Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Divino Niño Jesús, ¡cuántas veces me has resucitado de mi pecado! Como a la hija de Jairo, tú resucitas a los muertos del alma y yo he sido un muerto en el alma. Divino Niño ten misericordia de mí y bendíceme para que todos mis asuntos marchen por buen camino y lleguen a feliz término. Acuérdate también de que soy un alma en un cuerpo, y mi cuerpo necesita de sus cosas, como así también necesito de los bienes materiales para subsistir yo y mi familia. Tú eres providente y no dejas faltar nada a los que te son devotos. Señor, yo confío en ti y quiero confiar cada vez más en ti. Sé que cuando sea necesario harás verdaderos milagros con tal de ayudarme, porque tú eres Dios y todo el universo te está sujeto. Calma mis angustias y provee lo necesario para mi diario vivir, para pagar mis deudas y, sobre todo, te pido que me des una fe muy grande porque en estos tiempos de apostasía se corre el peligro de perder la verdadera fe. Divino Niño Jesús, te doy gracias por todo lo que haces por mí, porque me amas tanto y jamás me siento solo, porque sé que tú estás siempre a mi lado y en mi corazón. No permitas que jamás me vuelva a separar de ti por el pecado mortal. ¡Bendito seas Divino Niño Jesús!