Vladímir Putin y Xi Jinping ratificaron una declaración que promueve el intercambio comercial, el desarrollo de finanzas y seguros.
Vladimir Putin y Xi Jinping asisten a una ceremonia de bienvenida en Pekín, el 8 de junio de 2018
Jason Lee / Reuters
Síguenos en Facebook
Rusia y China se pusieron de acuerdo en aumentar el papel del rublo y el yuan en los pagos comerciales, inversiones y financiación bilaterales. Una declaración al respecto forma parte de los resultados de la cumbre entre ambas naciones que se celebró en Pekín este viernes.
Los presidentes Vladímir Putin y Xi Jinping dieron luz verde a un mayor "crecimiento de la cooperación ruso-china en el sector financiero, promoción de un aumento en la participación de las monedas nacionales en pagos comerciales, inversiones y financiación" y también tienen previsto "ampliar la colaboración en áreas como sistemas de pago y seguros", recoge TASS.
No solo se trata de elevar el intercambio comercial, sino de mejorar su estructura, en busca de nuevas áreas de crecimiento y colaboración. El presidente Putin estimó en la cumbre que el intercambio comercial entre Rusia y China podría alcanzar los 100.000 millones de dólares a finales de este año.
Según el documento, las partes también planean "impulsar los esfuerzos destinados a armonizar estrategias, programas y medidas para desarrollar las economías nacionales y sectores particulares".
También quieren "crear un entorno favorable para las empresas rusas y chinas", observar los "principios de subjetividad de las empresas" en los grandes proyectos bilaterales, mantenerse orientados al mercado, ampliar de manera sostenible el alcance de inversión y "crear condiciones favorables para la emisión de bonos transfronterizos".
La colaboración en materia de energía no se limita con la compraventa de petróleo, gas, carbón y electricidad, sino que incluye también la exploración de recursos de energía renovable, la eficiencia energética y los suministros de equipos de energía.
China es el mayor socio comercial de Rusia, que representó el 15% del comercio exterior ruso el año pasado. El comercio bilateral aumentó un 31,5% en el año 2017, llegando a 87.000 millones de dólares. Ambos países están promoviendo en los últimos años acuerdos en sus monedas nacionales, restando protagonismo al dólar estadounidense.
Según el Banco de Rusia, las empresas rusas y chinas están dispuestas a efectuar pagos en rublos y yuanes. El año pasado, el 9% de los suministros de Rusia a China fueron abonados en rublos, dijo el regulador a RT. Por su parte, las compañías rusas pagaron el 15% de las importaciones chinas en yuanes. Hace solo tres años, las cifras eran el 2% y el 9%, respectivamente.
La política de sanciones de EEUU socavó la confianza en el dólar en el mercado global, escribe el diario austriaco Contra Magazin. Obsesionado con el juego de las sanciones, Washington se disparó en el pie y ahora cada vez más países rechazan la moneda estadounidense.
En las operaciones internacionales y en muchos mercados, el dólar sigue siendo la moneda líder, escribe Marco Maier, autor del artículo. Los precios del petróleo, el trigo, el cobre y otros bienes se establecen en moneda estadounidense.
Los países con economías en desarrollo no pueden renunciar a los préstamos en dólares ni a las reservas de divisas porque a menudo tienen que pagar las importaciones con esta moneda, ya que las suyas no son aceptadas, explica el periodista.
Pero el sistema dominado por el dólar comienza a "agrietarse cada vez más", continúa Maier. Los países pobres no quieren exponerse al riesgo constante asociado con las fluctuaciones de la moneda. Además, la política de sanciones de EEUU hace a muchos reconsiderar el sistema.
Por ejemplo, los estadounidenses prohíben comerciar con Irán en dólares, por eso Teherán cambió al euro y realiza transacciones con Rusia, China y otros países en monedas nacionales. Pekín y Moscú también están desdolarizando el comercio bilateral.
Cada vez hay más países que abandonan la moneda de EEUU, aunque sea parcialmente, y buscan otras soluciones.
El autor asegura que es Washington quien priva al dólar de su posición dominante en el mercado mundial porque lo usa como un "arma financiera de destrucción masiva". Y lo hace no solo en las guerras comerciales o monetarias, sino también para provocar hiperinflación, el retiro masivo de dinero de los bancos y la inestabilidad interna en aquellos países donde quiere cambiar el 'statu quo'.
"Washington puede derrocar a un gobierno incluso sin disparar. Pero de esta manera, EEUU se dispara en la rodilla porque el dólar estadounidense todavía conserva su valor solo debido a su posición dominante en el mercado mundial", subraya el autor.
Según los datos financieros de EEUU con su enorme deuda pública y un desequilibrio significativo en el comercio exterior, el valor de la moneda estadounidense debería ser menor. El dólar mantiene su posición únicamente porque es una moneda de reserva global.
Pero esta situación pronto puede llegar a su fin, pronostica Maier. Incluso los saudíesamenazancon dejar de vender el petróleo en dólares, lo que pondría fin al petrodólar y socavaría la confianza del mundo en la moneda estadounidense.
"A veces las armas (incluidas las financieras) se vuelven en contra de quienes las usan constantemente", concluye el autor.
Como parte de una campaña de desdolarización, Moscú adquirió 55,3 toneladas de oro en el primer trimestre del año.
Una máquina graba información en un lingote de oro puro en una planta de metales en Krasnoyarsk, Rusia
Ilya Naymushin / Reuters
Síguenos en Facebook
El Banco Central de Rusia es el líder mundial en términos de la cantidad de oro adquirido en el primer trimestre de 2019, según datos revelados por el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el organismo, las reservas mundiales del metal precioso aumentaron 145,5 toneladas en el primer trimestre de este año, un 68 % más respecto al año anterior. Las compras de oro en ese periodo por parte de los bancos centrales, lideradas por Rusia y China, fueron las más altas en seis años, ya que los países buscan diversificar sus activos y reducir la dependencia del dólar estadounidense, señaló el WGC.
Reducir la dependencia del dólar
Como parte de una campaña de desdolarización, Moscú adquirió 55,3 toneladas de oro en el primer trimestre de este año. En 2018, compró un total de 274,3 toneladas. De esta manera, el monto total de las reservas de oro del país es de más de 2.168 toneladas (19 % de sus reservas totales).
China, por su parte, reportó compras netas de 33 toneladas en el primer trimestre. Comenzó a comprar oro nuevamente en diciembre pasado luego de una pausa de 25 meses.
Otros bancos también hicieron importantes adiciones a sus reservas de oro en el primer trimestre. Los compradores son en su mayoría los países con una menor proporción de reservas en oro que las naciones de Europa Occidental, que buscan reducir su dependencia del dólar.
Ecuador compró oro por primera vez desde 2014, aumentando las tenencias de ese metal en 10,6 toneladas. Turquía también continuó con su programa de acumulación de oro, comprando 40,1 toneladas, mientras que la India, que comenzó a comprar oro nuevamente en 2018 luego de una pausa de nueve años, compró 8,4 toneladas en el primer trimestre.
La confianza hacia la moneda estadounidense continúa disminuyendo porque Washington utiliza el dólar para realizar chantaje político, económico y financiero, destaca Marco Maier en su artículo para el diario austriaco Contra Magazin.
Muchos países se han sumado a la llamada 'fiebre del oro'. Sus bancos centrales compraron 145,5 toneladas de oro en el primer trimestre del 2019. En el 2018 sus reservas 'doradas' aumentaron de 375 toneladas hasta 651,5, después de que se realizara la adquisición más grande de oro jamás registradadesde 1967.
Varios Estados que hoy en día compran oro activamente, son considerados como adversarios de Washington. Uno de estos países es Rusia, el mayor comprador de oro en 2018. El Banco Central ruso adquirió 274,3 toneladas. Además, Moscú redujo en un 84% sus inversiones en los bonos de EEUU.
Turquía, que también compra oro y disminuye sus reservas de dólares, enseña con estas acciones que no planea quedarse en la alianza con EEUU y la UE y que busca cooperar con los competidores de Washington: Rusia, China e Irán. Kazajistán, Ecuador, Catar, Serbia, Colombia y Filipinas también compran activamente oro y Maier está seguro de que próximamente más países "tomarán este tren".
La mayor ventaja del oro consiste en que este metal tiene una vida larga y excluye la amenaza de hiperinflación. Durante cientos de años, el poder adquisitivo de oro permanecía estable. Experimentó tan solo un pequeño número de subidas y desplomes a corto plazo. Además, Washington es incapaz de imponer sanciones al comercio de oro y casi todos los países lo acepten como un medio de pago.
El metal superó los 1.400 dólares la onza mientras se perciben señales pesimistas de la Reserva Federal de EE.UU. y se viven momentos de tensión en Oriente Medio.
Imagen ilustrativa
Heinz-Peter Bader / Reuters
Síguenos en Facebook
Ambos fenómenos se encuentran interrelacionados: como el precio del metal precioso está en dólares, cuando la moneda estadounidense cae, el oro resulta más barato para los que lo compran en otras monedas y, por lo tanto, puede aumentar la demanda.
Según informa Reuters, las actuales tensiones en Oriente Medio también han contribuido a que el precio del metal precioso se incrementara en un 5 % durante la semana y en casi 10 % en lo que va del año.
En este episodio de 'Keiser Report', Max y Stacy comentan un informe de JP Morgan dirigido a sus clientes más ricos en el que señalan el posible fin del 'privilegio desorbitado' del dólar y, tras demostrar que China está recuperando el papel que tuvo en la economía mundial durante miles de años, recomiendan una mayor exposición al renminbi y al oro. En la segunda parte Max entrevista al experto en China Dan Collins sobre qué cabe esperar de la visita de la delegación comercial de EE.UU. a Pekín.
Stacy inicia el programa citando un informe publicado por el banco estadounidense de inversión JP Morgan Chase dirigido a sus clientes internacionales de banca privada en el que se advierte que "el dólar puede perder su estatus dominante a nivel mundial" debido al auge de potencias como China.
"Nuestra conclusión es que muchos de nuestros clientes tienen en sus carteras una exposición al dólar mayor de lo aconsejable; exposición que, en este punto del ciclo económico, creemos que debería estar más diversificada, por lo que en muchos casos recomendamos invertir también en otras divisas de países del G10, divisas asiáticas y oro", señala el reporte de JP Morgan.
Pero Max recomienda que también se debería diversificar invirtiendo en el rublo ruso, ya que este está respaldado por el oro y porque Rusia cuenta con una de las mayores posiciones en el metal precioso. Asimismo, sugiere diversificar el oro con criptodivisas como el bitcóin.
"La utilización del dólar no deja de disminuir trimestre a trimestre, a punto de caer ya por debajo del 50 %", asevera Max, que cree que cuando la moneda estadounidense deje de ser la divisa dominante a nivel mundial, los precios en EE.UU. subirán.
"Cuando se pierde el privilegio desorbitado de contar con la divisa de reserva mundial, hay que empezar a pagar un precio real por las cosas, como hacen el resto de los países, y la inflación, que lleva 30 o 40 años enmascarada por este privilegio desorbitado, se situará en niveles reales, provocando con ello un desplome de la calidad de vida", vaticina.
El "avance importantísimo" de China a nivel geopolítico
En la segunda parte, se aborda el acuerdo firmado entre China y Pakistán para la creación de una base militar china cerca del puerto pakistaní de Gwadar, construida por el gigante asiático en la frontera con Irán. Se trata de un "avance importantísimo para Pekín a nivel geopolítico" que estará "dando muchos quebraderos de cabeza a los estrategas del Pentágono", sostiene el invitado Dan Collins.
"Desde el punto de vista estratégico, lo más interesante para China es que va a contar por primera vez con una base militar al otro lado de la India, donde se han producido muchos conflictos armados (…), dando lugar con ello a un cambio a nivel geopolítico en el estrecho de Ormuz que hará que EE.UU. no vaya a poder bloquear el paso del petróleo del Medio Oriente por el estrecho, y que el petróleo iraní pueda enviarse, a través del puerto de Gwadar, hasta la propia China", comentó Collins.
Rusia sigue insistiendo en el 'plan' de disminuir el papel del dólar en el comercio internacional mientras que la tensión entre Washington y Moscú aumenta.
A día de hoy, Rusia emplea la estrategia de desdolarización de su economía destinada a bajar su vulnerabilidad frente a las amenazas de EEUU de castigarla con sanciones.
Aunque en 2018 Moscú pudo disminuir el número de sus activos mantenidos en dólares —principalmente bonos estadounidenses—, su progreso en el comercio ha sido lento, dado que el uso de dólar está considerablemente arraigado en muchas transacciones.
Desdolarización a toda marcha
La participación del euro en las exportaciones rusas continúa incrementándose por cuarto trimestre consecutivo a cuenta de la moneda estadounidense. El uso de la moneda europea común en el comercio con la UE y China casi ha superado al dólar.
"Ha habido un fuerte incentivo para el cambio, no solo para Rusia, sino también para sus socios comerciales. La UE también experimenta presión por parte de EEUU, lo que la empuja a reducir su dependencia del dólar", explicó a Bloomberg el economista Dmitri Dolguin, de ING Bank.
Rusia todavía depende del dólar, ya que la mitad de su comercio anual, que ronda los 687.500 millones de dólares, implica el uso de la divisa estadounidense. Con todo eso, el país euroasiático concluye con EEUU menos de un 5% de estos acuerdos.
Otro motivo que hace que Moscú rechace el dólar radica en el hecho de que distintas empresas rusas sufren retrasos en los pagos internacionales porque las compañías occidentales tienen que buscar el permiso de EEUU para realizar sus transacciones.
Poco a poco la situación cambia. Un cambio radical ya puede observarse en el comercio ruso-indio, estimado en 11.000 millones de dólares. El rublo se utiliza en tres cuartas partes de los acuerdos que se han cerrado entre ambos países.
"Es probable que esta tendencia continúe, porque la infraestructura para transacciones en monedas alternativas ya se está mejorando", aseveró Sofía Donets, economista de la empresa de inversión Renaissance Capital.
Daños colaterales al rublo
EEUU anunció el 3 de agosto que impondría nuevas sanciones a Rusia por el supuesto envenenamiento del exagente de inteligencia ruso Serguéi Skripal. Moscú ha negado en repetidas ocasiones su implicación en este caso.
El segundo paquete incluye la prohibición a los bancos estadounidenses de comprar en los mercados primarios deuda soberana no denominada en rublos, y otorgar créditos no denominados en rublos al Gobierno ruso. Además, las nuevas sanciones implican la exigencia de Washington a organizaciones internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional de que no concedan créditos a Moscú.
El tipo de cambio de la moneda rusa cayó el 2 de agosto hacia sus mínimos de los últimos dos meses y se situó en los 65,4 rublos por dólar. Esta caída se debió a la confluencia de varias circunstancias externas:
disminución de precios del petróleo;
introducción de aranceles por parte de EEUU a las importaciones chinas;
reducción del tipo de cambio básico por parte de la Reserva Federal.
El principal factor que influyó en la moneda rusa fue la caída del precio del crudo, considera la periodista rusa Natalia Dembínskaya. El precio del Brent se desplomó el 1 de agosto en un 7%, hasta situarse en los 61 dólares por barril. La moneda rusa se vio afectada por este hecho.
A su vez, el precio del petróleo cayó debido a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, deimponera partir del 1 de septiembre un arancel adicional del 10% al resto de las importaciones chinas, estimadas en 300.000 millones de dólares.
Como resultado, el mercado reaccionó a la posible reducción de la demanda de petróleo, dado que hoy en día China es el mayor consumidor de hidrocarburos en el mundo.
Otro factor que jugó en contra del rublo fue la decisión de la Reserva Federal de EEUU de bajar el tipo de interés básico por primera vez en la última década.
"A raíz de esta jugada, los inversores empezaron a vender sus activos de riesgo. Este paso ayudó a consolidar el dólar y debilitar al rublo", destacó a Sputnik la principal economista de Nordea Bank, Tatiana Evdokímova.
Factores que favorecen a Rusia
A pesar de las circunstancias negativas, distintos expertos esperan que la prohibición de Washington de invertir en la deuda soberana de Rusia no inflija un serio daño a la economía rusa.
La principal causa está en el hecho de que el país euroasiático cuenta con la llamadabolsa de airefinanciera, es decir, sus reservas internacionales estimadas en más de 519.000 millones de dólares. Mientras tanto, su deuda externa se sitúa en los 482.362 millones de dólares. Es decir, si fuera necesario Rusia podría pagar su deuda por completo con sus reservas internacionales.
Aunque las sanciones contra la deuda soberana son capaces de hacer tambalearse el tipo de cambio del rublo, Rusia tiene herramientas suficientes para estabilizarlo, destaca Dembínskaya en su artículo para la edición rusa de Sputnik.
"Si la situación se agrava, el Ministerio de Finanzas hará una pausa en la compra de moneda extranjera, tal y como prevé la regla presupuestaria. Este escenario, aplicado en agosto del 2018, ayudó a paliar los efectos negativos que causaron las sanciones y sirvió de apoyo al rublo", recuerda la autora del artículo.
Rusia aprobó en el 2018 su nueva regla presupuestaria, según la cual todos los ingresos recibidos por la venta de petróleo y de gas —que superan al nivel básico— se utilizan para comprar la moneda extranjera o se invierten en el Fondo Nacional de Inversión de Rusia.
Todos estos factores positivos hacen que la mayor parte de expertos coincida en su opinión de que el debilitamiento del rublo será moderado.
"El tipo de cambio justo se situará en unos 64 o 65 rublos por dólar. Sin embargo, la moneda podrá caer aún más, hasta los 66 o 67 rublos por dólar si se toma en cuenta la venta de bonos rusos por parte de los inversores foráneos", explicó el empleado de la compañía Otkritie Broker, Timur Nigmatullin.
Con todo eso, si el precio del crudo continúa a su nivel actual —más de 61 dólares por barril— o aumenta aún más como consecuencia de la tensión alrededor de Irán, será poco probable que el tipo de cambio de la moneda rusa salga del corredor de entre los 63,20 y los 64,80 rublos por dólar.
Fuera el dólar, bienvenido el oro: Rusia, a punto de convertirse en el cuarto país en reservas internacionales
Publicado: 13 ago 2019 11:40 GMT | Última actualización: 13 ago 2019 12:28 GMT
Moscú ha estado reduciendo su dependencia de la moneda estadounidense desde que Washington empezara a introducir sanciones contra el país a partir de 2014.
Pavel Lisitsyn / Sputnik
Mientras tanto, Arabia Saudita dispone de unos 527.000 millones de dólares en reservas internacionales, según la agencia Bloomberg. Los tres países que lideran este 'ranking' son China, Japón y Suiza.
El Banco Central de Rusia emprendió un cambio esencial en su política en abril de 2018, cuando empezó a deshacerse drásticamente de sus activos denominados en la moneda estadounidense en reacción a la presión de las sanciones impuestas por Washington.
Para reducir aún más su dependencia del dólar, Moscú ha estado al mismo invirtiendo activamente en oro, convirtiéndose en el primer país en adquisición del metal precioso el año pasado y manteniendo ese liderazgo en el primer trimestre de 2019.
El precio del oro se ha disparado desde el mes pasado llegando hasta los 1.524 dólares por onza al momento de redacción de este artículo, marcando así el máximo en seis años.
Los factores que han influido en esta dinámica alcista incluyen las expectativas de bajadas de tipos de interés por parte de los principales bancos centrales y la incertidumbre causada por la reciente escalada de la guerra comercial entre EE.UU. y China, según un informe del Conejo Mundial del Oro.
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy comparan el actual mercado de deuda y la burbuja de las puntocom: en solo una semana la deuda con rentabilidad negativa aumentó en un billón de dólares, la deuda soberana global asciende a 55 billones de dólares y el 97% de la alemana tiene interés negativo. En la segunda parte Max entrevista a Egon von Greyerz, de GoldSwitzerland.com, sobre los 15 billones de dólares en bonos con rendimiento negativo y lo que eso supone para el mercado del oro.
En la primera parte del episodio, los presentadores discuten la burbuja de los bonos que, según Max, crece del mismo modo que lo hacía la de las ‘puntocom’ y representa "la burbuja de mayores dimensiones del mundo".
Los tipos de interés increíblemente bajos —a veces incluso con rentabilidad negativa— funcionan "como si se hubiera acabado con el continuo espacio-tiempo", ya que ignoran el principio de "darle el valor al tiempo", uno de los fundamentos de la economía, opina Stacy.
El invitado de este programa, el economista Egon von Greyerz, explica su visión del futuro de los precios de oro, pronosticando que pronto superarán lo que llama 'la línea de resistencia entre el oro y el dólar'.
"La Línea Maginot se destruyó durante la Segunda Guerra Mundial, y al igual que ocurrió con ella, yo llevo seis años esperando a que se venga abajo la línea de resistencia oro-dólar. Vaticiné que ocurriría para junio de este año, y bueno, estamos ahora mismo en un momento muy emocionante y vemos que está volviendo el entusiasmo por el oro", comenta el experto, agregando que la situación se debe a las acciones de los reguladores, que "se han dedicado a destrozar las divisas y la economía internacional".
Además, advierte que la creciente demanda conducirá al auge de los precios del metal precioso, que probablemente podrán subir hasta los 10.000 o 15.000 dólares por onza.
"Tenemos que recordar que el mercado del oro papel va a venirse abajo; la gente querrá oro en físico, y de eso no hay disponible a estas alturas.[…] Ya nos podemos imaginar que, cuando todas las instituciones quieran ponerse a proteger sus activos de la inflación, aunque sea comprando un porcentaje mínimo de sus activos en oro, será el momento en el que el precio del oro se dispare", señala von Greyerz.
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy abordan el tema de la tendencia del dinero fíat y el posible comienzo de la era del bitcóin y el regreso del oro. En la segunda parte, Max continúa su entrevista con Craig Hemke, de TFMetalsReport.com sobre el mercado del este metal precioso y sobre cómo los tipos de interés negativos, aumentando a una tasa de un billón de dólares a la semana, impactarán en las divisas fíat.
Los banqueros han sido los causantes de "amañar" el dinero fíat y hacer que este se "adueñe del sistema". No obstante, en la actualidad ha surgido una "insurrección mundial" contra estos propósitos de ocupación, de la mano del bitcóin, asegura Stacy Herbert.
Max Keiser afirma que es la primera vez en la historia que el ser humano cuenta con "dinero duro inconfiscable y disponible para todos los individuos". "Ello dará lugar a la soberanía del individuo y al hundimiento del concepto de Estado-nación y del dinero fíat. Se dará así paso a una nueva era", destaca.
En este contexto, Max subraya que esta criptomoneda se ha convertido en una opción "más que buena", ya que su valor aumenta paulatinamente: "Si los consumidores están comprando bitcoines es precisamente porque los precios no paran de aumentar".
El anfitrión del programa opina que protestas masiva como la de los 'chalecos amarillos' en Francia o las manifestaciones en Hong Kong son una muestra del levantamiento a nivel global en contra de los banqueros, y "la única solución" está en el bitcóin. "Todas esas protestas están interconectadas y se relacionan con toda una rebelión que se ha alzado contra el dinero fíat y los bancos (…) Todos los grupos protestan por lo mismo. Cuando se den cuenta de lo que vale un bitcóin se situará en los 100.000 dólares fácilmente", señala.
"Mantener a raya el precio del oro para mantener la fe en el sistema fíat"
Respecto al tema del oro, los presentadores afirman que el mercado de los metales preciosos ha estado amañado por mucho tiempo. Un ejemplo claro de ello es el caso de un excomerciante de metales preciosos del grupo financiero estadounidense JP Morgan Chase, que admitió haber manipulado ese mercado durante nueve años, entre 2007 y 2016.
"El tema es que todos los bancos, ya sea Wells Fargo, JP Morgan o cualquier otro, están metidos en fraudes en masa y lo único a lo que se les condena es a pagar pequeñas multas", asevera Max.
Según argumenta, a la hora de comprar oro, esas instituciones encuentran la manera de aumentar los movimientos de los precios haciendo uso de ventas en corto al descubierto o de la técnica del 'spoofing', que consiste en emitir órdenes de compra con la intención de cancelarlas antes de que sean ejecutadas para alterar el precio y beneficiar a una posición comercial preexistente.
En este sentido, Stacy añade que existen teorías conspirativas que dicen que esto sirve para "mantener a raya" el precio del oro en nombre de los bancos centrales y de los Gobiernos, y así "mantener la fe en el sistema fíat". No obstante, este modelo de negocios ya se les está acabando a los bancos.
"Eso nos deja solo con el oro y el bitcóin. El enorme fondo de pensiones japonés podría ser el primero en romper filas y pasarse al bitcóin. Luego todos los demás tendrán miedo de perdérselo", concluye Max.
En este episodio de 'Keiser Report', Max y Stacy hablan de la caída del imperio, como pasó con el romano, con un Donald Trump tan enloquecido como Calígula, llamando al jefe del Banco Central "enemigo del Estado". Mientras su aliado, el Reino Unido, dice que el mundo debe dejar de confiar en el cada vez más inestable dólar. En la segunda parte, Max entrevista a Craig Hemke, de TFMetalsReport.com, sobre el alza en el mercado del oro, cuyo análisis confirma que continuarán las subidas.
Uno de los temas principales de este programa se basa en un reporte de la agencia Reuters sobre el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, quien en la reunión de banqueros centrales celebrada la semana pasada en Jackson Hole (Wyoming, EE.UU.) criticó el rol "desestabilizador" del dólar estadounidense en la economía mundial. Además planteó la posibilidad de que los bancos centrales se unan para crear su propia divisa de reserva sustitutoria.
En aquel encuentro, Carney manifestó que el mundo tiene que poner fin a su peligrosa dependencia del dólar. "La economía tiene ciclos, y ahora mismo nos encontramos al final de uno de ellos", opina Stacy. "El estatus de la moneda estadounidense como divisa de reserva mundial constituye una carga para todo el planeta, también para el propio EE.UU.; de ahí que haya ahora tanto interés por el oro, que ya cotiza en máximos históricos", acotó Max.
Stacy sostiene que la propuesta de Mark Carney de crear una divisa alternativa consiste en una especie de criptodivisa para los bancos centrales. Pero la presentadora del programa pronostica que ese plan fracasará y acabarán teniendo que recurrir al bitcóin y al oro.
"El privilegio desorbitado que ha tenido Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial es algo transitorio, porque antes de Washington, el dueño de la divisa de reserva mundial era el Reino Unido, antes Portugal, y más atrás en el tiempo, China. Es un cambio que se produce más o menos cada 100 años y que lleva teniendo lugar desde hace siglos; y Estados Unidos no será inmune a él", advierte, por su parte, el invitado Craig Hemke.
Además, este opina que todas las circunstancias económicas que se están dando son propicias para que el 2019 sea el "mejor año" para el oro desde el 2010.
Los bancos centrales europeos ponen fin a su acuerdo sobre el oro que concluyeron en 1999 en Washington y que tenía como objetivo coordinar las ventas del oro. La tendencia de las últimas décadas, cuando los países europeos, con EEUU en la vanguardia, activamente se desprendían de este metal precioso en el altar del dólar, ha cambiado en dirección opuesta.
A finales del primer semestre, todos los bancos centrales del mundo compraron 374 toneladas de oro, marcando un verdadero hito. Los mayores compradores del metal precioso fueron los bancos centrales de Polonia, Rusia, China y Turquía. De esta manera, protegen sus reservas de oro y divisas de los riesgos asociados con las acciones de los reguladores financieros de EEUU y la Unión Europea, así como de la incertidumbre geopolítica. Los expertos están seguros que el oro se convierte en "una garantía absoluta contra los riesgos legales y políticos". ¿Pero cuando los países se desprendieron del oro y cuáles fueron las razones?
"Dólar: nuestra moneda – vuestro problema"
El abandono del patrón oro comenzó en 1944. Hace 75 años, en la ciudad de Bretton Woods, en el estado norteamericano de New Hampshire, delegados de 44 países acordaron crear un sistema monetario mundial: el dólar estadounidense se convirtió en la principal moneda internacional. Su tasa fue fijada con las reservas de oro de Estados Unidos, que en ese momento eran casi el 70% de todas las reservas del mundo. El precio del metal "amarillo" se fijó en 35 dólares por onza troy. Los países miembros mantenían sus reservas principalmente en forma de oro o en dólares, y tenían el derecho de vender sus dólares a la Reserva Federal de Estados Unidos a cambio de oro al precio oficial.
Pero con el tiempo resultó claro: en el contexto de la creciente inflación y el déficit del comercio exterior, EEUU no fue capaz de mantener la paridad del oro en el nivel establecido durante mucho tiempo. La situación fue agravada por los gastos de EEUU en la guerra de Vietnam. La caída del sistema Bretton Woods fue inminente: generó problemas como el dilema de Triffin, el creciente déficit comercial de EEUU, que puso en tela de juicio el uso del dólar como moneda de reserva en el sistema financiero internacional.
El entonces ministro de Economía y Finanzas de Francia, Valéry Giscard d'Estaing, abiertamente llamaba el sistema de Bretton Woods "un privilegio exorbitante" para los estadounidenses. Los países europeos no estaban dispuestos a continuar pagando las emisiones incontroladas de EEUU. Durante su famoso discurso el 4 de febrero de 1965, el entonces presidente francés Charles de Gaulle dijo:
"Por qué habría de permitírsele a los países más ricos del mundo monopolizar los beneficios de la creación de reservas internacionales para la financiación de sus propios déficits? ¿Por qué habría que participar el Banco de Francia en la financiación de las políticas de los EEUU, políticas en las que Francia no tenía voz y con los cuales podía estar en completo desacuerdo?".
"El hecho de que muchos países, acepten como principio que los dólares son tan buenos como el oro, conduce a los estadounidenses a endeudarse de forma gratuita a expensas de otros países. Porque lo que EEUU debe, lo paga, al menos en parte, con un dinero que solo ellos pueden emitir. Ante las graves consecuencias que se podrían desencadenar en caso de una crisis, creemos que se deben tomar medidas a tiempo para evitarla. Consideramos necesario que el comercio internacional se establezca sobre un patrón monetario indiscutible, y que no lleve la marca de un país en particular. ¿Qué patrón? La verdad es que no se puede imaginar otro patrón que no sea el oro!".
La imposibilidad de EEUU de hacer frente a sus compromisos de convertibilidad monetaria, desató en 1968 una verdadera fiebre del oro. Y la empezó de Gaulle quien decidió exigir a EEUU cambiar el oro por los dólares acumuladas en el Banco de Francia, algo que garantizaba el acuerdo de Bretton Woods pese a sus desventajas. Fue inminente que otros bancos centrales del mundo empezaron a exigir lo mismo: devolver dólares a EEUU a cambio de oro. Pero EEUU no planeaba resistir.
"El dólar es nuestra moneda y vuestro problema", dijo una vez en broma el secretario del Tesoro de Nixon, John Connally. Pero parece que no era ninguna broma. A finales de julio de 1971, las reservas de oro de Estados Unidos habían caído a un nivel muy bajo. Como respuesta, en 1971 Richard Nixon instauró el famoso "Shock económico", cancelando unilateralmente los acuerdos de Bretton Woods y suspendiendo la convertibilidad directa del dólar estadounidense con respecto al oro. Asimismo, Nixon impuso un arancel temporal de 10 %, forzando al resto de los países a revalorizar su moneda. Cinco años más tarde, en la conferencia de Jamaica de 1976, el nuevo sistema financiero fue establecido oficialmente.
Política deliberada de contención del oro
Expulsar el oro del mercado financiero y frenar la subida de los precios del oro con el tiempo se convertiría en el objetivo principal de EEUU. Lo comprueban las estenografías de la reunión entre el entonces Secretario de Estado de EEUU Henry Kissinger y sus asistentes, publicadas en el sitio web del Departamento de Estado de EEUU:
"Mr. Enders: Sr. Secretario, es una oportunidad, debemos tratar de negociar y avanzar hacia una desmonetización del oro, para comenzar a sacar el oro del sistema. Va en contra de nuestro interés tener oro en el sistema... Aunque todavía tenemos reservas sustanciales de oro —alrededor de 11 mil millones—, una gran parte del oro oficial del mundo se concentra en Europa Occidental. Esto les da la posición dominante en las reservas mundiales y los medios dominantes para crear reservas. Secretario Kissinger: ¿Pero cómo planean hacerlo?
Mr. Enders: Hay otra propuesta, que el FMI comience a vender su oro al mercado mundial, y deberíamos tratar de negociar eso. Eso comenzaría la desmonetización del oro. [...] También podríamos hacerlo menos interesante para ellos si empezáramos a vender nuestro propio oro en el mercado, y esto les pondría presión".
Así EEUU empezó a desprenderse del metal precioso activamente, para que los socios europeos hicieran lo mismo. Se vendieron varios cientos de toneladas de las reservas de oro del Tesoro de EEUU. Después siguieron el FMI y los bancos centrales europeos. En cinco años en total los bancos vendieron 1,23 mil toneladas de metal. En los años 80, las ventas se detuvieron y se reanudaron sólo en los años 90. Así ya en diciembre del 2000, el precio de oro cayó a un mínimo histórico de 271 dólares. Al mismo tiempo, la posición del dólar estadounidense en el mundo alcanzó su nivel máximo.
El Fénix dorado
La situación cambió drásticamente después de la crisis del 2008, que fue acompañada no sólo de una recesión económica mundial, sino también por la quiebra de las instituciones financieras, que hasta hace poco parecían indestructibles.
En particular, en febrero de 2008, en el Reino Unido fue nacionalizado el banco Northern Rock, un mes más tarde el banco estadounidense Bear Stearns fue comprado por JP Morgan Chase por sólo 240 millones de dólares, aunque un año antes su valor se estimaba en más de 30.000 millones de dólares, y en el verano del mismo año, la Reserva Federal de los EE.UU. se vio obligada a salvar a las compañías hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. La crisis culminó con la quiebra de Lehman Brothers, uno de los principales conglomerados financieros del mundo. En esas circunstancias, los bancos centrales tuvieron que pensar de nuevo sobre la diversificación de sus reservas y los activos seguros.
Según la opinión de algunos expertos, el aumento de la inversión en metales preciosos es una forma de diversificar la estructura de las reservas ante una creciente incertidumbre del comercio mundial y los mercados financieros. Hay algunos que consideran este enfoque como anacrónico. Sin embargo, es imposible no reconocer que en los últimos años, los bancos centrales aumentaron considerablemente sus inversiones en oro. Aparte de la incertidumbre económica y política, las sanciones de EEUU contra países como Turquía, cuando la lira turca cayó en un 20%, o contra China, que se enfrentó con las restricciones y aranceles sobre sus productos, hizo apostar no al dólar sino a otros activos más estables. Los analistas dicen que el oro puede ser considerado como un verdadero "activo antidólar".
"El oro no cambia su naturaleza: puede estar en lingotes, monedas; no tiene nacionalidad, existe desde hace mucho tiempo, y está aceptado por todo el mundo entero por su valor estable. Sin duda el valor de cualquier moneda se determina por conexiones directas o indirectas, reales o supuestas, con el oro", dijo De Gaulle. Y parece que tenía razón.
En este episodio de 'Keiser report', Max y Stacy hablan de los desafueros de la economía financiarizada, que acaba con la innovación y monetiza y dilapida la riqueza: General Electric anuncia que congela los beneficios de las pensiones tras reparar en que las recompras de acciones casi la han llevado a la quiebra. En la segunda parte, Max sigue hablando con Alasdair Macleod, de Goldmoney.com, sobre el negro futuro que tendría el dólar si China anuncia que tiene 20.000 toneladas de oro.
Uno de los temas centrales de este programa trata sobre el futuro geopolítico del mundo cuando se produzca una posible nueva gran depresión, similar a la ocurrida en los años 30 del siglo XX. Max y Stacy estiman que existen todas las condiciones para que suceda, mientras que Alasdair MacLeod, de Goldmoney.com, opina que tras una nueva gran depresión económica EE.UU. perderá su hegemonía y dará paso a un mundo multipolar.
Si ocurre, habrá dos "estructuras de poder fundamentales": por un lado, EE.UU. "mantendrá gran parte de su poder gracias a que cuenta con la divisa de reserva mundial"; por otro, "el triunvirato" compuesto por China, Rusia e Irán —a los que se uniría India— formará un bloque que "controlará Europa del Este y toda Asia", sostiene MacLeod.
El invitado considera que el fin del dólar estadounidense llegará cuando Pekín se canse de las sanciones y aranceles de Washington y anuncie cuánto oro posee en sus reservas, ya que controla "todo el mercado físico" de ese metal "o, al menos, una parte importante", con lo cual si revela esa cantidad será como "lanzar un arma nuclear sobre el mundo de las finanzas".
De hecho, MacLeod destaca que China "está gestionando su economía de tal forma que sus exportaciones a EE.UU. cada vez tengan un peso menor, porque sabe que es lo único con lo que Washington puede hacerle daño".
Según su opinión, el hecho de que EE.UU. ataque a Pekín y sus socios provoca que naciones como Rusia adopten otras monedas en sus transacciones en detrimento del dólar y fomenta una "interesantísima" relación entre China, Rusia y Arabia Saudita.
"El problema" de Riad es que "sus principales clientes son los países asiáticos" y, aunque no vende petróleo a Washington, utiliza el dólar como unidad contable en sus exportaciones energéticas, mientras que eso "está dejando de tener sentido para los países en cuestión", advierte Alasdair MacLeod.