Rayos de Fe
Resucitó.
Jesucristo resucitó al tercer día de haber muerto. Esta es una verdad de fe que muchos hoy niegan, incluso entre teólogos y sacerdotes.
Pero si se niega la resurrección del Señor, entonces vana es nuestra fe. Si Jesús no resucitó, estamos perdidos irremediablemente porque estamos y estaremos para siempre en poder del demonio.
Hay que afirmar rotundamente y creerlo ciegamente que Jesús ha resucitado y que subió al Cielo. Que ahora está sentado a la derecha de Dios Padre y desde allí vendrá nuevamente a juzgar a vivos y muertos.
Si bien Jesús se ha ido al Cielo, también es cierto que, misteriosamente se ha quedado en la Eucaristía. Sí, Jesús resucitado, como hombre, está presente en la Eucaristía. Porque Jesús, como Dios que es, está presente en todas partes; pero Jesús, como hombre, está solo presente en el Cielo y en las hostias consagradas.
También esto debemos creerlo ciegamente, porque el Señor mismo ha prometido que se quedaría con los hombres hasta el fin del mundo.
Vayamos entonces al sagrario a visitar a Jesús, que está glorioso y resucitado para que tomemos fuerza y coraje para vivir en este mundo, que cada vez más se aleja de Dios y de la fe.
Tenemos que saber que la verdadera fe se va perdiendo en muchos, es el tiempo de la apostasía que está profetizada que vendría sobre el mundo, y quedará un pequeño resto, custodiado en el Corazón Inmaculado de María, que conservará la fe.
Como lo ha dicho el Señor en el Evangelio: “No temas pequeño rebaño, porque el Padre se ha complacido en daros su Reino”.
Ojalá seamos de los que formemos ese pequeño resto que esperará al Señor en su segunda venida.