María Jesús Vicent, jefa del Laboratorio de Polímeros Terapéuticos del CIPF, lidera el estudio. En él se ha demostrado que los nanofármacos basados en los polipéptidos dirigidos atraviesan eficazmente la barrera (BHE). Esto permite que se difundan a través del cerebro y que sean internalizados por tipos de células relevantes para la enfermedad dentro del sistema nervioso central.
Según indica la Generalitat Valenciana en un comunicado, el estudio exhaustivo ha validado 'in vivo' un fármaco seleccionado, la genisteína.
"Los estudios en el modelo de ratón proporcionan evidencia de mejores resultados terapéuticos después del tratamiento con nuestros nanoconjugados, en comparación con el tratamiento con fármacos no conjugados y no dirigidos".
Según indica, se trata de una plataforma que permite la construcción de terapias neuroprotectoras para la enfermedad de Alzheimer en etapa temprana, así como combinaciones adicionales de agentes activos para el tratamiento de otros trastornos neurológicos, incluyendo metástasis cerebrales.
El Laboratorio de Polímeros Terapéuticos del CIPF ha utilizado ácido poliglutámico, un polipéptido soluble en agua, biodegradable y multivalente con alta capacidad de carga que ha demostrado ya beneficios clínicos como nanoportador -nanomaterial para transportar un fármaco- en el tratamiento del cáncer y la regeneración de tejidos.
"Nuestros poliglutamatos en forma de estrella autoensamblados reticulados presentan tamaños de 80 a 100 nm y son completamente biocompatibles" señala la investigadora del CIPF.
Además, precisa que "están diseñados para que tengan un tiempo de circulación sanguínea largo y se han modificado con Angiopeptina-2, que actúa como caballo de Troya y facilita el paso a través de barreras biológicas tan complejas como la BHE".
El proyecto ha sido financiado por la Conselleria de Sanitat y Fondos FEDER Programa Operativo de la Comunidad Valenciana 2014-2020. También ha contado con aportaciones de la Asociación de Jubilados y Pensionistas de la Pobla Llarga, y con el apoyo del Ministerio de Ciencia e Innovación, la Conselleria de Innovación, Universidades y Ciencia y del European Research Council (ERC).
El descubrimiento, en el que también ha colaborado la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, CIBERNED Y CIBERFES- ISCIII, fue publicado en la revista Science Advances, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.