SEPTIMO TEMA
LA ORACION DE INTERCESION.(II)
Con la colaboraciòn de la Comunidad Siervos de Cristo Vivo.
ORACION DE ALABANZA. A través de la alabanza, presentamos ante la presencia de Dios, a la persona o situación por la que se intercede. Alabemos en su nombre, alabemos como si nosotros fuésemos esa persona, como si nosotros tuviésemos esa necesidad. Cuando alabamos de corazón, Dios nos mira complacido y se vuelca hacia nosotros con toda la compasión. Cuando esto lo hacemos en nombre de otra persona, Dios hace otro tanto a favor de ella.
ORACIÓN EN EL ESPÍRITU. Cuando no sabemos cuál es la situación o necesidad, oremos en lenguas. "El Espíritu mismo ruega a Dios en nosotros con gemidos inenarrables." (Romanos 8, 26) Muchas veces, orar en lenguas es una necesidad para que en nuestra intercesión no juzguemos a las personas. Por ejemplo, cuando oramos por la salud espiritual de una persona, sin darnos cuenta, casi siempre, la estamos juzgando; al orar en lenguas, presentamos a la persona y el Espíritu actúa en donde tiene que actuar.
ORACION SIN PALABRAS. El Espíritu traerá a nuestra mente el nombre de personas conocidas, en cualquier momento del día o la noche y en cualquier lugar. Elevemos el corazón a Jesús y pongamos a esa persona en su presencia. Dejemos que el amor de Dios se derrame en ella, sin pedir nada especial. No hacen falta palabras. El Espíritu es quien mejor conoce el pensamiento y la voluntad de Dios. Dejemos que interceda a través de nosotros y luego alabemos y demos gracias.
ORACION CON CONOCIMIENTO. Aunque sabemos por lo que oramos, entregamos nuestra mente al Espíritu para que ore en nosotros, mientras permanecemos en actitud de adoración. Ejemplo: En un Grupo, un hermano presenta una necesidad alabando al Señor en quien está la solución de todos los problemas. Los demás continúan alabando bajito o en silencio hasta que el Espíritu de a otro una nueva intención por la que orar. Nos unimos todos de corazón a esa nueva intención y continuamos con más alabanza. Sabemos que pedimos lo que Dios desea, por la convicción interna que da el mismo Espíritu; pero si no sentimos enseguida ese convencimiento interno, hay que tener paciencia y seguir orando. Dios tiene su tiempo. Esperemos con confianza en que nos llegará su mensaje. Es esencial que nos acostumbremos a escucharle.
LAS ORACIONES DE JESUS. Citamos sólo una como modelo; todo el capítulo 17 de S. Juan. Jesús intercede ante el Padre por sus discípulos, por todos los fieles, por la unidad... Hagamos nuestra, esta oración de Jesús.
LAS ORACIONES DE SAN PABLO. Cuando venga a tu mente un ser querido, puedes pedir para él lo mismo que pedía Pablo.
"Pido a Dios que os ilumine la mente para que sepáis cuál es la esperanza a la que habéis sido llamados y cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los suyos". (Efesios, 1, 18).
"Ruego que entendáis cuán grande y sin límites es su poder, que obra en nosotros, los que creemos en Él". (Efesios, 1, 19)
"No dejamos de orar por vosotros y pedir que Dios os haga conocer lo que quiere de vosotros y os dé sabiduría y entendimiento de las cosas espirituales". ( Colosenses 1, 9).
"Pedimos que Él os haga fuertes con su glorioso poder para que podáis soportarlo todo con mucha paciencia y llenos de alegría en el Señor". (Colosenses, 1, 11)
"Pido en mi corazón que lleguéis a tener todavía más amor, con mucha sabiduría y entendimiento en todo para que sepáis escoger siempre lo mejor".
( Filipenses, 1, 9)
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