Meditación breve
"Que el demonio no te encuentre ocioso, porque te va a dar trabajo", dice el dicho popular. Es decir, que el demonio no nos encuentre sin hacer nada y holgazanes porque vendrá con tentaciones, especialmente contra la pureza y nos podrá hacer caer en pecado. Por eso es muy importante dedicar el tiempo también a trabajar.
Jesús, que es Dios, quiso trabajar, y trabajó duramente, conociendo muy bien el valor santificante del trabajo. Él quiso darnos ejemplo y nosotros tenemos que trabajar porque, además de ganarnos el pan de cada día con nuestro trabajo honrado, es un medio de perfección, ya que nos mantiene la cabeza ocupada y el alma entretenida para no volvernos locos pensando tonterías.
Si el trabajo no existiría, los manicomios estarían llenos hasta rebosar, porque el trabajo templa el alma y no permite que la mente caiga en desvaríos. Pero también es una gran ayuda para la vida de virtud, la vida de la gracia, porque trabajando evitamos caer en pecado y, al llegar cansados a la noche, tenemos un sueño plácido y reparador, libre de pesadillas y con una conciencia tranquila; siempre y cuando el trabajo haya sido honesto y santo.
|