia de 1 ó 2 carreras). El binomio de refuerzos granmenses tiene la palabra.
Calificación del aporte: 3 puntos (Aceptable)
ISLA DE LA JUVENTUD (7 VICTORIAS-17 REVESES)
Fiss, un modelo de pelotero estable..
Honestamente, a mí no me gustó la selección de los Piratas. No obstante, a Armando lo que es de Johnson: el mentor solicitó a un buen zurdo como Ariel Miranda, y le era imposible predecir que el muchacho llegaría en baja forma a este segmento (0 y 2, .333 AVE, 6.75 PCL), y –peor aún- que luego acabaría separado del torneo por intento de salida ilegal. Lo cierto es que muy pocas alegrías han podido darle a los pineros sus refuerzos del montículo, porque tampoco han escapado ilesos el tunero Yudiel Rodríguez (1 y 5, .336 AVE, 8.00 PCL) y el guantanamero Frank Navarro (1 y 1, 5.66 PCL). Mejor, sin dudas, han estado los ‘legionarios’ atacantes, aunque de todos modos no han podido cambiar el curso de las aguas: Yoelvis Fiss promedia .382 con OPS de 1026, pero se ha ausentado de nueve partidos; y Marino Luis fija su promedio en .289, con 12 anotadas y 17 boletos. Y el reemplazo de Miranda, Isaac Martínez, apenas ha dirimido cinco encuentros, con average momentáneo de .333. Siempre lo he dicho: entre todos los equipos clasificados para la segunda etapa, el que más ayuda externa requería para sobrevivir era la Isla. Pero sus convocados no han podido dársela, y por ese camino la nave naufraga en las gélidas aguas de la eliminación.
Calificación del aporte: 2 puntos (Escaso)
INDUSTRIALES (12 VICTORIAS-12 DERROTAS)
Odelín, como el vino. Foto: Reynier Batista.
El cabeza de rotación seleccionado, Noelvis Entenza, no ha podido llevar el timón (1 y 2, .371 AVE, 7.25 PCL, 14 BB). El relevista zurdo, Leorisbel Sánchez, no estabiliza sus salidas debido al descontrol (9 boletos en 13 episodios). Alexander Rodríguez dista del lanzador de antaño (.300 AVE, 4.50 PCL). Elián Leyva fue maltratado con alevosía en 2.2 innings de trabajo. Vicyohandri Odelín ha estado relativamente bien (2 y 2, .278 AVE, 2.89 PCL), pero tiene que espaciar sus actuaciones. Y el suplente de Leyva, José Norbelis Betancourt, recibió una sacudida en el debut. Industriales, cuyo pitcheo asombró en la clasificatoria, viene sufriendo lo indecible para sacar entradas sin complicación, y los refuerzos han resultado meros bocadillos para los adversarios. Es alarmante: globalmente acumulan 4 éxitos y 5 fracasos, un salvado, les conectan para .316, su promedio de limpias ancla en 5.22 y casi muestran equilibrio en la balanza ponches-transferencias (41-40). Tan mal andan, que el resto del staff –pese a su inexperiencia- tiene números mejores (.280 AVE, 4.50 PCL), bastante aproximados a la media del evento. Sin el sureño Entenza a tope, a muy poco podría aspirar el elenco de Vargas en la postemporada. Por ahí pasa, completo y sin paradas, el tren del sueño azul.
Calificación del aporte: Un punto (Deficiente)
SANTIAGO DE CUBA (7 VICTORIAS-17 DERROTAS)
Despaigne ha brillado con intermitencias.
Las Avispas entraron en Guatepeor con sus refuerzos. Pecó de entrada Luis Danilo Larduet, creo, al desechar la opción de Vladimir García, que habría apuntalado el maltrecho staff de la plantilla. Y luego tuvo que darle baja prematuramente a Yunier Mendoza, y vio cómo no escampaba para Yadir Rabí (0 y 2, .463 AVE, 11.88 PCL) y Alberto Soto (.386 AVE, 6.59 PCL). Para colmo, el siempre productivo Alfredo Despaigne (.362 AVE, .660 SLU, 1094 OPS) solo le ha jugado 14 desafíos, y el sustituto de Mendoza, Michael González, le ha resuelto un problema defensivo en las paradas cortas, pero da la impresión de haber dilapidado su ofensiva en la fase precedente (entonces .300, ahora .222). Si a eso le sumamos que Yander Guevara, quien había hecho una pequeña y positiva aportación (1 y 1, 1.74 PCL), no escala el montículo desde el 17 de febrero, concluiremos en que el rédito de los refuerzos santiagueros ha sido prácticamente intrascendente. Con posibilidades de avanzar en el terreno de las matemáticas, pero no en el plano de la sensatez, los indómitos deberán esperar otro año para intentar de nuevo ese regreso a las alturas que, durante largo tiempo, fueron su espacio natural.
El presidente cubano, Raúl Castro, preside sesión plenaria del Parlamento cubano. A la izquierda, Esteban Lazo, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
El General de EjércitoRaúl Castro Ruz, presidente de los consejos de Estado y de Ministros, preside la mañana de este sábado la última jornada del II Período Ordinario de Sesiones de la VIII Legislatura, de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Luego de tres días de trabajo en comisiones y, la víspera, en plenario, el Parlamento cubano practica una revisión crítica del estado de la economía del país, en medio del proceso de perfeccionamiento iniciado con la aprobación de los Lineamientos en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.
Este sábado la agenda comprende la información –y posterior debate– de los resultados económicos en 2013 y la propuesta para el año entrante; además de la Ley del Presupuesto del Estado a partir de 2014 y un dictamen de la Comisión de Asuntos Económicos.
El primer ponente de la mañana, el Ministro de Economía y Planificación, Adel Yzquierdo, aseguró al inicio de su intervención que el Producto Interno Bruto del país creció en un 2.7 por ciento, inferior al 3.6 previsto, como se presagió a mediados de año, en el propio Parlamento.
Y, luego de detallar peculiaridades del desarrollo de la economía durante al año, anunció que Cuba se propone –y está en condiciones– de continuar creciendo, “a pesar de la actualidad mundial y el bloqueo de Estados Unidos”.
El presidente cubano, Raúl Castro, en sesión plenaria del Parlamento. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Adel Yzquierdo, Ministro de Economía. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Sesión Plenaria Asamblea Nacional del Poder Popular. Foto: Ladyerene Pérez/Cubadebate.
Pinar del Río y Villa Clara alcanzaron a Isla de la Juventud en la cúspide del 53 Campeonato Cubano de béisbol, al derrotar este viernes a Matanzas y Ciego de Ávila, respectivamente.
Los vegueros pinareños vencieron 3-2 en 10 entradas a los cocodrilos matanceros, y los naranjas villaclareños noquearon 10-0 a los tigres de Ciego de Ávila, en tanto los piratas de La Isla sucumbieron 3-6 ante los leñadores de Las Tunas para propiciar el empate múltiple.
Luego de esta suerte de resultados, Pinar del Río (23-14), Isla de la Juventud (23-14) y Villa Clara (22-13) marchan igualados en el primer lugar de la clasificación general, solo medio juego por delante de Matanzas (22-14) e Industriales (21-13), sus más cercanos perseguidores.
Los azules industrialistas superaron este viernes 8-4 a Cienfuegos, con protagonismo para el antesalista Yulieski Gourriel, quien bateó dos sencillos y un doble en cinco veces al bate, con una carrera anotada y cuatro impulsadas.
Con esos cuatro remolques, el internacional de 29 años llegó a mil tres en campeonatos domésticos, el jugador número 24 en alcanzar los cuatro dígitos en ese departamento ofensivo, que lidera el legendario slugger santiaguero Orestes Kindelán (1511).
Salvo algún evento paranormal, Pinar del Río, Isla de la Juventud, Villa Clara, Matanzas e Industriales tienen garantizada su presencia en la segunda ronda del torneo, prevista a comenzar en los primeros días de año nuevo.
Las restantes tres plazas a la próxima etapa del campeonato se las disputan las escuadras de Holguín (21-16), Ciego de Ávila (20-17), Santiago de Cuba (20-17), Mayabeque (18-18), y Artemisa (18-19), aunque Granma (16-20), Las Tunas (15-20) y Cienfuegos (15-22) todavía tienen remotas posibilidades matemáticas.
Los cachorros holguineros dieron un paso inmenso al vencer este viernes 1-0 a los huracanes de Mayabeque, con extraordinarias faenas monticulares del abridor Yusmel Velázquez y el taponero Yaisel Sierra.
Santiago, por su parte, también aprovechó su oportunidad al noquear vigorosamente 13-0 a Artemisa, con un despliegue de 14 hits, entre ellos tres dobles y dos cuadrangulares, amén del excelso trabajo del derecho Alberto Bisset (seis entradas lanzadas, con dos hits permitidos y cinco ponches recetados).
En otros resultados de este viernes Camagüey venció 6-2 a Sancti Spíritus y Granma superó 4-3 a Guantánamo, al fabricar rally decisivo de tres carreras en el final del noveno inning.