Ni Pekín ni Washington: "Un tercer jugador podría ganar la guerra económica entre EE.UU. y China"
Publicado: 17 ago 2017 20:35 GMT
El estratega de la Casa Blanca afirma que la confrontación económica entre China y EE.UU. podría acabar con una derrota para el último, mientras que Pekín contesta que "en una guerra comercial no hay un ganador". ¿Qué opinan los expertos?
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A inicios de semana, Donald Trump autorizó una investigación contra China por supuestos casos de robo de propiedad intelectual. Su consejero y jefe de estrategia aseveró que la "guerra económica" podría acabar con una derrota para EE.UU., mientras que Pekín contestó que "en una guerra comercial no hay un ganador". ¿Qué opinan los expertos?
EE.UU.: "Uno de los dos asumirá la hegemonía"
Washington se encuentra en plena "guerra económica" con Pekín y no es de descartar que ello podría acabar para EE.UU. en una derrota de la cual no sería capaz de recuperarse, afirmó Stephen Bannon, alto consejero y jefe de estrategia del presidente estadounidense Donald Trump.
En una entrevista con la revista 'The American Prospect' Bannon aseveró que "uno de los dos asumirá la hegemonía en 25 o 30 años, y si seguimos por este camino, van a ser ellos".
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Aquel a quienes algunos llaman 'el verdadero amo de la Casa Blanca' dejó claro que, para él, la guerra económica con Pekín "lo es todo". "Tenemos que estar maníacamente centrados en ella. Si seguimos perdiéndola, estaremos a cinco años de distancia, diez años como máximo, de llegar a un punto de inflexión del que nunca podremos recuperarnos", advirtió Bannon.
China: "En una guerra comercial no hay un ganador"
En respuesta a estos comentarios, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores del gigante asiático, Hua Chunying, ha asegurado este jueves que "en una guerra comercial no hay un ganador" y ha llamado al diálogo para "preservar el crecimiento sólido y continuado de las relaciones entre China y EE.UU.".
Asimismo, Hua ha expresado su esperanza en que "las personas pertinentes eviten abordar un problema del siglo XXI con una mentalidad del siglo XIX o XX".
Expertos: "Podría ganar un tercero"
Por su parte, el politólogo ruso y director general del Centro de Información Política Alexéi Mujin señala a RT que ya hay en marcha una guerra comercial entre Washington y Pekín.
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"Tan pronto como China designó el yuan como una moneda de libre uso, y anunció en el último foro de Davos sus ambiciones políticas y económicas, comenzó una confrontación comercial abierta con EE.UU.", opina el experto, quien explica que Washington "es muy sensible" acerca de cualquier intento de cuestionar su papel de "país que decide los principios del comercio internacional".
El politólogo califica de "muy vagas" las perspectivas de confrontación entre los dos países, ya que por un lado son competidores, pero por el otro son como "vasos comunicantes" en el sentido económico. "Por lo tanto, China y EE.UU. están condenados a llegar a un acuerdo", estima el analista añadiendo que "la pregunta es en qué medida van a ser capaces de hacer concesiones uno al otro a la hora de repartir los mercados mundiales".
A su vez, el miembro de la Asociación de expertos y consultores políticos Kirill Kóktysh pronostica en declaraciones a RT que si la guerra económica se prolonga, "un tercero, por ejemplo, la India", podría beneficiarse de la confrontación entre las dos potencias.
Este analista detalla que en un choque entre "dos agentes económicos, cada uno de los cuales es lo suficientemente experimentado, sofisticado y prudente", gana "un tercer jugador", que no está involucrado en la confrontación y se queda aparte para luego "ocupar el espacio" vacíoo que dejará la colisión.
El excongresista estadounidense Ron Paul afirma que el reciente aumento del rendimiento de los bonos del Tesoro es la antesala de una catástrofe económica.
Un corredor de bolsa en la Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE), el 3 de octubre de 2018.
Brendan McDermid / Reuters
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El reciente salto en los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE.UU. indica que ese país está avanzando hacia una potencial recesión y a un ritmo cada vez más rápido. Así lo afirma el excongresista republicano Ron Paul, al precisar que pronto se verá una caída del 50 % en el mercado de valores estadounidense.
"Nos estamos acercando terriblemente. Me sorprendería que el año que viene no todos estén de acuerdo con lo que estoy diciendo", indicó el político retirado a CNBC.
[La recesión] vendrá, y la burbuja es más grande que nuncaRon Paul, excongresista y excandidato presidencial estadounidense
Los comentarios de Paul, excandidato a la Presidencia estadounidense, se producen luego de que el rendimiento de los bonos del Tesoro alcanzara su punto máximo en siete años, lo que a su vez vino acompañado de temores sobre un posible aumento de la inflación.
"Cuando se infla la moneda, se distorsionan las tasas de interés, se vive más allá de las posibilidades y se gasta demasiado, tiene que haber un ajuste", aseveró el republicano.
Paul reconoció que sus previsiones anteriores acerca de una recesión no se han cumplido; sin embargo, afirmó que no hay forma de prevenir la siguiente catástrofe económica y, pese a que no mencionó una fecha aproximada para su llegada, aseguró que será solo cuestión de tiempo.
"Tenemos la burbuja más grande en la historia de la humanidad", lamentó el político retirado, y reiteró que la recesión "vendrá, y la burbuja es más grande que nunca".
Muchos economistas advierten de los riesgos cada vez más grandes de que se produzca una nueva crisis económica. ¿Cuáles son estos peligros? En su artículo para Sputnik, Fabien Buzzanca conversa con dos especialistas para saber más sobre el tema.
La directora adjunta de IRIS (Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas de Francia), Sylvie Matelly, está preocupada por los indicadores económicos globales. Ella y muchos otros expertos subrayan las similitudes entre el contexto actual y lo que precedió a la crisis financiera de 2008.
Aquella crisis fue anticipada por Nouriel Roubini. "Explicó todos los acontecimientos. Desde entonces, lo escuchamos atentamente. Cuando él anticipa una crisis, nos preocupamos y tenemos un poco de miedo", señala Matelly, quien subraya los puntos en común con la situación del 2007 y los nuevos riesgos.
"Pienso en el alto nivel de endeudamiento de los Estados que ha crecido después de la crisis de 2008, pero también en la deuda de los hogares, que es cada vez más preocupante. También tenemos burbujas especulativas, como la de los bienes raíces en China, la sobrevaluación de GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) y, más en general, en algunos mercados de valores como en Estados Unidos. Estos riesgos de fragmentación debilitan la economía global. Además, las regulaciones financieras establecidas después de la crisis de 2008 han sido insuficientes para limitar los riesgos", explica la economista.
Además, nombra los riesgos de la política económica de Donald Trump, particularmente en términos de recortes de impuestos, que ahora requiere una reacción de la Reserva Federal. Si la FED endurece su política monetaria (y ya ha subido las tasas de interés tres veces desde principios de año) todo el sector financiero se debilitará, indica Matelly.
En Estados Unidos, un aumento en las tasas de intereses resultará en una desaceleración del crecimiento económico, asegura la experta. Pero lo más perturbador es que esta decisión repatriaría capital al país norteamericano y este capital provendrá de países muy endeudados. En países emergentes, como Brasil o Argentina, la fuga de capitales a EEUU podría tener consecuencias desastrosas para sus economías, opina.
Por su parte, para el economista Philippe Bechade, el aumento de las tasas en EEUU es natural. No obstante, señala una situación preocupante en Europa, donde el Banco Central Europeo no tendrá ningún instrumento para apoyar la economía en caso de una crisis.
En este punto coincide con Nouriel Roubini, quien, en su artículo publicado por Les Echos, señala que "a diferencia del 2008, cuando los Gobiernos tenían las herramientas políticas para prevenir una caída libre, los líderes que enfrentarán la próxima recesión tendrán las manos atadas, ya que los niveles de deuda global son más altos que los niveles anteriores a la crisis".
De acuerdo con Bechade, el problema principal sigue siendo el tamaño de las deudas, que se encuentran en niveles muy por encima de los que ya se consideraban intolerables en el 2008. La crisis económica ha visto aumentar la deuda de muchos Estados a gran velocidad, así como la de los hogares y el sector privado. Según el FMI, la deuda global alcanzó un récord de 164 billones de dólares en 2016, lo que representa el 225% del PIB mundial.
El experto tampoco excluye una caída del mercado de valores, al que las políticas recientes de Donald Trump han llevado a niveles asombrosos, lo que a su vez llevaría a una explosión de la burbuja actual.
"Es la burbuja especulativa más fenomenal que hemos visto desde 1929. Y está destinada a explotar", advierte Bechade.
Otra advertencia de tormenta sobre la economía mundial es la guerra comercial. La retórica proteccionista de Donald Trump lo ha puesto en una posición de confrontación con la Unión Europea y especialmente con China.
"Las tensiones comerciales pueden afectar el crecimiento mundial porque desacelerarán el comercio internacional. Los aranceles a los productos los hacen más caros y, por lo tanto, limitan los intercambios. Pero el comercio internacional es un elemento clave del crecimiento económico en todo el mundo", destaca Matelly.
Bechade, a su vez, denuncia la desconexión entre el mercado y la realidad, particularmente en relación con lo que sucede en los mercados de valores.
A comienzos de 2018 la deuda global superó los 233 billones de dólares. A pesar de todas las advertencias de las organizaciones financieras internacionales hay países que continúan tomando más préstamos.
Te presentamos una lista de los seis países con mayor deuda con relación a su PIB publicada por el Fondo Monetario Internacional.
EEUU
En el 6º lugar de nuestra lista se encuentra EEUU, país que tiene una deuda que alcanza el 106,1% de su PIB, según datos del Fondo Monetario.
Washington ocupa en la lista del FMI el 14º lugar con 21,5 billones de dólares de deuda pública.
En otro documento titulado Informe de Estabilidad Financiera 2018 el ente destacó a EEUU como el gran perdedor de la guerra comercial que Donald Trump desencadenó contra otros países.
El FMI no fue el único en advertir sobre las consecuencias negativas que podrían ser causadas por la política agresiva que Trump está tratando de aplicar contra otros países.
El periodista ruso Maxim Rúbchenko enfatizó en su artículo para Sputnik que la política económica de Trump y una deuda estatal sin precedentes contribuyen a que el dólar sea cada vez menos atractivo para ser utilizado en los pagos internacionales y varios países empiecen a dar los primeros pasos para sustituirlo en el comercio internacional.
Tras su adhesión a la UE y la adopción del euro este país europeo perdió la capacidad de apoyar su industria textil con ayuda de las intervenciones monetarias. Como resultado, los productores nacionales se hicieron menos competitivos que los de China, que cuentan con mano de obra barata. Esta desventaja contribuyó al crecimiento del desempleo y la emigración masiva.
Aunque la situación económica en Portugal se estabilizó en 2017, su deuda pública creció el año pasado 1.600 millones de euros —1.800 millones de dólares— en comparación con el año anterior. El país podría tropezar con dificultades para pagar su deuda si se toma en consideración el pronóstico del FMI de que la economía portuguesa crecerá tan solo 1,8% en 2019.
Italia
Este país europeo ocupa el 4º lugar en nuestra lista con una deuda pública que roza el 130,3 % de su PIB y alcanzó los 1,9 billones de dólares.
El principal problema de la economía italiana radica en que se basa en pequeñas empresas familiares, incapaces de competir en el mercado con las compañías transnacionales.
Por su parte, el exsenador italiano Roberto Mura reveló que el presupuesto italiano pierde siete millones de euros diariamente a causa de las sanciones que la UE introdujo contra Rusia.
Varios analistas pronostican que cuando el italiano Mario Draghi abandone su cargo de presidente del Banco Central Europeo en 2019 Roma podría quedarse sin su fuente de créditos baratos.
Líbano
Este país árabe ocupa el 3º lugar de nuestra lista con una deuda estatal que alcanzó en 2018 el 150% de su PIB.
Antes del 2011, la economía del Líbano florecía gracias a las exportaciones con destino a Irak, Jordania, los países del golfo Pérsico y un alto flujo de turistas.
No obstante, la guerra en Siria, país vecino, que inició en aquel año contribuyó a que las cosas empeoraran para Beirut. En particular, aumentaron las importaciones y como consecuencia creció el déficit de balanza comercial.
Este problema fue acompañado por un crecimiento en el número de migrantes. Más de 1,5 millones de los refugiados sirios llegaron al Líbano en 2016.
Para mantenerlos, el país tuvo que gastar mucho dinero mientras que los refugiados estaban listos para ejercer cualquier tipo de trabajo por una remuneración, así sea irrisoria. Como consecuencia, muchos libaneses perdieron su empleo y cayeron en la pobreza. En 2015, el número de ciudadanos pobres alcanzó las 170.000 personas.
La brusca caída de los ingresos empujó al Gobierno libanés a endeudarse más.
Este país europeo se sitúa en el 2º lugar del ranking con una deuda que alcanza el188,1%de su PIB. Con la entrada en la UE que tuvo lugar en 2001, el Gobierno griego pudo permitirse tomar créditos baratos de otros países europeos.
Además, se produjeron cambios radicales en la estructura del mercado laboral de Grecia. Un mayor número de empleados griegos trabajaba en la esfera de servicios, mientras que el empleo en la industria y, particularmente en los astilleros, se redujo considerablemente.
A partir de 2009 la deuda externa de Grecia no paró de crecer. Su rápido crecimiento hizo que muchos expertos vieran que una crisis presupuestaria era prácticamente inevitable.
Este país asiático encabeza nuestro ranking, así como el del FMI, con una deuda que llega al238,3%de su PIB.
Otro factor negativo es que la economía japonesa crece muy lento. Este año creció tan solo un 1,1% mientras que el año pasado su crecimiento no superó el 1,7%, según los datos del FMI.
Uno de los mayores problemas de la economía japonesa es su déficit comercial que en agosto de 2018 se situó en 4.000 millones de dólares a causa del incremento de las importaciones de crudo y de gas natural licuado estadounidense.
En octubre, tras varias caídas, el Dow Jones registró un tropiezo de 7,1 %.
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El índice industrial Dow Jones sufrió una fuerte caída este miércoles, al cierre de la sesión, que resultó en una pérdida de 608 puntos (un 2,41 %), para situarse en 24.584 puntos. El desplome destruyó todas las ganancias alcanzadas en 2018, informa CNBC.
Por su parte, también el índice S&P 500 perdió todas sus ganancias del año, al bajar un 3,1 % y situarse en los 2.656 puntos. Mientras, el NASDAQ experimentó un declive de 4,4 %, con caídas en perjuicio de Facebook, Netflix y Amazon.
En octubre, tras varias caídas, el Dow Jones registró un tropiezo de 7,1 %, mientras que el S&P 500 cayó en un 8,9 % y el NASDAQ en 11,7 %.
"Una imagen macro, cada vez más turbia, está nublando los pronósticos del crecimiento de las empresas para 2019", indicó Alec Young, de FTSE Russell, para luego afirmar que la situación "está llevando a los inversores en gran parte a ignorar un robusto inicio de las ganancias en el tercer trimestre".
Varios factores han causado esta caída, entre ellos los debatesentre Italia y la UE por el presupuesto, el escándalo por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi y la crítica a Arabia Saudita por esa causa, informa el medio.
Tras un efímero repunte este jueves, las ganancias de Alphabet y Amazon fallaron en cumplir con las expectativas, agudizando los nervios en los inversores alrededor del mundo.
Bolsa de Nueva York (NYSE). 23 de octubre de 2018.
Las acciones de Amazon y de Alphabet cayeron un 8% y un 2,7%, respectivamente. Las compañías Facebook, Netflix y Apple, a su vez, perdieron más del 1,5%.
En octubre, el Dow Jones sufrió una serie de caídas. El Nasdaq también registra pérdidas por cuarta semana consecutiva.
El Nasdaq está a punto de registrar su peor mes desde octubre de 2008 en medio de la crisis financiera, tras haber perdido más del 10 por ciento este mes.
BEIJING, 8 nov (Xinhua) -- Las importaciones de China subieron un 26,3 por ciento interanual en octubre, mientras que las exportaciones aumentaron un 20,1 por ciento, ambas superando las expectativas del mercado, según datos revelados hoy jueves por la Administración General de Aduanas.
Los incrementos también aceleraron con respecto al 17,4 por ciento de las importaciones y al 17 por ciento de las exportaciones registrados en septiembre.
En el mes pasado, el superávit comercial se situó en 233.630 millones de yuanes (33.760 millones de dólares), superando los 213.230 millones de septiembre, informó la entidad.
Durante los primeros diez meses del año, el comercio exterior de China totalizó 25,05 billones de yuanes, con un aumento del 11,3 por ciento respecto del mismo período del año pasado.
El comercio exterior con la Unión Europea, el mayor socio comercial del país, registró un alza interanual del 8,4 por ciento, para situarse en 3,68 billones de yuanes entre enero y octubre, según los datos de la administración.
En el mismo lapso, el comercio con Estados Unidos, el segundo socio comercial, se elevó un 7,4 por ciento hasta los 3,44 billones de yuanes, seguido por la ANSEA (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), el tercer socio, que registró un aumento del 13,7 por ciento, alcanzando los 3,18 billones de yuanes.
En términos denominados en dólares, las exportaciones del país asiático se incrementaron en octubre un 15,6 por ciento anual, mientras las importaciones subieron un 21,4 por ciento.
Las débiles previsiones de varios proveedores de la empresa estadounidense Apple afectan al mercado de manera negativa.
Brendan McDermid / Reuters
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Las acciones de Wall Street han caído por tercer día consecutivo este 12 de noviembre y la pérdida de un 3,8 % en los títulos de la compañía Apple ha afectado al resto del sector tecnológico, informa Reuters.
El valor de esa firma estadounidense ha disminuido a raíz de que el fabricante de sensores láser Lumentum Holdings redujera sus previsiones con el argumento de que uno de sus clientes importantes había disminuido sus pedidos de manera significativa, un anuncio por el cual sus acciones se desplomaron un 30,9 %.
Por su parte, el fabricante de pantallas Japan Display también ofreció una perspectiva anual más negativa debido a la debilidad de la demanda de los fabricantes de dispositivos inteligentes, mientras que proveedores de Apple como Cirrus Logic, Qorvo y Skyworks Solutions también cayeron entre un 3 % y un 10 %.
Amazon también perdían 4,4%, mientras que Facebook cedió 2,3% y JPMorgan Chase, 2,1%.
Asimismo, el índice Dow Jones bajó 25,387 puntos —un 2.32 %—; así como el índice de tecnología S&P 500 perdió un 2%; el tecnológico Nasdaq, cayó 2,6% y el índice de semiconductores de Filadelfia se dejó un 3,3%.
MOSCÚ (Sputnik) — El intercambio comercial entre Rusia y China entre enero y septiembre de este año aumentó un 27,8% frente al mismo período del año anterior, según los datos del Servicio Federal de Aduanas de Rusia (FTS, por sus siglas en ruso).
En este periodo el comercio entre los dos países alcanzó el valor de 78.677 millones de dólares, mientras que en 2017 llegó a 61.581 millones de dólares.
Las exportaciones rusas a China ascendieron en los primeros tres trimestres de 2018 a 40.464 millones de dólares de 26.864 millones de dólares en el mismo lapso en 2017, es decir se incrementaron en un 50,6%.
Mientras, el valor de las exportaciones chinas a Rusia en el mismo periodo se estima este año en 38.213 millones de dólares, lo que representa un aumento del 10,1%, pues de enero a septiembre del año pasado China envío a Rusia mercancías por valor de 34.716 millones de dólares.
La cuota de China en el comercio exterior de Rusia alcanzó el 15,7%, al crecer desde 14,8%.
El S&P 500 y el NASDAQ también han experimentado descensos del 2,1 %.
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El promedio industrial Dow Jones se ha desplomado este 20 de noviembre al perder 616 puntos (un 2,5 %), hasta situarse en 24.400 puntos. Esa brusca caída ha provocado que perdiera todas las ganancias que alcanzó durante 2018, informa AP.
Por su parte, en el índice S&P 500 también se han evaporado todas las ganancias del año al perder 56 puntos (un 2,1 %), una depreciación que lo ha situado en 2.634 puntos. Asimismo, el NASDAQ ha experimentado un declive de 147 puntos (un 2,1 %), hasta 6.881.
Al mismo tiempo, grandes empresas tecnológicas han experimentado un declive este martes. Así, Apple ha perdido un 4,7 %, mientras que Amazon ha caído un 1 % y Netflix un 0,4 %.
En ese contexto, Craig Callahan, el presidente de Icon Funs, citado por la cadena CNBC, indicó que las caídas de las cotizaciones determinan una preocupación esencial: que los factores que provocaron el declive en octubre se mantengan y lleven a "una desaceleración económica".
Asimismo, Dario Perkins, de TS Lombard, afirmó que la debilidad del sector tecnológico "podría tener un impacto significativo en la economía global". En su opinión, las pérdidas del quinteto FAANG —Facebook, Amazon, Apple, Netflix y Google— "podrían socavar el mercado de valores más amplio de EE.UU."
Un relator de la ONU en cuestiones de pobreza y derechos humanos estudió el impacto de uno de los programas de austeridad más extremos entre las economías avanzadas y llegó a conclusiones desoladoras.
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Un informe devastador de la ONU sobre la pobreza en el Reino Unido proporciona pruebas irrefutables de que el verdadero enemigo de los ciudadanos británicos es su propia clase dominante, que a su vez ha estado intentando convencerles en los últimos años de que su enemigo es Rusia, indica el columnista John Wight en su nuevo artículo para RT.
El profesor Philip Alston recorrió como Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, el país durante dos semanas para investigar el impacto de ocho años de uno de los programas de austeridad más extremos implantados entre las economías avanzadas del G20 en respuesta a la crisis financiera de 2008 y la subsiguiente recesión mundial.
"Lo que encontró fue evidencia de una guerra económica sistemática, voluntaria, concertada y brutal desatada por la clase dirigente conservadora de derechas del país contra el sector más pobre y vulnerable de la sociedad británica, que arruinó las vidas de millones de personas que no fueron responsables de la mencionada recesión, pero se vieron obligadas a pagar por ella", describió Wight.
"Parece claramente injusto y contrario a los valores británicos que tantas personas vivan en la pobreza. Esto es obvio para cualquiera que abra los ojos para ver el inmenso crecimiento de los bancos de alimentos y las colas que esperan afuera, la gente que duerme en las calles, el incremento de personas sin hogar, el sentimiento de profunda desesperación que lleva incluso al Gobierno a designar un ministro de Prevención del Suicidio y a la sociedad civil reportar a fondo sobre niveles inauditos de soledad y aislamiento", reza la introducción del informe, publicado este 16 de noviembre.
En total, 14 millones de personas en el Reino Unido viven ahora en la pobreza, una cifra que supone una quinta parte de su población, destaca Wight. Cuatro millones de ellos son niños, mientras que, según el profesor Alston, 1,5 millones de personas se encuentran en situación de desamparo, es decir, sin capacidad para cubrir las necesidades básicas de la vida.
Parece claramente injusto y contrario a los valores británicos que tantas personas vivan en la pobreza.
"Y esto es lo que la clase dominante de la quinta economía más grande del mundo, un país que pasea por el escenario mundial como un pilar de la democracia y los derechos humanos, considera el progreso", escribe el columnista.
"La compasión británica por los que sufren ha sido reemplazada por un enfoque punitivo, mezquino y a menudo cruel, aparentemente diseñado para inculcar disciplina donde es menos útil, imponer un orden rígido en las vidas de aquellos menos capaces de hacer frente al mundo de hoy en día", concluye el profesor Alston.
"La austeridad no es y nunca ha sido una respuesta económica viable a la recesión en una economía determinada. En cambio, es un club ideológico que se ejerce en nombre de las grandes y ricas empresas para garantizar que el precio pagado por dicha recesión económica sea asumido exclusivamente por los menos capaces de soportarlo, es decir, los pobres y los trabajadores", señala por su parte Wight, que lamenta que esta "guerra de clases" se presente como una "política gubernamental legítima".
El dólar cae respecto a casi todas las principales monedas del mundo. Los inversores respondieron de inmediato, pero los analistas están seguros de que el verdadero colapso de la moneda estadounidense aún está por llegar, señala Natalia Dembínskaya, columnista de Sputnik.
La semana pasada, el dólar se vio afectado por las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Stephen Mnuchin, que apoyaban el debilitamiento de la moneda de EEUU. Otro golpe inesperado fue asestado por el diario de negocios estadounidense The Wall Street Journal, que se unió a los ataques de Trump contra la Reserva Federal y la llamó a "calmarse" y dejar de subir las tasas.
Pero, por supuesto, el problema no está solo en esta publicación.
"Después de que los economistas comenzaran a hablar de que se agotaba el efecto de los incentivos fiscales y comenzaba a desacelerarse la economía de Estados Unidos, las declaraciones de funcionarios y expertos comenzaron a inclinar la balanza a favor de la reducción de la tasa de interés del Sistema de la Reserva Federal (Fed). Finalmente, la balanza se inclinó bruscamente, lo que llevó a un debilitamiento de la moneda estadounidense", explicó Andréi Vérnikov, director general adjunto de análisis de inversiones de Zerich Capital Management.
Este año, el regulador estadounidense elevó la tasa tres veces. El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal condujo a un aumento en el rendimiento de los bonos del Gobierno estadounidense a largo plazo, un aumento en las tasas hipotecarias y, como resultado, una disminución en el volumen de compras de bienes raíces.
El presidente estadounidense no está de acuerdo con la política actual del regulador financiero. En octubre, Trump calificó a la Reserva Federal como la principal amenaza para la economía. También se quejó de que la Fed, que actúa como Banco Central, sea una estructura independiente, y la Casa Blanca no tenga palancas de presión sobre ella.
Cuando la Fed aumenta las tasas de interés o implementa otras medidas para restringir la política monetaria, hay menos 'dinero barato' en el sistema financiero.
Cuanto más altas son las tasas de interés, mayor es el costo de los préstamos para el negocio. Esto significa que los empresarios no aumentan los salarios, invierten menos y los accionistas obtienen menos ganancias. Como resultado, las acciones de las empresas pierden su atractivo.
Al aumentar las tasas de interés, la Reserva Federal contribuye a un aumento en el rendimiento de los bonos del Tesoro, en particular los de diez años, a los que están vinculados los tipos de interés de los préstamos bancarios y las hipotecas. En consecuencia, el poder adquisitivo de la población disminuye.
El alto rendimiento permite atraer más dinero de los mercados emergentes a la economía. Pero hay un reverso de la medalla. Bank of America Merrill Lynch ya ha advertido: las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal tendrán un impacto significativo en el crecimiento. Todo este año, los inversores están vendiendo los valores de mercados emergentes a causa del alza de la tasa de la Fed, que busca fortalecer el dólar.
Recientemente, el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, comentó al canal CNBC que hay "algunas evidencias" de que el crecimiento de la economía global se está ralentizando.
El rendimiento de los bonos de EEUU a dos y tres años superó el costo de los títulos públicos a cinco años, por primera vez desde 2007. Esto se conoce como la reversión en la curva de rendimiento y se considera un indicador de recesión futura.
Una reversión aparece en la curva de rendimiento de los papeles del Tesoro de EEUU: el rendimiento de los valores más cortos superó las tasas de los más largos. Los inversores le prestaron atención porque tal situación en el mercado de deuda podría preceder a una recesión económica, informa el periódico financiero ruso RBC tras analizar un gráfico elaborado por Bloomberg.
La diferencia entre los rendimientos de los valores estadounidenses a cinco y dos años el 3 de diciembre se volvió negativa por primera vez desde junio de 2007. Lo mismo sucedió con la diferencia entre los papeles a cinco y tres años.
Para el 4 de diciembre, el diferencial negativo se mantenía: los rendimientos de los bonos gubernamentales de dos y tres años superaban entre 1 y 1,5 puntos básicos —el punto básico es una centésima parte de un punto porcentual— el rendimiento de los bonos del Tesoro a cinco años.
Normalmente, los rendimientos de los bonos más largos son más altos que los rendimientos de los más cortos, ya que el riesgo de pérdidas al invertir durante un período más largo es mayor que en un período corto. Los inversionistas exigen una prima por este riesgo. Pero si los inversores venden valores a corto plazo más rápido que los valores a largo plazo, puede producirse una reversión, resalta el RBC. Esto significa que el mercado generalmente teme un aumento excesivo en las tasas de interés.
La Reserva Federal de EEUU aumentó su tasa clave ocho veces desde fines de 2015. 25 puntos básicos en cada oportunidad. En diciembre, se espera otro aumento.
Sin embargo, los inversionistas y los analistas de mercados financieros le dan más importancia a la diferencia en los rendimientos entre los valores de 10 años y dos años. El 3 de diciembre, la rentabilidad de los valores a diez años superó el rendimiento de los valores a dos años en solo 14 puntos básicos, la diferencia más pequeña desde julio de 2007, señala Reuters.
La reversión de los rendimientos entre los valores a diez y dos años precedió a cada una de las nueve recesiones estadounidenses desde 1955. Estas solían aparecer con un retraso de seis a 24 meses, señalan en el Banco de la Reserva Federal de San Francisco. Esta recesión puede ocurrir antes de fin de año o a principios de 2019, según pronosticó a CNBC Ian Lingen de BMO Capital Markets.