Que tenga hambre, Señor
Que tenga hambre, Señor.
De Ti, no dejándome adorar a otros dioses
Que no sea el Dios que Tú adoras.
De tu Palabra, y no me seduzcan aquellos mensajes
Que buscan mi bienestar externo o superficial.
Que tenga hambre, Señor.
De tu presencia, antes que del vacío
Al que me empuja el endiablado mundo en el que vivo.
De tu rostro, que es fuente de vida y de salvación.
De tus manos, que bendicen, perdonan y multiplican.
De tus ojos, que miran con amor.
De tu corazón, que ama como nadie sabe amar.
Que tenga hambre, Señor
Del pan, al que Tú me invitaras en Jueves Santo
Del vino, que Tú ofrecerás en la mesa de tu sacrificio
Del servicio que Tú pondrás como distintivo
De aquellos que decimos ser tus amigos
Que tenga hambre, Señor .
Hambre de Dios, y de adorarle mientras viva.
Hambre de de Dios, y de bendecir su Nombre.
Hambre de Dios, y de no venderle por nadie.
Hambre de Dios, para que atienda mis dolores.
Hambre de Dios, para escuchar su voz de Padre.
Que tenga hambre, Señor.
P. Javier Leoz