Muchas personas piensan, y algunas sostienen, que los ángeles tienen un lenguaje en particular, pero esto no es así. ¿Qué lenguaje emplean los santos para dar a entender su mensaje, o qué lenguaje emplea la Virgen cuando se quiere comunicar con alguien? Generalmente el mismo que habla el sujeto que lo percibe. Hay gente que ha hecho un contacto angélico (que no se pone en duda), y ha dicho que el ángel habla en un idioma extraño, fuera de lo normal, y no tiene referencia inmediata con ninguno de los idiomas terrestres conocidos. Así, por ejemplo, vemos que existen ángeles que tienen nombres extraños sin ninguna traducción: un ritmo sólo de consonantes sin ninguna vocal y pronunciación completamente extraña/Otros tienen nombres extravagantes o con reminiscencia mística y se comunican con palabras ininteligibles, las cuales solamente pueden ser traducidas por el sujeto centro de la experiencia. Indudablemente los ángeles no tienen un lenguaje como los humanos, ya que la voz es un fenómeno físico y desde el plano en que ellos están nuestra física no tiene validez. Sin embargo, pueden transmitir un mensaje que nuestra mentalidad decodifica de acuerdo a los valores semánticos de cada idioma original, de cada cultura y lenguaje. Decir que el nombre de un ángel es «CXRTGBNM» no tiene lógica para ninguno que quiera interpretarlo, aunque parece ser que sí la tiene para la persona que emplea subjetivamente ese nombre o significado. Los nombres tradicionales hebreos nos han llegado a través de la religión, y cada país y cada cultura cristianizada le ha puesto la pronunciación propia de su lengua. Así es como Mikeiel en hebreo es Miguel en castellano, Mijail en ruso, Michael en inglés, Michel en francés, Michele en italiano, y así para todos los idiomas que lo evoquen. En todo caso, la invocación a un ángel concreto se puede efectuar en cualquier idioma. De cualquier forma, decir que un ángel habló está muy bien, y luego analizaremos el mensaje. Pero decir que habló en un idioma extraño que nadie puede descifrar, y en todo caso solamente puede ser entendido por una persona, ya tiene otras connotaciones. Ninguna entidad espiritual verdaderamente elevada se comunicará con una persona para que ésta no le entienda. Ciertamente pueden existir comunicaciones incomprensibles, pero no son efectuadas por ángeles. Pueden ser otra cosa, pero ángeles, de ningún modo. Cuando se produce una comunicación con un ser elevado el mensaje es fluido, claro, sin rodeos y la percepción no se realiza mediante la activación del sentido del oído. Es decir, que el sonido espiritual no llega por la oreja. En ese momento se activa un centro energético que está en la coronilla de la cabeza que es también denominado chacra de la corona y tiene relación física con la glándula pituitaria. Es este centro el que se activa y el sonido es espectacularmente claro, no existiendo en la tierra ningún aparato reproductor de sonido que logre semejante nitidez e impresión en nuestra memoria. Activándolo no se necesita hacer ningún esfuerzo para recordar, pues si la comunicación se estableció y aunque sea una sola palabra lo que haya escuchado, jamás podrá olvidar semejante sensación. La impresión es tan inmensa en comparación con los sonidos terrestres, que impregna todo el ser. El chacra de la corona relaciona a la conciencia con el puro conocimiento y es nuestra conexión con el mundo del más allá, con lo eterno, en un pequeño espacio que nos hace más inteligentes. Cuando está desarrollado, nos trae conocimiento, sabiduría, conexión comprensiva, espiritual y beatitud. Característica positiva del chacra de la corona o número 7: - Cuando se activan los rayos, el individuo por primera vez entiende que la creación no tiene límites y que todos formamos parte indisoluble y eterna de ella. En este punto se convence de que posee el poder de la transmutación. La maestría a este nivel implicará la eventual trascendencia del propio cuerpo causal. Característica negativa: - Puede dar lugar a malos profetas, gurús comerciales y sanadores indignos e incompetentes. Estas conclusiones nos llevan a afirmar que si alguien quiere establecer contacto con los ángeles sólo debe llamarlos por el nombre tradicional o con el nombre que uno quiera darles, pues si es erróneo será ese mismo ángel quien lo dirá. Si no sabemos qué nombre darle, solamente hay que dirigirle un mensaje pidiéndole que revele su nombre; al cabo de un tiempo, se «oirá» un flujo de pensamiento con el nombre del ángel. En cuanto a la comunicación en sí del ángel con nosotros, puede ser de diversas formas. No tiene por qué darse como un flujo de pensamiento, ni tampoco recibir en su mente las palabras o los mensajes directos del ángel. Pueden también darse de manera muy sutil, y lo importante es que quien reciba las señales cuente con alguna base como para interpretar el mensaje. Según la capacidad y grado intelectual de la persona, el espíritu enviará señales para de-codifícar o entender de una forma u otra, aunque no es necesario hacer ningún curso de interpretación de los mensajes angelicales y todo depende de la capacidad de simbolizar que cada cual tenga. Trate de encontrar su mejor forma de comunicarse y para ello deje fluir sus mejores sentimientos, intentando llegar al mundo del espíritu a través de lo que tiene en su corazón. Ante ellos no es imprescindible ninguna falsa vestidura, ni necesitará acudir a una iglesia o poner velas encendidas. No obstante, estos detalles tampoco le perjudicarán en sus plegarias. No se desilusione si al principio no logra tener ningún contacto importante. Los ángeles irán acercándose lentamente, y en todo caso pondrán débiles señales en su camino para dar a entender su presencia, hasta que llegará un momento en que los mensajes serán cada vez más claros y disfrutará de un gran enriquecimiento superior, el cual siempre deberá brindar en beneficio de los demás. Los ángeles, y esto es importante que se entienda, no están solamente para ayudarnos en nuestros problemas personales, pues su misión es universal, y si no dedicamos más tiempo a escuchar los problemas ajenos, seguro que dejarán de ayudarnos. Otra recomendación es que no comente sus comunicaciones con los ángeles si las personas con las que habla no creen en ellos, ya que lo único que lograría sería un desgaste inútil, le desconcertaría y con el tiempo posiblemente creería a ellas más que a su instinto. Mantenga su fe constante y alimente su comunicación espiritual. Su convencimiento de lo que ve y oye es su mejor arma contra el desaliento y su mejor escudo ante el descrédito y la mala interpretación de quien no quiere saber de estas cosas.
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