Oyéndolo Jesús, dijo:
Esta enfermedad no es para muerte,
sino para la gloria de Dios,
para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Para Cristo demorarse dos dias despues de saber
que Lázaro estaba enfermo, no fue un descuido
o negacion de su parte.
Esto debe ser alentador para nosotros.
Debemos descansar en el Señor,
y esperar pacientemente por Él.
Las respuestas a nuestras oraciones
no siempre llegan tan rapido como lo esperamos
y tal vez puede que no sea lo que pedimos;
pero Él, que conoce qué es mejor para el bien de sus hijos dará algo mucho mejor de lo que hemos pedido
para nuestro bien
si no nos desalentamos y perdemos la fe.
Para todo el que está en busca
de la mano guiadora de Dios,
el momento de mayor desaliento
es el tiempo cuando la ayuda divina esta más cerca.
De cada tentación y tribulación Él nos sacará
con una fe más firme y rica experiencia.