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General: Palestina. ¿Quién tiene derecho a defenderse: el verdugo o su víctima?
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De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 23/05/2021 08:09

Palestina. ¿Quién tiene derecho a defenderse: el verdugo o su víctima?


El lenguaje del ‘conflicto’ y del ‘enfrentamiento’ que iguala al ocupante y al ocupado, al colonizador y al colonizado, oculta que el origen de la cuestión palestina-israelí es un proyecto colonial de asentamiento –el sionismo− surgido en Europa a fines del siglo XIX que se propuso conquistar la tierra de Palestina, expulsar a su población árabe nativa y sustituirla por personas judías provenientes de todo el mundo. Tras un proceso masivo de inmigración judía europea, facilitado por el Mandato Británico en las primeras décadas del siglo XX y acelerado por el nazismo, el Estado de Israel fue creado en 1948 sobre las ruinas de 500 localidades palestinas destruidas tras una violenta campaña de limpieza étnica (Nakba o ‘catástrofe’ en árabe) que asesinó a unas 30.000 personas, expulsó a otras 800.000 y las convirtió en refugiadas a las que hasta hoy no se les permite regresar (ni a sus descendientes) porque son una amenaza demográfica para el Estado judío.

El falso mito fundacional sionista que prometía “una tierra sin gente para un pueblo sin tierra”, ignorando y despreciando ─como todo proyecto colonial─ a la población nativa, se traduce en la práctica en apoderarse del máximo de tierra con el mínimo de árabes. De esa población excedente hay que deshacerse, ya sea por métodos violentos (como ahora en Gaza) o perversamente sofisticados, como el complejo sistema de ocupación y colonización en Cisjordania y Jerusalén, o las más de 50 leyes e infinidad de políticas que discriminan a la población palestina con ciudadanía israelí. El objetivo es que todos se vayan. Porque más allá de la retórica para consumo occidental sobre “los dos Estados”, en el proyecto sionista no hubo nunca lugar para la población palestina.

Ese sistema de dominación fue por fin calificado este año de apartheid por la principal organización internacional de derechos humanos, Human Rights Watch, y por la más importante de Israel, B’Tselem. Superando la falsa separación entre el Israel ‘democrático’ y los territorios que ocupa y coloniza, se afirma inequívocamente que «En toda la región entre el Mar Mediterráneo y el río Jordán, el régimen israelí implementa leyes, prácticas y violencia estatal con un diseño destinado a cimentar la supremacía de un grupo: el judío, sobre otro: el palestino

Pero de esto no hablan los medios occidentales. Para ellos la noticia empieza siempre con la primera víctima israelí o el primer cohete disparado desde Gaza, sin antecedentes ni contexto. Mientras no lanzan cohetes, los medios ignoran la lenta agonía que es la vida cotidiana para los dos millones de personas encerradas en esa gran cárcel israelí que es la Franja de Gaza, bloqueada por aire, tierra y mar desde hace 14 años. No es noticia que a causa del bloqueo el agua esté contaminada, la energía eléctrica limitada a unas horas diarias, los hospitales desabastecidos, la economía destruida, el desempleo generalizado y las perspectivas de futuro reducidas a escombros igual que las viviendas con cada periódico bombardeo israelí. Como escribió un joven de Gaza: «Aquí estamos sangrando en silencio, todo el tiempo. Independientemente de esta o aquella guerra. (…) tenemos que elegir entre una muerte rápida en tiempos de guerra o una muerte silenciosa bajo el bloqueo».

Del mismo modo, los medios occidentales ignoraron la escalada de ataques y provocaciones de colonos y tropas israelíes que la población palestina de Jerusalén Este venía sufriendo desde el comienzo del Ramadán. Ignoraron las marchas de judíos extremistas por las calles de la Ciudad Vieja gritando consignas racistas como “muerte a los árabes” y prometiendo quemar sus casas y aldeas. Ignoraron las vallas colocadas por la policía israelí en la explanada de la Puerta de Damasco, la principal entrada a la Ciudad Vieja (y centro neurálgico de la vida social y económica palestina) para impedir las reuniones festivas que durante el mes de Ramadán tienen lugar allí al caer el sol, cuando se rompe el ayuno, bajo las guirnaldas de luces que adornan la explanada.


Ignoraron también la inminente expulsión de familias palestinas del barrio Sheikh Jarrah por parte de organizaciones de colonos judíos que –manipulando las leyes y los tribunales que siempre les favorecen– pretenden quedarse con sus viviendas. No fue noticia que tras décadas defendiendo sus hogares en una lucha desigual, Sheikh Jarrah se convirtiera en símbolo de resistencia a la limpieza étnica y la judaización violenta que Israel lleva a cabo en Jerusalén. Ni fue noticia la brutal represión cotidiana de la policía y los constantes ataques de colonos armados contra la gente de Sheikh Jarrah y de muchas localidades palestinas de Israel (pues la de Cisjordania no tiene permitido entrar a Jerusalén) que llegó para solidarizarse.

Tampoco fue noticia la violencia arrogante con que las fuerzas israelíes irrumpieron en la Explanada de las Mezquitas durante las oraciones del viernes y el sábado; ni siquiera cuando el lunes invadieron la mezquita de Al Aqsa (el lugar más sagrado para el pueblo palestino) armados a guerra, disparando, gaseando e hiriendo a más de 400 fieles y convirtiendo la mezquita en un campo de batalla. Quizás no hubo portadas ni titulares porque las víctimas eran musulmanas, los victimarios judíos y el templo destrozado no era una sinagoga ni una iglesia. Pero las imágenes del ataque dieron la vuelta al mundo en tiempo real y causaron indignación en las redes sociales. Y también llegaron a Gaza.

Los medios tampoco informaron que Hamas hizo algo que no había hecho antes: dio un ultimátum a Israel exigiéndole que antes de las 6 de la tarde retirara sus tropas de Al-Aqsa y de Sheikh Jarrah. El ultimátum fue ignorado, y los primeros cohetes fueron lanzados desde Gaza. Esta vez no buscaban llamar la atención sobre el bloqueo intolerable que sufren sus habitantes, sino decirle a Israel que no puede atacar Jerusalén durante semanas y esperar que la resistencia no responda.

Como expresaron Ibrahim y Afaf, jóvenes de Gaza: «No es sólo una conexión religiosa. El pueblo palestino ve a Jerusalén como una parte inseparable de su identidad nacional y de su historia. En los últimos días, cientos de palestinos de Gaza han salido a la calle a manifestar su rabia por lo que está ocurriendo en Jerusalén y en Sheikh Jarrah.» «Es un sentimiento. Y es que, al fin y al cabo, los palestinos estamos dispersos por todo el mundo. (…) Pero cuando se trata de Jerusalén, todos somos uno. En una realidad de total segregación entre las distintas comunidades palestinas, esta ciudad es el último fragmento de nuestra unidad. Eso es lo que alimentó la ira en Gaza hacia lo que está sucediendo en Sheikh Jarrah, la Puerta de Damasco y la Mezquita de Al-Aqsa

A lo largo de la Historia ningún pueblo oprimido dejó de resistir. La violencia continúa porque la Nakba −de la que se cumplen 73 años este mes− continúa todos los días sobre la tierra de Palestina. «Los viejos morirán y los jóvenes olvidarán» afirmó Ben Gurión. Pero ese pueblo tiene memoria y se niega a desaparecer. Aun en el exilio o en los campos de refugiados, las familias conservan las llaves de las casas que les robaron y las pasan a las nuevas generaciones; y estas aprenden desde la cuna que Palestina es su patria y que “existir es resistir”.



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De: Ruben1919 Enviado: 23/05/2021 21:05

Pensamiento crítico. Palestina y Colombia: ¡Al reviente!

Por Maité Campillo. Resumen Latinoamericano, 23 de mayo de 2021.

Cuando tengamos dificultades, cuando las privaciones nos acosen, pensemos en los que están combatiendo, en los que están derramando su sangre sin reclamar nada a cambio más que la fortaleza en el corazón, que produce el cumplimiento del deber (Tomás Borge comandante de la revolución sandinista).

¡REVOLUCIÓN` siempre revolución!!!

“Ningún pueblo alcanzó su libertad sin luchar. Donde hay ocupación, hay resistencia” (Leila Khaled, militante histórica del Frente Popular por la Liberación de Palestina).

La clase opresora jamás ofrece la paz, asesina en masa, este es su mundo de transparencia y civilización. Lo que está sucediendo en Colombia y Palestina como en Marruecos con el pretexto de los saharauis, no son golpes de represión ocasional de súbito ocasionada por un paranoico de turno, son décadas en uno y otro país como en Marruecos, de una justicia paramilitar que ha conseguido durante décadas y más décadas de historia judicialmente hacer lo que les ha venido en gana cuando lo han considerado oportuno, al margen de toda opinión pública y jurisdicción internacional, porque ser son sus asesinos “intocables”, que todo gobierno por igual de criminal respeta al margen de la ley y de la opinión de sus propios votantes. Esto mismo se vive, y se vivió desde la España monárquica en Iraq aportando tropas de ocupación y venta millonaria de armás para el crimen en Colombia, no digamos el apoyo incondicional y consentimiento a Marruecos que presta permanentemente a la barbarie ejercida por el Rey actual, que como toda su casta ha ejercido sobre el pueblo saharaui y el propio pueblo marroquí exterminando junto con España a sus históricos guerrilleros.

Estamos viviendo la ofensiva encarnizada de un sistema abrasador en demolición más patética de su historia, que hoy no solo nos sigue matando, nos están exterminando entre fusiles videntes y pandemias invidentes. Este nuevo parto del asesino Rey de Marruecos (en colaboración con sus confidentes de uno y otro lado de la Europa de la “NO intervención”, se perpetúa, pretende justificar sus medidas y crimines acusando directa e indirectamente de sus descalabros al propio Frente POLISARIO, y de una bajeza hitleriana pueril vergonzante además de indignante y macabra, a su representante hospitalizado Brahim Gali; utilizando el asesino monarca de manera ruin, víctimas de su propio país, como si utilizara naranjas podridas de sus árboles). Este estrecho vinculo de muerte hispano-marroquí, tiene quebranto en ciclo histórico detonante como lo tienen los propios sucesos ocurridos en Palestina y Colombia. Salto cualitativo del crimen indiscriminado que permite ver con clarividencia la antesala en que nos encontramos, como un antes y después sobre la luz directa de los ríos de sangre que alimenta a los magnates de la cúpula banquera y paramilitares en manos de guías del eje económico, y para ello, tengan que morir millones de nuevos seres humanos en el mundo como resultado de las cuentas del depredador.

Esta pandemia a escala mundial, esta ofensiva monstruosa que rige el mundo con sus personajes grotescos patéticos despreciables, tiene su fundamento, su religión capitalista innovadora del milagro de la regla del tres que estamos padeciendo, basado en la santa trinidad y su incógnita del misterio como disparo seco de nieve en mueca de Josef Mengele` el de la sonrisa perfecta; hoy inserta en el Rey de Marruecos, como Duque en Colombia y en el propio gobierno sionista de Israel… esa sonrisa inmutable “campechana” tan grotesca como detestable que encubre la verdad contra la razón y la justicia, trata del siniestro capitalismo con su imperio en amenaza de muerte, parapetados con sus marionetas detrás de su industria armamentista contra la independencia de los pueblos, de su sistema de ocupación, dependencia y esclavitud. De forma veloz el covid-19 atacó a China en plano directo magistral (Hoy el Rey de Marruecos ataca el derecho de otros pueblos como sus compadres asesinos atacan el pueblo colombiano y palestino). Más allá de las guerras tecnológicas entre China y Estados Unidos, la industria armamentística biológica-farmacológica fuertemente unidas muestran más que una crisis económica, una más que urgencia de recursos, es el propio estado pandémico del dólar desintegrándose en el caos más absoluto, su debilitamiento vírico, maniatando la defensa y respuesta directa de los pueblos, basado en el control absoluto en sus manos como ensayo general de una guerra ofensiva de desgaste a escala internacional, selectiva, a diferentes ritmos y escenografías de exterminio cambiando para mejor distraer de país constantemente, y vuelta a empezar; así sucesivamente enmarcan acuerdos apuntalando objetivos. Es el hoy escalofriante repleto de inseguridad una evidencia a escala mundial, potencia en desafío de guerra, cebada en objetivos de ayer y hoy sobre Colombia y Palestina; aprovecha el marco del crimen el sanguinario mandatario de Marruecos, tras dejar en un inquietante suspenso sus azotes sobre Chile, seleccionados crímenes de aviso y represión callejera; atrás va quedando la escabechina sobre Iraq, desbastada de todo, exprimida de todo, violada, degollada e irreconocible; se va perdiendo en nuestras mentes el paso de su bota genocida sobre Siria… De vivir Hitler aplaudiría a los asesinos de los gobiernos demócratas del mundo en manos del Imperio

yanqui-sionista como alas del nazismo que el fascismo de estos gobiernos reverdece, como guardián de la cúpula y sus ejércitos con sus cuerpos represivos cotidianos, religiones en captación de masas y otras potencias a su alcance como testaferros servidores del eco de los aplausos y apología a sus catástrofes, medios oficiales y privados de la comunicación sumidos a sus descalabros. Palestina y Colombia se desangran gritan como gritó Rafael Alberti, poeta en otros tiempos alejado de la “democracia española”: ¡Galopa caballo cuatralbo, jinete del pueblo que la tierra es tuya!!!

Ante esta evidencia si yo fuera una mujer palestina y viviera en mi tierra debería, o no debería, estar combatiendo en la resistencia no solo con mis humildes armas literarias, o sea, debería o no, armarme como el que apuntala con otras armas menos artísticas o nada artísticas como las del enemigo de mi pueblo?. Insisto agarrándome a la pregunta pues me preocupa saber sobre el, si debería o no tener derecho a defenderme, hasta que punto sería justo apedrear hasta expulsar de por vida los monstruos que nos acosan y desaparecen, poder coger un fusil y defender por derecho la casa de mis padres, la tierra de mis antepasados, mi tierra, mi cultura, mi amor, mis ilusiones, mi dignidad, mi comunidad, sería o no lógico defenderla, levantar trinchera, barricada y bandera de combate contra el asesino sionista que quiere hacer desaparecer mi pueblo?. Le remordería alguno o alguna la conciencia de lxs que me leen si de la noche a la mañana en respuesta de siglos de hastío y exterminio del pueblo palestino -y por qué no pueblo colombiano, saharaui etc.- improvisásemos en una simbólica Plaza de la Bastilla (hecho histórico tan valorado entre progres y demócratas) y cortásemos las cabezas con los mismos medios valorados en libros de texto como “revolución”, de todos los promotores del crimen sobre Palestina?

Sí; si yo fuera una mujer palestina cabalgaría por mis tierras de esa manera, lo intentaría siempre, pero no lo soy, por lo que aunque no sea más que en sueño -quizá para muchxs descabellado- dado todo lo sufrido y a estas alturas de las evidencias, posiblemente en un ataque de odio e ira en honor a todoxs los que han caído luchando quemaría todos los dioses que nos maniatasen e intentaría acabar con todos (para así poder responder a la guerra -¡perdón!- quise decir a la tierra que nos precede) tanto vivos como muertos junto con todos sus fariseos que en su hipocresía se alborotan a cabezazos en el muro de las lamentaciones atándonos de pies y manos. Claro que aunque cierto es que en alguno de estos países tengo familia, no necesitaría nacer en Palestina, ni en Colombia ni el Sahara ni en Iraq ni Siria… para luchar contra el jarabe para la tos que nos aplican como mordaza, habituándonos desde hace décadas a partes militares como forma de vida y noticiarios enfermizos ajenos a toda realidad evidente que padecen mintiéndonos descaradamente, y, como no quiero caer en la tentación y golpear mi frente contra ningún muro, clamo a los que sufren, a los que no viven del poder del crimen y su ratonera de la trampa a que reaccionen contra la alienación y los que la siembran de oscurantismo impidiendo ver la luz final del túnel de las pesadillas, del evangelio y biblia en lápida de muerte, que les exculpa de todo pecado como ejércitos de los dioses.

Una misteriosa mancha en la sombra detuvo todos los relojes mantuvo en cuarentena una nueva/vieja enjaulada y deprimente cacería, como catástrofe natural, en era que se repite en un siglo inimaginable en la historia. No es el fin del mundo anticientífico el que amenaza es el intento del fin de la humanidad que les sobra; mano del depredador y sus acólitos, la ambición desquiciada de la rapiña, su patente insaciable en declaración de guerra su pregón innovador sobre un holocausto mundial en alumbramiento bélico, su monstruosidad cebándose contra el y la no “útil”, en debilitamiento antagónico de clase y abolición de culturas a favor del absolutismo de las detonaciones, de las zanjas y las rejas sembradas de espanto (Es el siglo XXI tomado por sus ejércitos). Siglo que nació muerto de todo encanto de los hijos de la tierra, de su sol con sus lluvias y cosechas; siglo en manos del monstruo más monstruo, del triunfo sobre una Europa donde las culturas desaparecen a la sombra de un rastrero continente a favor del nuevo orden mundial macabro de la muerte, que se avecina en dólar del imperio del norte y el eco se impone sobre la tierra

¡¡Nos están matando gritó Colombia!! ¡¡Nos están desangrando grita Palestina!! ¡¡Nos están exterminando grita el mundo oprimido!! Con virulencia chulería más paranoica que en época de la inquisición, del dictador Rafael Trujillo, que el dictador Franco y su legado, tanto o más que el nazi Videla, Pinochet, Mussolini o el propio Hitler… Reprimen masivamente insertando normas cotidianas una forma de vida de acoso controlada, rastreo de vida e imposición globalizada incívica contra la humanidad (es su civilización moderna insisto) donde los desaparecidos prevalecen agonizantes sin poder rechazar ni siquiera opinar ni derecho a justicia ¡Nos están matando, más, mucho más que los fascistas chilenos en las últimas revueltas del país andino!!! Mientras el nazifascismo sionista no deja de hacerse con Palestina, en tiempos de paz; me pregunto, cómo sería su guerra si esta es su paz… en un impulso de optimismo me llega a la memoria la forma de vida que aprendí, asumí y por la que peleé: “El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma” -dijo el maestro escénico Bertolt Brecht- que en honor y reconocimiento de su enseñanza realzo a Mahmoud Darwish poeta palestino: “Un millón de pájaros sobre las ramas de mi corazón inventan el himno combatiente” :

¡Fuiste tú!

¡Yo sé que fuiste tú!

Mataste mi adolescencia

Por las calles de Tulkarm.

me arrancaste

El derecho de vivir

Libre en mi país.

Asesinaste

A mis hermanos que no nacieron

Por la miseria de los campos de refugiados.

Mataste a los que nacieron y lucharon contra ti.

Así es como estos bárbaros depredadores alimentan su fe que año tras año sucesivamente va sometiendo y desapareciendo al pueblo palestino. El curso de sus ritmos se acelera, prácticamente solo enfrentando el crimen, la solidaridad internacional es irrelevante. Algunos progres creen protestar como demócratas “videntes”, se solidarizan siempre que se respete L` autoridad del gobierno de ocupación, no sería humano según ellos abolir el poder ejercido durante tantos años (¿?). Muchos de ellos son los mismos que estuvieron por el derribo del muro de Berlín, muro que se creó en contra del nazifascismo, aún coleante, fascismo que domina el poder actual en el mundo, Europa como el gringo respeta y protege al “Gobierno de Israel”, sionismo impuesto a los palestinos de los grandes magnates gobernando dentro de los propios EEUU. Les importa una mierda la vida de los seres humanos, defienden y encarnan las democracias del mundo -sus armas son evangelizadoras- fomentan el crimen contra las guerrillas revolucionarias y sus líderes como Tiro Fijo en Colombia, y tantos otros del pueblo palestino. Ambos pueblos son culturas sometidas desde décadas por su fuerte resistencia pero el poder de las armas los va desapareciendo en sus guerras de desgaste cueste lo que cueste y sin marcha atrás. Han sufrido y siguen sufriendo la tiranía poblaciones enteras expropiando sus casas; los desplazan, les obligan e imponen salir del país globalizando un mundo apátrida sobre un mezquino “mestizaje” blindado sobre el idioma del imperio. El pueblo colombiano por fin ha salido a las calles a decir ¡¡BASTA!! Era hora de hacerlo. Hora de descargar las armas de la razón contra la farsa de la negociación que acabó con lo más concienciado y ejemplar de su resistencia a manos de las balas del mismo ejército y policía fascista exterminando, no al gringo, sino a las FARC (250 entregas desarmadas hasta ahora), no a los

narcos-uribes, sino a líderes obreros, campesinos, estudiantes (unos 350 hasta ahora). En las últimas revueltas, la policía, ejército y paramilitares colombianos han asesinado a balazos a decenas de jóvenes, cientos de heridos y otros tantos desaparecidos porque el gobierno pro-yanqui colombiano, es uno de los del mundo que más ejerce la desaparición junto a sionistas y gringos. El pueblo de Colombia está rodeado de unas fuerzas siniestras militares y policiales enormes, con el mejor armamento del mundo abastecido por las democracias, entre ellas la de la monarquía española, 8 bases militares del imperio yanqui desplegadas por todo el territorio, y organizaciones de narcos-paramilitares que son verdaderos ejércitos que hacen prácticamente imposible que triunfe cualquier rebelión popular. Palestina igualmente rodeada, cercada e intervenida por uno de los ejércitos más modernos y preparados del mundo, con armas nucleares incluidas hace casi imposible que triunfe cualquier revuelta, cuyo fin sea recuperar sus tierras y crear un Estado palestino al que tiene pleno derecho ¿Dos culturas, pueblos condenados, a morir lentamente? El palestino prácticamente a desaparecer, aunque también están destinados a luchar hasta la muerte por liberarse de las garras de exterminio.

No todo está perdido si se organiza y se lucha como dijo Che: “La única lucha que se pierde es la que se abandona”. Pero nada es fácil, y menos, cuando el resto de pueblos del mundo mira para otro lado o solo cumple con meditación sobre templos consagrados a la sumisión o acudiendo a alguna que otra procesión callejera, a lo que merece la pena responder argumentando ejemplos de nuestra historia revolucionaria, de cómo el demostrado tesón y valentía del pueblo vietnamita logra vencer a dos ejércitos imperialistas como el gabacho francés y el patético del gringo, pues aunque contaran con el apoyo de la entonces Unión Soviética y de la China de Mao, sin esa firmeza implacable no hubiera podido ser. Otro pueblo es el cubano, que prácticamente partiendo de cero derrotó al ejército represor de Batista apoyado por la mafia y por los yanquis, sin ayuda de ningún país. Los pueblos de la II República en el Estado español prácticamente sin armas, lograron resistir durante 3 sangrientos años, enfrentados a tres potentes ejércitos, el franquista con sus moros mercenarios genocidas y su incondicional apoyo de Portugal a manos del archifascista Antonio Oliveira Salazar, el italiano y el alemán de la misma patente criminal (y una farsa NO intervención, colaboracionistas del genocidio, bloqueando desde diferentes puntos por tres fronteras, África, Portugal y Francia) que disponían de las mejores armas del momento. Palestina años atrás, sí tuvo el apoyo de la mayoría de los países árabes, y eso era importante, aunque solo fuera apoyo político y de ayuda humanitaria; no es el caso de ahora, y eso si es preocupante, los sionistas también han ganado esa batalla. Tal evidencia exige una pregunta clave en estos momentos: ¿Existe de verdad izquierda, no mediática de los gobiernos de las democracias del amo de las guerras enemigos del proletariado, siquiera progres por el mundo siquiera humanidad que se tilde de ejemplar, algún tipo de humanidad en dignidad capaz de reaccionar frente a tanta alienación sangrante?. Es desolador y de una impotencia que raya la locura ver como día tras día, en nombre del sionismo los judíos asesinan como nazis a cientos de seres de todas las edades, vergüenza histórica que la luz va aflorando, aunque evidentemente siempre hubo inocentes al margen de la religión que se les extirpó como ratones, tal es el nazismo, en liturgia dramática de Brecht y música de Beethoven.

Avanzan su desafío contra ‘los nadie’ hacia la antesala de la muerte, familias enteras a engrosar el número millonario de crímenes contra la humanidad, cuerpos represivos dispuestos a la defensa de los objetivos directos del monstruo sobre el siglo, embrión intimidatorio de laboratorio en nave espacial de rapiña destructor de humanidades. Sus videntes progres en caparazón de las democracias fomentan e imponen desgañitándose contradicciones e incredibilidades, tiene sus riesgos, por ello triunfan. Lógicamente no existe destacamento potente en el mundo que abra los ojos a sus posibles victimas, organizaciones y partidos de lucha contra un imperio acuciado por la fuga de capital y una casi nula presión fiscal sobre los grandes empresarios y grandes políticos de la cadena empresarial de las democracias capitalistas, por donde filtran el poder económico que impone la reforma de las jubilaciones, su desaparición como la sanidad en manos privadas reduciendo salarios y fomentando despidos laborales. Lejos de la lucha como defensa mucho más allá de la resistencia pasiva, todo es masa alienada, y ellos lo saben.

Su acoso es patético y desquiciado entre ese antes y después declarado en pandemia de lastres y desastres sobre un camino de espinas de muerte y cardos bajos los pies en piedra de odio; hierba, olivos, manantiales de agua y flores se marchitan donde años atrás los poetas cantaban romances, los campesinos regaban los frutos con su sudor y el caminante descansaba a la sombra de un almendro, hoy lleno de barreras de soldados del crimen, campos de minas, bomba y metralla, y también de linternas en la noche uniendo al pueblo palestino el odio del lado del fusil para la defensa contragenocida ¡Hace falta una respuesta internacional tan firme como luna llena en la noche oscura!!! ¡Hace falta coger las riendas en nuestras manos contra el exterminio humano!!! ¡Hace falta enfrentarse a la arrogancia y pedantería que arroja su seguridad armada hasta los dientes, hacer tambalear su estable control contra las víctimas por mucho armamento que tengan, hacer que vuelvan por donde llegaron en dirección al barranco de los gusanos!!! ¡¡Israel no tiene derecho a existir como nación sionista, Marruecos debe entregar a los saharauis su tierra, ni Duque ni yanquis son los amos de Colombia!! ¡STOP, al acoso d` estado de guerra permanente, al control social que nos gobierna como corderas: habla una mujer contra el crimen y destrucción de los países árabes!!! En Palestina casi todos sus habitantes son colonos traídos de varios países del mundo (el propio primer ministro Netanyahu es de origen polaco), como ocupantes y mercenarios, en eso no hay buenos ni malos todos son iguales; si hay alguien diferente o simplemente humanista que se vaya de esa tierra y luche allá donde se encuentre contra el gobierno sionista de ocupación e imperio que le apuntala sobre el planeta contra una cultura ancestral, la Palestina, que históricamente supo convivir con todo tipo de religión que no pretendiera su exterminio.

PD.

[“Para un poco (por ahora) de matar”, le ha dicho el asesor yanqui al sionista de Israel]. Pero este punto final, está reservado al Caudillo, tan amigo del imperio asesino de las guerras por el mundo. Punto final para el General y Caudillo más vendido del mundo a las potencias bélicas y colaboracionistas; el “vidente” que declaró en don de hipocresía en decenas de lustros y décadas: “Ahora se habla de democracia. Nosotros, los españoles, ya la hemos conocido. Y no nos dio resultado. Cuando otros van hacia la democracia, nosotros ya estamos de vuelta. Estamos dispuestos a sentarnos en la meta y esperar a que los otros regresen también. Crearemos una España fraternal, una España laboriosa y trabajadora donde los parásitos no encuentren acomodo. Una España sin cadenas ni tiranías judaicas, una nación sin marxismo ni comunismo destructores, un Estado para el pueblo, no un pueblo para el Estado”. (Esto dejó dicho el dictador, pero, sus parásitos en siglo XXI se le han multiplicado por miles de miles, en el Estado español como sus tiranías judaicas, en Palestina, al genocida del holocausto que llamó “su España”).

Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)



 
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