Desde hace años, las periodistas argentinas denunciaban el predominio masculino en la conducción de programas de radio y televisión o en las columnas de opinión de la prensa, además de las diferencias salariales que, como en el resto de la economía, permiten que las mujeres ganen menos aunque realicen el mismo trabajo o estén igual o más capacitadas, lo que ocurre también en el resto del mundo.
El año pasado, el colectivo Periodistas Argentinas comenzó a impulsar la ley que se debatió en foros con la participación de trabajadoras de prensa y que se acompañó con una campaña audiovisual en la que las periodistas solamente decían una palabra: equidad. Se convirtió en una nueva y original causa feminista.
Así avanzó una ley que se redactó con una perspectiva de diversidad, ya que acuñó una amplia conceptualización que no se refiere únicamente a las mujeres sino a "los géneros" para que en los medios estén representados con igualdad de derechos y oportunidades sin importar su identidad de género ni orientación sexual.
El proyecto dispone que los medios públicos cumplan con el principio de equidad en el acceso y permanencia a los puestos de trabajo, lo que le abre la puerta de este mercado laboral a más trabajadoras de prensa. Además, promueve que por lo menos el 1,0 % de los puestos sean ocupados por personas transexuales, travestis, transgénero e intersex.
El cumplimiento de la norma es obligatorio para los medios públicos, es decir, los que forman parte del ecosistema comunicacional financiado por el Estado, los cuales, además, deberán realizar campañas de concientización y sensibilización para fomentar la igualdad de las personas y la erradicación de la violencia por razones de género; difundir noticias y producciones con perspectiva de género, diversidad sexual e interculturalidad; y procurar acciones para la prevención de la violencia simbólica y mediática en la producción de contenidos y mensajes.
A los medios privados con y sin fines de lucro, en tanto, les ofrece incentivos ya que, si adhieren a la ley, podrán obtener un Certificado de Equidad que les permitirá ser beneficiados en el reparto de la publicidad oficial.
Para ello deberán demostrar que sus procesos de selección de personal respetan el principio de equidad en la representación de los géneros; llevan a cabo políticas de inclusión laboral con perspectiva de género y de diversidad sexual; implementan capacitaciones permanentes en temáticas de género y de comunicación igualitaria y no discriminatoria y que impulsan acciones para apoyar la distribución equitativa de las tareas de cuidado de las personas trabajadoras.
También deberán disponer de salas de lactancia y/o de centros de cuidado infantil, promover el uso de lenguaje inclusivo en cuanto al género en la producción y difusión de contenidos de comunicación; y contar con protocolos para la prevención de la violencia laboral y de género.