BURGOS - Castellanos y leoneses

Un exclusivo y famoso hotel de la ciudad californiana, construido a principios de los años 20, esconde en uno de sus salones una estructura asombrosamente parecida a la joya renacentista de la Catedral

El salón Rendevous Court, coronado por la escalera que imita a la original burgalesa.

Millenium Biltmore Hotel

H. Jiménez | Burgos

El detective Mac Taylor entra en el Conservatorio Enrichment persiguiendo a un psicópata que tiene en su poder un gas letal. La cámara sigue al protagonista de la serie CSI Nueva York hasta una gran sala donde la alta sociedad de Manhattan disfruta de un cóctel. Y al fondo, ¿¿¿la Escalera Dorada de la Catedral de Burgos???
Si usted también vivió ese flashazo cuando el lunes pasado vio el último capítulo de la saga de investigación criminal (temporada 6, capítulo 22, ‘Punto de vista’) no se preocupe. No tuvo una alucinación. Es real. Solo que no es ninguna escuela de música neoyorquina, sino el Millenium Biltmore Hotel, en Los Ángeles (California), que sirvió de localización para rodar la escena.
El salón bautizado como ‘Rendevous Court’ de este lujoso hotel contiene una réplica de la obra maestra de Diego de Siloé (aunque con un solo cuerpo de escalones en lugar de dos) que imita tanto el arranque de la estructura como la barandilla superior. Con una sutil diferencia, como explican los responsables de márketing del hotel, y es que los medallones de San Pedro y San Pablo que coronan la obra en el templo religioso han sido sustituidos por las figuras de Ceres (diosa romano de la agricultura) y el conquistador español Núñez de Balboa.
El resto de la estancia no tiene nada que ver con la seo gótica sino que es una mezcla de elementos mediterráneos, pero es evidente que quien levantó el gigantesco establecimiento a principios del siglo XX se inspiró en la Escalera Dorada. Así consta en algunas guías de Los Ángeles consultadas por DB y así se lo cuentan en excursiones organizadas por empresas locales a los visitantes ávidos de recorrer hoteles con solera.
La razón de esta sorprendente inspiración hay que buscarla en el señor John McEntee Bowman, propietario de una de las fortunas de la época que encargó la construcción del Biltmore a los arquitectos Leonard Schultze y S. Fullerton Weaver, autores entre otros del Waldorf Astoria de Nueva York.
Schulze y Weaver apostaron por el estilo ‘Beaux-Arts’, que por entonces triunfaba en los EEUU y en Canadá, y se inventaron una mezcla del renacimiento español y el italiano para decorar con profusión las estancias comunes del hotel. De esta forma, las distintas recepciones, el vestíbulo de entrada y varios salones trasladaban a los privilegiados huéspedes de un hotel que en su día fue de súper lujo a otra época y a otra sociedad, la europea de hace 500 años, totalmente desconocida para ellos.
Según los archivos del Biltmore, el salón Rendevous fue diseñado por Anthony B. Heinsbergen. En su interior se aprietan una celosía morisca, escudos de armas españolas, esculturas angelicales que son una alegoría de la propia ciudad y dos espectaculares lámparas de bronce y cristal importadas de Italia.
Seguramente no lo sepa más que una ínfima parte de las miles de personas que habrán pasado por allí, pero a la sombra de la réplica de la Escalera Dorada han bailado, han cenado o se han tomado una infusión (ahora funciona como salón de té) junto a una de las joyas de la Europa renacentista, famosa no solo por su valor artístico sino por la originalidad empleada para salvar el gran desnivel entre el suelo del templo y la calle Fernán González.
Cuando el Biltmore abrió sus puertas, en 1923, presumía de ser el hotel más grande al oeste del Misisipi, con cerca de un millar de habitaciones.

jfk estuvo allí. Durante décadas su nombre se asoció al glamour, en él se entregaron las primeras ediciones de los Premios de la Academia de Cine (los Oscar) y allí tuvo lugar la Convención del Partido Demócrata que en 1960 eligió a John Fitgerald Kennedy como candidato a la presidencia de los Estados Unidos de América.
Su carácter lujoso y sus espectaculares estancias han atraído a fotógrafos y cineastas de todas las épocas, y su página web detalla las estancias (no los precios) que se ofrecen como localizaciones de series, anuncios y películas.
Además de CSI Nueva York, entre sus paredes se han rodado títulos tan conocidos como Los Cazafantasmas, Ha nacido una estrella, Independence Day, El Guardaespaldas o Chinatown. Una búsqueda en Youtube basta para toparse con una esperpéntica escena del filme Despedida de Soltero (1984) en el que los protagonistas del fiestón bajan corriendo por la réplica de la Escalera Dorada. Y también Eddie Murphy se quedó con la boca abierta cuando descubrió la recepción del afamado hotel en su exitosa Superdetective en Hollywood.
Si usted quiere vivir la misma experiencia, no es tan caro como pudiera temerse tratándose de un local de tan larga tradición y fama. Una noche de hotel, este mes de julio, le puede salir por menos de 200 euros. Un capricho para burgaleses de pro que quieran tener cerca un trocito de su ciudad en la otra punta del planeta.