Píldoras mágicas que resuelvan instantáneamente tus problemas,
no existen.
La vida es tuya para que la vivas, no para que la esquives.
Las dificultades aportan tanta riqueza como las cosas con las que te deleitas. La tristeza sirve para que la alegría pueda ser tan maravillosa.
Son los desafíos los que dan a los logros su verdadero valor.
Los contratiempos son los que otorgan
a la recompensa ese sabor tan especial.
El aburrimiento y la emoción, los problemas y los placeres,
la satisfacción y la decepción,
todo ello se mezcla en la vibrante y plena sinfonía que constituye la vida.
Tú no querrías perderte ni un solo instante de todo ello.
Hay sin embargo un milagro aquí, pero no se trata de una píldora mágica. Está en el hecho de que tú estás vivo y conciente
y de que eres capaz de atravesar los altibajos de la vida.
Las dificultades no perdurarán por siempre,
pero el valor de superarlas estará siempre contigo.
En lugar de anhelar una píldora mágica,
sumérgete en la experiencia de generar tu magia, propia y especial,
a través de la manera en que vivas tu vida.
A/D