La decisión del Gobierno chino de prohibir el comercio de especies silvestres en enero de 2020 explicaría esta situación.
China se enfrenta a una escasez de monos destinados a ensayos científicos, en medio de la creciente demanda de estos animales durante la pandemia, informan medios locales. En estas circunstancias, el precio de uno de estos primates se ha disparado, pasando de 2.280 dólares en 2016 a 9.600 hoy en día, mientras los suministradores no pueden atender a los pedidos de sus clientes por falta de animales.
Se cree que la principal causa de esta carencia y del alza del precio en este mercado es la decisión que el Gobierno chino tomó en enero de 2020 de prohibir el comercio de especies silvestres en respuesta al brote de coronavirus. La medida incluía el veto a la importación y exportación de los monos que se usan en experimentos científicos.
Esta restricción hizo que cayera la provisión de primates a los laboratorios del gigante asiático, ya que la mayoría de los animales convenientes para realizar las investigaciones, como los macacos cangrejeros, provienen del sudeste asiático, es decir, de fuera de China.
Razones naturales
Paralelamente, la situación actual se agudiza por la particular crianza de los monos de laboratorio. Según lo establecen las normas establecidas, solo monos de segunda generación, así como sus descendientes, pueden ser usados en experimentos e investigaciones. Todos los especímenes deben contar con registros médicos y genéticos detallados.
Los criadores tardan al menos ocho años en poder vender un lote de 'monos comerciales'. En los primeros cinco años alcanzan la madurez, mientras que en el resto del tiempo se les realizan tests médicos y genéticos.
"Los animales tienen su propio ciclo vital. No son como los productos industriales: que en cuanto se pone la marcha elevada se pueden fabricar", explica en una entrevista con Vice el propietario de una empresa de cría de monos en el este de China, Zhang Wen, que se ha visto obligado a rechazar a muchos de sus clientes, ya que todos sus especímenes criados ya estaban reservados.
El mundo científico recurre a monos para explorar enfermedades humanas o para desarrollar medicinas, debido a que estos animales son biológicamente similares a nosotros. Asimismo, los primates sirven para hacer pruebas en campos como la neurología y la biología punta.