María es verdaderamente "Madre de Dios", no en razón de que ella haya engendrado al "Dios eterno", que no ha sido creado por nadie porque existe desde siempre y por siempre, sino en razón de la encarnación de Jesús en un momento determinado de la historia. Jesús es verdadero hombre (naturaleza humana), y verdadero Dios (naturaleza divina). La naturaleza divina se unió a la humana en la persona de Jesucristo, que los cristianos proclamamos y creemos que nació de la Virgen María. Es por eso, que María es por voluntad divina, "Madre de Dios".
Algunos niegan esta verdad cristiana, aludiendo a que la expresión no viene en la Biblia, pero eso es un error. La Biblia puede no decir algo explícitamente, pero eso no sirve para negar una verdad cristiana.
Para poder entender este dogma de fe, como en casi todo, hay que tratar primero de liberarse de los prejuicios que nos han encerrado en un círculo vicioso peligroso (negar por sistema), y analizar seriamente la situación.
Santa Isabel, prima de María, la llama "Madre de mi Señor" en Lc 1:43. En aquella época, como hoy, decir "Señor", equivale a "Dios", puesto que no hay mas que un Dios, y este se ha encarnado en la persona de Jesucristo, al que el Apóstol Tomás llamó "Dios mio", en Jn 20,28. El propio autor del 4º evangelio, deja bién claro que Jesucristo es Dios en el cap.1 de San Juan. Y el propio Jesús en primera persona dice de èl mismo que el Padre y El son uno sólo en varias citas recogidas en la Biblia.
Por tanto, negar que María sea verdadera Madre de Dios, aparte de ser una necedad, pone en confusión si el que niega, crea de verdad que Jesucristo sea verdaderamente Dios y Hombre verdadero. Y esta es la fe de la Iglesia de Cristo desde el principio y que quedó oficialmente proclamada dogma en el año 431, cuando la Iglesia se reunión en Concilio para proclamar frente a los herejes que María es la Madre del que en el el concilio de Nicea en 325 había sido oficialmente proclamado en su verdadera divinidad, Jesucristo.
N o sigas el camino de estos que se oponían entonces, y cree con sencillez de corazón. Pide al Señor que te ayude a entender, y estoy convencido de que como a mi una vez, a tí también te ayudará.
Dios te Ama, Marìa es tu Madre.