Por: Raúl Antonio Capote. Resumen Latinoamericano, 9 de julio de 2021
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), en su larga carrera de ignominias contra Cuba, quiere ir más lejos. La vieja organización que ha servido de pivote a la doctrina Monroe en América Latina y el mundo, da un paso más por el camino de la impudicia. Ahora ofrece otros dos millones de dólares destinados a los llamados disidentes para, siguiendo órdenes de Washington, enfrentar al Gobierno cubano.
Bajo el nombre de «nuevos programas de promoción de la democracia en Cuba», los objetivos son: promover la eficacia de los «grupos independientes» de la sociedad civil y desarrollar coaliciones más amplias para expandir su impacto.
Ha presentado su vergonzosa solicitud para las organizaciones no gubernamentales estadounidenses o extranjeras, mercenarios y aquellos que deseen convertirse en cipayos a sueldo de ee. uu. El anuncio de la subvención señala que la Usaid «está buscando solicitantes para identificar las necesidades no reconocidas y no satisfechas de la sociedad civil cubana en su búsqueda de los derechos humanos y los valores democráticos».
Cuando la Usaid habla de sociedad civil, se refiere a grupúsculos contrarrevolucionarios que habitualmente financian, cuyos miembros, siempre insatisfechos, padecen de una insaciable sed de los dineros de ese país. Son recursos lanzados, con los aportes de los contribuyentes, a la soberbia y el empecinamiento de quienes no lograrán el objetivo de vencer a un pueblo seguro de sí y dueño de su destino.
Tomado de Granma
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