ESTUVE ALLI Y TE LO CUENTO
CHARLA / CONFERENCIA
DEL
“ Movimiento Familiar Cristiano”
Eran tres matrimonios que representaban a sus respetivos grupos con diversos carismas. Todos eran grupos abiertos y en alguno tomaban parte gente celibataria y casada: matrimonios, religios@s, sacerdotes y gente de distintas edades, profesiones y ambientes.
Cada uno de los matrimonios nos fue expresando sus vivencias como grupo y como familia cristiana comprometidos con la fe y con su anhelo de sembrar dentro de su casa, sin dejar la educación de los hijos a la calle o al colegio, y fuera de ella pues se sentían impelidos por la urgencia de ejercer las facultades del bautizado como: sacerdote, profeta y rey.
La sensación que yo tenía, y que era la misma en todos los oyentes, era la de estar recibiendo un rocío de frescura y aliento que ayudaba a desperezarse nuestra vieja iglesia en España y nos alegraba el hecho de que haya por alguna parte iniciativas valiosas y serias que están descubriendo caminos. Lo mejor de esas iniciativas, bajo mi punto de vista, es que proceden del núcleo en el que puso su acento el C. Vaticano II: La Iglesia Pueblo.
Casi todos los miembros de sus grupos son laicos y cada miembro de esa familia grande, como ellos decían de su grupo, ejercía su función en bien de la comunidad. A todos les unía la FE en Jesucristo y su Iglesia y el ansia de sembrar. Sus vivencias eran sencillas como lo eran ellos pero salían de personas que sabían lo que estaban diciendo porque así lo estaban viviendo ellos en su Iglesia doméstica.
En el diálogo final aparecía como absolutamente necesaria para el creyente la coherencia o la unión de fe y vida constante, si se quiere educar a los hijos en la fe y en la libertad y así también si se quiere sembrar con esperanza de cosecha en algún tanto por ciento. Allí salió naturalmente el dicho de que “nadie da lo que no tiene” .
Por la calle hacía frío( -2º) pero vengo contento. Alégrate conmigo. Gracias.